Hola.

Naruto no me pertenece.


Es cuestión de fingir

Resumen: Sakura Haruno deberá infiltrarse en una organización peligrosa, para esto deberá fingir que es la pareja sexual de un hombre poderoso. Pero no cualquier pareja: deberá fingir que es un varón de doce años... porque en un mundo depravado, solo la perversión le abrirá las puertas.

Advertencia de posible contenido adulto fuerte pero no explícito, referencias a la violencia y fuerte lenguaje adulto. Rated M (Mature Teens).


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Es cuestión de fingir

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Esta es una misión peligrosa, no quiero que tú vayas—fueron las palabras que Tsunade Senju usó para explicar por qué citó a su alumna a una reunión tan tarde.

Sakura Haruno esperó paciente por las razones de la negativa a enviarla a la misión. De reojo miró a Shizune que tenía el rostro aún más consternado que el de Tsunade.

Tsunade empujó una carpeta hacia Sakura, después se levantó de su asiento y caminó hacia la ventana… Clavó los ojos en las pocas luces que había a esa hora.

Sakura llevó sus dedos hacia la carpeta y la arrastró más cerca. Reconoció la caratula de los expedientes de las misiones, pero le sorprendió que fuera tan grande. Normalmente, la información sobre las misiones era poca y muy concisa.

Al abrirlo, encontró varios papeles que no pudo leer pues había un sello que los protegía. Supo de inmediato que se trataba de una misión Rango S.

Pasó los papeles hasta encontrar alguno que sí pudiera leer, pero todos los papeles de trámite y de formulario estaban vacíos, pero cumplían su cometido. Se trataba de una misión que exigía demasiado sigilo. Examinó la información con cuidado.

Había dos hojas del Formulario de Ninja Elegido: eso quería decir que se trataba de una misión en pareja, sin embargo, la identidad de ambos sería protegida ¿por una máscara? Se detuvo un instante mientras pensaba en esto: ella no era Anbu, no tenía máscara, pero sabía bien que existían misiones tan complicadas que no se podía revelar la verdadera identidad a ninguna persona para evitar represalias posteriores. ¿Se trataba de una misión que exigía protegerse hasta de su compañero?

También observó que había Veinte Formularios para Asignación de Misiones. Contó despacio, pensando cuántas de esas misiones serían S y cuántas D. Supuso con éxito que para el buen cumplimiento de su misión S debían cumplirse correctamente otras veinte misiones de menor rango. Por supuesto, tampoco conocería la identidad de los ninjas que participaran en esas misiones, ni su contenido.

Notó que faltaba el Formulario de Solicitud de Equipo, así que en su misión, ella no contaría con armas ninjas, más que las propias, las que toda persona podía tener. ¿Qué clase de misión era, si no llevaría armas?

Estaba el Formulario de Dinero y aunque no venía el monto, por los muchos puntos que marcaban los renglones previó que se les estaba asignando una cantidad de dinero muy alta.

Siguió pasando las hojas… todas en blanco… pero la información estaba ahí.

Es un trabajo de infiltración—dijo cuando llegó a la última hoja. Ya había visto todo lo que esos papeles podían darle y entendía de qué se trataba.

Por el rabillo del ojo, vio que un gesto de alivio se asomaba en el rostro de Shizune al ver que pudo deducirlo … como si se tratara de una prueba… y se dio cuenta que la estaban probando. Necesitaba demostrar que tenía las habilidades suficientes de deducción para cumplir esa misión.

A una organización peligrosa—agregó rápidamente—. Sin embargo, no está relacionada con el mundo ninja. No se trata de Akatsuki ni de ninguna aldea Ninja. Eso nos deja una organización política o criminal. Estoy al tanto de las políticas de los señores Feudales y no hay razón para una misión S en el gobierno… así que se trata de una organización criminal… una mafia.

Tsunade regresó a su asiento. En el rostro de Shizune ya no había ningún gesto de alivio.

Tráfico de personas y estupefacientes—informó Danzo Shimura, que ingresó al despacho.

Sakura no se sorprendió. Al saber que se trataba de una mafia, se preparó para lo peor. Tampoco dejó que Danzo la sorprendiera. Lo miró felinamente y el hombre pareció conforme con su actitud.

En el rostro de Danzo apareció una sonrisa larga:

Son tipos peligrosos. Ya dañan a nuestra aldea sometiendo a muchas personas bajo sus influjos y tenemos pruebas de que planean algo mayor… Tu trabajo será averiguar qué.

Sakura no hizo ningún gesto, más que mirar fijamente a su maestra. Era la Hokage quien asignaba las misiones, así que no recibiría ninguna orden de él.

La sonrisa se fue del rostro del hombre y la miró de pies a cabeza con evidente molestia , deteniéndose exageradamente en las caderas y en los pechos de la mujer.

Lo más probable es que no tengas futuro en el mundillo de la prostitución, pero a Konoha solo le interesa que cumplas con lo que se te ha asignado… ya después podrás probar tu suerte realmente. Así que mientras estés en servicio no dejes que te seduzcan los placeres del licor, el juego y la lujuria…

El rostro de las tres mujeres presentes se endureció, pero ninguna dijo nada.

Al ver que las pullas no eran respondidas, Danzo dejó sobre el escritorio otra carpeta y se retiró.

Sakura estuvo a punto de gritar de frustración y enojo cuando vio algo que la dejó con la boca abierta. Shizune sacó una botella y con la velocidad de la experiencia sirvió todo su contenido en tres jarras. Dejó la botella vacía sobre la mesa y se llevó su jarra a la boca. Tsunade la imitó.

Es mejor así, Sakura—le dijo Shizune, después de dar un gran sorbo a su bebida.

Sakura hizo lo mismo. Le agradó el sabor dulzón y de alguna forma sintió que ese trago de cerveza ya era un paso más hacia su venganza por los comentarios de Danzo. ¡Que lo partiera un rayo!

Después de degustar la bebida en silencio, Sakura ojeó la información que el grupo de Danzo había creado para ella.

Se trataba de infiltrarse en las fiestas de un Jefe de la Mafia, conocido con el seudónimo de Taro, que estaría hospedado en una zona de casinos cercana. El hombre manejaba una extensa red de prostitución, tráfico de órganos y personas, casinos y licores. Se tenía como sospechoso de varias desapariciones y se creía que estaba relacionado con el intento de secuestro del que fue víctima unos días atrás Hanabi Hyuga.

La información que leía no le parecía suficiente para una misión. Los negocios de la Mafia eran bien conocidos y, por lo general, constituían un problema para los señores Feudales y no para los ninjas. Se desesperó un poco, pues conforme leía no entendía cuál era la verdadera razón que requería un trabajo de infiltración tan peligroso.

Entonces, una sola línea se lo dijo todo.

"Total irrespeto por la organización shinobi, predominio de sicariato".

Eso era. Una organización que se armaba con sus propias herramientas y fuera de la tutela del mundo ninja. Una competencia para los shinobis: un enemigo directo para las aldeas ocultas. Un enemigo que se guiaba por el dinero; un enemigo protegido por la impunidad y por la falta de reglas; un enemigo sin Voluntad del Fuego, sin un Camino Ninja.

De verdad, no quiero que vayas—dijo Tsunade, que terminó su jarra de primera.

Pero Danzo lo planeó, así que debo ir. No tengo escapatoria—murmuró Sakura, sus dedos arrugaban las esquinas de las hojas que leía. Había enviado chakra a su corazón para controlar sus rápidos latidos y, ahora, solo se concentraba en su fuertes latidos y en las palabras que leía: prostitución, drogas, impunidad, esclavos…

—No solo Danzo tiene un ojo sobre esos hombres—le dijo Shizune—. También los hemos investigado. No podemos darte nada por escrito.

Sakura dejó de leer, ya podría enterarse de la información de Danzo en su habitación, ahora tenía que concentrarse en lo que Tsunade diría una única vez en toda su vida.

Es una mafia organizada. Sus propias leyes, sus propios hombres, sus propios rituales y muchísimos más recursos económicos que nosotros. No planea golpes de estado, ni nada de violencia. El temor de la población afecta sus negocios, así que simplemente se apodera de los gobiernos sin que en la superficie se note el cambio.

Danzo quiere detenerlos y la vasta red de negocios sucios de Taro es más que suficiente para varios años de prisión, pero debemos asegurarnos de atrapar los peces gordos. Tienes que conseguir todo lo que Danzo necesita. Es mucho más fácil conseguir una condena por narcotráfico que por traición.

Es cierto que Taro ofrece sus servicios a mejores precios que nosotros, pero él solo ofrece asesinato, sus subordinados son sicarios: asesinos asalariados. Pero no es solo un tema de dinero. Las guerras pueden resultar muy bien remuneradas y a Taro no lo ata ninguna población: solo le interesa su propio pellejo.

Tenemos que proteger a Konoha: tenemos que proteger a todas las personas que se amparan en nuestra protección.

Además, Danzo puede estar usándolos para una alianza y atacar Konoha… atacarme. No lo hemos descartado. Por eso tienes que asegurarte de atrapar a Taro. Este trabajo podría perjudicar en gran manera a nuestra Aldea si no logramos atrapar a Taro y descubrir cuáles son las verdaderas intenciones que Danzo Shimura tiene con él.

Entiendo.

—No puedes revelar tu verdadera identidad. Bajo ninguna circunstancia—advirtió Tsunade al cabo de un rato de silencio, interrumpido apenas por los sorbidos que Sakura y Shizune le daban a su jarra de cerveza. Sakura asintió—. Irás como un niño de doce años.

—¿Maestra, qué dice? —preguntó Sakura, sorprendida. En los requerimientos de la misión, decía que debía llegar al lugar como una prostituta.

—No enviaré a ellos a una mujer joven de extraña cabellera. Quien sabe que podrían hacerte. En cambio, a un niño nadie le presta atención.

—Un niño no puede entrar a ninguna parte.

—Por eso esta misión tiene asignada a dos personas. Tu compañero se encargará de que entres a esas fiestas.

Sakura asintió.

El silencio se apoderó de la sala, nuevamente.

No era necesario que le dijeran a Sakura que además de actuar como un niño de doce años, debería actuar como la pareja sexual de un hombre. En todo caso, hasta podía resultar un mejor plan que el Danzo, pues la depravación de un hombre que prefería a los niños podría abrirles puertas en un mundo perverso.

Tan solo la idea la hizo atemorizarse, pero no debía demostrar su miedo. No se perdonaría jamás si preocupaba más a su maestra y a Shizune.

Miró a Tsunade, sin miedo.

Shizune se puso de pie y le enseñó a Sakura unas tijeras. En silencio, cortó el cabello, hasta dejarlo de un largo menor a un centímetro. Ninguna le ofreció un espejo y ella no se llevó las manos a su cabeza para saber cómo había quedado. Con su perfecto control de chakra, lograría usar su propio cabello como una peluca hasta que debiera partir.

—Su preocupación no es necesaria, maestra; tendré mucho cuidado—le dijo Sakura, con tono solemne, cuando Shizune terminó de peinarla.

—Tómate estos días libres. Sales el jueves.

—Con su permiso.

Continuará...


¡Hola!

Muchísimas gracias por llegar hasta acá.

Esta es la historia que comentaba en Anécdotas... espero haya atraído su atención y puedan darme su opinión, que será altamente agradecida :)

¡Nos vemos muy pronto!