Ha pasado un año más, y nuevamente se acerca el día de san Valentín. Mis amigas del instituto, están muy emocionadas y ya están planeando a quien le regalaran chocolate este año… Ran esta planeando sorprender a Shinichi, mientras que Ayumi no sabe si hacer uno para Makoto y otro para Haru o solo a uno de ellos… Himeko por su parte sabe que su único y gran amor recibirá un chocolate mejor y más rico que el que le regalo el año pasado.
Por supuesto, este también es un tema discutido entre mis más entrañables amigas, Umi y Fuu. Umi jura que solo hace los chocolates por mero gusto de cocinar, mientras Fuu contempla la posibilidad de regalarle algunos a sus primos que están visitando Tokio desde Osaka. Creo que lo que mas me sorprendió, fue enterarme que Kuu, la hermana mayor de Fuu pretende regalarle un chocolate a mi hermano Satoru…
Hemos organizado una tarde de repostería, según las chicas para poder hacer entre todas el chocolate ideal para nuestros chicos soñados… o para nuestros mejores amigos… según Himeko, ha conseguido la receta ideal para un chocolate de san Valentín…
Curioso, cada año dice lo mismo.
Mejor aun, cada año hacemos lo mismo.
Como cada año la reunión es en casa de Himeko. Todas elegimos un molde, y decidimos si queremos un chocolate dulce, o uno más bien amargo… como cada año, elijo uno amargo.
Trabajamos entre risas, y bromas, de cuando en cuando, alguna termina con la cara llena de chocolate causando risas al resto de nosotras.
Al fin el chocolate esta listo… ya solo es cosa de ponerlo en los moldes y dejarlo enfriar… y si queremos hacerle un dibujo o poner el nombre de a quien se lo hemos de regalar…
Al final, Umi hace unos cuantos círculos a su chocolate redondo, Fuu escribe los nombres de sus primos y todas reímos de cómo Ran se pone más roja que una manzana al escribir el nombre de Shinichi en su chocolate de corazón…
Y sin embargo una triste sonrisa escapa a mi boca al dibujar una silueta blanca en mi chocolate… el perfil de un lobo solitario…
- ¡wow! ¡Que bonito Hikaru-Chan! ¡El chico que reciba ese chocolate seguro es muy afortunado! ¡Jamás había visto un diseño tan peculiar en un chocolate de san Valentín!
- ¡es cierto! ¡Es muy bonito!… oye Hikaru, ¿a quien le darás ese chocolate?
- ¿hay un chico especial de quien no nos hayas contado Hikaru?
Una sombra se posa sobre mis ojos, y volteo a ver a Umi y a Fuu, quienes me miran con la misma mirada triste… como explicar que, en realidad, si hay un chico especial para mi, que es el ser mas encantador que pueda existir, que veo sus ojos violeta mirándome cada vez que cierro los ojos, y que sueño con volver a ver una de sus raras sonrisas o volver a escuchar su voz al menos una vez en mi vida, y sin embargo es muy probable que esto jamás suceda… que cada año hago un chocolate para el, con la vaga esperanza de podérselo dar… pero que al final del día, soy yo quien lo termina comiendo, con lagrimas en los ojos y deseando que las cosas fueran distintas… que no perteneciéramos a mundos distintos…
- No, Ayumi-Chan, creo que este año le daré chocolates a Masaru… el año pasado le toco a Kakeru.
Dejamos el tema de lado. Todas volvemos a casa, y nos "preparamos" para el gran día.
Dibujando una gran sonrisa en mi rostro, me preparo para enfrentar el día… Lo admito, es algo doloroso ver a todas las chicas dar un chocolate a su persona especial… de cuando en cuando es gracioso ver como el club de fans del capitán del equipo de Soccer lo acosa por toda la escuela esperando que reciba lo chocolates de todas ellas…
La cosa no mejora al volver al Dojo. No tenia idea que mis hermanos Maseru y Kakeru fueran tan populares entre las hermanas de nuestros alumnos mas pequeños… debo admitir que es gracioso como tratan de sobresalir unas de otras para que mis hermanos prefieran sus chocolates…
Y en la sala, encuentro una escena que me deja sin palabras… una Kuu rojísima, junto a un Satoru igual de rojo, sosteniendo un chocolate con forma de corazón y su nombre al centro… debo decir que no sabia si reír de la situación o llorar… después de todo, no todos los días encuentras al mas serio de tus hermanos en una situación tan bochornosa.
Prefiero retirarme a mi recamara… no es que me moleste ver tantas muestras de cariño… es solo que, mi humor no esta para ello.
No puedo hacer otra cosa que tumbarme en la cama. Mirando al techo, nuevamente pienso en él. Sus ojos, su sonrisa, su cabello… la forma en que habla, su porte al caminar… y sus ultimas palabras… me pregunto si aun pensará en mi como yo en el, si a pesar de que han pasado ya tres años desde la ultima vez que nos vimos, mi recuerdo en el sigue tan vivo como el suyo en mi…
Giro un poco la mirada y veo el chocolate en mi mesita de noche… como devolviéndome la mirada, casi podría decir que burlándose de mi… sabiendo que una vez mas, Él no recibirá este chocolate, ni ningún otro que yo prepare… que una vez mas el sabor amargo del chocolate estará mezclado con el de mis lagrimas… lagrimas que ya comienzan a fluir de mis ojos… y que me recuerdan lo injusta que puede ser la vida…
Y sin darme cuenta me quedo dormida en mi llanto… exhausta de verter mi tristeza por los ojos… y perdiendo detalle de una luz que envuelve silenciosamente al chocolate.
