Disclaimer: Todo el universo de Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling.

Nota de autor: La historia fue creada para el "Amigo invisible 2015" del Foro "La noble y ancestral casa de los Black". Para JustDanny. Petición basada en un fanart de la Familia Black en sus años en Hogwarts, el cual no me pertenece.


Maldad


No sabe cuál es el motivo exacto que le lleva a lanzarle el hechizo a aquel Hufflepuff que encuentran llorando a mitad del pasillo desierto. Quizás es porque le irrita profundamente ver a una persona llorando, ni siquiera toleraba ver a Andrómeda derramando lágrimas después de recibir alguna que otra reprimenda por parte de sus padres, o de la pequeña Cissy cuando tomaba alguna de sus muñecas sin su autorización y pagaba las consecuencias de su desairado acto. Tal vez es porque Barty Crouch le susurra de tal forma Vamos, ¿le tienes miedo a un crío de trece años? que se le hace imposible resistirse a su desafío.

Antes de que pueda ser consciente de sus actos, se encuentra con su varita en la mano y la pasea por entre sus dedos. El hechizo en el pecho del chico llega casi de improvisto como un relámpago en medio de una llovizna. Por supuesto que ella no es tan impulsiva para hacerle daño de gravedad a un niño de trece años porque eso conllevaría demasiadas consecuencias; una queja en la oficina del director, una lechuza volando a la casa con una cita para sus padres, el ceño fruncido de Cygnus y la mirada de decepción de Druella. Lo único que quiere es divertirse un poco, por eso disfruta cuando el estudiante sale volando por los aires y se estrella de lleno contra el muro de piedra.

Barty comprueba que solamente tiene roto un par de dientes y una herida abierta en el labio inferior, por la que mana un fino hilillo de sangre roja. No se molestan en llevarlo a la enfermería, nunca se molestan en llevar a nadie a la enfermería, ya que el chico está consciente. Bellatrix puede presumir que teniendo solamente dieciséis años de edad es capaz de hacer unos hechizos Obliviate que hasta el mejor mago le envidiaría. Se inclina en dirección a él, y le llama la atención el libro que asoma entre sus pertenencias. No reconoce el nombre del autor por lo que rápidamente deduce que tiene que ser muggle.

—Es un sangre sucia —anuncia con una carcajada brotando de sus labios carnosos y maliciosos. Barty sonríe como si supiera la idea que aflora en la mente de la muchacha—. A éste no le borraremos la memoria para que sepa que los de su clase no tienen lugar en Hogwarts.

Se alejan por el pasillo desértico sin tener en cuenta que el chico, llamado Ted Tonks, los contempla desde su humillación. Intenta guardarles rencor por lo que le hicieron pero no lo consigue. Su madre dice que hay que tener lástima por aquellos que no son capaces de ver más allá de sus narices porque fueron criados dentro de un círculo vicioso del que no pueden escapar.