Disclaimer: Shaman King y sus personajes son propiedad de Hiroyuki Takei.



Me estás llenando de amor, poco a poquito

Por Selesme Cari

Capitulo 1

"Una Tarde"

Mire mi reloj, las manecillas marcaban las 6 en punto. Suspiré. Ya no alcanzaríamos a ver la película, la función ya debió de haber comenzado.

Comienza a hacer fresco, seguramente será una fría noche. Además estamos en otoño, falta poco para el invierno.

Vuelvo a mirar mi reloj, tan solo han pasado 2 minutos, 2 largos minutos. ¡Que poco considerado de tu parte! Quedamos a la 5:00pm. 5 minutos quizás te los perdone, incluso una media hora, pero... ¡¿Una hora completa! ¡¿Qué te has creído! ¡¿Crees que voy a esperarte toda la vida!

Seguramente te has entretenido con Chocolove, tal y como paso la otra vez. Aquella vez que llegaste 20 minutos tarde por estar peleando con ese payaso sin gracia. Aquella vez te lo perdone, tan solo fueron 20 minutos de retraso...Pero, hoy ¡Ja! No será nada fácil que consigas mi perdón.

Horo, no pienso esperar más, en esté momento me estoy yendo. Bueno, tal vez espere 5 minutos más. ¡Pero solo 5 minutos!

Unas muchachas se me han quedado viendo, ríen y se sonrojan. ¿Qué les pasa? ¿Acaso tengo algo en la cara? Espero que no decidan acercarse, estoy de mal humor y seguramente seré grosero.

6:10pm y tú ni tus luces. ¡Luego no vayas a buscarme a mi casa pidiéndome perdón! Aunque pongas tu cara de tonto, no pienso perdonarte.

¿A quien engaño? Con tan solo ver aquel brillo que tus ojos despiden al verme, se me olvida todo.

De seguro por eso aún no llegas. Te tengo mal acostumbrado. Siempre estoy perdonando todos tus errores, por eso no me tienes ninguna consideración...

¡¿Qué rayos! Alguien me ha tapado los ojos. Estaba tan metido en mis pensamientos que no sentí acercarse a nadie.

-¡Adivina quien soy! – esa voz es inconfundible para mi.

-Tonto. –te digo con enfado.

Solo escucho tu risa y seguidamente me sueltas. Te paras frente a mi y con una gran sonrisa exclamas un: "¡Hola Len!"

¡¿Hola Len! ¿Es todo lo que tienes que decir? ¿Ni siquiera te disculpas por haber llegado tarde?

No conteste a tu saludo, solo te lance una mirada tan fría como el hielo que controlas.

Es entonces cuándo notas que estoy enfadado.

-¡Discúlpame! Es que Pilika se empeñó en incrementar el entrenamiento de hoy... ¡no me dejo ir hasta haber terminado!

Oigo tus excusas y trato de ignorarlas. Sin embargo, no puedo ignorar aquel semblante en tu rostro. ¿Acaso temes que esté tan enfadado que dé por terminada nuestra relación?

Jamás podría hacer eso. Sería mucho más doloroso para mí.

-¿Qué nadie te enseñó a ser puntual? –te reprocho.

Veo que tus ojos se iluminan, me das una pequeña sonrisa. Te has dado cuenta que ya se me pasó el enojo ¿verdad?

-¡Ya te explique que paso!-tratas de defenderte.

¿Defenderte? Sabes perfectamente que ya te perdone.

-Pretextos, pretextos... ¿no puedes vivir sin ellos?-te digo tratando de sonar enfadado.

-¿Y tú no puedes vivir sin estar de mal humor? - ¡vaya! Me sabes seguir el juego.

Estoy a punto de golpearte, pero tú no haces nada por esquivarlo. No puedo evitar mirarte con sorpresa.

-Me lo merezco. –murmuras con dulzura.

Siento como mis mejillas se van tiñendo de rojo.

-Fue culpa de Pilika, ¿no? –trato de sonar razonable.

-Entonces, ¿me perdonas?

-No me queda más remedio.

Nuevamente me muestras una gran sonrisa.

-¡Se me antoja un helado! –exclamas chupandote los labios.

-Conociéndote, voy a gastar todo mi dinero en helados.

-¡Ay ni que comiera tanto!

Ambos reímos. ¿Para que mentir? Eres un glotón de primera.

Llegamos a la heladería. Observo como devoras helado tras helado, cuándo apenas yo voy por el primero.

-Eres un glotón, me vas a dejar en la quiebra. –digo tratando de hacerte enojar.

Extrañamente tú no contestas. ¡Estás muy entretenido con tus helados!

De repente dos chicas se nos acercan. ¿Qué podrán querer?

-¡Hola! Disculpen, pero ¿no les gustaría ir a la disco con nosotras? –dijo una de ellas sonriéndonos de la manera más coqueta que haya visto jamás.

-¡No tenemos parejas! ¡Vengan será divertido! –la otra ha guiñado un ojo...no me gusta la forma en que te mira, Horo.

Has dejado tus helados a un lado y las miras sonriente... ¿por qué?

-Suena divertido. –les dices con toda tranquilidad...

Esta vez sí me has enojado... ¿acaso te gustó alguna de estas niñas?

-¿Qué dices, Len? ¿Quieres ir? -y todavía tienes el descaro de preguntarme si quiero ir... ¡por supuesto que no! ¿No ves que ellas lo han dicho en plan de ligue?

-¿Entonces, sí? –dice una de ellas acercándoseme demasiado.

Me pongo de pie, no soporto más esto. ¡Tonto HoroHoro! ¿Cómo te atreves a aceptar la invitación?

Me miras de un modo extraño, pareces no entender nada. Te ignoro, camino hacia la puerta de la heladería, sin decir nada.

Tan solo he caminado unos cuántos metros cuándo siento que me sujetan del brazo.

-¿A dónde vas? –me preguntas mientras sujetas fuertemente de mi brazo.

-A ninguna parte en especial, solo te dejaba con tus nuevas amigas.

-¿De que hablas?-me miras confundido

-¿No iban a ir a la disco?

-Yo ni siquiera acepte la invitación...

-¡Para lo que faltaba! ¿No viste la forma en la que una de ellas te miraba?-le suelto con enfado

-No. No lo vi.

-¡Serás tonto! ¡Casi te comía con los ojos!

-No lo vi. Estaba ocupado viendo la forma en que la otra te miraba.-me dices con amargura.

-¿Qué?

-No me digas que no lo notaste...

-¡Claro que no lo note!

-Pues yo sí.

-Solo estás tratando de poner una excusa a tus coqueteos.

-¿Coquetear? Yo solo trataba de ser amable...-dices con asombró

-¡Ah! Con que eras amable. –lo reconozco, mi voz no se pudo haber escuchado más falsa.

Me miras detenidamente, luego sonríes levemente. ¿Qué, acaso te divierte el verme tan enfadado?

Lentamente te acercas a mí. Tus manos han tomado mi rostro...y esa tonta sonrisa aún no desaparece del tuyo.

¡¿Qué haces! ¡¿Te has vuelto loco! ¡Alguien puede vernos! ¿Cómo me besas aquí?

¿Para que fingir? Estoy disfrutando este beso como ningún otro que nos hubiésemos dado antes...

Tus suaves labios presionando con fuerza los míos. Tus manos acariciando mi cabello. ¡Vaya forma de decirme que soy el único para ti!

Lentamente te separas de mí. Tus mejillas están muy rojas, aunque no tanto como las mías.

-¿Debo suponer que quieres mi perdón? –preguntó tratando de sonar enfadado.

-No. Solo quería comprobar que tan enfadado estabas. –dices divertido.

-Idiota.

-¿Sabes? Hace mucho que no voy a la disco...-¿y ese aire melancólico en tu voz, qué significa?

-Yo tampoco.

¿Disco? ¿Qué haríamos en una disco? Como nos dijo Chocolove ahí solo vas a dos cosas, a mover el bote y a ligar. Aunque también unos solo van para chupar...

¿Tú y yo en la disco? ¡Eso no me lo puedo imaginar!

Tampoco quiero poner en practica "la grandiosa" idea de Ryuu.

¡¿Un antro gay! ¡Ese tipo sí que es extraño!

Cada que recuerdo la "sutil" forma en que nos sugirió ir a ese lugar, me dan ganas de matarlo a golpes.

Ahora que lo pienso bien. No hay muchos lugares a donde ir. Sobre todo cuándo en cada sitio que vamos, se nos quedan mirando como bichos raros.

-¡Vamos al parque de diversiones! –tu voz me saca de mis pensamientos.

-¿Eh? –aún ando perdido.

-Al parque de diversiones. ¡Será divertido! –sonríes abiertamente.

-Está bien.

-¡Pues andando! –me tomas del brazo y comienzas a caminar rápidamente.

Llegamos al parque de diversiones. ¡Rayos! Está muy lleno, tanta gente me desespera, me incomoda...tú en cambio pareces un niño pequeño, corriendo y haciendo gestos emocionado. No puedo evitar sonreír, luces tan dulce...tan tierno...tan inocente...

-¡Len mira! –gritas de pronto, sacándome de mi ensoñación

Miro hacia donde me has señalado... ¡oh, sorpresa! Todos están ahí...TODOS.

Yoh y Manta se encuentran haciendo fila para subirse a un juego nuevo que te pone de cabeza, mientras gira sin control. Tamao y Anna están comprando unas manzanas acarameladas. Ryuu y Chocolove se encuentran jugando tiro al blanco. Lyserg y Pilika se encuentran sentados en una banca cercana, Lyserg parece mareado... ¡Quien sabe a cuantos juegos lo ha hecho subir Pilika!

De repente, Pilika quita la atención del mareado Lyserg y se percata de nuestra presencia.

Se levanta de un brinco y agitando los brazos corre hacia nosotros, llamando la atención de los demás del grupo.

-¡Hermano, cuñado! –grita a todo pulmón.

Cuñado...desde que HoroHoro y yo hicimos del conocimiento de todos (o al menos de todos nuestros amigos) nuestra relación no ha dejado de llamarme así. Me incomoda y más cuando lo grita en lugares tan concurridos como ese. Pero ella no parece hacerlo con mala intención...se que no lo hace por maldad, sin embargo no puedo evitar sentirme incomodo. Horo en cambio, no parece incomodarse ni nada por el estilo.

-¡No los había visto! ¿Acaban de llegar? –sin darme cuenta Pilika ya se ha abrazado de mi brazo y de el de su hermano.

-Casi.-le contesta Horo con una sonrisa- ¡Oye! Pero mira que aspecto trae el pobre de Lyserg... ¿pues que le has hecho?

-¿Yo? ¡Nada! Solo que nos subimos a la montaña rusa... ¡los ingleses no aguantan! –suelta ella con decepción.

Noto como a Lyserg le sale una pequeña gota en la cabeza.

-Buenas noches, joven Len, joven HoroHoro –ni lo había notado, Anna y Tamao han terminado su compra y ahora se encuentran de pie junto a nosotros. Es Tamao quien nos saluda, con una de sus gentiles sonrisas.

Al poco rato, Ryuu y Chocolove se nos une. Discuten sobre quien tiene mejor puntería...al parecer el Chocolatín le ha ganado a Ryuu, ya que es él quien tiene bajo el brazo un enorme muñeco de felpa.

-¡Yo quería ganarme ese hermosísimo peluchote!-lloriquea Ryuu

Chocolove sólo sonríe con satisfacción.

-¿Y en serio tú lo ganaste?-Pilika lo mira incrédula

-¡Pues claro! ¿Qué crees que soy? –Chocolove se muestra orgulloso.

Yoh y Manta se acercan. Manta tienen cara de desilusión.

-¿Y a ustedes que les pasa? ¿No iban a subirse a esa cosa? –Anna se dirige a ellos con la misma frialdad de siempre.

-Lo que pasa es que...-Yoh parece apenado, incomodo.

-¡No me dejaron subir! ¡Dicen que es para mayores de 5 años! –se queja Manta.

-Déjame adivinar. Por tu estatura, ¿cierto? –suelta Anna con tranquilidad.

Manta baja la cabeza con tristeza.

-No importa. Hay muchos otros juegos –sonríe Yoh, como siempre tratando de buscarle solución a todo.

-Pero Yoh... tú querías subir ahí, ¿recuerdas? –Manta lo mira con pena.

-No te preocupes, subiremos en otra ocasión. –sonríe Yoh. Dudo que se puedan subir otro día, pero prefiero no hacer ningún comentario.

-¡Claro! –Sonríe Chocolove- cuando Manta se tome su Crecilac.

No puedo evitarlo, le doy un golpe con mi cuchilla.

-¿Por qué no vamos a la casa de los espejos? –sugiera tímidamente Tamao.

-¡Suena divertido! –sonríe Lyserg, al parecer ya se recuperó de su mareo.

-Vayan ustedes, Chocolove y yo nos subiremos a los carros chocones. ¡Voy a demostrarle que soy el mejor! –nos dice Ryuu con emoción.

-¿No vienes HoroHoro?-Chocolove se levanta de un brinco.

HoroHoro no responde. Todos me miran, es como si esperaran mi aprobación o desaprobación. Te veo dudar, Horo... ¿Por qué? ¿Temes a que me enoje si vas con ellos?

-Tonterías... -murmuro. Pero a pesar de haber murmurado, me escucharon.

-Me quedare por aquí. –dices con una sonrisa. Todos me miran con reproche, saben que no vas por mí.

-No seas tonto HoroHoro, ¿acaso temes perder ante estos tontos? –te digo en tono burlón.

Me miras sin comprender. Pero luego sonríes con los ojos iluminados.

-¡Claro que no! ¡Yo voy a ganarles! – me dices entusiasmado

Los tres corren hacia los dichosos carros esos.

-¡ESO FUE MUY DULCE, CUÑADITO! –Pilika me ha dado un fuerte abrazo que me hizo recordar a los de Jun.

-¿De qué hablas? –le pregunto tratando de no ahogarme con su abrazo.

-Reconozco que tenía mis dudas….pero, ¡ahora estoy segura de que quieres a mi hermano! ¡A puesto a que cuando están los dos solitos haz de ser muy "cariñosito"! –Pilika me abraza con más fuerza.

-Jijijijiji. –la risita de Yoh no podía ser más incomoda.

-Entonces, ¿vamos a la casa de los espejos? – ¡que alivio! Lyserg, me has salvado.

-¡Claro! –Pilika se cuelga del brazo de Lyserg. Y que bueno, porque ya me estaba ahogando.

Manta, Tamao, Pilika y Lyserg empiezan su caminata.

-Anna, Len, ¿no vienen? –Yoh se quedó a esperarnos.

-Yo no. –le digo con simpleza.

-¡Cuñis no seas aguado! –escucho el grito de Pilika a lo lejos.

-¿Y tú, Anna? -noto como el semblante de Yoh se torna muy serio al mirar a su prometida.

Anna no contesta. Me los quedo viendo en silencio, sin atreverme a hacer algún comentario. ¿Están enojados o qué?

-Hasta al rato, entonces. –Noto en Yoh cierto tono de tristeza…es extraño, por lo general él no es así…tuvo que haber sido un pleito muy grande.

Ya que se ha ido Yoh, me siento en la misma banca en que está sentada Anna. Dudo un poco, tal vez no sea prudente preguntarle que ha ocurrido entre ellos dos.

-Anna…

-¿Qué?

¿Cómo le pregunto? ¿Pelearon? ¿Qué paso? ¿Algún problema? ¿Qué ocurre?

-Yoh y tú…

-Esta mañana, antes de que Pilika tuviera la "brillante" idea de venirnos aquí…hable con él.

-¿Sobre qué?

Anna no contesta, le da un suave mordisco a su manzana acaramelada.

-¿Su compromiso? –me atrevo a preguntar.

-Sí y no.

Ahora sí que me ha confundido… ¿Sí y no?

-Fue una conversación muy difícil….-la escucho atentamente, sin dejar de observarla. Su mirada se ha turbado.

-¿Difícil, por qué?

-Hablamos a "corazón abierto".

-¿Y qué paso?

-Él…

-¿No te quiere?

Anna me miró fijamente, sentí su mirada atravesarme. ¿Eso fue entonces, lo que paso? Y en el peor de lo casos… ¿qué puede ser peor que no ser correspondido por la persona que quieres?

-No, no es eso.

¡¿Qué! Vaya, supuse mal. Entonces, no tengo idea de que los puede tener. Ya hasta me había imaginado que Yoh le confesó su amor hacía Tamao…si es que existe.

-Él me quiere. –La voz de Anna sonó temblorosa.

-¿Y lo dices de ese modo? Yo creí que eso te haría realmente feliz…todo este tiempo solo has esperado una demostración de afecto por parte suya. ¿O me equivoco?

Anna baja la mirada. La siento avergonzada, pero no comprendo porque.

Estos últimos meses, ella y yo nos hemos vuelto buenos amigos. He aprendido a conocerla, sé cuando algo la inquieta y este es el caso. Solo que por más que la conozca, no soy adivino y no puedo saber que es lo que la tiene así.

-Es que… ¿por qué ahora?

-¿Por qué ahora? Anna no te entiendo.

La veo arrugar la tela de su vestido con la mano.

-¿Lo quieres o no? –me atrevo a preguntar, tratando de adivinar que es lo que la tiene así.

-Sí…es solo que…

-¿Es solo qué?

-Ya no se de que modo….

Eso no me lo esperaba… ¿Anna duda de sus sentimientos hacía Yoh?

-¿Por qué dices eso? A mi me consta el gran amor que le tienes…

-No, Len…no me digas nada.-Me interrumpe en un tono de voz extraño.

La obedezco. Permanezco en silencio, esperando a que ella vuelva a hablar. La escucho suspirar.

Aún no entiendo porque duda. ¿Qué motivos puede tener? Desde que la conozco, jamás ha habido más hombre para ella que no sea Yoh Asakura, ni siquiera Hao, que era su gemelo.

- ¿Acaso…? -una idea cruza por mi mente.

Anna levanta la vista, me mira con… ¿temor? ¡¿Temor en Anna!

-Anna, ¿hay alguien más? –me atrevo a formular la pregunta.

Anna no contesta. Vira su rostro hacía el lado contrario, evitando que la logre ver.

-¿Quién es? –le pregunto con más seguridad.

Ella se pone de pie bruscamente.

-No quiero seguir hablando de eso. –me dice con firmeza.

-Pero sí es eso…y le has dicho a Yoh ¡Por eso él se comportó así hace unos momentos!

-Dije que ya no quiero hablar de eso.

-¿Le dijiste a él de quien se trata?-le insisto.

- Basta, Len.

-Está bien –ante su negativa tengo que acceder.- Pero…solo dime, sé que estoy en lo cierto porque de lo contrario no te hubieses puesto así. Solo quiero saber que tanto sabe Yoh.

Anna suspira. Ahora es su turno de acceder.

-Su nombre. –murmura al fin.

Su nombre….el nombre del chico que le está robando el amor de Anna. ¿Y de qué puede servir un nombre? Si tú, HoroHoro me dijeras un día que hay alguien más…yo te exigiría más que un nombre, ¡querría saber quien es esa persona que se atrevió a poner sus ojos en ti! Aunque me doliera, aunque me partiera el alma…me gustaría saber todo…necesitaría, saberlo.

¿Acaso para Yoh no es necesario saber nada más? Yo no lo entendía… tal vez solo le bastaba saber que le robaban el amor de Anna.

Yoh es mi amigo, el primero. Gracias a él muchas de mis convicciones cambiaron, él me ayudó a liberarme. Y no hablo únicamente de aquella vez que peleó a mi lado en contra de mi padre, me liberó de muchas otras formas.

Además, si no fuera por él… nunca te hubiese conocido a ti, Horo.

A Anna siempre le he tenido, respeto, admiración, incluso miedo (como todos los demás). Y ahora que la he tratado más, ahora que somos amigos, le he tomado mucho cariño. La quiero, a decir verdad, la quiero. Como también a Yoh.

Sé perfectamente que ambos son el uno para el otro. Su complemento. La otra mitad que les hace falta para estar enteros. Así como Horo y yo.

No puedo permitir que un tercero venga a arruinarlo todo, a perturbar así a Anna, a confundirla. Porque eso debe ser, solo una confusión, una atracción pasajera, nada comparado con el amor que le tiene a Yoh. Debe ser así, ¿verdad?

Escucho tu risa, Horo, mezclada con las de Ryuu y Chocolove. Estás muy contento, al parecer ganaste.

Ryuu está mareado y ha declarado que jamás en su vida volverá a subirse a un "carro infernal" como ese. Risas por parte de Chocolove y tú, les oigo exclamar "¿no que muy machote?". Una pelea entre ustedes empieza. Anna los calla, parece ser la misma de siempre y cualquiera pensaría que no hay nada perturbándola. Pero, no es así. Lamentablemente, Anna no me dirá nada más. Tendré que preguntarle a Yoh, sí eso haré. En cuanto lleguemos a su casa, le pediré que me diga todo lo que sabe de aquel sujeto.

Lyserg, Tamao, Pilika, Manta e Yoh han salido de la casa de los espejos. Pilika ríe a carcajadas, dice que les tomo mucho tiempo encontrar la salida.

-¿Y ahora a donde? –pregunta "mi cuñadita" en voz alta.

Tamao mira con embeleso a las parejas que se dirigen al "túnel del amor". Para su desgracia, Pilika lo nota y le hace un comentario en broma. La pobre pelirsoda se pone toda roja, imagino que pensó en Yoh.

-Don Yoh, Doña Anna, ¿por qué no suben?-Ryuu señala hacía las barcas de aquel dichoso túnel.

Ninguno de los dos contesta, Yoh sonríe gentilmente, Anna se limita a cruzar los brazos.

-¡Es buena idea! ¡Ustedes también, hermano!-Pilika nos señala a ti y a mi. Me doy cuenta de que ambos nos hemos puesto muy rojos.

-Al chinito le vendría muy bien un paseito, pa' que se le pase un rato la amargura que siempre trae. –nuevamente no puedo evitar pinchar a Chocolove con mi cuchilla, por su comentario.

-¡Solo que no hagan cosas indebidas o los bajaran! –nos amenaza la hermana menor de mi amado tormento.

¡¿Cosas indebidas! ¡¿A qué rayos se refiere! Te miro, estás demasiado rojo, pareces un tomate. Ahora que lo pienso, cuando Pilika dijo aquella "sutileza" lo dijo mirándote exclusivamente a ti. ¿De qué me he perdido? ¿Qué sabe ella, que no sé yo?

Mis pensamientos son bruscamente interrumpidos. Ryuu, Chocolove y Pilika nos empujan, hasta el dichoso túnel.

Ryuu pide los boletos rápidamente, mientras Pilika saca de uno de tus bolsillos, dinero.

En cuestión de segundos, ya estamos dentro de la dichosa barca. Es en forma de un cisne…que cosa más ridícula. Y estoy a punto de hacer algún comentario sobre la ridícula barca en forma de cisne en la que estamos, cuando siento tu brazo rodearme la cintura. Recargo mi cabeza en tu pecho. Puedo sentir el aroma de tu loción y tu corazón latiendo agitadamente.

Pensándolo bien, este "patito" ya no parece tan ridículo.

-Si no existieras, yo te inventaría. –te escucho murmurar.

-No sabia que escuchabas a Luís Miguel.-te digo, divertido.

-No, yo no…Pilika lo oye…me sé sus canciones de memoria, no hay día que no lo ponga en el estero. –me explicas sonrojado.

Sonrió más ampliamente, no puedo creer que pienses en mí al escuchar alguna canción.

De repente, recuerdo lo dicho por Pilika. Y me trevo a preguntarte a que se refería. Nuevamente te pones muy rojo y te trabas al hablar.

-Es que…es una chismosa…ella…no respeta mi espacio…ni mi privacidad…está loca….no le hagas caso…olvídalo. Necesita un novio y así ya estará ocupada con sus propios asuntos…aunque, eso no estaría bien… ¡¿Qué tal si elige a algún patán!

Alzo una ceja, nada de lo que has dicho concuerda ¿o si?

-Es verdad que es muy curiosa, pero… ¿por qué te has puesto así? –te pregunto clavándote la mirada.

Te pones aún más rojo (algo que yo no creía posible). Te apartas de mí, te vas hasta el extremo del odioso pato este y miras el agua debajo de nuestra "barca".

-Es que no cerré la puerta y ella entró…-tragas saliva

-¿Qué puerta? ¿A dónde entró? –te miro acurrucarte en la madera.

-Del baño…-aun evitas mirarme.

-¿Del baño?-ahora sí que entiendo menos.

-¡Nada! ¡Olvídalo! ¡Son cosas privadas mías! –agitas los brazos con violencia.

-Y de Pilika.

-¡Ni me la recuerdes! –pareces enfadado…no, más bien avergonzado.

Suspiro. Si no me quieres decir, no me digas. Me acerco lentamente a ti. Tomo tu mano, y te sonrojas. Te beso suavemente. Te siento temblar, estremecerte. Y te estremeces aún más, cuando mis manos comienzan a acariciar tu pecho, sobre todo porque atrevidamente las deslizo por debajo de la tela. Siento la firmeza de tus músculos, por debajo de tu piel suave. No logro controlarme y llevó mis manos hasta uno de tus pezones, estrujándolo con mis dedos, te escucho gemir….

-¡Mírenlos! ¡Lo primero que les digo que no hagan y eso hacen! –la voz de Pilika nos hace separarnos agitadamente.

El recorrido ha terminado. Los encargados del juego, la gente en la cola, nuestros amigos y uno que otro curioso por ahí nos quedan mirando con la boca abierta.

Siento mi cara arder de vergüenza. Tú me tomas de la mano, también estás sonrojado de vergüenza. Salimos del "cisne" y caminamos con Yoh y los demás, Pilika nos sigue regañando, nos da un discurso sobre el comportamiento, la moral y el ser discretos.

Tú aún me tomas de la mano, siento que las miradas de todos en el parque se nos posan. Pero no me importa, tampoco me importan los gritos de Pilika, la risa de Yoh, los chistes de Chocolove (aunque a Pilika por primera vez no le parecieron graciosos, ya que según ella la situación no se presta para bromas). Aprieto con más fuerza tu mano.


Vamos camino a casa de Yoh y Anna. Sorpresivamente, hemos sobrevivido al enfado de Pilika.

Ahora ella platica animadamente con Tamao. Aún seguimos tomados de la mano. Desde que bajamos de aquel juego, salimos del parque y hasta ahora no nos hemos soltado.

Al acercarnos a la pensión, notamos la presencia femenina de alguien, parada en la entrada.

Es mi hermana, Jun. Que extraño, no sabia que hubiese viajado de China.

Nos saluda a todos. Comenta que ya tiene rato esperándonos, que estaba por irse.

Parece preocupada. Su mirada se posa en mí. Duda en decirlo, pero parece no poder esperar más.

-Viajó esta tarde. Estoy segura de que mañana ya estará aquí. –suelta, así nada más.

Todos la miramos sin entender, esperando a que diga algo más.

-Yo viaje desde la mañana. Necesitaba avisarte, padre no quería que lo hiciera…pero yo debía prevenirte. –explica, y aún así no le entiendo nada.

-¿Quién? ¿De quien hablas? ¿Quién vendrá? –le pregunto confundido.

-Tu prometida–me suelta en seco.

¡¿QUÉ?! ¡¿QUIÉN?!

Me quedo perplejo, siento tu mano soltarme. Te miro, me miras fijamente. Pero, no hay reproche en tu mirada, solo temor, angustia, suplica…es como si me estuvieras pidiendo que desmintiera lo dicho por Jun. Miro a Jun y me doy cuenta de que la estoy mirando de la misma forma en que tú me estás mirando, suplicando que sea una de sus bromas.

Continuará...



N/A: ¡¿Y qué tal! ¡¿Qué les pareció! Creo que algunas partes me quedaron muy cursis. Bien dicen que lo que escribes refleja tu estado de animo (¿o era tu forma de ser?...) y la verdad, estos días he andado bien cursilona!

El titulo viene de una canción que cantaba un personaje de una telenovela, haya por mi época de telenovelera… (De la cual ahora me arrepiento, o será que ya no hacen telenovelas buenas, o al menos no para mi gusto) "Esmeralda" no era una telenovela muy buena, al principio tal vez sí, luego se volvió repetitiva y ahora que han pasado sus repeticiones... ¡Todavía es más repetitiva! (eh…mal chiste, no me hagan caso). Solo la veía por una pareja en especial, que no eran los protagonistas…aquí en México los que vieron esa telenovela (si hay alguien que la haya visto, xD) sabrán a que pareja me refiero.

Como dije antes, cada capítulo será bajo la perspectiva de algún personaje. Esta vez le tocó a Len y más que nada era como si estuviese hablando con HoroHoro.

Para el siguiente capítulo aún no tengo pensado quien lo narrará. Podría ser Horo, pero a él como narrador lo quiero más adelante (para conservar "el misterio" de que es lo que piensa con toda esta situación), ¿pueden darme una sugerencia sobre que personaje puede ser?

Este es el primer HoroxLen que escribí, tengo otros por ahí que estoy haciendo, pero este es el primerito. Y todavía no me animo a aventarme un yaoi (si ni un lemon me he atrevido a escribir aunque tengo amigos que me han pedido alguno…) así que todo ligerito, por ahora, jeje.

Esperare con ansias sus reviwes.

Hasta la próxima!.