Shelter
Disclaimer: Ni los personajes ni Los Juegos del Hambre no me pertenecen, le pertenecen a Suzanne Collins.
Aviso: Este fic participa en el Reto "Canciones inspiradoras" del foro "Que la suerte esté siempre de vuestra parte".
You are the sun in my sky
Even when the star will die
You are gonna make me shine
You make me shine cause
I'm born for every young guy
For all of my life
I will be by your side…
El sonido del mar, la brisa fresca y salada…
El pequeño corría alejándose cuando las olas casi tocaban sus piececitos y volviéndose a acercar cuando estas retrocedían, su risa infantil le llegaba como música y no podía evitar reír con él.
Era domingo y estaba atardeciendo, podían tomarse todo el tiempo que quisieran, como siempre hacían, los domingos eran especiales, reservados especialmente para estar solo ellos dos y la playa era su lugar especial, alejados de todo.
Alzo la mirada al oír el grito de su hijo y luego más risas, el niño seguía jugando con las olas que ya habían mojado sus piecitos, ahora sus ojos estaban clavados en él, es sus características físicas, todo era tan parecido a él, con el cabello cobrizo, la piel ligeramente bronceada, los ojos verdes, todo era tan igual, a excepción de la pecas en sus mejillitas sonrojadas, era lo único que había heredado de ella, sonrió,no podía evitar imaginárselo cada que veía a su pequeño hijo, no era solo su físico si no también su forma de ser, todo en él, era como…
Era como regresar en el tiempo y verlo otra vez a su lado siempre tratando de sacarle sonrisas y haciendo chiste de todo, con su hermoso cabello cobrizo como cuando el sol se está ocultando, sus ojos verdes como el musgo, y su sonrisa… era lo que más extrañaba.
Sus besos y sus caricias…
Desde la rebelión, hace cinco año, había regresado a su distrito y se había refugiado en la esperanza de esa nueva vida que se estaba formando en su interior, ya no había lugar a que su mente divagara más allá y quedarse sumergida en su tragedia, tenía que salir adelante por ella, por su bebé…por él.
Cuando el pequeño nació, se había convertido en su todo, en su sol, su luna y estrellas, no había cosas que ella no hiciera por él, porque lo amaba y era su preciado tesoro, desde que nació no había sucumbido a sus episodios de locura, en los que se veía a ella otra vez en la arena acorralada por los demás tributos…
Ahora ella tenía una responsabilidad, y era cuidar a su niño, que dependía enteramente de ella y solo de ella, si bien tenia ayuda de sus amigos que también le habían pedido que no se marchara que se quedara cerca para poder ayudarla mucho más, ella había decidido volver a donde pertenecía, donde todo comenzó y donde debía terminar.
Ese era su refugio, donde tenía sus recuerdos, tanto malos como buenos y además quería que el pequeño conociera el lugar donde creció, tanto ella como él.
Jamás quiso saber cómo murió, simplemente no pregunto y no quiso hacerlo…
Ahora cada vez que había un tormenta, y los truenos y relámpagos sonaban en la distancia, estaba ahí para proteger a su bebé, cada vez que el caía ella estaba ahí para ayudarlo a levantarse y animarlo a seguir.
Aún era un bebé, sí, pero un día crecería y tendrá que valerse por sí mismo, pero mientras eso sucede ella va a ser su refugio de la tormenta que es la vida.
Por eso cuando vio que las estrellas y la luna ya se habían alzado en el cielo, decidió que era hora de iré.
-Finnick, ya es hora de ir a casa- dijo con un sonrisa en su rostro.
El pequeño de cabello cobrizo la miro y sonrió de la misma forma calidad y corrió alegre a su madre para tomarle la mano y caminar juntos a casa.
So when rain's coming down
Feel you can't stand your ground
I won't let you drown
Your shelter from the…(storm)
Your shelter from the storm