DISCLAIMER: El material que se presentara a continuación será utilizado única y exclusivamente con fines de entretenimiento. No se pretende lucrar con este Fanfic de ninguna manera. Naruto y los personajes que se presentan son obra de Masashi Kishimoto.

ADVERTENCIA:

(+18) Algunos capítulos pueden contener LEMON, LIME, ESCENAS CON VIOLENCIA, LENGUAJE ADULTO.

CRAK FIC.

CLASIFICACION "T" por el contenido.

-Dialogos-

-Pensamientos-


DESEO TENERTE: Un espejismo en la Arena.


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LAZOS

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Por la posición del sol podía deducir que aún era medio día. El cálido viento movía maliciosamente sus cabellos de fuego. Su vista se mantenía fija en el camino, mientras trataba de entender lo que fuera que su hermano quería decirle.

-Me pregunto, ¿Qué clase de tortura te haría Temari por hablar con la boca llena?- Sus ojos Aqua se dirigieron hacia el maestro de las marionetas, después de soltar ese comentario. En el rostro de Kankuro apareció una mueca de dolor al tratar de engullir lo que hasta en esos momentos mantenía en su boca.

-Ella no me hará nada porque no está aquí- En el rostro de Kankuro una nueva mueca apareció recordando como la princesa de los vientos podía ser tan problemática como bien lo decía Shikamaru Nara, el temperamento de su hermana mayor era uno de los peores que jamás en su vida había conocido y sólo era menguado con aquella despreocupada y holgazana forma de ser del líder del Clan Nara- Además somos hombres independientes, ¡podemos hacer lo que se nos antoje y si a mi se me antoja hablar con la boca llena lo haré!

A Gaara le pareció ver por un momento alguna clase de destello malicioso en los ojos del marionetista. Frunció el ceño levemente tratando de entender un poco la mentalidad casi "infantil" de quien se supone era su hermano mayor. Era cierto que desde que Temari había hecho su vida, ellos se habían quedado solos en casa y para Kankuro fue una total oportunidad de revelación -Tonto- si Temari no estaba eso significaba que podía hacer lo que quisiera sin tener represalias o dar explicaciones por lo ocurrido, era completamente libre o eso creía hasta que la realidad le dio un golpe en la nariz. Más bien fue Gaara, quien exigió de él una actitud más madura como buen shinobi que era. El hecho de que su hermana ya no viviera con ellos no significaba que harían lo que mejor les viniera en gana, en la casa habían reglas que debían acatarce y Kankuro parecía hacer caso omiso a ellas. Hubiera seguido así de no ser porque Gaara le había amenazado diciendo que, destruiría su colección de marionetas si no cambiaba esa actitud. El marionetista había tratado de "comportarse" de la mejor manera posible, aunque le resultará difícil.

- El ser alguien independiente no significa que puedas hacer lo que quieras. Además si me preguntas, lo que hacías se me hace algo asqueroso y una verdadera falta de respeto- Dicho esto Gaara volvió su vista al camino.

-Pero...

-Pero nada- Contestó tajante el pelirrojo ante la réplica de su hermano.

Las puertas de la aldea de la Hoja podían divisarse a unos cincuenta metros. Y con ellas una pequeña comitiva que había asistido para recibirle. Podía reconocer fácilmente a la persona que agitaba la mano con desdén, y es que ese peinado de Tazón, ojos redondos, cejas extremadamente pobladas y el traje de spandex verde eran inconfundibles. El discípulo de Gai-Sensei sonreía de oreja a oreja, junto a él una castaña con peinado de panda quien negaba avergonzada de la actitud eufórica de su compañero, aguantando claramente las ganas de golpear a la bestia verde de Konoha por respeto al Kazekage y a sus hermanos. Mientras a lado de ellos se encontraba una rubia de coletas que avanzó los escasos metros que la separaban de sus pequeños hermanos.

Gaara no esperaba que su hermana se abalanzará hacia ellos envolviéndolos en un abrazo extremadamente protector y maternal. No era como que ellos se demostrarán mucho cariño y balbucearán palabras cursis o se dieran abrazos efusivamente todo el tiempo, pero estaba bien, desde luego esa era la forma de decir un Los extrañe, par de idiotas de Temari.

-¡Me estas asfixiando, Loca!- Se quejó Kankuro tratando de alejarse de los brazos de su hermana como si de espinas se tratará.

Temari los soltó propinando un golpe en la cabeza a Kankuro y pellizcando, de una manera que a simple vista parecía dolorosa, la mejilla del pelirrojo. -Así está mejor- pensó Kankuro mientras se quejaba. No lo admitiría en voz alta sin afectar su orgullo, pero también había extrañado a su hermana.

-No los extrañe ni un poquito- Temari se quejó un momento. Kankuro bufó algo ganando un nuevo golpe cortesía de Temari. Ante esto Gaara sólo pudo curvar un poco la comisura de sus labios. Los tres estaban reunidos de nuevo.

-¡Sabía que la llama de la Juventud ardía en su interior y los traería de nuevo a la aldea de la Hoja!- Sin duda era el alegre Rock Lee que como siempre era designado a escoltar al Joven Kazekage.

-Bienvenidos- Tenten inclinó levemente el cuerpo saludando con respeto a los recién llegados ignorando momentáneamente sus instintos por asesinar al Moreno que estaba junto a ella- Kazekage- Sama, Kankuro-Dono

-No es necesaria tanta formalidad, preciosa- Kankuro guiñó un ojo viendo como Tenten lo miraba con una expresión de miedo mientras se incorporaba -Esta coqueteando, ¿Conmigo?- se preguntó la castaña, intentó aguantar las ganas de reír ante lo absurdo que había sonado aquello.
Temari no se aguantó y golpeó nuevamente a Kankuro, quien maldijo por lo bajó, Gaara sólo se limitó a cerrar los ojos y cruzarse de brazos.

-Es protocolo- Contestó la castaña señalando disimuladamente a los dos ANBU que los acompañaban- Rikodaime Hokage se disculpa por no venir personalmente a recibirlo pero tenía que atender unos asuntos importantes para la reunión.

-Entendido- Gaara suspiró discretamente, sabía que las próximas horas serían de extenuante charla con Kakashi, tratando de arreglar uno de los muchos problemas que habían surgido en las fronteras de sus naciones después de finalizar la cuarta gran Guerra Ninja- Gracias por acompañarnos.

Amablemente la fémina del equipo Gai pidió que la siguieran hasta la torre Hokage. Caminaron por la calle central, muchos de los aldeanos le saludaban con respeto y aunque no llevara el manto y el sombrero que lo caracterizaba como Líder de la arena, todos sabían por demás que el Pelirrojo era el mejor Kazekage en la historia de Suna. Y aunque habían Personas que aun desconfiaban y temían de él eran mínimo en comparación con aquellas que lo admiraban y respetaban.

-Eres una bestia- La voz quejosa de Kankuro llamó la atención del pelirrojo, vio como de nueva cuenta el marionetista daba un masaje a su cabeza intentando apaciguar el dolor que le provocó el puño de su hermana.

-¿Qué fue lo que dijiste?- Cuestiono la rubia, empuñando su mano. No tendría ningún problema en golpear de nueva cuenta a Kankuro.

-No he dicho nada... Te alteras demasiado por nada- Kankuro frunció el ceño, pensando en no decir nada más. Apreciaba su vida y enojar a Temari no era lo más sensato que haría cualquiera, y menos él. Temari podía tener una infinita paciencia con quien fuera... Gaara, Shikamaru, Ino, Tenten y hasta el propio Naruto, podía seguir nombrando a un sin fin de personas. Pero por alguna razón con él, la paciencia era mínima, apenas abría la boca y ella parecía querer golpearlo como si de una piñata se tratara. Tal vez sólo se arriesgaría un poco-¡Hey, Temari!

-¿Qué quieres?- Su hermana posó su mirada Esmeralda sobre él, suponiendo que le diría un comentario que le molestaría. Ya estaba preparando su mejor técnica para mandar a volar a su hermano.

-Creo que hoy te encuentras de buen humor...- Mencionó Kankuro- Es decir, sólo te has limitado a golpearme cuatro veces en media hora, realmente esperaba que me hicieras añicos -Estaba preparado tanto física como mentalmente-

-¡Ha! No te emociones Kankuro, mi mundo no se mueve a tu alrededor- sonrió la rubia mientras se cruzaba de brazos- Además esos golpes podrían dejarte más idiota de lo que estas.

-No, otra vez- Para Gaara era normal aquello, sus hermanos se peleaban por cualquier cosa. Pero para Tenten, que caminaba unos cuantos paso delante de ellos, aquello era demasiado gracioso, tanto que evitaba reírse. Y Lee, bueno, él había convivido más con los hermanos de la Arena, sabía que está pequeña pelea terminaría en una victoria por parte de Temari.

-No creo que sea eso- Dijo Kankuro ignorando como Temari se había refirió a él- Yo creo...- Hizo una breve pausa. Temari lo observo atenta, al igual que el resto de los acompañantes- Yo creo que Shikamaru sabe complacerte de la mejor forma, es decir, te mantiene contenta.

Por un momento la ex- Sabaku No palideció, era una chica bastante difícil de sorprender. Pero esta vez su hermano la había puesto en Jake. Sus mejillas se tornaron en un rojo escarlata muy parecido al cabello de su hermano menor; y es que el comentario del maestro de marionetas venía en doble sentido. -Esto se va a poner feo- Pensó Gaara mientras apretaba el puente de su nariz.

Lee como buen inocente no entendía nada de la conversación de los hermanos. Tenten se sentía aún más abochornada que la misma Temari, todos a su alrededor se le quedaron viendo, obviamente la chica de coletas no se lo tomaría a bien.

-Espero que las cosas sigan así... - Se aventuró a hablar nuevamente Kankuro con una sonrisa maliciosa- Enojarte mucho podría tener serias repercusiones en tu salud y...

-¡Considerate Hombre Muerto!- Interrumpió la mayor. De un ágil movimiento la chica desplegó su abanico revelando las tres lunas violáceas. Ante eso Kankuro de un salto retrocedió un par de metros invocando a una de sus marionetas favoritas: Sasori de la Arena roja.

Algunos de los transeúntes se alejaron rápidamente del lugar. Otros tantos curiosos se quedaron observando a ambos hermanos a punto de desatar una pelea. Los Anbus que escoltaban al Kazekage estaban listos para intervenir, pero la voz del pelirrojo los detuvo.

-Temari... Kankuro- Su voz sonaba más sería y áspera de lo normal. Ambos hermanos fijaron su atención en Gaara, quién se había posicionado en medio de ellos. Su vista se mantenía fija al frente- Dejen de avergonzar a nuestra aldea- La orden fue dada. Por un momento Kankuro evoco los recuerdos de la primera vez que estuvieron en Konoha para los exámenes Chunnin. Gaara se había dirigido hacia él de la misma forma cuando tuvieron ese pequeño encuentro con los miembros del equipo siete y el nieto del Tercer Hokage.

-Parece que hoy no correrá sangre...- Con ese último comentario Temari cerró su abanico, y siguió su camino.

-¿Qué?- Preguntó consternado Kankuro a Gaara cuando se dio cuenta de que el menor lo observaba fijamente.

-Andando...- Gaara, al igual que su hermana siguió caminando junto al equipo Gai.

-Valió la pena- Se dijo a si mismo Kankuro. Y es que no todos los días puedes abochornar a tu hermana sin salir herido en el proceso. Comenzó a caminar para alcanzar al grupo. Sus ojos caoba podían divisar el iconico edificio rojo-La torre Hokage-. Sacó una pequeña bolsa de entré sus cosas, que resguardaba pequeños frutos que había recolectado en el camino. Sólo quedan cinco, debería de comerlos ya... Una vez entrando a la junta Gaara no me dejará comer hasta el descanso Con ese pensamiento Kankuro tomó tres de los pequeños frutos, parecidos a las uvas pero con una textura más áspera. Sé los metió a la boca deleitandose con ese sabor agridulce que le ofrecía la fruta.

-¿Kankuro?- La voz de la rubia lo sacó de sus pensamientos.

-¿Qué... Quieres?- Temari Frunció el ceño, controlando las ganas de golpear al marionetista. Todavía no se olvidaba de la vergüenza que le hizo pasar hace unos momentos. Se vengaría, no sabía como, pero lo haría.

-Deja de hablar con la boca llena, es asqueroso- Se quejó la mayor, Kankuro sólo se limitó a mover los hombros demostrando el poco interés que tenía hacia lo que su hermana le decía. La pigmentación morada que tenían los dientes de Kankuro le llamaron la atención, desde que llegaron lo había notado y eso se debía a aquello que comía- ¿Qué es lo que comes? tienes los dientes morados y eso sólo te hace ver más horrible de lo que ya eres.

- Son Bayas...- Ignoró completamente el anterior comentario de su hermana cuando sintió la mirada amenazante del pelirrojo. -Tus marionetas sufrirán las consecuencias-Esas habían sido las palabras de Gaara, Gruño por lo bajó. El pelirrojo era capaz de cualquier cosa, así que más le valía comportase. Después de todo ignorar un par de veces a su hermana no era tan malo si con eso lograba mantener a salvo sus preciadas marionetas.

-¿Bayas? - Cuestiono Temari viendo a su hermano con algo de preocupación mientras con el dedo índice se rascaba una mejilla- ¿Te aseguraste de que no eran... Venenosas?

-Hump...- Kankuro volvió a guardar la pequeña bolsa entre sus cosas -¿Con quién crees que estas tratando?-Se cruzó de Brazos ofendido- Soy un Shinobi experimentado, reconocer lo que puedo comer o no es algo fácil para mí.

Tenten sonrió levemente al ver como de nuevo esos dos estaban a punto de discutir. No tenía hermanos, al ver a Kankuro y a Temari discutir constantemente le hacía preguntarse que se sentiría tener uno, ¿Sería malo o bueno ? No lo sabía pero a pesar de Discutir la mayoría del tiempo se veía que la rubia amaba a sus hermanos y viceversa, aunque el pelirrojo era un poco más reservado en eso. Podía ver claramente en sus ojos aquel brillo especial cuando estaban los tres juntos.

-Perdón, pero a veces ustedes dos...- Dijo la rubia mientras señalaba aleatoriamente a sus hermanos- Pueden ser muy...-Tontos- inocentes.

-¿Qué tratas de decir con eso?- Otra vez los hermanos comenzaban una discusión. Gaara los observo con esa mirada aguamarina. Cerró los ojos y se permitió sonreír un momento.

Cuando volvió a abrir los ojos, su vista se dirigió al cielo azulado, recordando a aquel joven de cabellos amarillos y azules ojos como el firmamento. De no ser por aquel ninja, seguramente seguiría en la oscuridad. Y muy probablemente todo lo que había construido hasta ahora sería un mal chiste que algún osado le dijo antes de ser aplastado con su arena. Sus hermanos, su aldea, sus amigos, Nada sería igual.

Gaara volvió su visita hacia sus hermanos. Pensó en el lazo que los unía, desde muy pequeño estuvo condenado a vivir en soledad; hubo una época en la que creyó que la culpa era de él. Se culpaba a el mismo por nacer como un monstro, por acabar con la vida de su madre, alejar a sus hermanos, ser una decepción para su padre, por manchar con sangre a la aldea de la arena.

Es ahí cuando se cuestionó sobre el porqué de su existencia, sucumbiendo a una horrible y fría soledad. Pero alguien le hablo dentro de esa oscuridad, algo le hablo dentro de él y ofreció una respuesta a cambio de algo que el pequeño Gaara podía conseguir fácilmente; Sangre. Ese ser corrompió su inocencia y le susurraba desde el interior palabras que Gaara hizo suyas. Si nadie lo iba a amar, él se amaría solo, viviría para el mismo y mataría a quien se interpusiera en su camino, haciendo así un mundo maravilloso. Sus lazos eran solo de muerte y odio, consideraba a los demás como trozos de carne unidas por el odio y la intención asesina, trozos de carne que le darían diversión a él y al retorcido ser que se encontraba residiendo en su interior.

Shukaku aprovecho la frágil mente del muchacho para manipularlo y ver a través de él, como ese líquido carmesí fluía entre sus manos. Ahora Gaara se había convertido en una maquina asesina; con una mente fría y un corazón muerto; pero un día algo cambio. Él, quien siempre camino en la oscuridad, vio un pequeño destello, una tenue luz...

-Es algo insoportable, ¿verdad?... el sentimiento de estar solo. Sé lo que se siente... estuve ahí, en ese oscuro y solitario lugar. Pero ahora hay otras... otras personas valiosas para mí... me importan más ellos que yo mismo... y no dejaré que nadie los lastime. Es por eso que jamás renuncio. Te detendré... aunque tenga que matarte" -

Un golpe llevo a otro, de pronto se encontró en el suelo. Ahí, tirado y moribundo pregunto -¿Por qué? -

- Porque ellos... me rescataron de mí mismo... me salvaron de mi soledad... y fueron los primeros en aceptarme tal y como soy. Son mis amigos...

Naruto Uzumaki le había dado, con un golpe, un giro de ciento ochenta grados a su vida. Con un golpe, él shinobi de la Hoja había desatado la venda que cubría sus ojos, con un golpe logro sacarlo de la oscuridad.

Al final de la contienda, pudo reconocerlos... Kankuro y Temari estaban con él, sus hermanos estaban con él. Ellos también lo rescataron de la oscuridad.

Con una nueva visión, se preguntó nuevamente del porqué de su existencia. A diferencia de Naruto, él había marcado su destino con odio y rencor. Pero ya no quería ser parte de ese destino, quería tener un propósito como el ninja rubio de la aldea de la Hoja, quería dejar de ser el Gaara asesino, el malo, el ser que mataba para saciar su sed de sangre, aquel que había tomado la vida de cientos de personas solo por diversión. Quería ser tan fuerte como Naruto Uzumaki, tener los mismos lazos que el compartía con sus amigos; pero eso será difícil. Su pasado pesaba. y es que por más que se esforzara, los habitantes de Suna aún tenían desconfianza hacia su persona; y no los culpaba, el mismo había forjado con hierro la reputación que le perseguía.

Pero eso no era obstáculo para él, se esforzaría más y haría lo que fuera necesario para ser reconocido.

Sabía, por demás, que Naruto era tan fuerte por sus lazos de amistad y amor. Esos eran dos factores se le habían negado desde el momento en que nació, no tenía amigos, no tenía lazos de amor, aun así, el decidió amar; a sus hermanos, amar al país del viento y a la aldea de la arena.

El tiempo paso y se forjo un propósito, proteger a todo aquello que amaba.

Como Hermano.
Como Hombre
Como Humano
Como Shinobi
Como Kazekage
Como Gaara

Protegería incluso con su vida a todo aquello que amaba.
Dio su vida por los seres que amaba una vez, lo volvería a hacer de nuevo sin dudarlo.

- Llegamos...- Anunció la castaña deteniéndose frente el edificio- Hokage-sama los espera en la sala de reuniones, Shizune los llevará hasta él.

- Siempre es un placer volver a verles- Con esas palabras el Kazekage se dirigió a los miembros del equipo Gai- Arigatou gozaimasu.

-El placer es todo nuestro Gaara-kun...

-Lee, estamos en una misión oficial... No puedes dirigirte así al Kazekage...- Aunque probablemente el pelirrojo fuera más joven que ellos, no dejaba de ser una autoridad y como tal merecía que se le tratara con respeto. Tenten seguía el protocolo, si bien, ellos habían salido un par de veces cuando visitaban la aldea por cuestiones políticas o incluso por la boda de Shikamaru y Temari; Gaara seguía siendo el Kazekage de la aldea oculta de la arena.

-No te preocupes por eso, son cosas sin importancia- Tenten se sorprendió un poco por lo dicho por el pelirrojo, sin embargo sonrió al entender que Gaara los miraba como sus iguales- No es necesario que te dirijas a mí con tanta formalidad, puedes llamarme por mi nombre... Claro, si no te incomoda.

-Está bien, Gaara-kun...- Tenten inclinó ligeramente la cabeza, haciendo una pequeña reverencia pretendiendo dar a entender que ante todo, respetaba al menor de los Sabaku No- Nuestra misión termina aquí.

-Espero que podamos ir a cenar todos está noche, Naruto se alegrará de verte- Lee ya había ideado mentalmente un plan para esa noche.

- Cuenten con ello...- Después de una corta despedida Tenten y Rock Lee se retiraron dejando a los tres hermanos en la entrada de la Torre.

- Pasaré por ustedes antes del anochecer, espérenme hasta entonces, ni se les ocurra irse por su cuenta, se podrían perder - En ocasiones Temari solía olvidar que sus hermanos ya eran unos adultos y sus instintos protectores salían a flote- Se me está haciendo tarde, tengo que ir al hospital.

-¿Por qué? Te paso algo malo...- Preguntó Gaara, intentando esconder un poco su preocupación.

- Últimamente me he sentido mal, Sakura me recomendó hacerme unos estudios.

- Más bien esos experimentos tuyos, a los que tú llamas "Comida" te envenenaron sin darte cuenta- ¿Por qué no podían estar en paz por más de cinco minutos? Al parecer el hobby preferido de sus hermanos mayores era discutir entre ellos.

-¿Qué insinúas cara de travestí?- definitivamente ellos jamás cambiarían- Como sea, ahora no tengo tiempo para discutir contigo. Nos vemos más tarde.

Gaara solo pudo ver como su hermana desaparecía en la multitud, mientras se despedía agitando el brazos.

-Andando, Kankuro.

-Hai.

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El amor es el deseo del corazón de servir a quien nos es querido, y procurarlo, cuidar de él.

-Yashamaru


Hola, sean bienvenidisimos al primer capítulo de este fanfict.

Espero que les guste, lo hago con micho cariño para todos los amantes del GaaHina, No olviden dejar sus reviews comentando qué tal este capítulo. Dudas, sugerencias, citicas… son todas bienvenidas.

Nos vemos dentro de quince días….