Un pasado sin resolver
Prologo:
En una gran mansión situada en el centro de la ciudad Larousse en la región Hoenn, en las puertas de esa mansión estaban un hombre y una mujer rodeados de maletas, parecía que iban a partir hacia un viaje realmente largo.
-¡Marian, Drew!- Grito la mujer. Casi al instante en que la mujer llamo, aparecieron una niña de unos 8 años de edad seguida de un nuño de unos 5 años, ambos tienen el pelo verde esmeralda y ojos del mismo color.
- ¿Si mama?- Preguntaron a unisón los dos pequeños
- Vuestra madre y yo nos vamos a ir de viaje- Explico el hombre con voz seria pero a la vez cariñosa- Os vamos a dejar a cargo de Carlos y Rebeca, espero que os comportéis de forma correcta- Añadió mirando de reojo a sus criados.
- Cuenta con ello papa- Dijo la pequeña con una amplia sonrisa
- ¿Pe… Pero cuando volveréis?- Pregunto el pequeño con la mirada baja
-Un mes cariño, el viaje es largo e importante- Explico la mujer mientras levantaba la cabeza de su hijo.
- ¿Pero porque es tan importante este viaje?- Pregunto con curiosidad la niña.
- Eso no es asunto vuestro- Dijo el él hombre con seriedad- Vosotros lo único que habéis de hacer es quedaros aquí- Acabo en el mismo tono.
- De acuerdo- Acepto el niño- Pero me habéis de prometer que volveréis pronto- Pidió casi suplicando
- Eso está echo- Accedió el hombre mientras acariciaba la cabeza de su hijo.
- Bueno pues adiós chicos- Dijo la mujer mientras ella y su marido se despedían de sus hijos y se subían al coche hasta desaparecer entre las calles de Larousse.
Paso una semana y a los 2 niños y sus criados/canguros les llego la trágica noticia de que los padres de los niños habían muerto asesinados.
Los niños estaban desconsolados y los criados/canguros ya no sabían que hacer para consolarlos, sobre todo al pequeño Drew.
Esa misma noche el pequeño de la familia oyó la conversación que estaban teniendo sus criados/canguros, intrigado se paró al lado de la puerta a oír la conversación.
-Esto es horrible Carlos- Decía Rebeca desesperada
-¿A qué te refieres?- Pregunto Carlos que estaba desorientado- ¿A la depresión de los niños? – Cuestiono aun confundido
-No- Dijo Rebeca- Me refiero a que si han asesinado a los señores, no me extrañaría nada que los siguientes fueran los niños- Dijo con suma desesperación.
El pequeño dio unos pasos hacia atrás, el miedo le recorría el cuerpo estaba paralizado, no sabía qué hacer, el niño salió corriendo hacia su habitación.
8 años después
Cierto chico de pelo verde esmeralda se despertó sobresaltado al recordar su trágico pasado.
