¿Quién? ¿Habría alguien sobre la faz de la tierra capaz de resistirse a los encantos naturales de Sirius Black? Seguramente sí.
Estoy casi segura que si le preguntas a cualquier Slytherin que piensa sobre Sirius Black, te dirá que es la persona más prepotente y egocéntrica que ha conocido en toda su vida. Y puedo asegurar que es cierto.
Si le preguntas a cualquier alumno que haya sufrido alguna de sus travesuras te dirá que es estúpido, malvado y sin escrúpulos. Quizá tenga razón.
Casi puedo decirte las palabras exactas que pronunciaría cualquier chica con solo nombrar a Sirius en una conversación, se desaría en sonrisas y te diría que es el chico más guapo que se le ha cruzado por delante, que tiene una sonrisa que ilumina los pasillos y que es de esos de toma-pan-y-moja.
Si le preguntas a cualquier profesor, hará una mueca de disconformidad y te dirá que ese chico no tiene remedio, se quedará pensando un segundo y reprimirá un pequeña sonrisa divertida, de esas que llegan a los ojos, para luego decirte que ese muchacho necesita un poco más de disciplina y cantidades industriales de vergüenza, porque de eso no tiene y parece ser que no la ha conocido en toda su vida. Lo más seguro es que no te diga que es un alumno ejemplar porque, al fin y al cabo, no lo és, pero saca unas notas excelentes pese a lo que la gente pueda pensar.
En Hogwarts, la mitad de la población masculina le adora, y la otra mitad le odia. La mitad que le odia tiene una razón, si le preguntamos a alguno pondrá cara de odio y gruñendo te asegurará que le pegaría una paliza por robarle a su novia de no ser por ese Potter repelente que siempre le defiende. Si le preguntamos a alguno de la mitad que le adora, le brillaran los ojos y dirá que nunca ha conocido a nadie con tanta facilidad para conseguir a cualquier chica, Hasta que dentro de un tiempo, acabe odiándolo por pillar a su novia liándose con él. Ciclo de vida.
Sirius Black es como una femme-fatale en versión masculina. Necesitaríamos diez manos y diez pies para contar la cantidad de mujeres despechadas que va dejando por los pasillos a cada instante. Y es que Sirius Black es libre. No es un hombre de una sola mujer y nunca lo será. Jamás.
Porque Sirius Black es desdeñoso, engreído, egocéntrico, prepotente y sin escrúpulos.
Pero también es una persona leal. Mataría por sus amigos y moriría por ellos. Porque al fin y al cabo es un chucho pulgoso que quiere a sus amigos más que a nadie en el mundo.
Si le preguntamos a James Potter que piensa sobre Canuto dibujará una sonrisa de niño mayor y nos dira que es un maricón que se pasa media vida delante del espejo y la otra media de flor en flor, o de chica en chica, que es lo mismo. Lo que no dirá, pero si podremos leer en sus ojos, es que Sirius Black es su mejor amigo de entre todos los mejores amigos del mundo y que no se merece nada de lo que su familia le hace pasar, podremos leer en su mirada que es como su hermano y que le pegará una paliza a cualquiera que se atreva a negarlo y sobre todo, podremos ver cuando dé media vuelta para irse, que se siente orgulloso de formar parte de su vida.
Remus John Lupin, con su sonrisa triste y su mirada cansada de la vida, nos dirá que es un buen chico y que no canviaría nada de su persona, quizá le restaría un poco de ese egocentrismo que forma parte de él, no mucho, porque ya no sería el mismo, confesará en un susurro y con una mirada divertida.
Peter Pettigrew con su eterna camisa manchada de chocolate, sonreirá y de forma distraída dirá que Sirius es genial y que no lo canviaría por nada del mundo.
Y si le preguntamos a Sirius que piensa sobre sus amigos nos aclarará sintiendo, más que diciendo la frase, que sus intenciones NUNCA son buenas.
