Disclaimer: Tanto Naruto como sus personajes no me pertenecen.


7 Días con Sasuke

Capítulo 1

Domingo. Un encuentro inesperado.


"Mierda" pensó al momento en el que descubría lo obvio. Estaba perdida.

Tsunade –sama le había encomendado una misión –para nada clasificada como peligrosa-, la cual cumplió sin ninguna dificultad aparente. Logró el objetivo, no había más razón para seguir dando vueltas en círculos por el bosque.

Se suponía que conocía el camino por el cual partió de Konoha. Se suponía que no demoraría mucho en su tiempo.

"Se suponía" que no se perdería.

Para fortuna de Ino, el sol seguía conservando su ferviente esplendor, decidió y avanzó entre los árboles aprovechando el calor del continuo atardecer. Si no se apresuraba la noche caería y con ello, muchos encuentros peligros de extraños enemigos que podrían fácilmente atacarla y posiblemente, robarle lo poco que cargaba consigo.

Entre más avanzaba más se adentraba a las profundidades de lo desconocido. Tal pareciera que no existiera salida.

Un paso más, un crujir de una rama y un alto en seco. Pudo percibir una corriente de chakra –no muy lejos- que a diferencia de ella, era sumamente poderosa. Sea quien sea que fuera el portador, podría acabar con ella si así se lo propusiera.

Titubeó. Comenzó a sentir un poco de miedo al notar que el chakra se volvía más fuerte, y con ello la cercanía de su posible agresor. Era un hecho, la otra persona también se dio cuenta de su presencia.

Intentó retroceder, más sin embargo fue un acto banal. Uno de sus pies torpemente resbaló provocando consigo una eminente y dolorosa caída.

—¡Demonios! —fue capaz de pronunciar.

Su trasero se estampaba cruelmente con la tierra. Cerró los ojos en trance de dolor, llevó su mano derecha contactándola directo en el golpe y comenzó a sobar.

Se distrajo por un momento. Sintió la otra presencia más cerca de lo que anteriormente sintió; mucho más cerca.

Abrió sus ojos con algo de tardía lentitud. Miró el suelo y notó algo extraño, unas sandalias un tanto misteriosas y unos pies tan hermosos que cayó seducida.

Pies acreedores a un hombre.

Tragó saliva ruidosamente, y aun en el suelo se decidió a subir la vista con el único objetivo de descubrir al sujeto frente a ella. No era tonta, era una kunoichi; sacó del bolsillo de su pierna una kunai, fue tan sigilosa que juraba pasar desapercibida.

Sus ojos azules observaron las piernas ajenas, y prosiguió hasta la cintura. La ropa tan inverosímil, una horrible combinación para su gusto. Subió la mirada un poco más, y se encontró con una maravilla, un torso al descubierto perfectamente formado e irradiante de hombría. Ella no pudo evitar sonrojarse, jamás en su vida había visto una parte masculina que no estuviera cubierta por ropa, jamás.

Apretó la kunai, dispuesta a luchar para salvar su vida. Alzó la vista y se encontró con su rostro. Por fin lo identificaba.

Se sorprendió, sus ojos se abrieron y su corazón bombeó precipitadamente.

¿Era posible aquello? Hace 4 años que había marchado, dejando almas hirientes y destrozadas; ella era una de esas almas.

—¿Sa… Sasuke? —dudó, de pronto comenzó a sudar frío.

No. No era Sasuke, no era el mismo niño de 13 años del cual estaba perdidamente enamorada, se le notaba en la mirada. El oscuro de sus ojos no era de la misma intensidad que los de hace algunos ayeres.

Esa persona, ese chico; respiraba odio y exhalaba venganza. No era Sasuke, era un Uchiha más.

—Hm —fue lo único que expresó, sin apartar la mirada de encima.

Dudaba que él pudiera reconocerla, recordar su nombre tan siquiera.

—¿Qué… qué demonios quieres? —intentó parecer ruda, pero el temblor de sus rodillas la delataba.

Sasuke se limitó a emitir una sonrisa de medio lado. Tan natural en él.

—¿Crees que puedes ganarme en una batalla? —se aproximó a ella y ésta retrocedía —¿de verdad? ¿Con tan solo una kunai?

Estaba muerta, o eso creyó.

—¡Ja! —ella también carcajeó pudiendo vagamente controlar sus miedos —Algo debo intentar, no puedo quedarme sin hacer nada mientras me atacas. Sasuke-kun —vociferó mientras enfatizó en su nombre.

—Hmp —repitió —. No es necesario que lo hagas, no te atacaré. Yamanaka —la retó con los ojos.

¿Cómo? ¿Realmente recordaba su apellido o sólo se trataba de una estrategia para tratar de confundirla? De ser así, era bueno.

No pudo evitar el sonido de su terco corazón. Nunca estuvo tan cerca de él (ni en sus mejores sueños de infancia), sus ojos se dilataban con tan solo mirarlo, al parecer los sentimientos que se había encargado de borrar por él, nuevamente re surgían.

Pero era más miedo que amor. Estaba segura.

—¿Recuerdas mi nombre? —se animó a cuestionar —¿realmente recuerdas quién soy?

—Tú actitud cambió. Eres más grosera —estableció.

Fue capaz de sentir un poco de ira. Nadie tenía el derecho de venir e insultarla como si nada, no obstante nunca dejó de permanecer en guardia.

—También cambiaste —con el palpitar a mil por hora, todavía le fue posible sonreírle —. Me da gusto volver a verte Uchiha.

Ya no más Sasuke, ahora era un Uchiha.

—Tal parece que no —sentenció con frialdad —no dejas de estar a la defensiva. Te ves ridícula.

Ino se encolerizó más. Se estaba pasando, un poco más y ella atacaría.

—No voy a luchar, Yamanaka —declaró.

¿Confiar? Estaba en un punto en el que carecía de total sentido sobre ese concepto, se había esfumado de su vocabulario y mucho más cuando se trataba de un traidor.

Él tomó aire a profundidad.

—Si quisiera, ya lo habría hecho. No mato por matar —susurró —aún.

Un escalofrío la recorrió de pies a cabeza.

—¿Y qué pretendes que haga? —dijo con la kunai en mano.

—Ven conmigo.

Sus viejos sentimientos le revolotearon en su estómago, siendo presa de su antiguo romance. Jamás, Sasuke diría algo como eso, mucho menos a ella.

—¿Qué? —no pudo controlar el sonrojo que cubrió sus mejillas. Sasuke lo notó y sonrió para sus adentros sin ser descubierto por ella.

—No sé qué es lo que haces en un lugar como este, tampoco me interesa. Nos encontramos en una zona peligrosa y está oscureciendo —la miró fijamente sin perderse ninguna de sus expresiones —. Ven conmigo si no quieres morir.

—Yo… tengo que volver a Konoha.

—Hmp. Estás muy lejos de Konoha, te tomarán días volver.

¿Cómo mierda era eso posible? Llevaba un día perdida en el bosque y ahora le tomarían días regresar de dónde partió. ¿Era real aquello o un producto de su enferma imaginación?

—Estás mintiendo —sentenció, con algo de preocupación.

—Te lo advertí, si lo que buscas es ser devorada, entonces te dejo.

El hombre comenzó a caminar dándole la espalda pero sin dejar se estar al tanto de sus reacciones. Por alguna razón que desconocía, le divertía. Tan extrañamente que le agradaba.

Ino traslucía en los pasos que daba, era víctima del romper de su corazón; nuevamente se alejaba, nuevamente se apartaba pero esta vez ella lo presenciaba.

No quería, deseaba que volviera.

—E… ¡Espera! —gritó, reincorporó la kunai en su bolsillo y se encaminó a dirección de Sasuke.

Él sonrió mostrando únicamente egocentrismo en la curvatura de sus labios.

Sin duda, ese domingo fue un tanto diferente a los demás.

Continuará.


N/A:

Traigo una nueva historia, que espero les guste.

Acepto todo tipo de comentarios, sugerencias o tomatazos.

Como lo dice el título: 7 días con Sasuke, 7 capítulos.

Un capítulo por día, comenzando en domingo.

Iba a publicar este capítulo después de haber publicado el epílogo de mi otro fic. Pero bueh xD No pude contenerme.

Gracias por leer.