I'm hella gay.
Hace mucho tiempo que no pasaba una tarde normal con Max, desde el asunto de Rachel y de que se enfrentara valientemente a al odioso de David nuestra vida se había dedicado a indagar en los sucesos que rodeaban la desaparición de mi ángel, pero, hasta nosotras dos merecíamos descansar un rato y por eso estábamos aquí, en la orilla de la playa viendo como el las olas se rompían contra las rocas y el sonido del mar nos acompañaba.
Giro el rostro de manera instintiva y veo a mi mejor amiga en todo el mundo perderse en el amplio océano que se abría a sus pies. Max había cambiado, ya no era aquella chica tímida quien se escondía detrás de mi cada vez que algo le asustaba, no, ahora era una mujer valiente que estaba dispuesta a sacrificar todo por sus amigos sin temor a lo que viniese. Con cada día que paso con ella, voy descubriendo cosas nuevas que antes no tenía. Por ejemplo, cuando ambas teníamos trece su cabello era de un negro casi total y, ahora, aquel color había cambiado a uno castaño claro que me hacia recordar a la madera fresca cuyo olor nos encantaba d pequeñas. Sus ojos azules que en tantas ocasiones vi, ahora desprendían una nueva chispa que no sabría identificar y que me gustaba de sobremanera. Aquellas pecas que tenía en su rostro y que yo usaba para molestarla antes ahora se habían esparcido por sus mejillas dándole un toque dulce a su, de por si, inocente rostro. Pero, sin duda, el cambio que más me sorprendió de ella fue la textura de sus labios, cuando éramos niñas Max solía quedarse de que tenía los labios muy secos y agrietados... pero... ahora... Esos trozos o cielo eran la cosa más suave y jugosa que había probado en mi vida y que quisiera volver a saborear.
«¡Espera, Chloe! ¡¿Qué es toda esa mierda que estás pensando!? ¡Por dios! ¡Escúchate! Que cosa más gays estás diciendo», me reprendí antes de que me diera cuenta que esos hermosos ojos azules que poseía Max me observaban con curiosidad y una sonrisa se asomó en aquellos labios que moría por besar. Sin darme cuenta, le dediqué una sonrisa estúpida a mi amiga quien volvió su atención al mar que teníamos frente a nosotros y me volví a sumergir en mis pensamientos en los cuales sólo reinaba aquella chica que estaba a mi lado. «Oh... God... I'm hella gay for her...»
