Luego de demasiado tiempo sin actualizar, vengo con un fic…sí, un fic no un one-shot XD eso es extraño en mi pero quiero intentar hacer uno aunque este fuera de todas mis creencias (?) me inspiré con PoT por estar viendo la nueva version que salió owo y porque amo demasiado el InuKai ;A; en fin,ahí va~

Milk

¿El bolso que cargo a diario se había hecho más pesado? No, era mi alma y mis pensamientos los que pesaban, era aun más incómodo que caminar con pesas en los tobillos. Más aun por tener que acelerar el paso cada vez más para escapar de ese hijo de puta que me seguía tan insistentemente. ¿Qué demonios quería? Todo estaba dicho y si tomé esta dolorosa decisión fue porque se lo merece, nos lo merecemos: Yo, paz en mi vida y él, frustración por perderme y no poder recuperarme de ningún modo.

-Kaidoh!-Gritaba sin cesar. Ya notaba lo cansado que estaba por el ritmo acelerado de su respiración. ¿Lástima? Por supuesto que no, ni un poco.

Me detuve frente a mi casa y busqué la llave de la puerta en mi bolsillo. Ese desgraciado me había seguido hasta aquí, buen intento.

Fallé al primer intento de introducir la llave en la ranura. Como me fastidia la gente así, no dejaba de repetir sus tan típicos "Tenemos que hablar", "Escucha lo que tengo que decir" y así seguía dando vueltas a la misma idea.

-Haz el favor de no volver a llamarme-Dije claramente sin siquiera mirarlo y entré a casa dando un portazo que amenazó con romper la casa entera. Un silencio de lo más incómodo inundó ese pasillo.

-Kaoru?-Era de suponer que mi madre vendría a preguntar que sucedía pero me limité a saludar y subir rápidamente a mi habitación, no estaba de ánimos para contar cosas estúpidas y sin importancia. Porque así es, el asunto ha llegado a su fin y ya no me preocuparé de ello.

O al menos de eso quería convencerme ya que estaba seguro de que aun estaba allí afuera, probablemente con su tan conocido cuaderno escribiendo datos sobre esta "nueva rabieta" que me había dado. Lo que él ni sus datos saben es que esta vez es más que eso, mucho más que eso.

Pasé la noche más asquerosa de mi vida, despertando cada una hora, teniendo pesadillas cada vez más extrañas. De todos modos fui a clases como de costumbre. No estaba dispuesto a perderme el entrenamiento por culpa de ese imbécil.

-Sucede algo Kaidoh, nya?-Esa forma de hablar era inconfundible, Kikumaru-senpai es demasiado curioso y supuse que él sería el primero en notar algo extraño en el ambiente tenso del camarín.

-Nada importante-Respondí y al momento de tomar mi raqueta, mi brazo fue sujetado con fuerza por alguien más. ¿En qué momento había entrado allí? Me quedé pasmado un momento mirando fijamente sus anteojos antes de reaccionar.

-Kaidoh, tenemos que…-Obviamente no lo dejé terminar y me solté de su agarre para salir a paso rápido y dirigirme a las canchas. Tal y como lo pensé, ese tonto cree que lo de ayer fue una pelea de nada.

-¿Qué le pasa?-Insistió dentro de su inocencia nuestro gatuno compañero, como siempre su voz se escucha aun fuera del camarín.

-No lo sé…-Se atrevió a decir él, siendo que debería saber mejor que nadie el motivo de mi enojo. Cómo detesto que se comporte así! Que haga como si nada pasara! Que siempre me pase a llevar y luego crea que todo se soluciona con un "Lo siento". Las cosas no son tan fáciles. Llevar una relación especialmente no lo es. No pretendo volver a tener un vínculo así con nadie más en mucho tiempo, o mejor aun, nunca más.

Le dí a la pelota con tal fuerza que cada uno de mis tiros terminaba incrustado en la reja. Con tiros cada vez más certeros, me di cuenta de lo mucho que me relaja el tenis, ya ni quiera recuerdo bien el momento en que comencé a jugarlo, ni el motivo ni el lugar. Sólo sé que es lo que quiero hacer el resto de mi vida, no hay otra meta más clara que esta en mi. Ser cada día mejor, entrenar hasta caer rendido y tener cada vez oponentes más poderosos. Ese es mi norte, mi destino y lo que quiero hacer, no perderé más tiempo con romances vacíos.

El sol me estaba quemando la cabeza a pesar de llevar puesta mi pañoleta. El atardecer se hizo presente y con él, la hora de ir a casa. Por suerte esta vez pude caminar tranquilamente sin que mi celador me estuviese arruinando el día como venía haciendo hace ya 3 meses atrás. No entiendo como es que alguna vez llegué a sentir algo más allá. Pero no se repetiría.

Sin querer, el llegar a mi casa completamente solo hizo que se formara un nudo en mi garganta, uno fuerte como el de mi estómago y esa fea sensación de llevar un gran peso sobre mi espalda volvió a aparecer. Se venían días difíciles pero no daré ni un paso hacia atrás. Él ya no es más que eso. Inui-senpai es mi ex novio y no hay vuelta que darle.

Continuará…

Se agradecen los reviews~