Título: A de Amorío.
Personaje/s: Shannon, Kanon.
Género: Drama/Romance.
Summary: Kanon quería tener una fiesta, una fantasía, un amorío.

Disclaimer: Ni Umineko no naku koro o Higurashi no naku koro ni no me pertenece, le pertenece a 07th Expansion, todos los créditos a ellos.

A de Amorío.

—Kanon-kun, despierta, que ya es tarde —.

Un Kanon de unos aparente trece años desperta de su cómoda cama por culpa de un movimiento ligero. Mira para ver quien le despierta de su dulce sueño; era una mujer, más concretamente era una joven Shannon de catorce años casi exactos. Ella sonreía de oreja a oreja con sus ojos azules soñadores y risueños. Su cabello se encontraba un poco más largo que hace cuatro años atrás, llegando hasta su busto. Kanon se restregó los ojos ya que aún tenía demasiado sueño. Miro hacía un lado, observando de que el sol entraba por la ventana. "Deben ser las once, demonios" intuyó, mientras aquel pensamiento paso por la mente del mueble, mientras apartaba con una delicadeza a Shannon, para levantarse.

Poso sus pies sobre el suelo y se paró de su cama, con rapidez. Shannon le aún le miraba con una gran sonrisa, como si fuera un gran día. Kanon le observo, como si tuviera algo raro. Miró su pijama; blanco. Además de ello nada. Tocó su cara, por si le habían jugado una mala pasada. Él chico suspiró. Shannon solo se río al ver que Kanon se rendía.

—Tontín —la chica se levantó de su cama y le abrazó con fuerza— hoy es... Tú cumpleaños número catorce, ¿lo habías olvidado? —.

Kanon abrió la boca, ligeramente sorprendido. Él no era de olvidar, es más; había sido el único que había recordado el cumpleaños de Genji hacía dos años atrás. Suspiró, mientras la joven lo soltaba de su abrazo. Empezó a caminar hacia donde guardaba su ropa, para empezar el día. Pero algo le detuvo, y fue la su amiga de ojos atrayentes.

—Onee-san —dijo Kanon, ligeramente sonrojado por culpa de su poca memoria—, necesito vestirme, tu sabes.

La chica río con dulzura. Se retiró de la sala, para dejar que el chico se cambiará. "Hoy será un gran día" se dijo en su mente la joven mueble, ya que su hermano cumplía años, y aquello no pasaba todos los díaz.

Pasaron las horas con una normal tranquilidad. Como siempre todos, exceptuando los muebles —y Jessica— olvidaron el cumpleaños de Kanon; aunque mejor así, ya que él parecía bastante incómodo con los "feliz cumpleaños". No era de celebraciones.

Ya era bien entrada la noche, y solo los empleados están despiertos. Se encuentran en la cocina, que esta llena de pequeños globos que le dan un aire más de celebración. Kumasawa le sonreía a los más jóvenes, pero no era una sonrisa de las que siempre daba; era una más profunda, más sospechosa.

Solo faltaba Kanon para iniciar la pequeña celebración. Nadie sabía donde se encontraba, ni siquiera la menor de todos los presentes, suspiró.

—Shannon —la voz grave de Genji se hizo notar en la cocina—, anda a buscar a Kanon por favor.

La joven de cabello café asintió, retirándose de la sala donde se encontraban Kumasawa, Genji y Gohda. La chica empieza a caminar silenciosamente; es muy tarde, y todos duermen. Si cualquiera le llegará a pillar a esa hora le podrían retar, a pesar de decir que hace guardia. Suspiró al pensar aquello, no se tenía que agobiar con cosas que ni siquiera habían sucedido. Siguió caminando, hasta ir a la pieza de sirvientes, en donde debería estar el chico de cabello negro.

Prende la luz; no esta. La joven grita, le llama; pero aún así no aparece. Se frusta. Se dirige hacía la ventana, pero algo le intercepta y la tira a la cama; una figura, de un hombre, no más alto que ella. Su cabello le tapa los ojos. Reconocé inmediatamente quien es. Esboza una sonrisa cuando el joven se quita el pelo de la cara, dejando ver su rostro.

—Onee-san —el chico se levanta, sonrojado, mientras ayuda a su "hermana"—, lo siento, creí que eras otro.

Fue lo único que se le vino a la mente. Se maldijo a sí mismo, no podía ser tan tonto. Shannon se sorprende por está aclaración, ¿quién más podría ser?, sorprendida, le toma la mano a su compañero, el cual, sabe donde le llevará; a su fiesta "sorpresa". Bufó, y la chica le tiro.

Al cabo de los minutos el joven se fijo que se había equivocado; no le llevaba a su fiesta, todo lo contrario, le había mandado afuera.

—Shannon —murmuró el mueble, ingratamente sorprendido—, ¿por qué me llevaste aquí?

Sentía demasiado frío. Observó la luna. Volvió a girar para mirar a su adoptada hermana. Ya ni recordaba como se habían conocido, ni hablado, ni nada así.

La chica no le miro, solo miraba a la luna llena de ese día. Sus ojos azules estaban casi pegados en aquel satélite plateado. Miro a Kanon con dulzura. Le abrazó con asfixia; le quería. Se separó ligeramente de él. Aún estaban abrazados. Shannon, empezó a acercarse a Kanon, sonrojada. Unieron sus bocas asfixiándose. La unión se intensifico; la lengua de ambos exploraba territorio ya conocido. Los pechos de la joven chocaban con el cuerpo escultural de él. Ambos se separaron, dejando un hilo de saliva. Se miraron a los ojos. Iguales. Chocaron sus frentes.

—Me gusta la luna, es como tú, Yoshiya, feliz cumpleaños —.

El chico la volvió a besar. Un amorío quería, lo deseaba. Siguió besándola como si jamás lo hubiera hecho, para fundirse con la luna.