Summary: Sakura debe enfrentarse a una de las misiones más difíciles con las que se ha topado... ¡Enseñar a bailar a Kakashi! Y para ello deberá vencer la maldición del "Grandioso Taijutsu de Baile".
Disclaimer: Poseo un álbum y diez estampas de Naruto, todos los tomos que han salido del manga y unos dibujos excelentes hechos por la gran y poco reconocida artista Eleos Argentum.
Derechos sobre Naruto™… en trámite.
(¡Ya quisieras! )
El Grandioso Taijutsu de Baile.
Capítulo Uno.
La Misión.
-Pasa, Sakura. Te estaba esperando.
Sakura entró en la oficina de la Hokage y se detuvo desconcertada. Pero sólo por un momento. Continuó su camino y se detuvo respetuosamente frente al escritorio, justo al lado de Ino.
La rubia desvió la mirada hacia a la pelirrosa por unos segundos y luego volvió a poner su atención en Tsunade.
Ambas shinobis habían sido convocadas por la sannin, presumiblemente para llevar a cabo alguna misión. Ino sonrió disimuladamente; sería divertido hacer equipo con la pequeña Sakura.
Cómo en los viejos tiempos…
-Tengo una misión muy especial para ustedes… una de las más importantes con las que se toparán a lo largo de su vida –anunció la Quinta Hokage con elocuencia.
Debido a la vital importancia de esta misión, quedarán exentas de cualquier otro trabajo hasta nuevo aviso.
Al escuchar esto, Sakura no pudo sino sentirse nerviosa.
¿Qué clase de tarea sería tan importante…?
-Cómo ustedes bien saben –comenzó a explicar la Hokage, sentada tras las montañas de documentos y papeles que coronaban su escritorio-, el mes próximo se llevará a cabo el Gran Festival de Konoha, para conmemorar el aniversario de la fundación de la aldea.
Ambas chicas asintieron en silencio.
-He decidido hacer algo diferente para este año, algo especial… -expuso Tsunade-. Vendrán varios señores feudales y clientes importantes, y es vital para la aldea que se lleven una buena impresión. Más aún considerando lo sucedido en el Examen Chunnin de hace dos años. Todavía estamos lidiando con los estragos que ello le causo a la economía de la aldea.
Sakura desvió la mirada. Recordaba muy bien lo sucedido en el Examen Chunnin de hacía dos años…
Y lo que había acaecido después.
Tsunade continuó hablando:
-Este año iniciaremos formalmente el Festival con un Baile…
En este punto se vio bruscamente interrumpida por Ino.
-¡¿Un baile?! –exclamó la rubia con emoción.
-… de Jounnins –concretó la Hokage antes de que la imaginación de la chica acabara de perderse entre las nubes.
La expresión de la shinobi se transformó en decepción pura. Sakura se apresuró a ahogar una risita.
-Si es un baile de Jounnins, ¿para qué nos mandó llamar? –inquirió Ino, tratando de borrar una escena mental en la que ella y Sakura, solitas y sin ayuda, decoraban la aldea para el Festival mientras todos los demás se divertían con los preparativos menos estresantes: Chouji probando los platillos, Shikamaru supervisando los juegos (¡Qué problemático!), Naruto estorbando a todo el mundo, Naruto arruinando el trabajo de todo el mundo, Naruto siendo perseguido y golpeado por todo el mundo…
¡Y ellas estarían muy ocupadas, pegando cadenas de papel, farolas y flores (lo que resultaría muy productivo para la Florería Yamanaka)!
-Verán, el caso es que… -Tsunade hizo una pausa, buscando las palabras adecuadas para expresar la situación-, tengo un pequeño problema con dos de los Jounnins.
-¿Qué clase de problema? –preguntó Sakura con cautela.
-Por decirlo de alguna manera, tienen dos pies izquierdos –contestó la Hokage lacónicamente-. Necesito que alguien les enseñe a bailar, y luego de ver sus calificaciones de la pre-academia en Baile, y considerando que no hay nadie más disponible por el momento…
Sakura sintió un ligero escalofrió al recordar la única clase del Jardín de Niños en la que había podido sobrepasar a Ino.
De haber sabido lo que ello le depararía en un futuro, no habría puesto tanto empeño en la escuela…
¿Y quién si?
Fue Ino quien hizo la temida pregunta:
-¿De qué Jounnins estamos hablando?
-Deberían llegar de un momento a otro…
Sakura contuvo un suspiro.
Si los Jounnins a los que tendrían que enseñar a bailar llegarían en cualquier momento, entonces no podían estar hablando de Kakashi-sensei. ¡Él nunca era puntual!
Alguien llamó a la puerta y luego de que Tsunade contestara con un: ¡Adelante!, Asuma entró en la oficina.
A Ino se le cayó el alma a los pies.
-¡¿Asuma-sensei?!
Asuma se limitó a suspirar y cambiar su cigarrillo hacia el otro lado de la boca.
Sakura se giró y se cubrió la boca, divertida por la mala suerte de su amiga. ¡Mira que tener que enseñarle a bailar a su sensei…!
¿Quién sería el otro? ¡Si tan sólo fuera guapo…!
Nuevos golpes en la puerta… ¡Adelante!… Y Gai-sensei hizo su aparición.
Ahora fue turno de Sakura de poner cara de zombi recién revivido y le tocó a Ino reírse.
-¿Ga… Gai-sen… sensei? –inquirió dubitativa.
La Bestia Verde levantó el pulgar, guiñó un ojo y permitió que un destello marca Colgate asomara desde sus blanquísimos dientes.
-Buenos días, jóvenes damas –saludó la imagen a emular de Rock Lee.
Sakura seguía en estado de shock e Ino sufría por la falta de oxígeno en sus pulmones.
Gai se paró respetuosamente frente a la Hokage e hizo una reverencia.
-La respuesta sigue siendo: NO –informó Tsunade sin darle tiempo para hablar.
-Por favor, Señora –suplicó Gai-sensei, juntando las manos en actitud implorante y dejándose caer de rodillas en el suelo.
-Ya te dije que no –repitió la Hokage, impasible-. Tuviste tu oportunidad y la desaprovechaste.
-¡Realmente lo lamento! –exclamó la Bestia Verde desde el fondo de su corazón-. Cometí un error imperdonable. ¡Me dejé engañar por su incomparable astucia…!
-Realmente, Gai, tú fuiste quien lo retó a una pelea de pulgares –intervino Asuma-. Y también fuiste tú quien dijo que si perdías atravesarías la aldea corriendo hacia atrás 750 veces.
El jounnin con tabaquismo miró al techo y se rascó la barbilla.
-Y también fue culpa tuya chocar contra la Hokage mientras cumplías tu auto-castigo. Y fue culpa tuya que ella aterrizara en…
-¡¡Ya conocemos la historia, Asuma!! ¡¡MUCHAS GRACIAS!! –interrumpió la Hokage.
-¡Todo eso habría podido evitarse si yo hubiera previsto que realizaría ese movimiento de pulgar tan espectacular! –exclamó la Bestia Verde.
-¡¡TODO ESO HABRÍA PODIDO EVITARSE SI HUBIERAS HECHO LO QUE TE DIJE Y LES HUBIERAS ENSEÑADO A BAILAR EN LUGAR DE PERDER EL TIEMPO EN TONTERÍAS COMO PELEAS DE PULGARES!!
-¡Pero, Tsunade-sama! –replicó Gai-. ¡Él dijo que si yo ganaba me enseñaría su Grandioso Taijutsu de Baile! ¡Era una oportunidad única en la vida! ¡Hubiera sido una herejía desaprovecharla!
-De hecho, Gai –interrumpió Asuma-, tú fuiste quién dijo que si ganabas, él te enseñaría su… -El ninja hizo una pausa y tosió para ocultar la risa- "Grandioso Taijutsu de Baile". Ni siquiera le diste tiempo para rechazar la oferta.
Gai estaba a punto de replicar cuando volvieron a llamar a la puerta. No bien la Quinta hubo dado permiso de entrar, cuando la puerta se abrió y un jounnin de despeinado cabello plateado asomó la cabeza.
-¡¿Kakashi-sensei?! –gritó Sakura en un volumen revienta tímpanos.
-¡Hola, Sakura! Ino –saludó Hatake con una inclinación de cabeza. A continuación se volvió hacia la Hokage-. Lamento la demora.
Una sonrisa cínica se adivinaba bajo la máscara.
-En realidad llegas a tiempo, Kakashi –contestó Tsunade.
-Me entretuve haciéndola de guía de turistas para una agradable pareja de ancianitos que-- ¿Qué dijo? –se interrumpió Kakashi con brusquedad.
-Llegas a tiempo –repitió Tsunade.
Un silencio sepulcral se apoderó del lugar.
-Déjeme ver si entendí bien –pidió Gai, siendo el primero en recobrarse-. ¿Está usted diciendo que Kakashi, aquí presente, Sharingan Kakashi, Hatake Kakashi, mi eterno rival, el Ninja Copia, llegó puntual? ¿Qué llegó a la hora indicada?
-¿Llegué a tiempo? –repitió Kakashi, incrédulo-. ¿Yo?
¡Es el fin del mundo! ¡Es el fin del mundo! chilló Inner-Sakura. ¡Soy muy joven y bella para morir!
-Sí –confirmó la Hokage-. Aunque el mérito es exclusivamente mío. Fue mi idea citarte aquí cuatro horas antes que al resto.
Shizune tosió discretamente.
-¡Está bien, está bien! –confesó la Quinta rodando los ojos-. ¡Fue a Shizune a quien se le ocurrió citarte cuatro horas antes!
¿Estás feliz? –le espetó a su subordinada.
-Ya decía yo… -murmuró Kakashi con evidente alivio.
¡No es algo por lo que deba alegrarse! gritó Inner-Sakura.
-Ahora que están todos aquí ya pueden irse a ensayar –dijo la Hokage, indicándoles que se fueran con un displicente gesto de su mano.
¡Y más les vale que practiquen mucho, porque ese baile tiene que ser perfecto!
Con las últimas palabras, la Hokage descargó un puñetazo en el escritorio, lo que provocó que el mueble colapsara y todos sus papeles salieran volando.
-¡¡NNNOOOOO!! –chilló Shizune con horror-. ¡Yo ya había ordenado esos documentos!
Con gran tacto, discreción y sentido común, los senseis y las alumnas salieron de la oficina antes de que la ayudante de la mandamás acabara de quebrarse por completo.
-Estuvo cerca –comentó Kakashi con una sonrisa.
En la oficina se oían gritos y llantos salpicados de ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?!, ¡¿Qué hice yo para merecer esto?! y ¡No es justo!.
-Supongo que tenemos que ir a ensayar –comentó Asuma frotándose el cuello.
-¡Así es como habla la llama de la juventud! –exclamó la Bestia Verde con el puño en alto y una mirada ardiente en los ojos-. ¡Iré con ustedes!
-Dime, Gai, ¿ya terminaste tus 750 vueltas a la aldea corriendo de espaldas? –inquirió Kakashi con la vista en lo alto.
El hombre guardó silencio.
-Lo haré después del ensayo –contestó con dignidad.
-No creo que dejar las cosas para después sea el mejor ejemplo que le puedas dar a Lee –opinó Hatake-. Aunque quizá me equivoque.
-…
-¿Gai?
-¡Terminaré con mi castigo y luego me reuniré con ustedes para la práctica de baile!
Dicho esto, la Bestia Verde de la Aldea de la Hoja dio media vuelta y salió corriendo a toda velocidad.
-Muy hábil, Kakashi –cumplimentó Asuma con aprobación.
-Gracias.
-¡Tiempo fuera! –gritó Sakura. Miró fijamente a su maestro e hizo la pregunta que la carcomía desde hacía rato-. Kakashi-sensei, ¿de qué se trata todo esto?
-¿Uh? Creí que Tsunade-sama ya se los había explicado –suspiró el ninja-. Asuma y yo tenemos que aprender a bailar antes del Festival.
-Si, eso ya lo sabemos –protestó Ino-. ¡Lo qué no sabemos es por qué tenemos que enseñarles precisamente nosotras!
-Bueno… Si quieren que les diga la verdad, nadie más quiso hacerlo.
-¿Qué?
-Si –asintió Asuma-. Nadie más quiso hacerlo.
Nadie más quiso hacerlo –repitió el sensei-. ¡Todos le tienen demasiado miedo a la Maldición del Grandioso Taijutsu de Baile!
-¿La Maldición del Grandioso Taijutsu de Baile? –repitió Ino-. ¿Y qué es eso?
-Exactamente por eso las eligió la Hokage –asintió Hatake, sonriendo-. ¡Ustedes no tienen ni idea!
-¿De qué trata esa maldición? –atajó la pelirrosa con resolución-. ¿Algún tipo de superstición o algo por el estilo?
-No es ninguna superstición –informó Asuma exhalando una nube de humo-. Es algo real. ¡Yo mismo la he visto en acción con mis propios ojos!
Kakashi lo sabe mejor que nadie.
-Na… Coincidencias –rechazó Hatake encogiéndose de hombros.
-Esas "coincidencias", como tú las llamas –dijo el otro sensei-, causan tantas bajas como una misión clase S, y han sembrado el pánico en la aldea desde que la Hokage dio a conocer la noticia de que tú participarías en el baile.
-Eso no fue muy brillante de su parte –observó el peliplateado-. Debió perder una apuesta.
-Según escuché, que tú bailes, es la apuesta –puntualizó Asuma.
-¡¿Les importaría dejar de platicar como si nosotras no estuviéramos presentes?! –exigió Ino con la vena latiéndole en la sien.
-¿Ah? –se sorprendió el ninja copia-. ¿Siguen aquí?
-¡¿QUÉ?! –exclamó la rubia.
Sakura apartó a su amiga de su mentor, antes de que ocurriera una desgracia.
-Tsunade-shishou fue muy clara –dijo la chica de ojos verdes-; nuestra obligación es enseñarles a bailar. Y eso es lo que haremos.
¡Después nos encargaremos de matarlos! puntualizó Inner.
-Sí… -asintió Kakashi pensativo-. Tienen que enseñarnos a bailar. -El jounnin se encogió de hombros y siguió el mismo camino que antes recorriera su eterno rival-. Comenzaremos mañana.
-¡¿Y qué hay de eso de "no posponer las cosas para dar un buen ejemplo"?! –increpó la kunoichi de cabellos rosados.
Kakashi se detuvo y dio media vuelta.
-Eres lista, Sakura. Estoy seguro de que tendrás el criterio suficiente para no imitar mis malas costumbres.
Eso seguro rezongó la mente dentro de la joven. ¡A mi nadie me atrapará leyendo uno de esos libros para pervertidos!
El ninja copia cerró los ojos (lo que únicamente pudo ser apreciado con el derecho) y se llevó la mano a la parte de atrás de la cabeza.
-De hecho, creo que solamente el maestro le puede dar malos ejemplos al alumno. Y ahora es mi turno de ser el aprendiz –replicó el Jounnin-. ¿No te parece, Sakura-sensei?
¡¿Cómo me dijo?!
Su nuevo aprendiz agitó la mano y desapareció en una nube de humo.
Sakura, con los puños fuertemente apretados y la cabeza gacha, suspiró en actitud de derrota.
Ciertamente, aquella sería la misión más difícil con la que se enfrentaría en toda su vida.
