DI TE AMO
Summary: ¿Cuánto tiempo podrá Souichi negar lo que siente por Morinaga? Todo tendrá que cambiar para que se dé cuenta de cuanto lo quiere y necesita. Y Morinaga no lo tendrá más fácil, se tendrá que enfrentar a nuevos retos con tal de estar con la persona que ama. Souichi tendrá que cambiar, abrir su corazón y decir esa hermosa frase si quiere que Morinaga permanezca a su lado.
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Éste es el primer fic que escribo y decidí publicar.
Los personajes son propiedad de la maravillosa mangaka Takanaga Hinako.
Por el momento estoy subiendo nuevamente los capítulos editados hasta dónde va la historia (cap20), corrigiendo ortografía y arreglando algunos detalles que creo podrían mejorarse. Si no habías leído mi fic espero que lo disfrutes y si lo seguías espero que puedas darme tu opinión sobre si notas algún cambio y qué te parece.
Ojala sea de su agrado.
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CAPÍTULO 1: NO ES LO QUE PARECE
POV MORINAGA
- Senpai…
Suspiré mientras trataba de dormir, no lo conseguía así que giré de un lado al otro. Cerraba mis ojos pero el tornado de ideas que invadía mi cabeza no me permitía entrar al sueño profundo, era desesperante, me sentía ansioso. Decidí sentarme a pensar abiertamente, analizar este mal que me consumía, pero esas ideas se iban desvaneciendo. La sombra de su imagen se formó en mi cabeza y ahora sólo pensaba en él; siempre era él. Últimamente había caído en estado de estrés constante, llegaba siempre a conclusiones negativas al meditar sus acciones, nunca era suficiente, no era lo que esperaba. A pesar de mi intranquilidad trataba de mantener la misma imagen alegre de siempre, sonreía mientras cuestionaba el futuro incierto ¿Por qué atormentarse por lo que no había sucedido? Precisamente por eso, porque no había sucedido. Cada día deseaba más de Senpai, quería que nuestra relación avanzara a un punto sin retorno donde no pudiera arrepentirse más.
- ¿Cuándo fue la última vez que pensé en otra persona que no fuera él?
Era un tema recurrente al que era adicto y no tenía intenciones de rehabilitarme. Pero así como lo disfrutaba dolía. Me lastimaba su indiferencia, su inexpresividad y la poca sinceridad por sus sentimientos pero no podía culparlo ¿En verdad dudaba de lo que sentía o era que para Senpai no existía? No era honesto pero esa inocente e inexperta parte de él también la amaba. Me enamoré de su personalidad y de todos los problemas que conllevaba, siempre acepté esa parte. Me veía a mí mismo sentado en esta habitación, era algo increíble, compartía departamento con la persona que tanto amaba. No lo podía comparar en ningún sentido a mis primeros años en la universidad, sea lo que fuera esta relación que teníamos, había algo, algo muy especial. Estaba seguro que no compartiría las mismas experiencias que tiene conmigo con otra persona, él se adaptó a mí, él comprendía el fuerte amor que le profesaba pero yo no conocía el suyo; no estaba seguro de que existiera. ¿Él aceptaba mis sentimientos?
- Senpai, ¿Me quieres? Susurré.
Anteriormente me dijo que no huiría, me permitió quedarme a su lado y a su modo aceptaba lo que hacíamos en la privacidad de nuestra casa, pero jamás mencionó un "te quiero". Si me comportaba más quisquilloso eso ni siquiera podría ser rival para todos los te amos que ha recibido de mi parte. La distancia entre el querer y el amor es de proporciones inmensas; son similares, sencillo de confundirlos pero totalmente diferentes. Hasta la fecha no conseguí arrancarle una pequeña confesión ¿Cuánto más esperaría por la prueba final y más importante? Él se esforzaba por demostrarme al menos en caricias que me echaría de menos si me apartaba de su lado, aceptó acostarse conmigo y dejarme amarlo tanto como quisiera, tenía su consentimiento y parecía no resultarle desagradable como al principio. Robó un par de besos de mis labios, me ilusionó, me hizo desear su corazón más de lo que ya lo hacía. Todas sus acciones por diminutas que fueran me hacían feliz pero escucharlo de su voz era importante para mí. Anhelaba más que cualquier otra cosa saber lo importante que era para él, lo que sentía y lo que mis besos provocaban a su ser. Su silencio me entristecía, ¿Acaso sólo sentía lastima por mí? ¿Era la razón por la que me mantenía a su lado? ¿O el cariño que sentía por mí era diferente a mi amor?
- ¿Cuál de las dos es Senpai?
Sabía perfectamente que no podía exigirle una respuesta y aquí estaba torturándome una noche más. El reloj no se detenía y marcaba la hora de madrugada.
- Tengo que seguir como hasta ahora y esperar a que la respuesta llegué algún día. No debo ser egoísta y debo dejar de pensar en esto o Senpai lo notara.
Sí, él aprendió a leer mis expresiones y se daba cuenta de mis cambios de humor. Podía seguir engañando a mis amigos de la universidad, incluso podía engañarme a mí mismo pero a él no, ya no era tan sencillo. Y pensar que no podía recordar mi nombre hace algunos años. Tenía que ser más paciente, esto tomaría tiempo y luego de que vivimos una cercana separación supe que sería más tiempo del que pensaba. Si quería una respuesta de su parte debía escuchar con mucha atención y no con los oídos sino con el corazón.
Mis parpados fueron cayendo a medida de que la madrugada avanzaba y finalmente pude conciliar el sueño.
-.-.-.-.-
Era un nuevo día y como acostumbraba me levanté temprano e hice el desayuno. Mientras dejaba calentando la sopa miso echaba ropa a la lavadora para meterla a la secadora después de comer, procuraba aprovechar las mañanas al máximo pues regresaba bastante tarde y agotado. Nos preparamos para salir, cada uno tomó su respectiva mochila y nos despedimos al saber que iríamos por diferentes caminos. Solía ir todas las mañanas con Senpai a la universidad pero desde hace algunas semanas que me aceptaron en la farmacéutica y tenía que asistir con cierta frecuencia a entrenamientos antes de entrar a trabajar tiempo completo. Había ocasiones en que los entrenamientos se extendían por dos semanas y el horario no me permitía regresar, pero recientemente bastaba con que fuera un par de días por la mañana y en la tarde regresaba en tren. Seguía presentándome a clases y en las tardes le ayudaba a Senpai con sus experimentos además de instruir a los reemplazos que él había elegido para el tiempo en que yo tuviera que dejar la escuela. Al principio estaba asustado por su decisión pero con el tiempo me di cuenta que esto también formaba parte mi decisión. Ellos aparentaban ser muy capacitados, Senpai no tuvo otro motivo para elegirlos.
Uno de los asistentes era una linda chica de cabellos cortos color miel de nombre Mika; ella denotaba alegría y sería una buena idea tener a una mujer con un enfoque diferente ayudando con la investigación. El otro era un joven de lentes de apariencia amable llamado Tadokoro; él tenía habilidades más lógicas y se le facilitaba más la resolución de problemas que Mika-san. En su momento fueron potenciales enemigos al no conocer sus intenciones, me sentí abrumado, pero demostraron que se unieron al equipo con el único propósito de aprender del mejor alumno de agricultura de la facultad.
Después de terminar mis asuntos en la farmacéutica me encaminé rápidamente a la estación para alcanzar el tren que estaba a punto de salir. Cuando llegué a Nagoya estaba soñando despierto meditando una vez más la razón de mi insomnio, me bajé algo adormilado por el viaje cuando escuché a lo lejos una voz familiar.
- ¡Angel-kun!
Hiroto-kun se acercó entusiasmado de verme pero se quedó confundido al notar mi mirada perdida. Agitó su mano frente a mis ojos para sacarme de mis pensamientos.
- ¡Ah, lo siento! Hola Hiroto-kun, ¿Qué haces por aquí? Lo saludé con una sonrisa.
- Se hace tarde y tengo que limpiar antes de abrir el bar. Sólo venía a saludarte pero ahora hay algo que me tiene inquieto.
- ¿Y qué es?
- Tú eres el culpable Angel-kun ¿Qué es lo que pasa ahora? Te ves decaído y podría apostar que la razón es un corazón roto y preocupado.
- ¡Sí, es Senpai! Me lancé a sus brazos mientras lloraba inconsolablemente y tan exagerado como acostumbraba.
- Por favor tranquilízate, todo va a estar bien. Dijo mientras me daba palmaditas. - ¿Por qué no vienes hoy al bar y me lo cuentas todo? Eso ayudará a que pongas tus ideas en claro y dejes de estar angustiado. Sabes que soy todo oídos siempre que lo necesites.
- Muchas gracias Hiroto-kun, eres un gran amigo, no sé qué haría sin tu ayuda.
Él se despidió y yo me fui a la universidad. Prometí encontrarme con él por la noche pero eso ya no podría ser, para mi corazón sería demasiado tarde. Esa tarde fue espantosa, la peor en toda mi vida pues no estaba preparado para lo que mis ojos presenciarían al abrir la puerta del laboratorio. Yo estaba tremendamente emocionado por regresar, tenía fervientes deseos de verlo y no podía esperar un minuto más. Aquel día había un misterioso silencio por los pasillos que me provocó escalofríos, no había un alma en la universidad por donde quiera que viera. Al llegar a mi destino y deslizar la puerta mi vista se nubló y mi corazón se detuvo. Las fuerzas me abandonaban poco a poco al ver a Senpai cometiendo traición. Él estaba besando a Mika-san con una pasión que nunca mostró conmigo, estaba sobre ella tomando visible dominio. Era fácil deducir lo que sucedía al observar una situación como ésta. Yo soy alguien impulsivo por lo que no pensé reaccionar de la manera en que lo hice, mi mente se puso en blanco. De un momento a otro los celos aventaban mil ideas que se convirtieron en un dolor de cabeza.
- Esto es un error, sólo estoy dejando a mi imaginación volar y que me controle.
No, en el fondo sabía que no era así.
- Hola…
Mi boca fue más rápida que mi cabeza y esa fue la única palabra que salió luego de entrar al infierno.
- ¡Ah, Morinaga-san!
Mika se veía colorada y con prisa abotonó la parte superior de su camisa. Ambas batas se encontraban olvidadas en la mesa de trabajo y podía ver en sus labios evidencia que comprobaba mi teoría.
- M-morinaga, no es lo que parece, lo que pasa es que…
= Continuará =
¿Qué les pareció el cambio? ¿Les gustó? n.n
