¡Feliz aniversario a Murasakibara Atsuko~!

...

Para Kuroko Tetsuya.

No estoy muy seguro de cómo empezar algo así, estoy seguro de que en este día de San Valentín vas a recibir muchas cartas y regalos, y que esta será otra entre todas las demás, pero estoy seguro de que la leerás, aunque quizás no le des mucha importancia sé que la leerás, así que quiero ir directamente al grano sin andarme con rodeos.

Me gustas.

Me gustas, Kuroko Tetsuya, a mí y a todo el mundo, sé que me conoces y que no soy nadie especial para tí, sé que probablemente dentro de unos días te hayas olvidado de esta carta y de la persona que la escribió porque no me atreveré a firmar con mi nombre al final, sé que todo se quedará solo en un folio lleno de palabras que se acabarán perdiendo en algún lugar de tu habitación.

Sin embargo, hay algo que no sé. No sé por qué me gustas, no sé por qué me pongo nervioso cuando te veo o tengo que hablarte, ni por qué me alegro cuando te veo tan feliz, no sé por qué pienso en ti cuando no te tengo delante, ni por qué siquiera estoy escribiendo esta carta, y eso me frustra, me frustra porque no tengo razones concretas para decirte que te quiero, y porque no tengo nada con lo que justificar lógicamente que yo te noté cuando nadie más lo hizo.

Y tú tampoco te das cuenta, no te das cuenta de que yo sí te veo, y de que no te miro como a los demás, de que todos esos regalos no son solo por pura amabilidad y de que mis gestos nerviosos no son por antipatía ni seriedad, ni mucho menos por odio, son por miedo y vergüenza.

Por miedo y vergüenza te escribo una carta en lugar de hablarte en persona, por miedo y vergüenza no me acerco a ti a menos que sea totalmente necesario, por miedo y vergüenza no muestro mis celos al verte tan cercano con otras personas, por miedo a que me veas como a alguien raro con quien no quieras tener contacto, y por vergüenza de que todo el mundo sepa que yo soy otro más de los que han caído por ti.

Me gustas.

Me gustas Kuroko Tetsuya, me gustan tus ojos, me gusta tu sonrisa, me gusta tu manera de actuar y de pensar, me gusta cuando das las gracias, me gusta cuando felicitas a los demás y les demuestras tu apoyo, me gusta poder verte todos los días y poder mirarte aunque no te des cuenta, me gusta atesorar nuestros pocos momentos a solas aunque en ellos me convierta en un manojo de nervios y sonrojos.

Me gustaría no ser tan tímido contigo, me gustaría poder verte todos los días y que te dieras cuenta, me gustaría que tuviéramos momentos a solas en los que estuviésemos tranquilos y cómodos el uno con el otro, me gustaría poder mirarte sin sonrojarme, me gustaría ser la causa de tus sonrisas, me gustaría ser tu apoyo en los momentos en los que estés triste, me gustaría poder darte la mano, me gustaría poder mirarte a los ojos, me gustaría poder pedirte una cita, me gustaría poder decirte que te quiero, me gustaría poder decírtelo en persona.

Me gustaría tener valor para firmar esta carta.

Lo siento.

Firmado: Anónimo.