¡Hola! Muy bien, ¿Cómo están todos? Después de mi pequeñísimo hiatus (realmente muy pequeño), vengo con esta nueva historia que se centra en Kakashi y Sakura. La autora original es SilverShine conocidísima dentro del fandom angloparlante de Naruto (específicamente dentro del KakaSaku) y que, desgraciadamente, se ha pasado al lado del mal (y ya no escribirá más historias para los shippers que apoyamos a la pareja).
Algunas aclaraciones antes de comenzar con la historia:
Tengo permiso para realizar la traducción del fic (así como del resto de las historias de SilverShine) y la idea es que a futuro le pase los comentarios.
Por favor, si tienen comentarios positivos (eso incluye críticas constructivas) serán bien recibidas. Si no apoyan a la pareja y quieren venir a dejar su mala leche, mejor guardenselo. Ya me pasó -con A Pocket of Drabbles- que se encargaron de dejar comentarios de odio y es realmente desagradable. Vamos, que lo único que les pido es tolerancia hacia el gusto de los demás.
La historia se desarrolla con Sakura siendo mayor de edad, OBVIAMENTE.
Advertencias:
El fic es clasificación M (Léase: situaciones adultas que pueden involucrar sexo, violencia, groserías, chistes con doble sentido y un largo etcétera. ) Es la única vez que pongo esto, así que si se meten a leer el fic ya saben que pueden esperarse. Como dice abajo la autora, no tiene esa clasificación para que se rían y pasen de largo de ella.
Yo no me pongo especial, sé que hay adolescentes underage que leen este tipo de fics (es normal y la curiosidad les gana a todos -?-) e incluso hay varios que escriben M con una soltura impresionante, así que si tienen la mente para leer y entender esto (y quieren hacerlo), sin temor alguno, que nadie los juzga xD
Pero repito: YA SABEN QUE SE VAN A ENCONTRAR.
Disclaimer:
La serie Naruto (tanto manga como anime) son propiedad de Masashi Kishimoto. Las letras y citas incluidas en el texto son propiedad de sus respectivos autores.
The Window pertenece a SilverShine, yo sólo me ocupo de la traducción.
Notas de la autora: La siguiente historia contiene material poco apto para lectores jóvenes debido a las escenas de naturaleza sexual. Se solicita discreción. (En otras palabras, por favor tomen en serio la categoría del fic. No le doy esta clasificación a mis fics sólo para que se rían).
La Ventana
Capítulo 1
La importancia de ser puntual
Había sido decidido el día anterior que se encontrarían en el puente a las nueve en punto de la mañana antes de comenzar su misión rango A.
A las diez en punto, tres de los cuatro miembros del equipo llegaron de tres diferentes direcciones. El cuarto tenía paradero desconocido, pero eso era de esperarse. Su nombre era Hatake Kakashi, pero la mayoría de la gente simplemente le conocía como el Ninja que Copia. Sus compañeros de equipo sólo como "perezoso".
—Está retrasado de nuevo, sabes.
—Lo sé.
—Él siempre está retrasado.
Pronto dieron las once y Kakashi seguía sin aparecer.
Sakura se inclinó contra la barandilla de madera del puente, observando los reflejos de las escasas nubes que cruzaban la superficie del río. Sasuke se aproximó a la barandilla a un lado de ella, dirigiendo el rostro al otro lado con los ojos cerrados y los brazos cruzados. Sakura calculaba que la paciencia de santo le duraría al menos otra hora antes de que explotara con la genuina frustración que estaba sintiendo. Entonces comenzaría a vociferar que estaban perdiendo precioso tiempo mientras esperaban por su líder cuando podrían estar puliendo sus habilidades como ninja.
Naruto, por el otro lado, no tenía reparo alguno en mostrar su impaciencia. —¿Dónde está? —Gimió, colgándose sobre la barandilla al otro lado de Sakura, golpeándola con los puños. —¡Nunca llega así de tarde!
Sakura suspiró, tan preocupada por la misión como para empezar a sentirse tan inquieta como Naruto. Honestamente estaba más irritada por su constante ir y venir y su inhabilidad para mantenerse quieto por más de dos minutos. —Probablemente se le olvidó de nuevo. —Sakura dijo como si fuera obvio, la barbilla sobre su palma. —Probablemente se quedó dormido leyendo su libro como la otra vez. Alguien debería ir a verlo.
Era una insinuación y no una muy sutil. Naruto repentinamente se quedó quieto mientras miraba a las oscuras sombras de las casas a lo largo de la orilla, aparentemente demasiado preocupado con sus pensamientos como para escucharla. Sasuke simplemente no se movió o hizo algún sonido, ignorándola por completo.
—Bien. —Dijo con un gruñido de molestia. —Iré yo.
—¡Gracias, Sakura-Chan! —Naruto se animó tan pronto como ella se separó del barandal y comenzó a caminar.
—Checa su departamento, Sakura. —Le dijo Sasuke.
¡Chicos! Eran ellos los que se habían impacientado cuando Kakashi no dio señales, pero preferían sentarse en el puente y no hacer nada a ir a buscarlo por ellos mismos. Sakura puso los ojos en blanco del disgusto, enojada con todo el género masculino. Especialmente con Kakashi por retrasar una simple misión de rango A. El hombre era un cabeza de chorlito.
El departamento de Kakashi estaba en uno de los distritos más viejos de Konoha, donde las casas estaban envejecidas y eran baratas y estaban parchadas con todo tipo de materiales horribles, lo que provocaba que se vieran como una manta hecha con retazos. Lo nuevo se juntaba con lo viejo en una extraña conglomeración de partes de repuesto, pero el efecto era pintoresco. Lucía bonito y acogedor. Todo estaba construido tan cerca y los techos uno encima de otro, con pequeños jardincillos rodeados con bambú –y si no había espacio para un jardín, entonces simplemente alineaban macetas en los portales. Todos parecían tener un gato en este lado de Konoha y podían ser vistos merodeando constantemente en el lugar o tumbados sobre el pórtico de alguien o en el alféizar de alguna ventana, asoleándose en las zonas donde caía la luz de entre los espacios que quedaban entre los techos de los edificios.
Kakashi no tenía un gato, al menos hasta donde sabía, y pese a su afinidad natural con los caninos, Sakura pensaba que podía llevarse bien con un felino. Se parecían mucho: perezosos, independientes, medio decentes y propensos a dormir todo el día si es que se les daba la oportunidad.
Sin sentir ninguna necesidad de apresurarse en favor de sus compañeros, Sakura se detuvo en la máquina vendedora al final de la calle de Kakashi. Presionó el código de una lata de chocolate caliente y se inclinó contra el panel de cristal para beber mientras buscaba el camino hacia el complejo de departamentos donde vivía Kakashi. Le había visitado algunas veces en el pasado, así que sabía cuál era su ventana. Estaba ligeramente oscurecida por tendederos y cableado, pero se dio cuenta de que estaba abierta en esos momentos, significando entonces que probablemente él estaba en casa. El Sr. Ukki se mecía con gracia debido a la brisa.
—Increíble. —Murmuró para sí misma, tomando otro sorbo y cerrando los ojos. El cálido día y la noche sin dormir le habían dejado cansada y un poco irritable. No tenía duda alguna de que una vez que subiera, encontraría a Kakashi durmiendo en el sofá con un libro sobre su cara. Si era afortunada, podría atraparlo con la máscara abajo.
Pero no parecía ser su día. Lo supo desde el momento en que se había golpeado el codo con el marco de la puerta cuando salía de su departamento; sería un mal día. En cualquier caso, no estaba de humor para buscar un lado positivo hasta que tuviera una noche decente de descanso.
Terminándose la bebida, aplastó la lata y la arrojó en el cesto que estaba a un lado de la máquina y entonces comenzó a caminar cuesta abajo hacia el edificio de Kakashi. No se molestó en tocar el timbre. Había estado roto por al menos los últimos tres años y no se había molestado en tratar de arreglarlo. Si alguien quería verlo, tenían que subir por la escalera de incendios y golpear a su ventana.
Sakura ni se molestó en caminar los escalones. Simplemente se transportó como un verdadero ninja y dio un paso en la rejilla de metal que estaba frente a la ventana. Su mano tocó el marco y abrió la boca para llamarlo.
Su corazón se detuvo y su voz murió.
No necesitaba llamarlo porque de hecho estaba en frente de ella, su cama estaba posicionada directamente debajo de la ventana. Y no estaba solo. De rodillas frente a él con la cara presionada en la almohada estaba una mujer, gruñendo en alto cada vez que la cadera de Kakashi empujaba la suya. Ambos estaban totalmente desnudos y muy metidos en su actividad como para notar a Sakura, lo cual era una bendición, mientras Sakura pensaba que no podría moverse incluso si ellos alzaban la mirada y la veían.
Sakura no se atrevía a respirar. Sus ojos estaban pegados en Kakashi, en su plano y definido cuerpo –en su cadera que se flexionaba lánguidamente contra la mujer. Ella estaba prácticamente llorando, murmurando 'Oh Dios, oh Dios' una y otra vez en su almohada y regresando los embistes a él; mientras ella era escandalosa, él era silencioso y mientras su figura era delgada y femenina, la de él era sólida y masculina. Era algo desconcertante, observar algo tan crudo e íntimo como esto, pero Sakura no podía negar que era fascinante al mismo tiempo.
Kakashi sólo tenía que alzar la cabeza para verla, pero sus ojos estaban cerrados en concentración y placer. De pronto, Sakura se dio cuenta de que él no estaba usando la máscara. Su cara estaba expuesta ante su hambrienta mirada, y ella tomó nota de la nariz recta y pálida, de los labios carnosos que estaban separados ligeramente mientras su aliento venía en jadeos cortos.
Eventualmente, Sakura notó otra cosa. Ella conocía a la mujer. Kimura Yoshi. La Señora Kimura Yoshi –esposa de uno de los más renombrados miembros del clan Kimura. No era un poderoso clan, pero era bastante rico, no obstante. Todos sabían que el clan se casaba basándose más en las apariencias y en el dinero más que en el talento y las habilidades, y Kimura Yoshi no era la excepción a esa regla.
Sakura sabía que debía irse, pero ahora estaba demasiado asustada como para moverse. Simplemente tenía que pisar mal y toda la plataforma en la que estaba parada crujiría, alertando a Kakashi de su presencia. No importaba cuán ocupado pareciera, seguía siendo un ninja.
Sus movimientos aumentaron de velocidad. Los resuellos de la mujer fueron aumentando y convirtiéndose en gritos fuertes mientras Kakashi dejaba caer la cabeza hacia atrás y la penetraba con más rapidez y más brusquedad que antes.
Era demasiado para que Sakura siguiera observando. Inconscientemente dio un paso hacia atrás, su mano sujetándose del riel de metal detrás de ella. El aro de metal de su anillo golpeó contra el riel con un audible silbido.
Los ojos de Kakashi se abrieron y la miraron directamente a la cara.
Sakura no podía moverse.
De pronto la mujer estaba gritando con más fuerza, retorciéndose y temblando y agarrando la almohada debajo de ella. Casi en el mismo instante los ojos de Kakashi se volvieron a cerrar y su boca se abrió siseando, regalándole otro vistazo de una sonrisa ligeramente canina. Su espalda se encorvó y terminó tendiéndose sobre la mujer, sus manos agarrando con tanta firmeza a su cadera que había marcas blancas en la piel mientras comenzaba a bombear con un ritmo roto.
Las sensaciones volvieron al cuerpo de Sakura en forma de una violenta fiebre alrededor de su cara y hombros, pero seguía sintiendo la fría humedad de la humillación y la conmoción. Kakashi le había visto verlo haciendo eso…
Era todo lo que necesitaba Sakura para correr a su casa, empacar sus cosas y mudarse a otro continente. Tal vez no era más que su absoluto desconcierto por lo que acababa de presenciar lo que la mantenía inclinada contra el ajado marco de madera de la puerta, su mente todavía atrapada en lo que parecía ser un disco roto que repetía lo que acaba de ver una y otra vez.
Se obligó a respirar, tratando de sacar las imágenes de su cabeza. No era que le disgustara. Si acaso, simplemente estaba confundida. Era extraño ver a Kakashi fuera de guardia y actuando de una manera no tan propia. En el pasado se había preguntado si el hombre poseía una vida sexual, pero a menudo llegaba a la conclusión de que era demasiado esfuerzo para tal perezoso, lento y apático hombre.
Pero incluso los gatos podían ser escuchados maullando con pasión durante la noche. No debería sorprenderle que Kakashi realmente tenía una vida sexual. Era humano después de todo.
Incluso así, Sakura deseó no haber sido tan estúpida como para haberse asomado a la ventana del dormitorio de un hombre adulto, pensando que estaría durmiendo inocentemente en su sofá y sin siquiera considerar la posibilidad de que podía estarse jodiendo a una mujer en su cama. Sakura tal vez no era la que había sido atrapada desnuda y a la mitad de la agonía del orgasmo, pero tenía la sensación de que le había tocado la parte más embarazosa.
¿Por qué no dejaba su cabeza?
No importaba qué veía –los árboles, las casas, la gente caminando o el cielo tan azul- su mente seguía enfocada intensamente en lo que acababa de ver. Podía ver dos cuerpos moviéndose al unísono, escuchar los gemidos de una mujer más que feliz y el suave gruñido de su maestro mientras llegaba al límite. Algo en el fondo de su vientre tintineó de manera alarmante, haciendo que su cuerpo completo temblara con consciencia. Sakura se envolvió con sus propios brazos, intentando quitarse todos los pensamientos y sensaciones que tenía con pura fuerza física.
—Él va a matarme. —Murmuró en mortificación para nadie más que ella misma. Si él no la mataba por atraparle en el acto, ciertamente querría hablar sobre Kimura Yoshi. Hasta hace cinco minutos atrás, Sakura pensaba que era una mujer respetable y felizmente casada con uno de los hombres más ricos en la Aldea. Si Sakura dejaba escapar una palabra sobre ella haciéndolo de perrito con el Ninja que copia, habría problemas. Por supuesto, Sakura no tenía intención de abrir la boca sobre los asuntos de otras personas, pero Kakashi podría no saber eso.
Sin embargo, el prospecto de huir de Konoha para evitar encararlo seguía siendo demasiado tentadora, si no es que un poco tonta. Sabía que no podía huir y sabía que tendría que encararlo en algún punto. Sería mejor si simplemente regresaba al puente y pretendía que nada había sucedido. Si él decía algo, ella simplemente le quitaría peso con una risa y una disculpa, diciendo que era su propia culpa por no golpear la puerta primero y pedir a toda la corte celestial que esto no dañara su relación.
Entumecida pese al cálido día, Sakura comenzó a caminar de vuelta a donde había dejado a los chico. Seguía sin poder sacar la desnuda forma de Kakashi de su cabeza, pero eso era de esperarse, así que dejó de intentar suprimir las imágenes. Pero más importante, no podía dejar de preguntarse sobre lo muy feliz que la mujer Kimura había sonado.
Francamente no era justo. Sakura nunca había llegado a un punto con sus antiguos novios donde ella se sintiera con ganas de gritar '¡Oh Dios, oh Dios!'. Con certeza, tampoco con el actual. Lo más que había sentido era un '¿Eso es todo?'.
Una de dos: Kimura Yoshi era una mujer que se podía complacer con facilidad o, Hatake Kakashi sabía cómo complacer. Y por un breve y desconcertante momento Sakura se imaginó en el lugar de esa mujer, sintiendo cómo Kakashi la embestía con la justa velocidad y fuerza como para hacerla llorar de placer.
Sakura no se dio cuenta de que había llegado al puente hasta que la mano de Naruto se sacudió frente a su cara y ella le miró con culpabilidad, como si estuviera preocupada de que él hubiera leído sus pensamientos. —¿Holaaaa? ¿Sakura-Chan? ¿Estás ahí?
—Detente. —Empujó su mano, el estrés y el shock la habían vuelto precisa. —¿Qué?
—Pregunté si lo habías encontrado. —Naruto repitió con lentitud, mirándola con preocupación.
—Seh- No. Quiero decir, sí. —Sakura vaciló sin poder evitarlo, no estando segura de qué decir que no sonara sospechoso. Hasta ahora, no iba bien. —Quiero decir, lo encontré. Estaba en casa.
—Déjame adivinar. —Intervino Sasuke desde la misma posición en que ella le había dejado. —¿Se quedó temporalmente ciego cuando despertó en la mañana y decidió que lo mejor sería quedarse y esperar a que alguien fuera a ayudarle, pero su visión misteriosamente regresó momentos antes de que tú golpearas la puerta?
La suposición estaba probablemente basada en el hecho de la semana pasada en que Kakashi había dicho que 'una sordera momentánea' era la razón por la que no había escuchado la alarma de su despertador y por eso no había llegado a tiempo.
—S-sí. —Dijo Sakura, forzando una risa. —Algo así.
—Bueno, ¿Llegará?—Preguntó Naruto con lo que Sakura sintió una pobre elección de palabras.
—Debería. Creo. —Murmuró, inclinándose en la barandilla con un fuerte sonrojo.
—¿Debería? ¿Tú crees? —Repitió Sasuke. —¿Le dijiste que lo estábamos esperando o no?
Sakura perdió las palabras. Si le decía la verdad, que no, que no le había dicho nada, entonces le preguntarían por qué ella se molestaba en cubrir la impuntualidad de su Sensei. Si ella decía que sí, y Kakashi no se mostraba, sólo serviría para que eventualmente los chicos fueran a reclamarle a Kakashi no sólo por olvidar la misión sino también por pasar por alto el recordatorio de Sakura.
La mente de Sakura no estaba en su mejor momento como para poder manejar tan completo set de posibilidades para encontrar la respuesta menos incriminadora, así que casi sintió alivio cuando escuchó la voz de Kakashi.
—Yo.
Un alivio que casi le provocó que toda la sangre se le enfriara.
—¡Kakashi-Sensei! —Ladró Naruto. —¿Dónde has estado?
—Bueno, venía para acá a las ocho y media pero se me cruzó una pequeña gatita hambrienta y pensé que sería mejor llevarla a casa y alimentarla. —Kakashi dijo de manera poco convincente.
—¡Mentiroso! —Naruto gritó, entonces le dirigió a Sakura una mirada de confusión cuando se dio cuenta de que ella no había gritado en acusación con él.
Pero Sakura no podía llamar mentiroso a Kakashi… porque de hecho no pensaba que estuviera mintiendo –sólo hablando metafóricamente. Además, Sakura ni siquiera podía ver a su maestro, mucho menos hablarle o gritarle. Necesitaba al menos tres años de terapia intensiva antes de poder manejar eso de nuevo.
—Tan desconfiado. —Kakashi suspiró. —Bueno, ¿Vamos a realizar esta misión o qué? ¿Qué esperan?
Los chicos gruñeron por la injusticia de todo el evento y se adelantaron. Kakashi se movió con pereza detrás de ellos. Mientras él la pasaba, Sakura intentó verlo, segura de que su atención estaba puesta en el camino.
Pero no. Él le estaba viendo. Su corazón se detuvo por segunda ocasión ese día mientras su mirada le atrapaba por un breve instante. No parecía enojado, o apenado, ni siquiera divertido por su reacción. Sólo curioso. Sakura tragó con dificultad, sintiéndose más desnuda y expuesta de lo que él había estado antes. Entonces la mirada de Kakashi se movió y le estaba hablando por encima del hombro. —¿Te vienes?
Realmente mala elección de palabras, Sakura gimió mentalmente mientras se movía detrás de su equipo.
Nota de la traductora:
Me estoy dando de topes para encontrar frases que se ajusten sin que quede raro o vulgar… En fin, ¿Qué les pareció el primer capítulo? Yo sé, demasiado para una introducción, pero más o menos ya sabrán por dónde irá la historia si es que no la han leído en inglés.
Ah, no sé cada cuánto actualice porque me quedé en el cap 4 *gruñido* pero supongo que a un ritmo de semana y media estará bien. Más o menos tardo 12 horas (repartidos en ¿5 días? ) en traducir los capítulos largos, pero saben que uno se satura y tiene que dejarlo.
¡Lizzie, he cumplido! Bueno, no realmente, pero ya lo subí.
Muchas gracias si han leído hasta acá.
