¡¡Hola!!

Ya iba siendo hora de publicar esto!!! levaba algo así como seis años metido en un disquete, de los de 3 y medio, y tenía que pasarlo al ordenador antes de que los lectores de estos discos dejen de existir!!! (que tiempos aquellos en los que cabía un fic en un disquete... uno no... cinco!!!) En fin, éste es mi cuarto trabajo (cronológicamente), así que no es que sea una maravilla. Los capítulos son muy cortos, porque escribía a mano y luego los pasé a máquina, y a mano siempre ocupan más. Es la primera parte de una trilogía llamada "La Batalla a través de los tiempos". En fin, espero que os guste!!


Introducción

Han pasado siete años desde que Sakura transformara todas las cartas de Claw; siete años desde que rompiera el sello de oscuridad de Eriol Hiraguizawa y desde que descubriera quién era éste; siete desde que Shaoran Li, herido, se tambaleara y cayera en sus brazos, poco antes de decir "Es que yo te quiero, Sakura"... pero también han pasado siete años desde la fría mañana en que este muchacho tomara el avión, aquel aparato grande y gigantesco, que le llevaría de regreso a su casa, al otro lado del mar..

La madre de Li leyó en los ojos de su hijo la tristeza tan grande que sentía, y apenas dos meses después, lo embarcó de nuevo rumbo a Tomoeda.

Mei Ling no se fue con él, así que allí sigue.

Keroberos y Touya tuvieron que acostumbrarse a verlos juntos todos los días. El hermano de Sakura sigue siendo el mejor amigo de Yukito Tshukishiro y ambos son muy populares entre las chicas del instituto, al igual que Tomoyo, que causa sensación entre el género masculino, pero no les hace demasiado caso. Takashi Yamazaki dejó de mentir para complacer, finalmente a Chiharu, que se decidió a salir con él .El señor Terada abandonó su cargo en la escuela Tomoeda y se casó con la señorita Kaho Mizuki, a la que le siguen llamando señorita Mizuki.

Rika no sufrió mucho por este enlace, ya había superado lo del señor Terada. Naoko continúa con sus historias de terror y ciencia ficción y a Kero le chiflan los dulces todavía. Lo que más le gusta realmente, es hacer rabiar a Yue cuando se los come. Así pues, todo parece haber vuelto a la normalidad, hasta que...


Capítulo uno: Envíos internacionales

Tomoyo Daidouji miró el sobre blanco que tenía entre las manos. Pensaba que sería alguna de esas cartas estúpidas que le mandaban los chicos del instituto. Sin embargo, le dio la vuelta y leyó el remitente. Al hacerlo, contuvo la respiración:

Eriol Hiraguizawa, Londres

Tomoyo recordó a Eriol. La última vez que le había visto, fue hace tres años, cuando él viajó a Tomoeda para visitar a Sakura y a Kero y Yue. Daidouji recordó cómo se había estremecido cuando le vio bajar del avión.

"Querida Tomoyo:

Como puedes ver, hace mucho tiempo que no voy por Tomoeda. Nakuru, Spí y yo hemos estado hablando y hemos decidido regresar para pasar una temporada allí. Depende de como nos vayan las cosas, nos quedaremos allí para que yo estudie en Japón. Tengo prevista mi llegada para dentro de tres semanas, pero como no tengo ningún familiar en la ciudad, nadie puede arreglar la casa para entonces. He pensado que a lo mejor te gustaría hacerlo tú. Me gustaría que ni Sakura ni Li supiesen esto, prefiero darles una sorpresa..."

La carta era bastante larga. Tomoyo la leyó entera y se dio cuenta de que iba a llegar tarde a clase. Se despidió de Sonomi, su madre y echó a correr hacia el instituto.

Desde la verja, pudo ver a Sakura y a Li, besándose junto al banco, como todos los días. Prefirió no molestar y entró por la otra puerta

-Buenos días-saludó Rika Sasaki con una sonrisa

-Buenos días chicas.-contestó ella, al ver también a Naoko Yanahisawa-¿Dónde está Chiharu?

-Hemos pensado que estaría más a gusto con Yamazaki si no estabamos nosotras-dijo Rika Las tres chicas se sonrieron al ver pasar al profesor de matemáticas

-Vaya-comentó Naoko-Es más guapo que el señor Terada...

Tomoyo se dio la vuelta para ver a Rika, pero esta le dio la razón a Naoko. Sin dejar de mirarle, las tres se sentaron en sus pupitres

-Buenos días-saludó el maestro Roi Lang-¿Qué tal estáis?

-Bien, gracias-dijo Daidouji. Podía oír lo que Rika susurraba:

-Podían ser mejores, si usted fuese algo más que nuestro profesor...porque yo no me entero de nada...

-¡Rika!-exclamó Naoko cuando Lang se hubo marchado

-Pero si es verdad. ¡Si le miro, no me concentro!-contestó ella. Las tres se echaron a reír. Un chico pasó al lado de Tomoyo y le susurró algo al oído. El humor de la muchacha cambió automáticamente.

-Hola, Tomoyo-dijo alguien a su espalda

-Hola, Sakura-contestó de mala gana

-¿Qué te ocurre¿Ha sido él otra vez¿Por qué no te lo piensas de una vez? Está loco por tí y no parece mal chico...-Kinomoto resplandecía detrás de su amiga. Todavía estaba cogida de la mano de Shaoran

-Sakura, no me gusta

-¿Y qué mas da?

-¡Sakura!

-Es que Tomoyo está esperando el verdadero amor-dijo de pronto Naoko. Tomoyo se sonrojó y bajó la cabeza.

-Sakura tiene razón-se dijo Tomoyo, cuando se dirigía a casa de Eriol- Así no estaría tan sola...

-Pero no estoy sola. Para Sakura soy como una hermana, y Li siempre me tiene en cuenta. Y Mei-Ling, Rika, Chiharu y Naoko, incluso Yamazaki, siempre se preocupan por mí- Suspiró y abrió la puerta de la mansión de Hiraguizawa.

Entró y dio las luces. Dejó las cosas en el salón y paseó por la planta baja. Después de echar un vistazo, comenzó a quitar las sábanas que había encima de los muebles, cubriéndolos. Ella misma había ayudado a ponerlos, cuando Eriol se marchó. Abrió las ventanas y encendió las velas

Subió al piso de arriba y abrió la primera puerta. Seguramente sería la habitación de Nakuru Akizuki, ya que había una foto de Touya Kinomoto encima de la mesa. Abrió el armario y comprobó que estaba vacío. Decidida, salió al pasillo y entró en otra habitación.

Esta era fría, como si su ocupante fuese también frío, solitario y triste. Sólo habían una cama, una mesa y un armario. A Tomoyo se le encogió el corazón la observar un lugar tan solitario.

Se dirigió al armario y lo abrió. Para su sorpresa, sólo había una vestido, y era de mujer. Lo sacó y no pudo evitar la necesidad de ponérselo.

Tan sólo tenía un tirante, en el lado derecho, cruzado que venía desde el izquierdo. El corpiño, azul intenso con reflejos negros, se continuaba con una falda larga, de raso negro mate. Se ajustaba perfectamente a sus formas. Tomoyo se soltó el pelo y se miró en el espejo de la puerta del armario.

Mientras se acariciaba el cabello, sintió unos dedos en su cintura, como acariciándola. Notó una respiración gélida en su cuello, que le ponía los pelos de punta. Se giró y comprobó que estaba sola. Su vista se clavó en un punto, encima de la mesa. Se acercó lentamente, para mirarlo mejor.

Era una foto. En ella aparecían los cuatro amigos. Sakura estaba abrazada a Shaoran; y al otro lado de la cazadora de cartas, se encontraban Tomoyo y Eriol. Sin embargo, las manos de Hiraguizawa estaban apoyadas en la cintura de ella y la cabeza de ésta descansaba en el pecho de él. Tomoyo no recordaba aquella foto. No era capaz de acordarse se haberse hecho un foto en la que Eriol la abrazase de aquella manera. Recordaba una parecida, pero en ella el muchacho estaba en el otro extremo.

Sintió una extraña sensación de pánico y se quitó aquel vestido. No podía permanecer más tiempo en aquella casa, tan cargada de silencio y misterio. Salió apresuradamente, intentando no mirar atrás. Cuando cruzaba la calle, el semáforo se puso en rojo. Un coche que venía de la derecha parecía no frenar. Tomoyo se quedó paralizada, sin reaccionar. Podía oír los latidos de su corazón en sus sienes.

Esperó el impacto del coche, pero no lo sintió.En cambio, notó un empujón hacia delante y se cayó encima de algo que le resultó más agradable que el asfalto.

Oyó el ruido de del coche al arrancar de nuevo y abrió los ojos. Se sorprendió al encontrarse agarrada a un joven.Cuando levantó la vista para verle el rostro, el desconocido la separó de él y echó a correr dentro del parque.


En ese momento, en la residencia Kinomoto, Sakura sintió algo. Se levantó de la mesa donde hacía los deberes y miró a Kero.

-¡He sentido algo!-exclamó

-Yo también...es un poder muy extraño...nunca lo había sentido

-No es el del Amo Claw-pensó Sakura

En la cocina se encontraban Touya y Yukito. Éste se quedó paralizado con el plato que estaba fregando de la mano.

-¿Ocurre algo, Yuki?-preguntó Touya. Ante él, la figura de Tshukishiro dio paso a la de Yue, el juez.

-¿Dónde está Sakura?-preguntó el recién llegado. Touya le hizo una seña y Yue salió volando hacia el piso de arriba.

-Sakura¿Qué ha pasado?

-¡Yue!-gritó Sakura con una enorme gota en la cabeza-¿Qué haces aquí?

-Lo he percibido muy cerca

-Así es- intervino Kero-Vino del parque

Sakura cerró los ojos y se concentró con todas sus fuerzas. Podía sentir la magia del tablero de Shaoran.

-¡Shaoran también lo ha notado!-exclamó. Sin embargo, Kero no puso cara de fastidio. Había acabado acostumbrándose a él.

-No es el poder de Claw-dijo Yue pensativo

-A esa conclusión habíamos llegado ya, listillo-replicó Kero. Yue le miró muy enfadado, y la bestia retrocedió un par de pasos, cauteloso.

-Bueno, chicos-explicó Sakura-Vamos a dejarlo¿vale?. Yue, vuelves a ser Yukito y te bajas con Touya. Yo voy a llamar a Shaoran...

-¡NO¡a ese mocoso no!-saltó, ahora sí, Keroberos

-¡Kero! Déjame tranquila¿Quieres un pastel?

-¡Híjole! Y papa frita también, Sakurita. A tí Yue no me molesto en preguntarte...

Yue apretó los dientes y se marchó.


Tomoyo alcanzó a Sakura y a Shaoran a la salida de clase

-¿Tenéis algún plan para esta tarde?-preguntó

-No creo... ¿Queréis que vayamos al cine?

-Vale...-Contestó Tomoyo

-Yo no puedo-dijo Shaoran-Tengo una reunión del clan...

Tomoyo miró a Sakura de reojo. Si Li no iba, a lo mejor ella tampoco. Pero la cazadora de cartas no dijo nada. Sólo se encogió de hombros.

-Bueno, pues vamos nosotras. ¿Qué querías ir a ver?

-No lo sé, lo que prefieras¿romántica o de acción?

-¿Romántica?-preguntó Shaoran- Menos mal que no voy...


Cuando Sakura y Tomoyo caminaban por el parque del Pingüino, a lo lejos vieron pasear a Chiharu y Yamazaki. De pronto, Sakura notó de nuevo la extraña fuerza

-¡Sueño!-gritó y apuntó hacia la pareja. Sin embargo el hechizo no afectó a Tomoyo

-¡Sakura!-gritaron unas voces . Las chica se volvieron. Yue y Keroberos venían volando.

-¿Lo habéis sentido?-preguntó este último

De pronto, una densa oscuridad comenzó a inundarlo todo. Tomoyo se quedó sola en medio de la nada. Se sentía cansada, tenía sueño.

-El hechizo de Sakura-murmuró. Su mente sólo fue capaz de realizar un pensamiento más-¿Por qué no me he dormido a la vez que los otros?

Entonces, cayó al suelo. Pero no llegó a darse. Alguien la recogió entre sus brazos, con su mano apoyada en su cintura, hablándole lentamente al oído

-Eriol tenía razón-dijo el desconocido-Eres muy hermosa... y tu corazón está lleno de amor. Se lo agradeceré eternamente...


Luz!-gritó Sakura. Cuando la oscuridad se hubo disipado, se acercó al cuerpo de Tomoyo, que yacía en el suelo, inerte

-¡Tomoyo!¿Estás bien¡Contéstame!

Tomoyo abrió los ojos con dificultad

-Sakura...-murmuró

-¡Kero!-llamó la maestra de cartas, asustada.-Ayúdame a llevarla a casa

-Ya lo haré yo-dijo Yue cogiendo a Daidouji. La observó cuidadosamente y dijo:

-Si la oscuridad sólo envuelve a las personas con poderes¿por qué la envolvió a ella?

Cruzó una mirada con Keroberos y fue éste el que añadió:

-Sakura¿estás segura de que Eriol no ha regresado de Inglaterra?


Aquella mañana, el profesor Roi Lang anunció algo a sus alumnos :

-A partir de hoy tendremos un nuevo alumno en clase, con nosotros. Su nombre es Adam Scott y viene desde Inglaterra.

La puerta se abrió con el sonido característico y entró un muchacho alto y robusto. Se oyó un murmullo de admiración en toda la clase. Adam paseó su mirada por la clase, deteniéndose en la cara de Chiharu, Yamazaki y Tomoyo. Luego se volvió a Sakura y Shaoran

Una enorme confusión se apoderó de Kinomoto. Aquel chico...

-¿No os parece guapo?-preguntó Rika a la salida de clase. Tomoyo se encogió de hombros, dando a entender de que no le importaba mucho. Pensaba en otras cosas, como en Eriol, por ejemplo. Continuó en su estado de abstracción hasta la mansión Hiraguizawa. Dentro de sus paredes, los recuerdos de la muchacha se volvían contra ella. Recordaba la mirada serena y tranquila, la piel suave, y el olor del pelo de Eriol

Mientras limpiaba el salón, encontró una carta encima de la mesa. Era para ella.

¿De Eriol?

" Querida Tomoyo:

Algo tiene que cambiar, lo sé. Llevo demasiado tiempo cavilando y pensando en las consecuencias, con el miedo a perderte. Pero ha llegado un momento en el que mis sentimientos me piden que sea sincero, contigo y conmigo mismo..."

La carta continuaba así, en un tono romántico y dulce. Tomoyo se quedó mirando las palabras con sorpresa y admiración. ¿Aquello era una carta de amor¿De quién?

La última frase decía:

"No se lo digas a nadie, será nuestro secreto"

Tomoyo se quedó muy confundida. No sabía qué debía hacer ahora porque no sabía quién era el autor de aquel texto. Instintivamente, deseó que fuese Eriol, y se preguntó por qué lo deseaba.

Salió de la casa al poco rato, y se dirigió directamente a la suya. Atravesó los salones sin mirar si había alguien o no. Sólo reaccionó al llegar a su habitación. Comenzó a buscar su diario, al principio despacio, pero luego frenéticamente, horrorizada ante la idea de haberse desecho de él. Lo encontró debajo de un montón de bocetos de trajes de lucha para Kero. Suspiró aliviada al mismo tiempo que pasaba las páginas hacia atrás, retrocediendo cuatro años en el tiempo.

"Hoy a regresado Eriol Hiraguizawa a Tomoeda, la reencarnación del Amo Claw. Sé que no ha venido a verme a mí, y creo que eso me molesta. Yo también participé en todo lo de las cartas, pero no soy importante para él.Cuando ha bajado del avión, estaba yo sola en el aeropuerto, porque Sakura y Li estaban en la cafetería. De pronto, al verlo frente a mí, con las maletas en la mano, mirándome fijamente, me he sentido como si estuviese allí sólo para mí..."

Tomoyo cerró los ojos. Ahora lo recordaba. Su corazón latía muy deprisa cada vez que Eriol la había rozado.

"Esta mañana, Eriol se ha ido de nuevo. Tal vez para siempre. Aún me duele su partida. No dejo de pensar en él y dudo que lo consiga."

Tomoyo asintió. Efectivamente, durante mucho tiempo después, estuvo imaginando que Eriol la esperaba en cada esquina, en la parada del autobús, en cada acera...pero nunca ocurrió, y cada vez, se sentía más sola y más triste.

Durante aquellos meses, Sakura estuvo muy inquieta. Rika, Naoko y Chiharu también daban señas de preocupación. Su madre, Sonomi Daidouji, acabó culpando a Fujiyata Kinomoto de los males de su hija.

Y aunque Tomoyo no lo supiese, Yue, Keroberos, Touya, Yukito y Sakura comenzaron a plantearse seriamente la depresión de su amiga. Sin embargo, Yue fue el que más se acercó a la respuesta, aunque no se la dijo a su maestra.

De alguna manera, compartía el dolor de Tomoyo. Porque los dos querían, de forma parecida, al amo Claw.


Notas: hola!!! ya dije que el capítulo era corto, lo siento...

Espero que os haya gustado!!!

Besos,

Nicole