Bueno este es mi primer Fic. Espero que les guste. no se apega mucho a los que es la historia de hermione y draco, quise cambiar los personajes e invente a una chica que no aparece en el libro esta absolutamente creada por mi. Es una histria romantica entre esta chica, creada po mi, y Draco Malfoy. si ay algo que no les gusta o quieren agregar alguna cosa solo avisenme dejando reviews. Espero que la historia les traiga, subire mas capitulos en cuanto pueda.
Besos! Maroom :D
-1-
Mis padres de nuevo discutían, ya se estaba volviendo un vicio esto de las peleas. Me daban pena y ardor, ya me cansaba de oírlos discutir, porque el motivo de esa discusión no era nada más que por un solo tema: el dinero. En mi casa era un dilema, por todo…
Mis padres no tenían suficiente plata, y hacían lo imposible para que a nosotros no nos faltara nada, yo y mis hermanos, por supuesto, mi hermano menor, Lucas y mi hermana la del medio, Estefania. Lucas tenía apenas 7 años y Estefania tiene 10, yo tengo 16 años, ya una adolescente madura y bien puesta, al menos eso creía yo.
Suficientemente grande como para darme cuenta de lo que en mí casa ocurría. Mi mama se llama María del Carmen, más conocida como carmen, era una mujer decisiva, impulsiva y muy franca, por eso siempre se pelea con mi papa, Mauricio García, también un hombre de carácter al hablar o discutir.
Estaba sentada en el sofá con Estefania al lado jugando a unos jueguitos raros, Lucas estaba en su habitación mirando televisión, lo que mas le agradaba, yo estaba tratando de concentrarme en un libro muy interesante pero no podía lograrlo porque los abominables gritos me lo impedían, trate de meterme en las palabras del libro y dejarme llevar por la imaginación, y lo logre hasta que mama apareció en la sala agarrando su bolso de mano.
Nos dirigió una mirada muy perversa, estaba enojada y la entendía porque después de discutir quedas con bronca y muy frustrado.
Yo me quede atónita, con el libro entrecerrado deje el dedo justo en la pagina en donde me quede para no perderme en la historia, dio unos pasos hasta la puerta la abrió la cerro muy fuerte que hasta mis ojos rebotaron de el susto.
Estefania dejo de jugar al jueguito y lo dejo sobre la pequeña mesa que estaba allí cerca, se levanto subió las escaleras, y calcule que era para ir a su cuarto, y no estaba equivocada se escucho la puerta abrirse y cerrarse, eso lo decía todo.
Ahora me había quedado sola con el libro en la mano, no tuve muchos ánimos como para continuar leyéndolo así que coloque un papelito de una envoltura de caramelo y lo puse como señalado.
Me apoye en el respaldar de la sillón y mi manos estaban juntas en mis piernas.
Me preguntaba como estaba mi papa, suspire pensando en el y me dio el impulso decir a ver que tal estaba, pero no lo hice.
Me levante del sillón y fui a ver que estaba haciendo, me acerque cautelosa, habían discutido en la cocina donde estaba la mesa donde cenábamos todas las noches las exquisiteces que mama nos preparaba, allí estaba el sentado en una silla con los codos apoyados en la mesa amarrándose la cabeza agachas estaba, me daba pena, no podía verlo así, verlos así, pero de mi mama no se sabia nada, salio de la casa y ni "chau" dijo. No pude descifrar si estaba mal o si estaba bien, lo que si pude sacar de esta historia es que terminaron muy mal, demasiado mal.
Termine de ver a mi papa en su momento crucial y me fui a mi habitación, como hace rato Estefania lo hizo.
Abrí la puerta y la cerré con mucha flojera, no tenia ganas de nada me tire a la cama abrace a la almohada y me quede pensando.
"no se que pase con esto ahora, pero tengo un mal presentimiento de que algo va a pasar", y diciendo estas palabras me dormí y entre en un profundo sueño.
Dormí profundamente iba a la mitad de un sueño que ahora no recuerdo, fue interrumpido por mi papa que entro en la habitación a hurtadillas, sin que yo me diera cuenta, cada vez que sentía la presencia de un intruso en mi habitación siempre despertaba, era instinto. Mauricio se sorprendió de que yo no despertara entonces se acerco hasta mi y movió con delicadeza mi hombro, yo desperté de inmediato. La habitación estaba iluminada, lo cual pensé que al entrar encendió la luz. Molesto a mis ojos esa luz luminosa lo que me llevo a cerrar un poco los ojos hasta achinarlos.
Mire a mi papa que se encontraba a mi lado, agachado para poder mirarme y decirme:
-tu madre y yo queremos hablarte a ti y a tus hermanos, no esta esperando abajo, vamos-
Sin mas que decir se levanto y se fue de la habitación, yo me levante y aun seguía dormida, mis pies apenas pisaron el suelo y mi cuerpo se tambaleo hacia un costado, no deje que me detuviera y seguí caminando, hasta el baño me lave un poco la cara hasta parecer un poco normal y baje las escaleras para ver que era lo que mis padres querían informarme.
Mi padre estaba parado al lado del sofá con una mano en la cintura y la otra en el respaldar del enorme sillón, su cara era de preocupación y hasta podría decir que parecía asustado, mi mama se encontraba sentada en el sillón con mi papa al lado, miraba como bajaba las escaleras, su cara se tornaba mas tranquila de lo común.
Estaban mis hermanos presentes, Estefania y Lucas, ellos no presentaban ningún sentimiento, estaban neutros. A si que no me preocupe demasiado por ellos.
Me senté en uno de los sillones individuales, el que estaba más cerca de mi mama.
Los mire tranquila y sin ponerme a pensar en locuras, respire y estuve dispuesta a escuchar lo que quisiera decirme.
Mi mama cortó el silencio que nos opacaba.
-bueno, nosotros les queremos decir por lo que estamos pasando, ahí una crisis económica en nuestra familia-eso ya lo sabia, quería que fuera más directa-con su padre lo soluciamos y ya estamos apunto de salir de este problema-genial, esbocé una sonrisa triunfante, mi papa no hizo lo mismo y mama tampoco, tenían cara trágica, mas que de contentos-nosotros tenemos deudas con la compra de la casa, y si la terminamos de pagar nos tendremos que ir, ya saben venderla-mi cara no fue de sorpresa la sonrisa que tenia ya no la tenia-nos mudaremos pero no nos quedaremos en esta zona-ya no entendía nada-miren chicos, nos mudaremos a un lugar que ustedes no conocen, que yo afortunadamente si conozco, mi prima nos va a hospedar en su casa, es bastante amplia y acogedora, y no tenia problemas, por favor comprendan-
No termine de entender, un lugar que no conocíamos y ella si, era raro, y que la prima de mi mama nos hospedara en su casa también, ¿desde cuando mi mama tuvo una prima?, todo era confuso.
-mama, no entiendo, ¿desde cuando tienes una prima? ¿Cuál es ese lugar? No te hagas la misteriosa y dínoslo de una vez- ya perdiendo la paciencia.
-es un lugar mágico, donde ahí brujas, brujos de todos los tipos-
Esto era sumamente extraño. La única vez que vi una bruja fue cuando me disfrace de una y la fotografía no me trae muy agradables recuerdo.
-mama, no estamos en un cuento estamos en la vida real, común y corriente, especifícate bien- ya estaba perdiendo la cabeza, mi madre no podía inventar esas cosas, era algo absurdo.
-hija no estoy diciendo locuras y mucho menos son mentiras, ese mundo existe, lo creas o no, ay vive una prima mía, no nos llevamos mucho pero hasta hace unos días me envío una carta en donde preguntaba como andaba si tenia hijos, si bien la deje de ver hace varios años, en realidad desde que tengo 6 años, muy chica ¿cierto?- esto ultimo lo dijo sonriendo.
-mama, esto ¿es verdad? ¿Vamos a tener que vivir en ese extraño mundo, que ni siquiera conocemos, a exponernos en un lugar sumamente extraño?-dije arqueando las cejas y abriendo los ojos y me exprese en tono sorpresivo y muy enojada.
-no es eso hija, mira nosotros somos un familia a la nunca le han ofrecido ayuda y esta es una oportunidad única para nosotros, compréndenos ya nos acostumbraremos a ese lugar-
Por alguna razón me tumbe en el sillón aceptando lo que mi mama me decía. No podía empezar una discusión y tampoco encapricharme por quedarme aquí, si igual no tengo a nadie "importante", ninguna amistad leal ni algún chico que merezca mi corazón.
-me rindo mama, tienes razón los comprendo y acepto a irme de aquí-
Mi padre ni dijo, solamente se acerco a mí con una sonrisa confortante y me acaricio en pelo en forma de agradecimiento, pero no entono ninguna palabra. En cambio mi madre me dio las gracias y acaricio una de mis mejillas, el calor de la mano de mi mama hizo que lanzara una sonrisa de alegría.
