Catorce de Febrero.
Era un catorce de febrero, un día normal de hace dieciséis, ella llegó al hospital y de un Ninja médico recibió los papeles con los resultados de sus estudios. Ella ya sospechaba algo, pero tenía que confirmar la razón de sus mareos y sus vómitos. Salió del hospital con un brillo en los ojos, sólo quedaba decirle a él.
—Hola, cariño —le dijo él sonriendo, una vez que llegó a la casa esa tarde—. ¿Ya fuiste por los estudios?
—Sí, fui a medio día —le respondió—, debemos prepararnos.
—¿Por qué? ¿Qué tienes? —volvió a cuestionar preocupado.
—Debes prepararte —le dijo viéndolo a los ojos—. Dentro de poco tendrás la misión más importante de tu vida… y ni todo tu entrenamiento podría prepararte.
Él no entendió nada de lo que dijo.
—No creo que en la academia ni tu maestro te hubieran preparado para esto —y sin apartar la vista de los ojos de su rostro le dijo—. No creo que te entrenaran para ser padre, Minato-Kun.
De acuerdo, ya sé que no estamos en febrero, pero apenas se me ha ocurrido la historia, así que me la he tenido que sacar de la cabeza.
Disclaimer: los personajes de Naruto y todo lo que tenga que ver con el shinobi naranja le pertenece a Masami Kishimito.
