El Potterverso es de Jotaká.

Este fic pertenece al minireto "Verano mágico" del foro Las Cuatro Casas.


«OTRO VERANO»

Por Victoire Black.


Cedrella toda la vida había odiado el verano. Recordaba que, cuando era una niña pequeña, su casa era horrible los veranos. Nunca había soportado a su primo Pollux, cinco años mayor que ella, que como se había quedado huérfano de pequeño, todos los veranos los pasaba en su casa. Tampoco soportaba al sol, que le quemaba tanto la piel que su madre le había prohibido salir de la casa hasta que no fuera de noche. Y menos aún le gustaba el hecho de que, en verano, sus padres hacían casi todos los días reuniones con sus amigos más insoportables.

¡Cuánto odiaba Cedrella Black el verano!

Pero un día todo eso acabó. Comenzó a odiar el verano porque eran los únicos meses en los que pasaba fuera de Hogwarts, alejada de todo lo que le gustaba: la magia, las clases, sus amigas… Lo odiaba porque eran los únicos meses que estaba alejada de Septimus.

—¡Es tan fácil como invitarlo a casa, Ella! —le decía riendo su hermana mayor, pero Cedrella no podía hacer más que gritar de pura frustración.

—¿Tú te crees que madre y padre dejaran entrar a un Weasley en nuestra casa, Callidora?

En los últimos cuatro veranos de la época de Cedrella en Hogwarts, mantuvo esa conversación con su hermana incontables veces. Y el resultado siempre era el mismo: una terminaba riendo a carcajadas y la otra gritando enfurecida, hasta que la pobre Charis iba a pedir silencio.

Como todas las cosas de la vida, el verano para Ella fue adquiriendo otro significado. Se casó, tuvo hijos, y éstos hijos comenzaron Hogwarts. Cuando veía a sus tres pequeños volver corriendo a saludarla en King's Cross, el alma le volvía al cuerpo. El verano la hacía revivir, podía sonreír nuevamente.

El verano no era más que felicidad para Cedrella.

Luego de sus hijos, llegaron sus nietos. En esa época, ya tenían la casa de campo en Devon, cerca de la de Arthur, y pasaba todos los días en verano a buscar a William y a Charles para ir a la ciudad con ellos. Después llegaron Percy y los gemelos, por lo que prefería sentarse a leer un libro con Perce y dejar que los pequeños se entretuvieran con los gnomos.

¡Era tan feliz! ¡Amaba el verano!

Pero las cosas no tardaron en cambiar. La guerra estalló, y cada vez era más difícil salir sin encontrarse a partidarios del Señor Oscuro intentando capturarla por ser una traidora a la sangre. Cuando nació el pequeño Ronnie, ni siquiera lo pudo ir a conocer. Y los días en que su primera nieta, Ginny, había nacido, fueron los peores para el Mundo Mágico.

Cuando el verano llegó nuevamente, todo había cambiado. Ya no había Señor Oscuro al cual temer, y la paz había vuelto al Mundo Mágico… Pero también todo había cambiado para ella. Ya no era la misma. Jamás supo si había sido la guerra o si eran consecuencias de la edad, pero no quería salir —ni en verano ni en invierno—, ya no podía sonreír, ya no tenía ganas de seguir viviendo…

También fue en verano, esa época tan odiada y amada para ella, cuando finalmente se fue. Los pájaros cantaban, los niños reían, el sol brillaba y el viento bailaba… Pero Cedrella, una vez Black y luego Weasley, la abuela Ella, ya se había ido. Ya no iba a volver a ver jamás otro verano, ya no podría detestarlo ni regocijarse en él.

Ahora ya no había nada, todo era lo mismo. Pero Cedrella al menos iba a ser feliz.