Hola!
Pues bueno otra vez editando este one - shot, porque después de leerlo le he agregado unas cuantas mejoras que ojala les gusten.
Disclaimer: Narnia ni sus personajes me pertenecen sino al gran señor C. S Lewis.
Había una vez, en un mundo mágico llamado Narnia, un par de jóvenes enamorados.
Él era un joven príncipe de Telmar, con unos hermosos ojos color chocolate que te daban una hermosa mirada, una cabellera marrón sedosa sin duda, una sonrisa encantadora que te debilitaba las piernas, un porte distinguido como el todo un príncipe y sentimientos nobles dignos de un rey.
Ella era una joven reina narniana apodada ¨La Benévola¨, con unos grandes y hermosos ojos azules de mirada penetrante, un suave cabello oscuro que caía a sus hombros como una cascada de chocolate y su rostro estaba cubierto de pequeñas pecas que le daban aún más belleza.
Muchos decían que era la belleza en persona. En una palabra era perfecta. Su único defecto fue no ser de ese mundo.
Ellos dos se conocieron en un bosque, se enamoraron desde el primer instante en que se vieron, lucharon juntos por la libertad del pueblo narniano y se amaban en secreto con cada fibra de su ser sin importar los obstáculos que la vida les podría traer.
Ese dulce amor que sentían el uno por el otro, nunca se lo pudieron declarar de una forma correcta, hasta aquel trágico día en que fueron separados.
Ella tenía que regresar al mundo del que provenía junto con sus hermanos, los reyes y reinas de Antaño.
Al momento de la despedida los dos estaban desechos pero tenían que parecer fuertes, incluso ella intento bromear, logrando sacarle una pequeña sonrisa al príncipe que ya se había convertido en rey.
Justo cuando se disponía a irse con sus hermanos, se dio media vuelta, fue directo al rey y le dio un tierno y dulce beso, en el cual se mostraban todo su amor.
En ese mismo instante, nada ni nadie existía más que ellos. Ese fue el primer beso de ambos, sin duda el que más se recuerda en la vida y el que muchas personas dicen, el más lindo de todos, aunque también fue el último. Después de ese beso que jamás olvidarían, los dos se fusionaron en un abrazo, mientras de sus bocas salía un ¨Te amo¨ por parte de ambos.
Cuando la reina atravesó el portal con sus hermanos, se llevó consigo el corazón del rey, mientras que el rey se quedó ahí parado, quedándose con el corazón de la reina.
Tres años después de esa triste despedida, el rey emprendió un viaje en el mar para salvar a los más fieles hombres de su padre en donde llego a la isla de Ramandu y conoció a su hija, la estrella Lilliandil.
Ella poseía una belleza fuera de ese mundo, de la cual el rey quedo prendado ya que sus hermosos ojos azules le recordaban a su amada, sin embargo el resplandor de la luna no se comparaba con el del sol.
Muy pronto el rey la hizo reina, su reina. Todo parecía un cuento de hadas hecho realidad, sin embargo existía un problema que nunca se arreglaría: la estrella no su era la verdadera reina.
Y ella, la estrella, siempre lo supo, solo que no quería y no podía aceptarlo. Se casó ilusionada y profundamente enamorada, con la esperanza de hacer que el rey olvidara su ¨estúpido amor de adolescentes¨ como solía llamarlo, para que el corazón del rey solo le perteneciera a ella y a sus futuros hijos.
Él la quería, mas no la amaba. Y ella quiso cambiarlo en muchas ocasiones: preparando cenas románticas a la luz de la luna a las cuales Él solo se dignó a ir pocas veces ya que siempre estaba ¨ocupado¨ mirando el retrato de la reina benévola.
Pero la reina Lilliandil sabía que siempre regresaría a su habitación, buscando el consuelo y el calor que una reina de antaño no le pudo proporcionar.
Le dolía saber eso, que ella no era más que un simple consuelo y compañera de cama para el rey, y justo cuando creía que ya no habría remedio, nació un pequeño príncipe idéntico al rey pero con la mirada de su madre.
Ella lo amo con locura y creyó que le traería de vuelta el amor y la atención de su esposo cuando este lo sostuvo en sus manos y le dijo que lo amaba y que siempre lo haría. Y mientras el corazón de la mujer saltaba de felicidad, el del hombre se encogía en su pecho al recordar las promesas de amor que le hacía a su reina cada día frente a su retrato.
Con esos pensamientos le dio su hijo a su esposa y salió de la habitación dirigiéndose a la sala de tesoros, donde estaba la pintura de la reina.
Entonces Aslan, el gran león, apareció y le dio la oportunidad de volver a verla una vez más.
El encantado con la idea acepto y una vez habiendo dicho esto apareció Ella a través de un espejo de la habitación:
Ahí estaba ella, sentada en la hierba en un pequeño campo, mirando las nubes tan hermosa como siempre, cuando alguien se sentó a su lado, Ella volteo y se dibujó una hermosa sonrisa en su rostro al reconocer a su acompañante, un joven muy atractivo con unos hermosos ojos color chocolate que miraban a la reina con mucho amor, ella tomo su rostro en sus manos y le dio un beso en los labios.
- Es hora de ir a casa- dijo el parándose y tendiéndole su mano.
- Es hora de ir a casa- repitió Ella aun con una sonrisa tomando la mano del joven y levantándose.
Y por fin los dos juntos entraron a la pequeña casa que estaba detrás de ellos.
Al terminar las imágenes, Aslan le explico al rey que ese joven era el esposo de su amada. El hombre sintió celos de ese joven, ya que ese tipo pudo hacer lo que Él no tuvo la oportunidad, pero de pronto cayó en cuenta de un detalle: Estaba casado con una hermosa estrella y ahora tenía un bello y sano hijo.
Aslan le explico que ella sufrió mucho después de haberse marchado y haberlo dejado, tanto que se empezó a convertir en una persona fría y arrogante, provocando peleas entre sus hermanos y sus padres.
Le dijo como cambio totalmente cuando supo que su amado se había casado, sintiéndose traicionada por haberla olvidado tan rápido.
Como es que ella también quiso olvidarlo a él y a toda Narnia, solo guardando rencor y odio en su corazón.
También le conto sobre la fuerte depresión que sufrió después de que su familia entera hubiera muerto en un accidente de tren. El rey sintió mucha tristeza por el triste final de esa familia ya que la estimaba mucho y también la consideraba como su familia. Pero Aslan calmo sus penas al decirle que todos ellos se encontraban sanos y felices en ¨El País de Aslan¨.
Y volviendo a su amada, le conto que ese muchacho la saco adelante, brindándole todo su amor y apoyo. Con el tiempo ella se enamoró de él y por fin se casaron. Y que muy pronto sabrían que iban a ser padres.
-A ella también le he hecho una visita aclarándole las dudas que tenía respecto a ti y a tu amor por ella. Ahora ya no guarda ningún tipo de rencor ni odio en su corazón, porque sabe que ya no debe dudar de tu amor ni tú el de Ella. Me pidió que te dijera que ya no recordará con amargura, que siempre te amara pero debe continuar con su vida en su mundo al igual que tú debes hacerlo con la tuya.
-¿La volveré a ver algún día?
-Existen mucho caminos, pero un solo final- y sin más, el gran león desapareció dejando a un rey con un peso menos en su corazón y con la felicidad de saber que su reina estaba siendo feliz y que ahora él tenía que ser feliz a lado de su familia, SU propia familia.
Regreso a la habitación donde se encontraba su esposa junto con su hijo. Les dio un beso a ambos y los abrazo fuertemente.
El corazón Lilliandil volvió a latir una vez más en su pecho.
Desde entonces en el corazón del rey solo estaban su esposa y su hijo, pero siempre tendría un lugar muy especial para su amada reina y nunca nadie iba a ocupar ese lugar.
Con el paso de los años el príncipe creció y se convirtió en un magnifico ser humano, criado con el amor de sus dos amados padres.
Aunque él los amaba y sabía que ellos lo amaban, siempre supo que su padre nunca le pudo dar todo su corazón a él y a su madre, porque él sabía que el rey nunca pudo olvidar a su gran amor, la reina benévola, y que esa parte de su corazón, estaba en Londres, con su amada, mientras que el rey tenía una parte del corazón de la reina.
Mientras que todo esto pasaba en Narnia, en Londres después de que Ella haya cruzado el portal, sintió una gran tristeza y agonía en todo su ser.
Cuando llego a su casa su madre la recibió con un fuerte abrazo que solo la reconforto un poco.
Cuando fue separada de sus hermanos para dirigirse a América, su dolor solo se hizo más grande.
Una vez que llego a ese nuevo lugar, sintió que por lo menos podría refugiarse de su dolor en sus padres, pero eso no sucedió.
Su madre se iba sola a casa de sus amigas para platicar sobre cualquier cosa, mientras que su padre se iba a al cuartel del ejército para ver el avance del enemigo en esa guerra que parecía no tener fin.
Lo único que le quedaba era escribir cartas a sus hermanos que estaban en otro continente y también cartas a su amado, aunque sabía que nunca se las podría mandar. Otra de sus actividades era llorar, un llanto amargo y lleno de tristeza y resentimiento por la pérdida de Él y sus hermanos.
Pero todo eso cambio cuando recibió su primera invitación a un baile por parte de un apuesto militar. Entonces se dio cuenta que solo así se olvidaría de su dolor, yendo a bailes y conociendo a chicos que ya estaban en tiempo de buscar a una hermosa dama para contraer matrimonio, al igual que ella. Y desde entonces busco a alguien que fuera lo suficientemente rico y atractivo para su belleza. Así fue como la benévola empezó a ser una chica vanidosa y egoísta, pero lo peor estaba por venir.
Cuando por fin ella y sus hermanos se reencontraron, sus hermanos pequeños la recibieron con la amarga noticia de que su amado se había casado, esa fue la gota que derramo el vaso.
Al recibirla se mantuvo serena y neutral intentando que sus hermanos no se dieran cuenta de sus verdaderos sentimientos: tristeza, desdicha, pena y sobre todo odio a él y a toda Narnia. Desde entonces cambio completamente con el único propósito de hacerles creer, a ella y a sus hermanos, que el ¨Corazón Roto¨ era solo un mito y que Narnia era solo un juego de niños.
Se peleó con sus hermanos cuando estos intentaban hacerla entrar en razón sobre Narnia, peleo con sus padres cuando ellos no podían cumplir con todos sus caprichos, peleo consigo misma cuando en ocasiones le regalaba uno de su pensamientos a Él y muy pronto cambio de ser la reina benévola a una persona fría y egoísta, creando un muro sobre ella para que nadie la pudiera lastimar otra vez.
Pero cuando sus padres, sus hermanos y su primo murieron en un accidente de tren, se sintió tan sola que se sumergió en una fuerte depresión de la que no parecía poder salir. Ahora ya no tenía nada en el mundo.
Por mucho que los médicos y sus tíos hacían para animarla, todos sus esfuerzos fueron en vano.
Hasta aquel día, en que caminando por la calle, sintió que ya no podía más y se desvaneció justo allí, pero un apuesto caballero que caminaba por ahí la detuvo justo a tiempo antes de que cayera al suelo, maravillándose de su belleza la llevo a su casa para que pudiera descansar.
Cuando ella abrió los ojos, se asustó al no saber en dónde se encontraba, pero entonces una cálida mano tomo la suya. Cuando volteo a mirar quien era, Ella se maravilló de sus hermosos ojos color chocolate como los de su amado, mientras que el quedo hipnotizado de sus hermosos ojos azules.
Después de ese encuentro, se volvieron a ver en muchas ocasiones. El cada día se iba enamorando más y más de Ella y la reina pronto iba saliendo de esa terrible tristeza y dolor que sentía. Cuando el joven, que se llamaba Arthur, le confesó sus sentimientos, Ella le pidió un poco de tiempo para que su corazón sanara totalmente para volver a amar.
Una noche, en que ella se preparaba para dormir, El Gran León Aslan se le apareció.
Ella se quedó en shock porque pensó que él la había olvidado.
Él le dijo que sabía todo lo que sufrió y que lo lamentaba mucho, y para ayudarla a sacar el rencor que sentía le dio la oportunidad de ver a su amado otra vez.
Entonces ella vio a su rey, en una pared de su habitación, frente al que era su retrato cuando gobernaba Narnia:
-Mi reina Benévola, no sabes cuánto te extraño. Perdón porque ahora ya estoy casado, con una excelente mujer por cierto, pero sabes que aunque la quiera nunca la podré amar, porque a la única que en verdad le pertenece mi corazón eres tú. Te amo con todo mi corazón nunca lo olvides. -
Aslan le explico que Él nunca la olvido y que siempre la tuvo en su pensamiento, pero tenía que dar un heredero a su pueblo y por eso se casó. Aunque Él quiere a su esposa siempre tendría un lugar especial en su corazón para Ella. Incluso Aslan le contó de las muchas peleas y lágrimas que se derramaban por su recuerdo en el castillo
Después de que Ella escuchara todo esto desapareció todo el rencor y odio que tenía un su corazón. Se dio cuenta de que su actitud no fue la mejor de todas y se arrepintió por no poder ver la verdad.
Quiso pedirle perdón a Aslan, a su familia y sobre todo a Él por haber desconfiado de su amor.
Incluso se alegró de hubiera encontrado a una persona tan buena y hermosa como su esposa, sintiéndose mal por considerarse como un estorbo en su matrimonio.
-Quiero que le digas que ya no tengo ningún rencor hacia Él porque sé que me ama y nunca me olvido, que yo también lo amo, que siempre lo hare y que nunca lo olvidare mientras viva. Pero que es tiempo de seguir adelante con mi vida y que Él también debe hacerlo.
-Me alegra que ya no tengas odio en tu corazón y no te preocupes tus hermanos te han perdonado desde hace mucho tiempo.
-¿Los volveré a ver?-
-Los volverás a ver a su debido tiempo-
-¿Y a Él?-
- Existen muchos caminos, pero un solo final- Y tan pronto término de decir esto, se marchó.
Desde entonces se sintió muy feliz y se dio la oportunidad de conocer mejor a Arthur y por fin se enamoró de él.
Cuando estuvo segura de sus sentimientos hacia él, se casaron y se fueron a vivir al campo, porque era el lugar que ella escogió, ya que le recordaba sus tiempos en Narnia a lado de sus hermanos.
Con el tiempo tuvieron una hija a la que llamó Lucy, como la pequeña hermana de Ella.
Vivieron muy felices por el resto de sus vidas y aunque ella amaba a su familia siempre recordó a su amado, pues siempre lo mantenía en su pensamiento y en su corazón. Arthur, de alguna forma siempre lo supo sin que nadie se lo dijera, pero sabía que Ella, aunque puede que aún no haya olvidado a ese antiguo amor, Arthur era quién estaba al lado de su amada. Su hija al igual que su padre, sospechaba del amor pasado de su amada madre, y aunque solo fueran sospechas, todas las noches cuando estaba en su cama dispuesta a dormir, rogaba a Dios por que su madre se reencontrara con ese amor perdido.
Ella aunque siempre tenía al rey en su mente, mantenía sus pensamientos a un joven telmarino a una distancia entre Él y su amada familia, pues una vez Ella misma se había alejado y destruido a sus seres queridos, y ahora que tenía la oportunidad de volver a empezar no iba a lastimar a su pequeña pero hermosa familia, era cierto que perdió una pero ahora había ganado otra, SU propia familia.
Cuando ambos reyes enamorados murieron, murieron rodeados de sus familias, llenos de amor y esperanza, la esperanza de reencontrarse con su amor perdido hace años.
Y así lo hicieron, se reencontraron en ¨El País de Aslan¨. Cuando se vieron pensaron en todo lo que habían pasado y con una inmensa alegría de verse una vez más corrieron a su encuentro y cuando estuvieron uno enfrente del otro, se dieron un fuerte abrazo y se dieron su primer beso después de varios años. Un beso que se les fue arrebatado desde hace mucho tiempo. Se dijeron todas las cosas que sentían en ese momento y se juraron amor eterno. Todos los presentes, se conmovieron con la escena y se maravillaron de saber que después de tantos años, su amor seguía intacto, entre ellos la familia de Él y de Ella.
Había una vez en un mundo mágico llamado ''El País de Aslan'', un par de jóvenes enamorados que se reencontraron para estar juntos para toda la eternidad.
Ambos pasaron por el dolor, la tristeza, la pena, el odio, la infidelidad y otras desdichas pero al final el amor triunfo una vez más para juntos por siempre estar.
Y desde entonces, los jóvenes enamorados, vivieron felices y juntos, como siempre debieron estarlo.
Su amor pasó por las más duras pruebas de fidelidad y lealtad, pero aun así ambos las superaron, pues aunque tuvieron que continuar sus vidas, Ella sin Él y Él sin Ella, uno por obligación y convicción, otra por soledad y dolor, nunca dejaron de amarse y necesitarse el uno al otro, pues solo se entrega el corazón a una sola persona en la vida; y ellos ya lo habían hecho.
Ellos se amaron, se aman y se amaran por toda la eternidad, sin importar que hagan ellos siempre encontraran la forma de estar juntos, porque su amor es más grande que la montaña más alta, más grande que cualquier odio entre sus pueblos, más grande que ellos mismos, pero sobre todo, más grande que cualquier distancia entre los mundos.
Al final las noches llenas de lágrimas, lamentos y sollozos, los malos pensamientos y los terribles sentimientos de odio y tristeza, habían valido la pena, pues ahora siempre estarían juntos, y ya jamás nadie los separaría.
Su amor es la historia de amor más grande jamás contada, la historia del Rey y la Reina, de Él y Ella, de Ella y Él, la historia de amor de Susan y Caspian.
Bueno eso ha sido todo, espero que les haya gustado y otra vez les recuerdo que volveré a FF con una nueva historia Suspian este enero de 2015.
Ojala les haya gustado y muchas gracias por haberlo leído.
Bss. :D
