Capítulo 1: El mensaje
Nico le gritó furioso, sin poder creer que estuviera presenciando esa escena.
-No pienso permitirlo, se ha ganado el derecho de la vida.
-Y yo no pienso permitir que alguien, sea quien sea, se libre de mi juicio.
-Venga ya padre, sabes perfectamente que no tienes motivos así que... ¿por qué?
-¿Por qué? Dices que ¿por qué? Muy sencillo-dijo hades con una sonrisa macabra-ya no la necesito, le dejé una vez por compasión y necesidad, pero es hora de que vuelva al lugar que le pertenece, es decir, a los asfódelos.
-¡¿en serio?! ¡No me lo puedo creer! Eres su padre, ¿¡cómo puedes hablar tan fácilmente de ello!? Como puedes querer matar a Hazel
-No solo Hazel, hijo mío, ahora que tú lo sabes, no te pudo dejar marchar...
-¡¿qué?! ¡Aléjate! NOOO-Y de momento todo se volvió negro.
Nico despertó sobresaltado, incapaz de pensar con claridad, no hasta que todo el sueño hubo pasado por su mente otra vez. Fue entonces cuando captó la magnitud el problema de lo que probablemente pudo ser un sueño premonitorio, sabiendo eso de antemano, aún había solución, aún se podía evitar.
El siguiente pensamiento que pasó por la cabeza de Nico Di Angelo fue el hecho de que su sueño podía estar sucediendo en ese mismo instante, cosa que produjo la súbita necesidad de espiar a su todopoderoso padre.
No pudo ser mayor su sorpresa cuando descubrió que había acertado, mientras su oreja seguía pegada a la puerta de caoba negra que daba entrada a la sala de trono.
-entonces está decidido, me alegro de que nos apoyes en este plan hermano- dijo un conforme Zeus.
-Nadie se dará cuenta, parecerá sólo un accidente-dijo entonces hades.
-Me lo imaginaba-opinó el dios del cielo- después de todo eres el dios de la muerte.
-Si, bueno, pero primero la enviaré a los campos Elíseos, por si acaso Nico decide visitarla. Después la cambiaré a su verdadero destino, los asfódelos. Después de yodo ya no la necesitamos, solo es una piedra en el camino, Hazel está mejor muerta.
Fue en ese momento cuando, en su sueño entró furioso en la sala del trono, pero esta vez se contuvo, sabiendo que sino no cambiaría nada. Ahí fue donde entendió el grave error que cometió al entrar, porque la segunda parte fue decisiva.
-Bueno, te dejo para que lo prepares todo- después de esa corta pero intensa charla Zeus cortó la conexión.
Hades suspiró, no le apetecía hacerlo, pero en parte estaba de acuerdo con el plan, y sabía que aquello era necesario por lo que...
-No tengo más remedio... solo espero poder revivirla, cuando llegue el momento, y darle una nueva vida cómoda y más sencilla que la que le ha tocado vivir- Nico se sorprendía más con cada palabra que oí á por lo menos Nico se pudiera librar, pero esto sucederá con cada uno de esos asquerosos niñatos desagradecidos.
El niño emo no podía creer lo que oía, era algo macabro, pero a la vez bonito, entrando a considerar lo importante que son sus hijos para él.
-Realmente me duele tener que matar a mis únicos hijos vivos, pero es por un bien mayor. Espero que Nico no se entere nunca, o tendré que terminar con él antes de lo previsto.
Ante esa súbita declaración el actual espía decidió que era mejor no tentar la suerte y marcharse antes de que lo pillara.
...
Hades suspiró, Nico era un niño muy descuidado e inocente si creía que no se daría cuenta de la presencia de un semidiós al pie de su trono, pero no era capaz de castigarlo, y, ya que solo lo sabía él, decidió que nadie lo descubriría si por casualidad se olvidaba de comentar ese pequeño detalle y decidía esconder ese desafortunado caso de pérdida de información. Así tal vez podía evitar su muerte prematura y, con mucha suerte, tal vez Nico encontrara la forma de salvar "por casualidad" a Hazel, y eso hablando de milagros, porque nadie había salido bien parado desafiando a los dioses. Porque todo estaba premeditado, porque todos los estúpidos semidioses que creían haberse salido con la suya iban a tener su merecido. Ellos estaban hartos de no ser respetados, pero eso nadie lo sabría.
…
Nico no supo ni a donde ir pero, en cuanto su cerebro empezó a funcionar como debía, en seguida cayó en la cuenta de que, sabiendo la situación actual, Hazel estaría en el campamento mestizo, ayudando bien con la defensa o bien en la enfermería. Por eso y debido a su inmensa preocupación, en cuanto esto se le pasó por su cabeza no dudó en hacer un viaje sombra hasta dicho lugar, ansioso por acercarse a Hazel y acogerla bajo su ala por siempre y para siempre, no pudo evitar pensar en un y mil modos de protegerla sin contarle lo sucedido, queriendo evitar más malas noticias en la actual situación. Más todos estos pensamientos y aquellos que luchaban por salir hacia la libertad de sus ideas fueron interrumpidos por cierto hijo de Poseidón que le miraba con curiosidad. Dicha persona parecía haberse olvidado de lo que fuera que quisiera en aquel primer momento en el que lo encontrase ahí parado sumido en sus pensamientos. Nico sólo esperaba que no llevara allí media hora mirando hacia el vacío con la vista fija en quién sabe qué. No solo por la prisa que tenía en un primer momento, no sólo la desbordante ironía que poseía el simple pensamiento de estar perdiendo el tiempo pensando en cómo hacer todo lo más rápido e inteligentemente posible, no, lo que más le preocupaba ahora mismo era la gran serie de malentendidos que se podrían causar a causa de los malpensados que eran los adolescentes de esta época y los rumores que podrían empezar si alguien hubiera visto a Jackson y Di Angelo mirándose fijamente. O que, en el mejor de los casos sólo lo hubieran encontrado allí sólo y pensaran que el hijo de Hades había perdido definitivamente la cabeza, en cualquier caso, cualesquiera que pudieran haber sido los pensamientos de quien quiera que lo hubiera visto, no sería para nada beneficioso. Todo ello fue nuevamente interrumpido por el chico acuático pero, a diferencia de la ver anterior, esta vez fue la voz de dicho muchacho la que lo sustrajo y lo llevó de vuelta a la realidad.
-¡Hey Nico! ¿Qué tal?- Percy se quedó callado un momento supongo que esperando una respuesta así que no tardé en contestar un simple "bien" a lo que él añadió, para sus adentros- juraría que se me olvida algo… creo que era importante… bueno, da igual. ¿Qué te cuentas?
-Nada importante- mintió- sólo venía a visitar a Hazel.
-Ah… sí… Hazel… ella estaba ayudando en la enfermería, cuidando de Frank que se está haciendo un par de revisiones para estar listo para la… ¡HOSTIA! NICO, VAN A ATACAR EN CUALQUIER MOMENTO ¡OH DIOSES! ¡CÓMO SE ME HA PODIDO OLVIDAR!
-¡¿QUÉ?! PERCY PERO EN QUÉ ESTABAS PENSANDO
-¡AGH! SOY ESTÚPIDO
Esta conversación a voz en grito no duró demasiado tiempo pues esta fue interrumpida por una serie de explosiones y gritos de guerra
-oh… mierda… hablando del diablo…-murmuró Percy.
Ambos echaron a correr atravesando el bosque en dirección a los ruidos provenientes del campo de batalla y no tardaron en llegar a un gran claro en el bosque en el que se encontraba el enemigo. Nico los observó detenidamente. Ese grupo de seres encapuchados con forma humanoide que, a causa de sus capas era imposible reconocer si de verdad eran humanos o, por el contrario, eran monstruos sanguinarios. La mayor parte de ese grupo de seres vestían una capa negra por lo que, a pesar de la gran imaginación que tienen un grupo de adolescentes con TDAH y dislexia, fueron nombrados de la forma menos original que encontraron, "capuchas negras". Pero como ya había dicho antes, no todas las capas eran negras, es más, sólo una tenía una variante de color, el jefe, el más fuerte de todos, aún no lo habían conseguido vencer, ni siquiera Percy, Jason y Clarisse juntos. Por lo que este monstruo, a pesar de los miles de millones de motes increíblemente buenos que daban cabida su habilidad, sólo fue llamado "capucha lila" y, con esto, creo que se puede adivinar el color de dicha capa. Y dicho todo esto sólo queda añadir la cosa más extraña de su atuendo, el extraño símbolo que brillaba con intensidad en la espalda de todas y cada una de las capas.
Nico no había luchado mucho contra ellos, aunque sí lo suficiente como para conocer su forma de actuación, es más, siempre era la misma rutina: la mayor parte de los encapuchados se quedan el el frente mientras que los otros se escabullen para destrozar las cabañas, sean cuales sean. Rara vez han atacado en el campamento de Júpiter pero lo primero en ser destruido fueron una serie de templos, bueno, pensándolo mejor, todos y cada uno de los templos que Jason había construido con el paso del tiempo durante estos tres años tras terminar la guerra contra Gea también habían sido destruidos piedra por piedra. Así que, este grupo de enemigos estaban claramente en contra de los dioses y, por primera vez desde que se vio inmerso en este mundo mitológico, Nico Di Angelo dudó de estar en el bando correcto. Miró la batalla y supo que todo esto era un error. No había motivo para una pelea, no aun cuando un gran grupo de monstruos parecían estar de parte de los encapuchados porque, si te fijabas bien, te podrías dar cuenta de que muchos de ellos eran enviados de Hades. El mismo Hades del que había sido destruido un templo en su honor, destruido por los encapuchados, los mismos que más de una vez han destruido cualquier monstruo que les molestara. También cabe destacar que, si bien lo habían considerado hasta ahora simples casualidades, ellos habían protegido a más de un semidiós de lo que hubiera sido una muerte segura causada por la más amplia variedad de monstruos.
Percy salió disparado hacia capucha lila, el cual empezó a combatir con su habitual singular baile de dagas, con el que, como un verdadero gato, se escabullía de los ataques del hijo de Poseidón como si de un juego se tratase mientras le hacía cientos de arañazos que podían haberle matado si eso hubiera querido demostrándole, así, su inmensa superioridad a la que como se notaba a simple vista, Percy ya estaba más que cansado.
Nico se quedó un par de segundos quieto, dudoso de atacar tras su nueva impresión pero, a sabiendas de que no le quedaba otro remedio, empezó a luchar.
Giró su cabeza hacia la derecha y divisó a Jason comenzando un gran vendaval que arrasó con unas veinte dracaenaes y quince perros del infierno.
Cuando rotó su rostro hacia la dirección contraria descubrió a una Piper combatiendo codo con codo con Annabeth contra un capucha negra especialmente hábil que daba mucha guerra.
Si se fijaba en la parte norte del improvisado campo de batalla podía divisar a la tan conocida Clarisse junto a la cabaña de Hefesto luchando contra nada menos que cinco hidras.
En cambio en el sur encontrabas a los hermanos Stoll se compenetraban para encargarse de un par de capuchas negras especialmente rápidos, el primero de ellos era más alto, al contrario que su compañero que, a pesar de su baja estatura, era tan rápido como su colega. En esta zona también se encontraba la cabaña de Deméter luchando contra un grupo de nacidos de la tierra.
En los bordes del claro de hallaban el resto de las cabañas de Ares, Atenea y Hermes encargándose de que ninguno escapara del claro para destruir el campamento aunque esta última cabaña tenía un segundo papel y era el de recoger a todos los heridos que pudieran y llevarlos a las sedes médicas situadas alrededor del campo de batalla en posiciones estratégicas y con algún campista encargado de la defensa de dichos lugares.
Más allá, en las copas de los árboles se encontraban Frank y parte de la cabaña de Apolo haciendo el papel de arqueros y disparando desde las alturas aunque este primero variaba mucho de posición según donde era necesitado utilizando su cambio de forma.
Y así llegábamos a su actual posición en el la parte central donde se encontraba Percy y capucha lila, él mismo que, tras haber acabado con un telekine, procedió a ayudar a Percy contra semejante arduo enemigo. A su alrededor se encontraban las cabañas de iris y Némesis junto con los pegasos y parte de Afrodita y, según el plan del que había sido informado hace una semana cuando todo fue organizado, el resto de dicha cabaña se tendría que encontrar en las sedes sanitarias. Por otra parte, a pesar de ser imposibles de divisar desde su posición, la cabaña de Hécate estaría manejando la niebla a pesar de los pocos resultados que había dado últimamente.
Nico buscó con la mirada a Hazel y, por fin, a pesar de que su posición debía estar junto con la cabaña de Hécate, se encontraba ayudando alrededor del campo de batalla montada en Arión. Esto no le sorprendió ni un ápice considerando que estaban hablando de Hazel Levesque, y ella nunca se quedaba quieta si tenía algo mejor que hacer. Percy le hizo una seña a la muchacha y ella no tardó en unírsele en su lucha contra CL (capucha lila).
Aquello parecía misión imposible pues cualquiera que fueran los ataques acuáticos de Percy, estos se evaporaban como por arte de magia. Partía sus esqueletos como si de mantequilla se tratase y, considerando lo rápido que es Arión, aún no habían conseguido causarle ninguna herida. Era desesperante no parar de atacar, esforzarse hasta el desmayo y, aun así, parecer como si todo lo que hubieran hecho no hubiera servido para nada. Los tres habían sido heridos por diversas partes, si bien estas no fueran poco más que rasguños. No parecían avanzar y estaba seguro de que no merecía la pena, avanzó hacia delante e intentó una finta, pero fue esquivada con un salto vertical y, apoyando sus manos en su nuca, impulsó todo su cuerpo entero hacia el suelo. Nico gimió a causa de semejante tortazo y, sin querer, pronunció una pequeña pregunta, salida de sus más profundos pensamientos y dirigida únicamente al encapuchado frente a él:
-¿Por qué?
A pesar de esta fuera poco más de un susurro y contando con el ensordecedor ruido de alrededor, su cuestión fue escuchada por la persona adecuada que se giró momentáneamente (algo menos de una décima de segundo) para volver a su batalla a la Nico no tardó en reincorporarse por quincuagésima vez.
Fue en ese momento en el que el objetivo del jefe encapuchado cambió desde uno general hacia… Nico.
-¡AGH!- Nico no pudo evitar gemir de dolor cuando múltiples cortes simultáneos le perforaron la piel de su brazo derecho pero, nuevamente, algo se le antojó como extraño y es que, ciertamente, lo era. Entre todas la voces de alrededor, distinguió una, un pequeño susurro cercano a su oído y de tono místico pero… juraría que lo había escuchado antes… ¿o no?
-Lo siento…-eso fue precisamente lo que escuchó un instante antes de recibir la herida. Y se repitió, dos y hasta tres veces en el transcurso de apenas dos minutos. Nico se agarró el brazo más lastimado, es decir el derecho, pues el otro apenas había sido víctima de tres cortes poco profundos, Percy y Hazel le estaban cubriendo y, aprovechando de esos segundos de escasa paz, decidió observar sus heridas para comprobar que tan malas eran pero, a pesar de su precisión, no eran más que superficiales, nada digno de nombrar y, cuando se disponía a volver a la batalla, se dio cuenta de algo realmente sorprendente: eran palabras, ¡esos cortes formaban palabras! Nico lo leyó cuidadosamente y comprobó, en efecto, que el mensaje era este: "mañana, Central Park" por ello observó su brazo izquierdo rápidamente y, como imaginaba, eso era un simple número "7", en pocas palabras, la hora.
Nico vio como CL luchaba como si nada. Como si realmente estuviera ajeno a todo aquello y decidido a seguirle el rollo por lo que, convencido de que había captado el mensaje, decidió encontrar alguna forma de hacérselo saber y, ¿qué mejor que susurrárselo en uno de sus ataques? Y con todo ello ya planeado, se puso manos a la masa y abandonó su posición defensiva para pasar a otra ofensiva y poder cumplir su objetivo, pero no fue tan sencillo como le sonó a él en un principio, porque, puede que se le hubiera olvidado a causa de la impresión provocada por dicho mensaje, no había forma humana de acercársele siquiera. No supo cuánto tiempo había pasado cuando le surgió una pequeña oportunidad en la que le susurró un simple "mensaje entendido" y, antes de que pudiera atacar o defender, un corte profundo que le arrancó un grito de agonía se encargó de borrar, en opinión del pobre Di Angelo, de una forma muy bestia y burda todo posible mensaje y, a continuación y antes de que cualquiera pudiera hacer nada, destruyó la cabaña de Hades. Todo aquello fue muy rápido, no es que soliera ser muy diferente, pero sinceramente no estaba demasiado acostumbrado a su veloz reagrupación y su repentina desaparición como si de un viaje sombra se tratase, nada más que eso era imposible ya que lo habían hecho en el centro del claro sin pizca de sombra y a pleno sol así que… ¡otro misterio más pal' saco!
….
Nico salió de la enfermería con ambos brazos vendados y, por primera vez en años, no salía pensando en Solace, no, por su cabeza sólo pasaba una y otra vez esta última frase que le había formulado al cortarle el brazo deshaciéndose de la información.
-A solas…
