Disclaimer: Todo lo que reconozcan pertenece a JKR.

Este fic participa en el reto "Amortentia al azar" del foro "La Sala de los Menesteres".


Misterios de magia y amor

I.

Ajo contra los vampiros

Merlín miró con curiosidad la rosácea poción que Lord Salazar había depositado sobre su mesa, parte del trabajo de identificación que tendrían que llevar a cabo ese día como uno de los exámenes de fin de curso.

El brillo nacarado de la poción, junto con el vapor ascendiendo en inconfundibles espirales de la misma, no tardó en indicarle que no era otra cosa que una muestra de Amortentia, la poción de amor más poderosa que existía dentro del mundo mágico.

El mago sabía que olía diferente para cada persona, por lo que acercó su nariz al caldero con curiosidad y aspiró ligeramente, intentando identificar los aromas que le proyectaban la poción.

Ajo.

¿Ajo?, se preguntó Merlín con extrañeza, arrugando la nariz y alejándose del caldero, intentando buscar en su memoria algún recuerdo relacionado con aquel peculiar olor.


El sol brillaba en lo alto del cielo de Camelot, pero Merlín no lo disfrutaba plenamente aquel día. Se había pasado toda la noche anterior aterrorizado por las historias de vampiros que había oído por accidente de boca de los guardias, sin ser capaz de pegar un ojo a sabiendas de que había un monstruoso ser chupasangre al acecho de la ciudad.

Con cuidado de no ser visto, se escabulló a las cocinas del castillo con un viejo libro de criaturas mágicas bajo el brazo, regalo que Lady Rowena Ranvenclaw, una de las fundadoras de Hogwarts, le había dado pocos días atrás, al visitarlo con la noticia de que él era un mago. El libro comentaba en su interesantísimo capítulo seis una de las formas más comunes de ahuyentar vampiros, forma que él esperaba poder llevar a cabo para su protección.

Bertha, la vieja y regordeta cocinera principal de la familia real, regañaba a unas aprendices que habían dejado quemar unas cuantas verduras, dándole la oportunidad perfecta al niño para adentrarse a la despensa sin ser visto.

Merlín consiguió llegar junto a las bolsas de ajo con el mayor sigilo del que era capaz, tan concentrado en no ser atrapado, que no pudo evitar sobresaltarse cuando una voz lo tomó por sorpresa, diciendo:

—¿Qué estás haciendo aquí, Merlín? —Morgana Le Fay, hija adoptiva del rey Uther, lo miraba inquisitivamente con sus grandes ojos azules y sus blancas manos sobre su cadera, casi en una pose de regaño.

—Lady Morgana —tartamudeó el niño con sorpresa, antes de apresurarse a hacer una reverencia para exasperación de Morgana, a quien no le gustaba ser tratada por su amigo como una princesa—. Yo… yo solo… —Merlín trataba de buscar en su mente algo que le sirviera como justificativa para su comportamiento, pero pronto su cabeza se vio ocupada con otro pensamiento—. ¿Eso es ajo? —preguntó, olvidando su posición de plebeyo y señalando el extraño collar de verduras que la pequeña Morgana traía alrededor de su cuello.

La niña tuvo la decencia de sonrojarse ligeramente, antes de balbucear con vergüenza:

—Bueno… ya sabes, dicen que es bueno contra los vampiros, ¿no crees?

—Claro —contestó Merlín con una sonrisa de comprensión, ocultando unos cuantos ajos en sus propios bolsillos, sin que Morgana lo notara—. Siempre es bueno portar un poco, aunque su olor no sea muy agradable, al menos para mí —agregó, antes de señalar su libro—. Lo dice aquí.

—¿Me dirás? ¿Me dirás, Merlín, cómo es Hogwarts? —preguntó la niña olvidando el asunto de los vampiros, mirando el libro con anhelo e ilusión.

—No hará falta, creo yo. Estoy seguro que Arturo convencerá al rey de dejarte ir conmigo —respondió Merlín, antes de hacer una reverencia y marcharse por donde había llegado, sin escuchar el "eso, espero" que escaparon de los rosados labios de Morgana Le Fay.


¡Hola a todos!

He yo aquí, aprovechando el hecho de que JKR hizo que Merlín viajara al futuro para poder ser estudiante en Hogwarts.

Merlín, Morgana, el rey Arturo y demás, siempre me han llamado mucho la atención, así que no quería desaprovechar la oportunidad de escribir sobre los dos primeros en este reto.

Serán tres capítulos, uno por cada olor de Amortentia de nuestro joven Merlín, así que nos estaremos leyendo pronto.

¡Hasta la próxima!