Todo comenzó un viernes, uno cualquiera, Akashi llegó a casa y suspiró, dejó su mochila en el gran sillón que tenía junto a la puerta y se fue a cambiarse, había sido un día larguíiiiiismo, y lo único que quería ahora mismo era darse un baño, cenar algo rico e irse a dormir. Pero su plan cambió cuando después de cenar, decidió mirar su teléfono solo para echar un vistazo a las novedades en las redes sociales, pero al encender la pantalla su whatsapp continuaba abierto desde la última vez que lo miró, mostrándole su lista de contactos y cuáles de ellos estaban conectados en ese momento, el pelirrojo fue a cerrarla, pero de reojo se fijó en quiénes de sus amigos estaban en línea y se detuvo al leer su nombre
- Shintaro...
…
"Mensaje de Seijuuro Akashi"
- ¿Akashi?- Se preguntó el de las gafas a sí mismo cuando este mensaje apareció en medio de su pantalla.
Decidió abrir la conversación y vio que el mensaje del pelirrojo era un simple "Hola", Midorima levantó una ceja ya que casi nunca hablaba con Akashi fuera de la escuela, y cuando lo hacía era porque se veían en persona, respondió a su mensaje de la misma forma y tras un par de minutos su móvil volvió a vibrar indicándole que Akashi había respondido.
- ¿Qué tal estás?- Fue el siguiente mensaje de Akashi.
- Bien, supongo, tengo algo de sueño.
- Comprendo, el entrenamiento de hoy debe haber sido duro para tí, ¿es tan estricto tu capitán?
- Sí, pero sé que es porque es necesario mejorar, todos en Shutoku entrenamos duro.- Respondió Midorima algo extrañado de que Akashi empezase a preguntarle de repente por sus entrenamientos.
- Ya veo. ¿Estás en la cama ahora?
- Sí, me estaba preparando para dormir, ¿por?
- Nada, no importa, descansa.
Antes de que Midorima pudiera responderle con un "Igualmente", Akashi ya se había desconectado. Qué conversación tan rara... El de las gafas no le dio mayor importancia al asunto, pero Akashi no hizo lo mismo, realmente al principio solo quería charlar un rato con Midorima porque estaba aburrido, porque le apetecía, así que no sabía por qué de repente se le ocurrió preguntarle si estaba en la cama (Gracias a Dios el mayor no había preguntado nada sobre eso), pero lo más raro de todo, tampoco sabía por qué de repente tenía una erección. Solo le había hecho una pregunta, y él solo le había respondido, pero en cuanto leyó esa respuesta afirmativa se lo imaginó, se lo imaginó a él, tumbado en su cama, solo con su ropa interior, dejando ver todo su cuerpo bien formado gracias al baloncesto, ese abdomen... esos brazos... esas enormes manos que dejaría tocar todo su cuerpo a su antojo... Eso fue lo que imaginó, y, minutos después, se encontró a sí mismo a oscuras sobre su propia cama masturbándose con aquella imagen, ya consideraba a Midorima un chico guapo, tenía ojos en la cara, pero en ningún momento se había parado a pensar en él de "esa" forma, ¿qué pensaría de él por Dios? Alguien de la familia Akashi no debería tener pensamientos tan sucios ni cometer acciones tan deplorables, menos aún teniendo en cuenta que hablábamos de otro hombre.
…
El día siguiente pasó, tras otra larga jornada, y sin haber sabido nada más de Midorima después de la conversación de la noche anterior, Akashi volvió a entrar en su casa, justo como el día anterior, dejó su mochila y fue a ducharse. Mientras este estaba tranquilamente lavándose para luego irse a la cama un pensamiento fugaz atravesó su mente, "¿Hablaré hoy de nuevo con Shintaro?", el pelirrojo abrió de golpe los ojos al darse cuenta de las cosas que estaba pensando y negó con la cabeza, lo que había hecho no debía volver a repetirse, como Midorima se enterase de ello le miraría raro y le perdería todo el respeto, no estaba dispuesto a dejar que eso ocurriese. Al acabar de ducharse se puso su pijama y se marchó a su habitación tras darle las buenas noches a su protector, se tumbó en la cama y cerró los ojos listo para dormir...
"¿Hablaré hoy de nuevo con Shintaro?"
No, no iba a volver a hacerlo, no iba a volver a hacerlo, no iba a... La luz de su móvil le deslumbró cuando de repente lo encontró entre sus manos, abrió la aplicación de whatsapp y... ahí estaba, de nuevo Midorima aún estaba en línea, y de nuevo Akashi había caído cuando le mandó un mensaje a modo de saludo.
Midorima sintió el móvil vibrar a un lado de su mesa mientras acababa de revisar sus tareas para el día siguiente, tras guardar sus cosas, tomó el teléfono y vio el saludo de Akashi, otra vez, se extrañó por esto, pensaba que lo que habían estado hablando el día anterior había sido solo una coincidencia, el pelirrojo le había visto conectado y había decidido hablarle, ¿habría pasado de nuevo? Se preguntó el de pelo verde a sí mismo sin saber lo que había detrás de aquellos mensajes.
- Hola, Akashi, ¿sucede algo?- Respondió el de las gafas extrañado.
- No, ¿debería? Solo quería hablar un rato contigo, igual que hicimos ayer.
- Pero ya es tarde, dentro de poco iré a dormir.
- Puede seguir hablando conmigo un rato desde la cama, ¿qué estás haciendo?
- He terminado de estudiar, acabo de guardar las cosas e iba a cambiarme.- Akashi levantó ambas cejas al leer la parte de cambiarse, negó efusivamente con la cabeza cuando la imagen de Midorima desnudándose frente a él atravesó su mente, no iba a hacerle la pregunta, sería demasiado sospechoso y denigrante, no iba a decirlo, no iba a...
- ¿Qué llevas puesto ahora?- Lo dijo.
Akashi miró la pantalla arrepintiéndose inmediatamente y maldiciéndose, esa era la típica pregunta que Aomine le haría a Kise un viernes por la noche, no él a Midorima... Este tardó varios minutos en contestar, ¿se habría enfadado con él? ¿Sabría lo que estaba haciendo? Akashi agrandó los ojos al leer su respuesta tras casi cinco minutos de tortuosa espera.
- Estoy aún en ropa interior, tengo que ponerme el pijama.
- Shintaro, ¿te puedo llamar?
- ¿Ahora? Es tarde, mi hermana está durmiendo, y mis padres me reñirán si me oyen aún despierto.
- Quédate así.- Pidió el pelirrojo refiriéndose a la manera en la que estaba vestido.
- ¿Así cómo?- Preguntó Midorima sin saber a qué se refería.
- Quiero seguir hablando contigo hoy, ¿me prometes que vas a seguir hablando tú conmigo?
De nuevo, Midorima tardó un par de minutos en contestar, el pelirrojo sentía que estaba metiendo la pata cada vez más, a este paso Midorima le bloquearía y no querría saber nada más de él, aquella conversación estaba convirtiéndose en algo demasiado sospechoso.
- Sí.- Respondió Midorima finalmente.
- Bien, ¿ya te has metido en la cama?- Midorima respondió afirmativamente de nuevo.- Tienes que hacer lo que yo te pida, ¿está bien?
- Akashi, no entiendo qué quieres decir...
- Solo haz lo que yo te pida, ¿de acuerdo?- El de las gafas respondió de manera afirmativa por tercera vez.- Ponte una mano en el pecho y acarícialo lentamente, Shintaro.
- Ya lo estoy haciendo, ¿para qué quieres que haga esto Akashi?
- Eso no importa, pasa las manos por tus pezones y acarícialos también.- Midorima se extrañó aún más, pero de nuevo cumplió con lo ordenado.- Ahora imagina que son mis manos, ¿te gusta más así?- El de las gafas no respondió.- Shintaro, ¿de qué color es tu ropa interior hoy?- Cambió el pelirrojo de pregunta al ver que con la anterior le había incomodado.
- ¿Por qué ese interés, Akashi?
- Curiosidad, me gustaría imaginar cómo te ves ahora mismo, pero no me hace falta saberlo si no quieres decírmelo. Baja una mano a tu ropa interior, Shintaro.
Después de esa última petición el mayor no volvió a contestar, al ver que pasaron más de 10 minutos sin respuesta Akashi comprendió que le había incomodado al ir demasiado deprisa, era evidente que no es algo muy normal que alguien con quien apenas hablas de repente empiece a pedirte que te toques por medio de mensajes. El pelirrojo suspiró y apagó el móvil, esperaría algunos días más para volver a hablarle a Midorima, cual fue su sorpresa cuando tan solo dos días después, Midorima el primero en enviarle un mensaje casi a la hora de dormir.
- Akashi, ¿qué fue lo que pasó el otro día? Estabas raro.- Akashi levantó una ceja, ¿de verdad no había entendido cuál era su intención aquella noche?
- Solo trataba de hacerte sentir bien, ¿no te gustaba?
- Era extraño...
- ¿Por qué?- Preguntó confundido ya que pensaba que el mayor estaba enfadado con él por lo sucedido, Midorima no respondió.- ¿Tu cuerpo reaccionó de alguna forma?- De nuevo Midorima no respondió, y eso para Akashi, y viniendo de él, significaba "Sí".- Shintaro, ¿tienes skype?- El de las gafas respondió con un simple "Sí".- ¿Hay alguien más en tu casa?
- Mi hermana ya está dormida, y mis padres han salido a cenar.
- Enciende tu ordenador y conéctate a skype.- Pidió dejando el móvil a un lado yendo a encender su ordenador.
En unos quince minutos, ambos ya estaban frente a sus respectivos escritorios con su ordenador de sobremesa encendido y su sesión de skype iniciada, sabiendo que lo que iban a hacer no era algo demasiado adecuado para su edad, ninguno se atrevía a ser quien comenzase la vídeo llamada. Finalmente, Akashi fue quien solicitó la llamada para encontrarse con la pantalla totalmente en negro salvo por su propia imagen en la esquina inferior derecha.
- ¿Shintaro?- Preguntó al verlo poniéndose sus cascos con micrófono.- ¿No tienes cámara?
- S-Sí tengo...- Respondió la voz del otro a través del ordenador.
- Enciéndela, por favor.- El mayor dudó unos segundos pero terminó encendiendo su cámara, ambos ya estaban llevando su pijama y bastante sonrojados y cohibidos por la situación.- Shintaro, ¿tu cuerpo reaccionó la otra noche?- Repitió sabiendo que cara a cara Midorima debía responder, este apartó la vista y se mantuvo callado.- Shintaro.- Le llamó de nuevo el pelirrojo.
- P-Puede que un poco...- Respondió avergonzado bajando la vista.
- No es algo malo, ¿estabas excitado?- Midorima mantuvo la vista baja pero asintió levemente con la cabeza.- ¿Lo estás ahora?- Midorima le miró confundido sin saber qué contestar.- Yo puedo hacer que lo estés de nuevo si es lo que quieres, Shintaro...- Añadió deteniéndose lentamente en cada una de las letras de su nombre esperando provocarle.
- ¿C-Cómo?- Preguntó el otro tímidamente.
- Igual que la última vez, pero esta vez quiero ver cómo te tocas.- Ordenó el pelirrojo.
Midorima apartó la vista, pero acabó accediendo, empezó a hacer todo lo que Akashi le iba ordenando, se quitó la camiseta del pijama frente a la cámara y el pelirrojo hizo lo mismo para que al otro no le diese tanta vergüenza. El mayor volvió a comenzar acariciando su pecho y el resto de su torso mientras cerraba los ojos imaginando a Akashi, empezó a pellizcar y juguetear con sus propios pezones mientras el menor le observaba a través de la pantalla sobándose su zona íntima viéndole y escuchando los suaves y pequeños gemidos que exhalaba Midorima.
- Shintaro.- Le llamó tratando de que no se le notara mucho en la voz lo que estaba haciendo.- ¿Estás duro?- El de las gafas se sonrojó de golpe y asintió levemente con la cabeza.- Enséñamelo, quiero verte.
- A-Akashi, no puedo hacer eso...
- No es una petición, es una orden.- Midorima dudó bastante, pero bajó un poco la cámara para que pudiera verle también de cintura para abajo a pesar de que aún llevaba su pantalón, Akashi se relamió los labios al ver su erección y se bajó un poco el pantalón y la ropa interior para estar más cómodo.- Quítate el pantalón y tócate para mí.
Esta vez, en lugar de protestar como normalmente hubiera hecho, Midorima cumplió la orden a la primera, se bajó el pantalón y el bóxer solo lo justo para dejar su miembro fuera y empezó a tocarse frente a la cámara muuuuy avergonzado, Akashi sonrió de oreja a oreja y continuó moviendo su mano más deprisa mientras aún escuchaba a Midorima gimiendo y suspirando de fondo.
- A-Akashi...- Le llamó sin detenerse.- ¿T-Tú también lo estás haciendo?- Preguntó ya que la cámara de Akashi continuaba enfocando únicamente a su cara sonrojada por la excitación.
- Sí, ¿quieres verlo?- El mayor asintió un poco con la cabeza y Akashi bajó su cámara también dejando ver su entrepierna y cómo atendía esta con sus manos.- ¿Te gusta verme? ¿Hace que te excites más?- Preguntó Akashi sonriendo de medio lado al ver a Midorima auto complaciéndose mientras le miraba en la pantalla de su ordenador.
- S-Sí...
Pasaron así varios minutos más hasta que ambos se corrieron, siguieron jadeando los segundos posteriores a que hubiera pasado el orgasmo y ambos volvieron a colocar sus cámara correctamente mirándose bastante sonrojados por lo que acababan de hacer.
- ¿Por qué querías hacer esto?- Preguntó Midorima volviendo a vestirse rápidamente.
- ¿Por qué crees, Shintaro?- El mencionado guardó silencio unos segundos.
- ¿Yo te gusto, Akashi?
- Dentro de una semana voy a acudir a Tokyo por unos asuntos, me quedaré dos noches en un hotel, te enviaré la dirección.- Dijo ignorando la pregunta.- No tienes que acudir si no quieres, pero seguro que lo que acabamos de hacer en persona nos resultaría mucho más placentero. Nos vemos, Shintaro, cuídate hasta entonces.- Añadió el pelirrojo dando fin a la llamada.
Midorima suspiró y apagó el ordenador, ahora mismo su mente estaba hecha un lío, no tenía nada en claro, ¿Akashi quería algo de verdad con él o solo estaba usándole para descargarse? Él también le había usado para descargar su propia tensión a pesar de que nunca había pensado en Akashi de esa manera... ¿Debería acudir a ese hotel?
...
Este fanfic tendrá segundo capítulo, pero no sé fecha exacta, lo siento :/
Por otro lado aviso de que (No es seguro) quizás no pueda actualizar "Verdad o reto" el domingo, debido a falta de inspiración, ya que como siempre si veo que el capítulo es una mierda prefiero esperar más y publicarlo bien, y también porque estos días estoy bastante ocupada con cumpleaños de amigas/familiares y eso (Cumplen todos a la vez Dx). Pero no os preocupéis, el fic sigue, y no tardaré mucho en actualizar si me paso de la fecha ^-^
¡Nos leemos!
