Disclaimer: Sunny entre estrellas nome pertenece. Tanto su historia como sus personajes pertenecen a Disney Channel. Hago esta historia sin ánimo de lucro.
SÍ QUE ERA ÉL, PERO... ¿QUÉ QUIERE ELLA AHORA?
Capítulo 1: I'm Only Me When I'm With You
I'm only up when you're not down [Me siento bien cuando tú no te sientes mal]
Don't wanna fly if you're still on the ground [No quiero volar si tú aún estás en el suelo]
It's like no matter what I do [Es como si no importara lo que haga]
Well you drive me crazy half the time [Bueno, me vuelves loca la mitad del tiempo]
the other half I'm only trying to let you know that what I feel is true [la otra mitad del tiempo sólo intento hacerte saber que lo que siento es real]
and I'm only me when I'm with you [y que sólo soy yo cuando estoy contigo]
I'm Only Me When I'm With You – Taylor Swift(Taylor Swif [Deluxe Edition])
- ¡Sunny! - Sunny Munroe dio un respingo sobresaltada porque Tawni Hart acababa de gritarle en la oreja. Casi la mata de un infarto...
- ¿Qué? - exclamó llevándose una mano al pecho para intentar calmar los acelerados latidos de su corazón.
- Te has vuelto a quedar en babia sonriendo de una manera muy rara - prosiguió la rubia -, y estamos en una reunión muy importante. Así que despierta de una vez y préstale la atención que se merece a mi magnífica idea para el nuevo sketch - "Como siempre, Tawni no necesita que la elogien. Ya lo hace ella solita...", pensó Sunny sonriendo.
Intentó concentrarse en las palabras de la diva rubia pero simplemente le fue imposible. ¿La razón? Adivinadlo: tiene tres nombres, pelo rubio y unos ojos increíblemente azules.
¡Exacto!
Chad Dylan Cooper.
Pero, por una vez en más de un año, el recuerdo de cómo miraba a todos por encima del hombro y de su media sonrisa burlona no le producían arcadas; sino más bien todo lo contrario.
Sunny y Chad llevaban saliendo en secreto casi cuatro meses. Y por imposible de creer que parezca, la verdad es que les iba bastante bien. Cierto, se seguían peleando día sí, día también; pero eso era lo que habían hecho desde que se conocían y ya formaba parte de ellos y de su relación. Además, nunca aguantaban más de una hora enfadados sin que uno de los dos volviera pidiendo perdón. Y aunque esto también parezca increíble, Chad había aprendido también a dar su brazo a torcer y a que no siempre llevaba la razón. En definitiva, su relación era perfecta. O casi...
A Sunny le encantaba eso de salir en secreto. Los chicos de So Random! pasaban tanto tiempo juntos que prácticamente lo sabían todo los unos de los otros. El hecho de tener un secreto que el resto de sus amigos no conocía añadía un nuevo toque de emoción a su vida. Pero la verdad era que últimamente se había estado planteando bastante a menudo el contarles la verdad. Sí, le daba un poco de miedo su reacción, pero estaba un poco cansada de tanto secretismo. Por lo general, era bastante complicado escabullirse de So Random! para ir a ver a Chad, y también odiaba mentirle a sus amigos. Lo único que impedía que cantara como un pajarito era que Chad se oponía tajantemente a hacerlo público. Y no era porque a él le importara lo que dijera la gente, o más concretamente, sus compañeros de Mackenzie Falls. Chad decía que lo hacía por ella, porque sabía que no soportaría la persecución a la que los someterían los paparazzi si se supiera lo suyo. Sunny estaba bastante segura de que lo soportaría bien, después de todo, ya estaba bastante acostumbrada a la vida en Hollywood, y tampoco podía ser tan malo, ellos no eran tan famosos como Brangelina, por ejemplo, por mucho que Chad se empeñara en decir que por lo menos él sí que lo era. Pero lo que más mosqueaba a Sunny era que, cada vez que le preguntaba por sus verdaderas razones, Chad le diera esa estúpida excusa y cambiara rápidamente de tema tartamudeando. ¡Sí! ¡Tartamudeando! En cualquier caso, ella lo dejaba pasar por el bien de la frágil paz que había entre ellos, aunque no sabía cuánto tiempo más aguantaría así.
- ¡Y eso es todo! - oyó decir a la voz de Tawni, lo que la devolvió al presente.
Los cinco chicos de So Random! estaban en una reunión para decidir cómo renovar el programa. Querían quitar algunos sketches que se habían quedado anticuados y meter otros nuevos, por eso Tawni estaba en pleno proceso de creación. Y cuando Tawni tenía alguna idea esperaba de sus compañeros que todos prestaran la máxima atención a cada una de sus palabras. "¡Genial! No me he enterado de nada", pensó Sunny angustiada. En ese momento, observó aterrorizada como Tawni se volvía hacia ella con una sonrisa escalofriante.
- ¿Te has enterado de algo, Sunny? - preguntó con falsa dulzura.
- ¡Claro! - mintió la morena.
- ¿En serio? ¿Y qué te ha parecido mi idea? - "Rápido, Sunny, dile lo que quiere oír y saldrás viva de ésta", se apremió a sí misma.
- Brillante - Tawni abrió la boca para seguramente hacerle saber de alguna manera poco cortés lo descontenta que estaba con su respuesta pero tuvo que guardárselo porque en aquel momento Marshall entró a la Sala de Atrezzo. Sunny suspiró aliviada.
- ¡Chicos, tengo una magnífica noticia! - anunció muy contento.
- ¿Puedo hacer mi teatro de marionetas? - preguntó Grady ilusionado.
- ¿Puedo montar un carnaval? - preguntó entonces Nico.
- ¿Tawnitown por fin se va a hacer realidad? - preguntó Tawni.
- Eh... no exactamente - respondió Marshall -. La noticia es que mañana llegará alguien muy especial para trabajar con nosotros esta semana.
- Espero que no sea Hannah Montana - dijo Tawni -. La última vez que estuvo aquí no nos fue muy bien. ¡Esa chica es un imán para los problemas! - entonces miró intencionadamente a Sunny -. Me recuerda a alguien... - murmuró.
Sunny sólo sonrió. Ella no tenía ninguna queja de Hannah (o Miley Stewart, para los amigos). En realidad, fue gracias a ella que Sunny y Chad estuvieran juntos.
- No, no es Hannah Montana - negó Marshall -, pero no os puedo decir nada más porque es una sorpresa. Lo único que quiero es que mañana por la mañana vengáis presentables - dijo amenazadoramente, y entonces se marchó.
- ¡Vaya! Parece que es alguien importante... - murmuró Zora cuando se quedaron solos.
- ¡Ya me lo imagino! - exclamó Nico con expresión extasiada -. ¡Seguro que es Leighton Meester! ¡O Blake Lively!
- Nico, Marshall te conoce de sobra. No creo que vaya a traerte a ninguna chica de Gossip Girl - dijo Sunny.
- Sí, nadie tiene porqué aguantar tus babeos - secundó Tawni riéndose.
- ¿Y qué tal Ashley Greene? - preguntó Nico con la misma expresión.
- Bueno, chicos, os dejo con vuestras elucubraciones. Yo me voy - dijo Sunny dirigiéndose a la puerta.
- Espera, Sunny, te acompaño - dijo Tawni, apresurándose para alcanzarla, pero no hizo falta que corriera porque Sunny se quedó clavada en el sitio.
- ¿Por qué?
- Sólo quiero preguntarte algo sobre mi sketch - "Vale, sólo quiere asesinarme por no haberla escuchado, no es que sospeche nada", se tranquilizó Sunny.
Tawni esperó hasta haberse alejado un poco de la Sala de Atrezzo para empezar con sus ataques.
- ¿Se puede saber qué te pasa? Has estado totalmente ausente durante toda la reunión - Sunny suspiró. A ver qué se inventaba ahora.
- No he estado ausente. Te he estado escuchando con toda la atención que te mereces - respondió Sunny sonriendo dulcemente.
- ¿Ah, sí? - cuestionó Tawni. Obviamente no se había tragado ni una palabra -. ¿De qué va mi sketch? - "Mierda, me ha pillado".
- De... eh...
- Respuesta equivocada, Sunny. ¡No has escu...! - al parecer, Tawni vio algo por detrás de Sunny que llamó su atención, porque Sunny nunca llegó a enterarse de cuál iba a ser la palabra hiriente que iba a dedicarle su amiga rubia -. ¡Chad! - exclamó Tawni entonces -. ¿Qué haces aquí? ¡Mackenzie Falls está en la otra dirección!
Sunny se giró muy lentamente, rogando mentalmente a quien la escuchara que Tawni se equivocara. Venga, no podía tener tan mala suerte. Un enfrentamiento entre Chad y Tawni era lo último que le faltaba.
- Sé dónde está Mackenzie Falls, rubita - espetó Chad -. Sunny - dijo entonces a modo de saludo. Sunny sólo le sonrió.
- Estoy segura de que sabes que me llamo Tawni. Y si sabes dónde está Mackenzie Falls, no sé qué haces aquí - entonces, de un empujón, Tawni puso a Sunny entre Chad y ella.
- ¡Au! - se quejó Sunny sobándose el hombro.
- ¡No te quejes y dile algo! ¡Está en nuestro territorio! - exclamó la rubia.
- Está bien... ¿Qué haces aquí, Chad?
- Algo que no sea repetir lo que yo acabo de decir - masculló Tawni -. Estáis muy raros vosotros dos. Os pasa algo y... ¡Oh! ¡Ya sé lo que está pasando aquí! - exclamó triunfal.
- ¿En serio? - preguntaron Chad y Sunny a la vez.
- Sí... es muy obvio...
- Tawni, escucha - comenzó Sunny angustiada -, te lo puedo explicar, yo... - pero Tawni la interrumpió.
- Chad ha venido en busca de su pelea diaria con Sunny - expuso la chica satisfecha consigo misma. "¡Me he vuelto a librar!", pensó Sunny incrédula. Entonces miró a Chad, urgiéndole para que dijera algo.
- ¡Sí! ¡Claro! Eso era... - exclamó el chico rápidamente. "No se entera de nada", articuló sólo para Sunny. Sunny se encogió de hombros y volvió su mirada a Tawni.
- Bien, porque estoy falta de un poco de diversión. Deleitadme con vuestro espectáculo diario - ordenó cómo si fuera una reina.
- Pues siento decepcionaros pero hoy paso de discusiones - informó Sunny mientras se giraba dispuesta a seguir con su camino (dispuesta a huir antes de que se liara la cosa aún más). Chad le dedicó disimuladamente una de sus sonrisas patentadas de seductor... y Sunny se quedó colgada.
- Oh, ahí está esa rara sonrisa otra vez - se quejó Tawni. Sí, esas sonrisas tan raras a las que se refería Tawni son las típicas sonrisas bobas de enamorada que se adueñan de tu cara cuando sales con alguien cómo Chad. ¡Oh, cómo se puede ser tan guapo! -. ¡Sunny, despierta! - Tawni chasqueó los dedos frente a la cara de Sunny, lo que hizo que la morena despertara de su ensoñación sobresaltada.
Entonces vio la sonrisa presuntuosa en la cara de Chad. Ya podía oírle decir: "¿Y tú te llamas a ti misma actriz? Ya sé que soy guapo pero deberías aprender a controlarte en público", y Sunny no podría contestarle como se mereciera porque él llevaría toda la razón. Aquello fue la gota que colmó el vaso. Sunny se hartó de aquella ridícula situación.
- ¿Sabéis qué? Me largo. Podéis quedaros aquí haciéndoos compañía el uno al otro - y Sunny salió de aquel pasillo pisando fuerte.
La jornada laboral había acabado en los Estudios Condor por aquel día, por lo que todo el mundo era libre de ir a dónde quisiera... y eso fue lo que hizo Sunny. Nada más acabar el último ensayo del nuevo sketch de So Random! se escabulló del set, se cambió de ropa rápidamente en su camerino y se encaminó en dirección contraria a la salida. Normalmente colarse en el Estudio 2 era una tarea complicada pero para Sunny era coser y cantar, pues se conocía todos los rincones de aquella parte de los estudios. Una vez divisó la puerta que buscaba, corrió hacia ella y entró rápidamente, antes de que alguien la viera. Tras cerrar la puerta de nuevo, se apoyó en ella y respiró profundamente relajándose.
- Sunny, ¿cuántas veces te he dicho que llames antes de entrar?
Chad salió de una habitación con el pelo empapado, una toalla alrededor de la cintura y otra encima de los hombros. Al parecer, salía de la ducha. Sí, ¡el muy mimado tenía ducha en su camerino! En ese momento, Sunny miró a su novio más atentamente. Chad llevaba una toalla alrededor de la cintura, y nada más. Sunny empezó a sentir cómo el calor subía por sus mejillas. Se estaba sonrojando.
- Chad, por favor, ¿podrías ponerte algo de ropa? - Chad sólo sonrió satisfecho.
- Tardo un minuto - y volvió a meterse en el baño.
En realidad, el camerino de Chad no sólo tenía baño, sino que tenía de todo, gimnasio incluido. Parecía más un apartamento pequeño que un camerino. En otro tiempo, Sunny se hubiera molestado y quejado por lo injusta que era la vida, porque el camerino que compartía con Tawni y Zora no se podía ni comparar con el de Chad, pero ahora cómo novia de Chad Dylan Cooper podía disfrutar de todas las comodidades que ese camerino ofrecía, así que no se quejaba. Mucho menos, después de que Chad la dejara cambiar un poco la decoración.
Antes de que empezaran a salir, las paredes de ese camerino estaban llenas de espejos y fotos de Chad, ahora Sunny había sustituido unos cuantos por cuadros, no porque fuera amante del arte, sino porque estaba segura de esa obsesión de Chad por contemplarse no podía ser sana. Aunque aún quedaba un espacio vacío en una pared que Sunny guardaba con especial ilusión. En una de sus primeras citas como pareja, Chad la llevó a una pequeña cala escondida a la vista de todos. Se pasaron todo el día allí solos, simplemente disfrutando de la compañía del otro, compartiendo anécdotas, recuerdos, o silencios. Al final del día, con el atardecer como fondo, se echaron una foto que Sunny guardaba como el más especial de los recuerdos. Y era esa foto la que quería colgar en ese espacio en la pared, y la que pondría en su propio camerino... cuando Chad se decidiera a hacer pública su relación.
- Bien, ya estoy listo - anunció Chad, saliendo por fin del baño.
- ¡Genial! Porque, con lo que has tardado, seguro que ya no queda nadie en los estudios. ¿Nos vamos?
- Perdona pero esta perfección se tarda en conseguir, ¿sabes? - dijo él señalándose de la cabeza a los pies como si fuera una obra de arte. Sunny alzó una ceja.
- ¿Nos vamos? - volvió a preguntar con impaciencia.
- No, antes quiero hacer esto.
Se acercó a ella y la besó. Suave, lentamente, disfrutando de cada segundo, haciendo que el mundo se redujera sólo a ellos dos y no hubiera nada más importante que ese beso. Sunny adoraba que la besara así. Hacía que se sintiera la mujer más amada de la Tierra. Se separaron lentamente, aunque no se alejaron mucho.
- Por cierto - susurró Chad -, ¿tú te llamas a ti misma actriz? Ya sé que soy guapo pero deberías aprender a controlarte en público - Sunny puso los ojos en blanco. Chad siempre tan romántico...
- Ya estabas tardando en decirlo - respondió recogiendo el bolso y la chaqueta dispuesta a irse.
- Es cierto. Podemos dar gracias de que Tawni no es muy perspicaz porque si no, nos habría pillado seguro.
- A lo mejor lo hice para que se diera cuenta - sugirió Sunny.
- Sunny, ya hemos hablado de esto.
- Sí, y tus respuestas nunca me satisfacen. Mira, la que más miedo debería tener soy yo porque me juego mis amigos y mi trabajo, pero yo ya estoy decidida. Hagámoslo. Contémoslo al mundo.
- No es una buena idea, Sunny - negó Chad.
- ¿De qué tienes tanto miedo?
- No tengo miedo de nada - respondió el chico rápidamente -. ¿No me vas a preguntar por mi viaje a Nueva York de este fin de semana? - preguntó cambiando de tema. Sunny suspiró irritada.
- ¿Cómo te ha ido la promoción de la nueva temporada de Mackenzie Falls en Nueva York? - preguntó con voz monótona.
- Muy bien. Aunque me habría encantado llevarte y pasear contigo por Central Park. Seguro que te hubiera gustado - dijo Chad sonriendo, pero Sunny alzó una ceja, molesta.
- ¿Sabes qué, Chad? Creo que esta noche voy a volver a casa sola - y diciendo esto, Sunny salió del camerino dejando solo a Chad.
¡Hola de nuevo!
Vuelvo con esta secuela de una historia que escribí hace unos meses. Se llamaba Podría ser él… ¿Él? ¡Imposible! y era un crossover entre Sunny entre estrellas y Hannah Montana.
Para los que no habéis leído la otra historia, creo que no es esencial para leer esta porque está situada varios meses después, pero tal vez habrá cosas que no entendáis. Para los que sí la habéis leído… bueno, ¡la espera ha acabado!
Quería dar las gracias a ximena, Totithaa, Luniz. FanPotterica, la vampiriza creazy, LiL EmO, Silvia, marzze y smile. of. angel por dejar reviews en el último capítulo de Podría ser él… ¿Él? ¡Imposible!, y sobre todo, a Luniz. FanPotterica por mostrar tanto interés en esta historia: Si no hubiera sido por ti y tu mensaje, probablemente habría tardado bastante más en publicar esta historia, asíque este primer capítulo te lo dedico a ti.
En fin, espero que os guste esta nueva historia, y que no os decepcione.
Besos.
¡Hasta la próxima!
