Prólogo

El Niño que desapareció.

Diez años habían pasado desde esa terrible noche de Halloween en el Valle de Godric. James y Lily Potter murieron en manos de quien-no-debía-ser-nombrado y el pequeño Harry desapareció.

Albus Dumbledore y la profesora McGonagall sabían que estaba vivo porque su nombre seguía en la lista de niños mágicos pero no aparecía la dirección. El sacrificio de Lily (Evans) Potter no solo protegía a Harry sino que también a la persona emparentada quien lo acogió y el lugar donde vivía haciéndolo indetectable.

Visitaron el hogar de su hermana mayor, Petunia (Evans) Dursley pensando que ahí podrían encontrarlo.

No había mucha información de la familia Evans debido a que eran muggles. Harry podría estar en cualquier parte dentro de una familia lejana muggle que llevara el apellido Potter.

O cabía la posibilidad que su adopción no fuera legal. De otra forma, su nombre actual debía aparecer junto con su nombre de nacimiento y hubiera sido una pista de dónde buscar.

—¡Albus!

Minerva McGonagall apareció en la oficina del Director jadeando.

—Minerva. ¿Qué ocurre? —Preguntó Albus Dumbledore mientras ésta recuperaba el aliento.

—Debes hacer hacer una reunión de emergencia de la Orden. Harry fue encontrado.


Hola, este es otra historia que tenía guardada. Está en beta, así que puede que lo edite cuando suba el siguiente capítulo. Sólo tenía las bases y empecé a escribir, no sé a donde me lleve...