Resumen: Porque las decisiones importantes se deben tomar de una manera responsable y adulta. Sin embargo, para ellos basta con un tonto e infantil juego de suerte. Drarry.

Disclaimer: el universo de Harry Potter no me pertenece, todo es propiedad de Rowling y Warner Bro.

Notas de la autora: es mi primer fic, así que espero les guste. Perdonen si hay faltas en la redacción, no está beteado, sólo releído más de diez veces por mí.


Juegodesuerte

-Piedra, papel o tijera…

-¡Mierda! ¿Dos de tres?- Dijo un rubio de ojos grises como la plata.

-Ah no, que ni se te ocurra Malfoy. Dijiste que el que perdía…

-¡Pero es injusto! Tenés a alguna deidad agarrada de las pelotas, Potter. ¡Porque es imposible que alguien tenga tanta suerte!

-Digas lo que digas no voy a cambiar de opinión. Dijiste que el que perdía iba abajo hoy, así que empezá a mover tu lindo culito respingón para adentro de la sala, cariño.

-Es la última vez que decidimos a quién le toca arriba por medio de la suerte Harry.

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Despotricando contra toda la familia del niño que vivió, entiéndase para joderle la vida a él con su más jodida suerte, Draco entró en la sala Multipropósito a "cumplir" con lo acordado. Seguido, muy de cerca, por un más que feliz Harry. Ambos, sin darse cuenta de que un pelirrojo con la cara llena de pecas, fue espectador de toda la escena entre los más grandes némesis de Hogwarts.

Es que Ron simplemente no podía creer lo que acababa de escuchar, su mejor amigo, su hermano… y el maldito hurón. Su rostro pasó del blanco tiza, a un rojo que nada tenía que envidiarle a su cabello, pasando por un lindo verde Slytherin, a un azul oscuro. Sin duda su cara era un arcoíris de colores. Y ni qué hablar de sus emociones: sorpresa, ira, vergüenza, pánico, etc. Ron no entendía cómo uno puede sentir tantas cosas al mismo tiempo. Y después Hermione dice que tengo la sensibilidad de una cucharilla de té. Pensaba sarcásticamente el pelirrojo.

-Ron, creía que te tocaba el tercer piso para patrullar ¿Estás bien?- Dijo Hermione al ver que su novio no reaccionaba.

-Harry… piedra… Malfoy… tijera… abajo…- Sin duda debía estar dando el espectáculo de su vida, pero es que aún no se le iba el trauma por lo que acababa de ver y escuchar.

Hermione, sin comprender una palabra, lo mira como si en verdad hubiera perdido más de un tornillo. Por lo que, trata de buscar alrededor la causa del estado de su novio, encontrándola al ver el pasillo en el que están y la sala frente a sus ojos. Con lo cual, decide llevarse a su novio a rastras, hablándole como a un niño chiquito- ya Ron, todo está bien, ¿por qué mejor no vamos a buscar algo de comer a la cocina?

Jurándose tener una "charlita" con su querido amigo más tarde, para obligarlo a decirle la verdad sobre su relación con Draco, a un más que traumado Ron. Recordándose no acceder a alguna clase de juego de suerte, porque sólo con ver al rubio, basta para darse cuenta que sin duda Harry tiene la suerte atada de pies y manos.


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Notas finales: gracias por haberte tomado la molestia de leer, sinceramente espero que te haya gustado, si es así hacémelo saber en un comentario. Si tenés alguna crítica constructiva, bienvenida sea, siempre y cuando sea respetuosa y sin insultos. Besitos.