Disclaimer: Robotech pertenece a su creador, Carl Macek.
Este fic ha sido creado para los "Desafíos" del foro "La Revolución de los Fandoms".
World: Robotech
Ubicación: Robotech: Prelude to The Shadow Chronicles.
Personajes: Lynn Minmei; Lynn Kyle; T.R. Edwards
Género: Crime
Observar a un traidor
Los hombres de Edwards llevaban sus brazos fuertemente apresados, sin darle ninguna posibilidad de escapar.
—No lograrás salir del planeta —le advirtió ella al general, quien solo rió frente a su amenaza.
—Verás, mi querida Minmei, ni tu Rick puede detenerme ahora. Soy más poderoso que él y su tonto consejo que solo se sienta a hablar mientras en la Tierra los invid se apoderan del planeta —no pudo pasar por alto la mirada de completa rabia que le dirigió cuando menciono a Rick. El hombre no pensaba correctamente; estaba loco y ella comenzó a temer por su vida.
De pronto, una sombra cruzó el espacio que los separaba de uno de los almacenes. El rostro familiar de Kyle hizo aparición apuntando con un arma a Edwards.
—Suéltala —ordenó.
Sin siquiera alarmarse, Edwards continuó riendo.
—Miren quien vino a unirse al show —la sonrisa murió en sus labios—. Serás un buen recuerdo que dejarle al almirante.
Desde la espalda de Kyle apareció uno de los uniformados que acompañaban a Edwards, dándole un rápido y efectivo golpe en la espalda, mientras tomaba el arma de sus manos. Obligado a arrodillarse frente al general, Minmei se dió cuenta de que iba a ver morir a su primo, el pariente más cercano que tenía. Quedó paralizada en su sitio mientras Kyle le gruñía a Edwards.
—Vas a morir Edwards, puede que no sea por mis manos, pero la REF se asegurará de que mueras.
—Oh, la fuerza expedicionaria. Y yo que pensaba que después de todo habría alguien más sensato dentro de aquel séquito de los Hunter —el traidor general desenfundo su arma—. Tendré el placer de deshacerme de uno de ellos personalmente.
El disparo perforó sus oídos, viendo el cuerpo de Kyle caer al suelo sin remedio. Una lagrima cayo por su mejilla y escuchó sus gritos en la lejania, mientras la arrastraban a través de los interminables pasillos hasta llegar a una nave.
—Ahora podremos ver juntos como el perfecto mundo de la REF se cae a pedazos —fue lo último que escuchó de Edwards antes de dejarse caer en las comoda y confortable oscuridad.
