Disclaimer: Los personajes de Rurouni Kenshin no me pertenecen, son propiedad de Nobuhiro Watsuki… ¡Gracias por crearlos!
Lunes
Era una fresca mañana veraniega, el sol brillaba, los pájaros cantaban y en el dojo Kaoru y Yahiko gritaban en una de sus acostumbradas riñas matutinas.
Una vez terminada la disputa, que ya parecía tradición en cada comida, Yahiko se fue a ayudar en el Akabeko mientras la joven kendoka se dispuso a partir hacia el dojo Maekawa; uno de los instructores principales tuvo que realizar un viaje de emergencia, el cual duraría una semana, y durante esos 7 días habían contratado a Kaoru como reemplazo.
La joven obviamente acepto, cualquier ingreso extra para el dojo era bien recibido… ¡Vaya que no era económico tener que alimentar 4 bocas incluyendo la suya! Eso sin contar las auto-visitas que eran constantes en su humilde hogar, y de las cuales no se podía quejar ya que le daban vida al lugar.
Kenshin: Sessha espera que tenga un buen día Kaoru-dono, de lo mejor de sí, cuando vuelva tendrá su comida y baño listos esperándola.
Kaoru: ¡Gracias Kenshin, siempre puedo contar contigo!
Y dándole una radiante sonrisa, la joven se despidió y salió rumbo al otro dojo, muy alegre por los ánimos que le daba su querido pelirrojo… ¿Querido?... ¡Más bien amado! Y aunque él no le correspondiera como ella quisiera, ya que para su desgracia estaba convencida de que Kenshin solo la veía como a una hermana querida o a una niña que debía proteger por gratitud; sus sentimientos hacia él no habían cambiado… no lo hicieron después del incidente Kyoto… tampoco después del drama por el Jinchuu… y seguramente nunca lo harían… pero igual debía resignarse y aceptar de buena manera que él después de tanto vivido juntos, no se fijara en ella… y con el tiempo debía superarlo.
Cuando ya vio a la pelinegra alejarse, Kenshin cerró las puertas del dojo y se sentó en el portal mirando al cielo… tenía muchos quehaceres que realizar… pero extrañamente no tenía ningún ánimo para hacerlos.
Suspiró pensando en todas las horas que la joven Kamiya pasaría fuera del dojo... si bien había entendido que aceptó esa semana exhaustiva en el dojo Maekawa para que así tuvieran algo de holgura económica en el hogar… ¡Ocho horas fuera le parecía demasiado!
Cada minuto fuera, era un minuto sin poder apreciar secretamente su belleza.
Una tortura por no poder sentir su aroma a frescos jazmines rondar por el lugar.
Ya ni se molestaba en replicarse internamente por aquellos pensamientos…lo había hecho por mucho tiempo, pero después de lo de la isla fue inútil negarlo…
Kenshin: …Sessha está enamorado…. *susurró soltando otro suspiro*
Sanosuke: ¿Ah sí? ¿Y quién es la afortunada? *saliendo detrás de él y guiñándole un ojo*
Kenshin: ¡Oro! *Sentado dio un saltito ante la impresión*
Sanosuke: Vaya, he asustado a una leyenda japonesa… ¡Punto para Sanosuke! *se sienta a su lado mostrándole la señal de la victoria*
Kenshin: Sanosuke no deberías escuchar las conversaciones privadas… *cabizbajo el pelirrojo tímidamente rezongó*
Sanosuke: ¡Pero si te he estado llamando y agitando la mano delante de ti ya hace algún rato!… y tu seguías con la mirada de borrego degollado… *le refuto imitandolo* Pero no me cambie el tema jovencito y dígame… ¿De quién está usted enamorado? *le pico con el codo alzando las cejas*
Kenshin: Sessha… etto… ¡Sessha está enamorado del verano! Hace un clima muy bonito y es ideal para lavar y tender la ropa ¿No lo crees? *indicó rápidamente rascándose la nuca, era una excusa perfecta... ¡De seguro se la creía!*
Sanosuke: Ajá… ¿Y tú crees que nací ayer? ¡A otro perro con ese hueso Samurai! Aunque ni se para que te pregunto… igual ya lo sé. *sonriente masticando su espina de pescado se recostó en el suelo de madera mirando al cielo*
Kenshin: ¿C-ómo que lo sabes? ¡Sessha no le ha dicho a nadie! *inquirió nervioso*
Sanosuke: No es necesario… ¡Es más que obvio! Yo lo sé… tú lo sabes… Yahiko lo sabe… ¡Hasta el lechero y el carnicero de la esquina lo saben!
Kenshin: ¿Tan obvio es? *un leve sonrojo mezclado con un tono morado de temor se asomó en su rostro*
Sanosuke: Si, es obvio para todos… para todos menos para ella…
Kenshin: Menos mal… *soltó un suspiro aliviado*
Sanosuke: No, no, no Kenshin… ¡Muy mal! ¿Qué no entiendes?
Kenshin: ¿Qué cosa? Es bueno que Kaoru-dono no sepa de los sentimientos que Sessha tiene hacia ella… es muy buena… ¿Y si la incomodo? ¿Y si me bota por atrevido? ¿Y si no está interesada en mí?
Sanosuke: Vamos por partes… *carraspeó* lo primero y lo segundo nunca pasaría… pero lo último quizás si…*ante el rostro de pánico del ojivioleta se apresuró a explayarse* Tu sabes perfectamente, aunque no lo quieras admitir, que Jou-chan tiene sus ojitos tapatíos y su corazón de melón solo para ti… supongo que confiado en eso has ido a paso de tortuga invalida con ella… pero si no te avispas quizás eso pueda cambiar… Ella es una kendoka, sabe cuándo está ganando o perdiendo un combate… y contigo cree que lo está perdiendo así que no es extraño que en algún momento levante bandera blanca y desista de la lucha.
Kenshin: ¡No! ¡Eso no puede pasar! ¡No cuando por fin me he admitido que la amo! ¡Y vaya que me ha costado!
Sanosuke: ¡Entonces deja de lamentar algo que todavía no pasa y declárale lo que sientes antes de que pase! *P: así que se ha conmocionado tanto que se ha olvidado de "sessha"…*
Kenshin: Cuanto quiero hacerlo, pero… ¿Cómo?... Sessha es tímido en estas cosas… si, Sessha estuvo casado pero no tuvo mucha experiencia en cortejos… y decirle a Kaoru-dono de buenas a primeras "Sessha quiere un hijo con usted" no es muy adecuado que digamos…
Sanosuke: Ya veo… *P: Así que Sessha sale cuando se le baja en ánimo…*… espera… ¡¿Hasta has pensado en un hijo con ella?! ¡Picarón!
Kenshin: ¡Oro, Sanosuke! *poniéndose del color de su cabello*
Sanosuke: Ya, ya, ¡Tranquilo pueblo japonés que aquí al gran Sanosuke Sagara ha venido a ayudar! *tomando pose de superhéroe ante la atónita vista de un pelirrojo*… es más ¡Se me ha ocurrido una brillante idea! Si tu solito no puedes tener una idea de cómo hacerlo… ¿Por qué no le pides a alguien… brillante, galante y bueno con las damas que te brinde su consejo? Te apuesto que con la guía adecuada como máximo en una semana ella cae rendidita a tus pies *le indicó con sonrisa encantadora, guiñándole un ojo con brillos rodeándolo*
Kenshin: Siete días para declararle mi amor…es verdad… *apareciendo una sonrisa de determinación en su rostro*
Sanosuke: Así es… *Sonriendo con satisfacción*
Kenshin: Puedo preguntarle a…. *levantándose y apretando puños decidido mientras el luchador pasaba con autosuficiencia una mano por su castaño cabello* ¡Yahiko!
Sanosuke: ¡¿QUE?! *Descolocándose y cayéndosele la espina de la boca*
Kenshin: ¡Si, Yahiko! Pese a que a que no se porta bien en el dojo, es el único al que veo que siempre anda con una dama al lado tratándola bien… y aunque él y Tubame sean niños de seguro me podrá ayudar… ¡Gracias Sanosuke! *Salió como bólido rumbo al akabeko pero volvió hacia la puerta del dojo para indicarle una última cosa al luchador* No vendré hasta tarde ¡Por favor encárgate de mis labores hoy! Solo es lavar la ropa, limpiar los pisos y hacer la cena, ¡Gracias Sano que buen amigo eres!
Sanosuke: … Malditos hitorikis que no entienden indirectas y que cuando uno les da la mano se toman hasta el codo…
Mientras el luchador refunfuñaba encaminándose a hacer "sus tareas", una mancha rojiza recorría velozmente las calles de Tokio deteniéndose solo al haber llegado a su objetivo: El Akabeko.
Kenshin: Ohayo… *entrando al restaurante*
Tae: Ohayo Kenshin-san… ¿Mesa solo para uno?
Kenshin: No, discúlpeme Tae-san, solo vengo a conversar con Yahiko… ¿Será que está desocupado?
Tae: Si, no hay problema, todavía no es hora de almuerzo así que está libre, ocupe una mesa sin problemas, ya lo llamo *haciendo una leve reverencia fue a llamar al muchacho*
Yahiko: ¿Hola Kenshin, ocurre algo? *se sentó frente al samurái un poco sorpendido por verlo*
Kenshin: Hola… bueno, veamos… como decirlo… Yahiko... *tragó saliva* ¿Tsubame es tu novia verdad?
Yahiko: ¡Ah! *Poniéndose rojo cual tomate* ¡¿Por qué me preguntas eso?!
Kenshin: Etto… es solo que… ¿Cómo te le declaraste?
Yahiko: ¡¿Nani?! *ruborizado viendo a todos lados para asegurarse de que Tsubame no venga* ¿Por qué me preguntas esto? No me digas… ¡Por fin te amarrarás la soga al cuello con la busu!
Kenshin: ¡Shh! Que no te escuche Tae-san… si… pero para ser franco…
Yahiko: No sabes cómo hacerlo… ¿Eh? Pues has venido con el hombre correcto… *indicó asintiendo con la cabeza y cruzándose de brazos* Yo, Yahiko Myōjin representante más joven del Kamiya Kashin-ryū te ayudaré ¡Todo sea por el honor de mi escuela y para que la busu no se quede solterona!
Kenshin: A-arigato… creo… *con una gota en la sien empezando a creer que no fue buena idea… por gusto le hacía caso a Sanosuke*… bueno ¿Y cómo te le declaraste?
Yahiko: Pues fue ya hace un mes *comenzó a frotarse la barbilla recordando* ese día habíamos salido a pasear pero unos yakuza comenzaron a molestar a Tsubame… yo la defendí derrotándolos… ella agradecida me abrazó… y pues, simplemente fluyó *adquiriendo rubor en las mejillas carraspeo y prosiguió* le dije que la defendería las veces que sean posibles porque ella me gusta y la quiero y... ¡Listo! Desde allí somos novios.
Kenshin: Mhh ya veo… y te correspondió supongo
Yahiko: Claro que si, ¿Cómo se iba a resistir a mis encantos?
Kenshin: Claro… *P: Este niño está pasando mucho tiempo con Sano…* ¿Entonces que me sugerirías que hiciera?
Yahiko: Obvio salvarla de alguien que la esté atacando… eso es algo muy especial *infló pecho orgulloso*
Kenshin: ¿Pero si siempre la salvo no deja de ser especial?… además la mayoría de las veces ella sabe cuidarse sola… *se rasca la cabeza dubitativo*
Yahiko: Kenshin amigo, confía en mi… ¡A las chicas les gustan los héroes! ¡Los hombres que demuestren su fuerza! ¡Debes ser su héroe para que se cree el momento romántico! Ahora que…a ella le gusta mucho el kendo… si gustas puedes proponerle que tengan una batalla y si la dejas inconsciente deberá ser tu novia… O le puedes decir "O eres mi novia o sufrirás la ira de Battousai el destajador" ¿Que dices? *indico el niño sonriente por sus obviamente brillantes ideas*.
Kenshin: Yo creo que la primera opción está bien, gracias.
El espadachín se levantó notando que el restaurante comenzaba a llenarse, el tiempo había pasado volando y ya era hora del almuerzo, agradeció al muchacho por sus consejos y declinando su oferta de almorzar allí salio sin rumbo por las calles de Tokio.
No tenía hambre, al igual que su mente su estómago estaba hecho un embrollo de los nervios… ¿Cómo puede ser que se ponga así por eso cuando ha derrotado a enemigos de fuerza inimaginable?
Además este plan no le convencía… algo le decía que no iba a salir tan bien como al salir el niño le había asegurado.
Pero bueno, Ya se había decidido así que era momento de dejarse de dudas y ser un hombre de actos.
Así pasó y pasó el tiempo mientras pensaba de donde se iba a sacar un enemigo semimortal para salvar a su amada y ser su héroe.
Ejecución del plan
Caminó por horas y horas sin rumbo terminando por llegar al Dojo Maekawa sin darse cuenta
No se le había ocurrido nada. Estaba perdido.
Pensó que mejor sería volver al dojo y hacer como que no estuvo allí nunca pero para rematar su suerte justo Kaoru salió de sus clases y lo llamó animada corriendo hacia el.
Kaoru: ¡Hola Kenshin! ¿Qué haces aquí? * sorprendida por su presencia* ¿Pasó algo en el dojo?
Kenshin: ¡No! Yo… etto… S-Sessha… Sessha estuvo haciendo algunos mandados y al terminar pensó en venirla a ver para acompañarla de regreso.
Kaoru: Oh, gracias *se ruborizó notablemente, cosa que no pasó desapercibida para el samurái* ¿Y has esperado mucho?
Kenshin: No a decir verdad… *en realidad no sabía con exactitud cuanto tiempo había estado parado allí pensando sin resultados* ¿Nos vamos Kaoru-dono?
Cuando la joven asintió comenzaron a caminar sin embargo con poco avanzado se detuvieron al escuchar una voz
-¡Kaoru Kamiya no des un paso más!
La joven se giró junto al samurái y vio a un sujeto alto y musculoso mirándola fijamente con ojos entrecerrados mientras la apuntaba con un boken.
El pelirrojo iba a alterarse cuando cual rayo una idea llegó a su mente: ¡Eso era un regalo de los dioses! ¡Justo lo que necesitaba! Un enemigo que obviamente estaba atacando a Kaoru…. Bien, bien… no es que le fuera a hacer un daño mortal con un boken… especialmente siendo ella una maestra de kendo… pero el tipo era hostil y con eso bastaba… Sin pensarlo bien, antes de arrepentirse o de que ella tomara la batalla, con un ágil movimiento se impulsó hacia su enemigo y desenvainando su Sakabatō le dio en el plexo solar a su enemigo haciéndolo caer algunos metros atrás por la fuerza del impacto mientras el espadachin con movimientos elegantes y el viento agitando sus rojizos cabellos volvía a envainar su espada quedando en una pose altiva.
Kaoru: ¡Oh, Kenshin!
¡Allí estaba la reacción esperada! ¡Había sido su héroe! De seguro estaba encantada ya que la a joven venía corriendo hacia el con su hermoso y furioso rostro, de seguro lo abrazaría y él le correspondería, así se crearía ese ambiente romántico que había dicho Yahiko y…esperen un momento… ¿Había dicho furioso rostro?
Kaoru: ¡Rurouni bakka!
Kenshin: ¡OROOOOO!
Pero cuando el ojivioleta reaccionó ya era muy tarde, su amada de un solo gancho derecho lo había lanzado tres metros atrás y hecho chocar contra un árbol dejándolo con ojos en espiral para después correr hacia el maleante viendo si estaba bien… ¡Que locura!
Kaoru: ¿Se encuentra bien sensei?
-Sí, vaya… que fuerte que ataca tu amigo Kaoru, de no ser por mi entrenamiento ya estaría con algún hueso roto.
Mientras el sensei se levantaba siendo ayudado por la ojiazul, el rurouni prefirió quedarse en el suelo fingiendo estar desmayado… si había escuchado bien Kaoru había dicho "Sensei" asi que prefería aplazar lo más posible la tormenta que se le vendría
Kaoru: Él es Kenshin Himura, yo ya le había hablado a usted de él, es buena persona pero a veces es un poco bakka…como no lo conoce a usted de seguro pensó que me iba a atacar con el bokken y por eso lo atacó. Espero esto no interfiera con nuestro acuerdo de que enseñe aquí esta semana.
Indicó la muchacha excusándose con leves reverencias mientras lanzaba miradas mortales al exhitoriki, el cual pese a tener ojos cerrados las podía sentir como puñales en su cuerpo.
-Vaya… ¡Pues sí que te debe querer mucho! No te preocupes, no ha pasado nada… A todo esto me olvidaba, toma.
Kaoru: ¡Ah, mi bokken de la suerte!
-Si, al salir lo dejaste olvidado, debe ser importante para ti si lo traes pese a que aquí tenemos varios.
Kaoru: Exacto, fue un regalo de mi padre y lo cuido mucho… aunque ahorita no me molestaría rompérselo en la cabeza a cierto pelirrojo
La muchacha dijo las últimas palabras con un tono elevado, sabía que Kenshin estaba consciente, que iluso si creía que por fingir inconsciencia se iba a salvar del regaño
-Bueno, no seas tan dura con el solo lo hizo para protegerte, te veo mañana a la misma hora *el hombre levanto su pulgar en señal de aprobación*
Kaoru: ¡Hai! Hasta mañana sensei
Y con una reverencia la pelinegra acomodó su boken, en su cintura, se dirigió hacia kenshin y cogiéndolo del cuello del gi lo comenzó a arrastrar por el largo camino hacia su casa sin pronunciar palabra hasta la mitad del camino
Kaoru: ¿Es que acaso no piensas dar explicación o disculparte por atacar con tu espada a una persona que solo traía un boken?
Solo recibió silencio… el pelirrojo no sabía que decir, si bien ella había acertado al indicar que lo confundió con enemigo, él no tenía excusa para atacar de esa manera a alguien que no representaba gran peligro
La joven dando como caso perdido el tener respuestas suspiró y exclamó
Kaoru: Como castigo deberás lavar la ropa de Sanosuke, incluyendo su ropa interior… Veamos si así escarmienta el señor espadachín ¿Entendido?
Kenshin: H-hai Kaoru-dono…
Con boca en puchero y con una lágrima queriendo salir de uno de sus ojos violetas, Kenshin lamentó su cruel destino; una cosa era lavar la ropa con fragancia a jazmines de Kaoru o las prendas externas de Yahiko que si bien no eran fragantes al menos eran aguantables… pero estaba 100% seguro de que tendría que luchar por no vomitar con el olor a jabalí de la ropa de Sano.
Aun así… solo había sido el primer día y no se iba a rendir.
Intento #1
Seguir consejo de: Yahiko
Estado de la misión: Fallida
Nota menta: No volver a hacerle caso a Yahiko…
y ponerse una pinza en la nariz cuando lave la ropa de Sano.
¡Hola a quien se arriesgara a leerme!
Es la primera vez que me aventuro a escribir algo fuera de Bleach y fuera del yuri, así que espero les haya gustado así sea un poquito el primer capítulo de ese fic.
Este capítulo salió un poco largo pero los demás tengo previsto de que sean más cortos.
El cómo escribo quizás no sea del agrado de todos pero es como me siento a gusto… no tengo elegancia al hacerlo, lo se, pero llevo meses enviciada con este fandom y queriendo escribir algo de Kenkao por eso.
He leído ya muchos fics excelentes de tramas muy variadas, la mayoría serias, realistas o con su toque lemon y les quería indicar que aquí no habrá mucho (por no decir nada) de todo eso xD ¡No sirvo para escribir dramas aunque leerlos me encantan!
También les quiero indicar que este fic tendrá ciertas incongruencias históricas y canónicas… tanto porque son divertidas, porque tengo planeada una que otra para la trama y porque no soy buena con la historia de ese tiempo y de esos lares…
El punto del fic es entretener y espero que si alguien lo lee haya cumplido mi cometido.
Pido disculpas de antemano por las faltas ortográficas que se me hayan escapado, así como si no les parece que las personalidades concuerden con los personajes originales.
Gustosa espero sus opiniones c:
¡Saludos!
¿Quién será el nuevo ejemplo a seguir de nuestro pelirrojo bonachón?
