Les dejo el primer capítulo. Ojalá les guste
Disclaimer: Pokémon no me pertenece.
Can you feel the love tonight?
Fase 1: El almuerzo
By Megumi Kurosaki
"And Can you feel the love tonight?
It's when we are
And Can you feel the love tonight?
How It's laid to rest"
Era una bella mañana en la región Unova, con un sol que irradiaba calor pero no demasiado, con unos vientos que iban y venían pero no causaban mucho frio, una mañana perfecta en Ciudad Engobe y eso se notaba en los Pokémon salvajes que ya comenzaban con su vida diaria. Cerca de un pequeño bosque, había tres chicos: uno con un cabello azabache, unos ojos chocolates, estatura media y con un Pikachu acompañándolo; el otro poseía ojos verdes, cabellos de ese mismo color, estatura más alta que la del azabache y un traje de mozo; la última, única chica del grupo, con piel morena, ojos marrones, un cabello negro recogido de una forma extraña y un Axew junto a ella.
El primer mencionado de todos, el azabache, levantó a sus compañeros de viaje de una manera no muy amable:
─ Ash, ¿por qué el entusiasmo? – Decía somnolienta la muchacha ─ Tú nunca eres así a la mañana.
El joven peli verde, se acercó a donde estaban sus dos amigos, que era donde Iris había dormido la noche anterior:
─ ¿Acaso olvidaste que día es hoy? – Decía de manera amigable el recién llegado a la conversación. Iris puso una cara de pensativa por unos segundos, hasta que hizo un gesto de desconocimiento a Cilan. ─ Hoy vendrán los amigos de Ash a visitarlo, por eso está así. –
─ Oh, sí, ya recuerdo. Pero te comportas raro, ya ha venido Dawn a vernos y no te habías puesto así en esa ocasión – decia la entrenadora Dragón.
Ketchum, quien estaba levantando el campamento lo antes posible, dirigió su mirada a sus amigos que lo miraban como esperando una respuesta. ─ Lo que sucede es que… ─ largó un suspiro para pensar unos segundos. ─ Vendrán todos esta vez: Misty, Brock, Gary, Max, Dawn y May. No quisiera hacerlos esperar y mucho menos ser regañado por las chicas.
La única femenina del lugar analizó los nombres que el aspirante a Maestro Pokémon había dicho: él le había contado sobre Misty y Brock, sobre su rivalidad con Gary y a Dawn la conocía personalmente, pero no recordaba algo sobre esos May y Max.
─ Oye, ¿quiénes son May y Max? No los habías mencionado hasta hoy.
El chico proveniente de Pueblo Paleta le sonrió al cielo al recordar los buenos momentos que había pasado con sus dos amigos y, siguiendo con la mirada hacia arriba, comenzó a platicar sobre ellos.
─ May y Max son dos hermanos de la región Hoenn, viajaron conmigo y con Brock por esa región y por la de Kanto. El menor es Max, que le gustan mucho los Pokémon, sabe mucho para su edad aunque a veces se comporta como el niño que es ─ la sonrisa del azabache se ilumino al recordar a la otra persona. – la mayor es May, la primera amiga que hice en Hoenn y una gran coordinadora, es muy amable, tierna y es ese tipo de personas a las que les puedes confiar todo porque sabes que siempre estará ahí. Es una de mis grandes amigas.
Tanto los ojos marrones de Iris como los bellos ojos verdes del Conocedor, se abrieron al escuchar como hablaba sobre su "amiguita". Ash, no entendía por que ponían esas caras, inclusive se los preguntó.
─ Lo que sucede es que jamás te oímos hablar de alguien así y mucho menos de una chica – decía el elegante joven.
─ ¿En serio?
─ Si. No me digas que esa May es tu novia – dijo en forma pícara la chica Dragón. El entrenador puso los ojos como dos platos gigantes y abrió la boca de la sorpresa.
─ ¡¿Qué?! ¿Acaso estás loca? May no es mi novia, ni siquiera nos gustamos. Solos somos amigos – gritó Ketchum.
Los otros dos se miraron entre ellos y lanzaron unas carcajadas para luego decir en forma sarcástica "Si, claro". Era obvio que algo más había entre esos dos chicos, pero el muy despistado jamás lo admitiría… seguro se debe estar preguntando "¿Qué es esto?", ni él debe entender el sentimiento que está floreciendo de la relación de amistad con la hija del líder de Petalburgo.
Ya faltaban un par de horas para que sea el mediodía, el chico de la característica gorra les dijo a sus actuales compañeros de viajes que el barco en donde sus antiguos amigos venían, estaba por llegar. Si fuera por Iris y Cilan, hubieran caminado lento y tranquilo pero no tuvieron la oportunidad, ya que Ash fue muy rápido hasta el muelle de la Ciudad. Al llegar, pudieron observar un poco de humo proveniente del barco.
─ Vaya, no puedo creer que voy a verlos a todos otra vez. Estoy muy emocionado, Pikachu – decía el chico mientras miraba hacia el mar.
─ ¡Pika pi! – Respondió el Pokémon de forma alegre, puesto que la "ratita kuki" también estaba emocionado por verlos a todos.
─ También estás muy emocionado porque verás a tu noviecita, ¿no? – comentó la dueña de un lindo Axew en forma cómica. Ash se puso rojo e hizo lo posible para no dejar de mirar el agua azul… no quería que lo vieran de esa forma tan penosa.
Por fin el barco se podía divisar a la perfección y, como era de esperarse, todos los chicos estaban saludándolos desde allí. El transporte no tardó en llegar al muelle para que la gente bajara. Los primeros en bajar fueron nuestros héroes que corrieron a saludar a aquel entrenador Pokémon que hace tanto tiempo no veían.
Ellos no habían cambiado en casi nada.
Misty seguía con el mismo peinado… y seguramente que con la misma actitud, pero tenía otra vestimenta: una musculosa fina de color amarilla, unos pescadores de jean y unas zapatillas negras.
Brock tenía una vestimenta muy parecida a la que usaba cuando viajaba con Ash y Misty por Kanto y Johto, se podría decir que es la misma a diferencia que la actual lucia mucho más nueva.
Gary mantenía el mismo estilo que tenía cuando estuvo en Sinnoh: la camisa negra, los pantalones morados, sus zapatos marrones y, claro, no podía faltar esa sonrisa suya que es tan arrogante, provocativa y atractiva a la vez.
Dawn volvió con el primer vestuario con el que la vimos en Sinnoh, es obvio que su ya conocida falda estaba presente, sino sería algo muy raro en ella, supongo.
Max estaba con la misma ropa que tenía en sus viajes a diferencia que estas nuevas son, en vez de verdes, negras.
Y May, bueno, nuestra coordinadora estaba con la clásica ropa con la que la conocimos pero con el detalle de que no era roja sino azul. Ropa que a cualquiera le haría acordar a Sapphire del manga.
─ ¡Hola Ash! – Dijeron todos a la vez para luego darse un abrazo de grupo.
─ Hola chicos, ¿cómo han estado después de tanto tiempo? – Preguntó el entrenador de Pueblo Paleta.
─ Todos hemos estado muy bien… ─ decía una pelirroja. – Pero lo peor de todo es que ni siquiera te dignaste a llamar a alguno de nosotros. ¡¿Por qué nosotros somos los que tenemos que arrastrarnos hasta aquí para verte mientras tú no te esfuerzas por vernos ?!
─ No te pongas así, Misty, sabes muy bien que yo soy muy olvidadizo en esas cosas: las cosas que más me preocupan son las que más recuerdo – decía el acusado sin darse cuenta muy bien de lo dicho… como a veces le sucede.
─ ¡¿Estás diciendo que no somos importantes?! – gritaron todos los recién llegados menos una de ellos: una bella chica con un increíble cabello castaño, con una sonrisa tan simpática y alegre que contagiaría a cualquiera, con unos grandes y hermosos par de ojos de color zafiro… en otras palabras, May.
─ Eh…mmm…n-no quise decir eso… chicos, es que… ─ el pobre despistado no sabía que decir para disculparse, pero entonces lo salvó la campana.
─ Oigan, ustedes saben bien que Ash no quiso decir eso. Él es un buen y gran amigo, solo que es algo despistado. Además, él me llamó muchas veces a Johto – dijo la mayor de los hermanos Balance.
─ ¡¿Eh?! – exclamaron Misty y Dawn al escuchar esas inesperadas noticias: ¿Ash llamó a May en vez de a ellas? ¿Acaso la prefería a ella? ─ ¿La llamaste? – El joven solo atino a asentir y responderles con una voz inocente, como si nada hubiera ocurrido.
─ Lo que sucede es que había momentos en los que necesitaba hablar con alguien que me entendiera a la perfección y May siempre lo hizo. No es que no las quiera a ustedes, chicas.
Pero ese comentario hizo que tanto Dawn como Misty miraran con mala cara a May, ella se había dado cuenta asi que le susurró al entrenador "¿Acaso quieres que me maten?". Claro que el tontito no entendió el por qué así que no le respondió, solo se quedó mirando a todos los presentes con cara de "No entiendo".
─ ¿Y ustedes que tanto se murmuran, eh? – preguntó el único Investigador Pokémon del grupo.
─ ¿Q-que? N-nada… nada – dijo la coordinadora de Hoenn y el entrenador de Kanto.
─ ¿Por qué no mejor vamos al bosque para comer algo? Tengo mucha hambre – dijo el chico de la gorra.
─ Si, me estoy muriendo de hambre – decía una castaña.
─ Ya somos tres, chicos – comentaba una chica con un Pokémon de tipo dragón en su hombro.
Y claro que todos casi se caen al puro estilo anime, esos tres nunca cambiaran su manera de ser, aunque pasen muchos años. El grupo de jóvenes se dirigió a un bosque de la Ciudad para comer al aire libre y poder dejar que sus Pokémon jueguen y entrenen. El lugar, obviamente, era muy verde, con árboles muy grandes, flores de colores tan alegres como los del arco iris, Pokémon salvajes por donde se le mire. "Este lugar es perfecto para una cita romántica" pensó May, pero luego se sonrojó ya que a su derecha estaba caminando Ketchum y los dos no dejaban de platicar sobre cosas triviales y, por supuesto, sobre las Batallas de Gimnasio y los Concursos Pokémon. Estas charlas no pasaron desapercibidas por cierto chico de cabello verde, que caminaba al lado de una morena.
─ Oye, ¿no te parecen lindos juntos? – le decía a su compañera mientras observaba a la pareja que estaban caminando más adelante que ellos.
─ ¿Quiénes? ¿Ash y May?
─ Claro, ¿no parecen una pareja de enamorados? – decía el que antes fue Líder de Gimnasio, para luego escuchar las risas que emitía la chica de Petalburgo por algo que le conto su acompañante que solo sonreía por verla riendo.
Iris sonrió.
─ Tienes razón. Jamás vi a Ash tan feliz como ahora, no hay duda de que esta chica es perfecta para él – comentaba la chica para luego fruncir el ceño. – ¿Pero qué hacemos con las chicas? A ellas también les gusta el mismo chico.
─ Es cierto, eso sí que es un problema – decía el chico vestido de mozo para después hacer una pose de pensamiento. La chica de ojos chocolates lo miraba expectante a lo que se le ocurriría y después de unos segundos Cilan chascó los dedos en representación de que ya habían encontrado un plan.
─ Y bueno, ¿cuál es tu maravilloso plan? – decía impaciente la chica del peinado extraño.
─ Entre todos haremos un plan para que Ash y May se enamoren hoy en la noche.
─ ¿Ese es tu increíble plan, Cilan? – Preguntaba la última acompañante mujer que Ash conoció.
─ Oye, es un buen plan. Solo necesitamos la ayuda de los demás y listo: en unos años tú y yo seremos los padrinos en la boda de los Sres. Ketchum – dijo el de ojos verdes. Entones se dirigió hacia donde estaban Max, Gary, Brock y Pikachu que estaba jugando con el pequeño de los Balance.
Mientras las chicas se encaminaban hacia donde estaba la pareja de tortolos.
─ Oigan, ¿de qué tanto se reían hace unos momentos? – preguntó la chica de cabellos azules.
─ ¿Eh? Oh, nada, solo de las cosas que nos han pasado últimamente. – dijo la chica de ojos zafiros.
─ Por cierto Misty, ¿Dónde está Tracey? – preguntó el único varón entre ese pequeño grupo.
─ Tracey está ayudando al Profesor Oak en una de sus investigaciones, así que no pudo venir pero estoy segura que le hubiera encantado verte de nuevo – decía la chica de ojos verdes.
─ Si, yo también. Cuando lo veas dile que le mando saludos.
─ Claro… pero me hubiera gustado que él viniera con nosotros – decía la entrenadora de tipo agua en un tono de tristeza. Estaba extrañando mucho a Tracey en estos días, ya se había acostumbrado a tenerlo cerca todo el tiempo.
Mientras tanto con el Doctor Corazón y sus ayudantes:
─ Así que quieres que el niño y May terminen juntos.
─ Si.
─ Y nos necesitas a nosotros para eso.
─ Exacto.
─ Bueno, por mí no hay problema. El tonto de Ash necesita una novia de una buena vez. ¿No lo creen? – decía el chico Oak.
─ Es cierto pero… ─ decía Brock para luego irse a un rincón a llorar. ─ ¡¿Por qué a él siempre le llueven las chicas y yo no tengo nada?!
─ Si… ¿por qué? – decía un niño de cabello azulado en un tono irónico mientras rodaba sus ojos.
─ En fin, esto es lo que haremos: El plan contiene tres fases; la primera la haremos durante el almuerzo, sentaremos a May y Ash juntos – decía la única femenina del ese grupo tan particular.
─ ¿Y qué hay con eso? ─ preguntaba Gary.
— Lo que sucede es que a May le serviremos menos comida que a Ash, entonces cuando ella vea su plato vacío y su estómago todavía rugiendo, Ash le dará de su comida en un gesto muy típico de películas.
─ Exacto, como Brock y yo nos encargaremos de la comida, no habrá de que preocuparse – comentaba el que alguna vez fue Líder de Gimnasio junto a sus dos hermanos.
─ Mmm… ahora que lo pienso, Cilan, ¿estás seguro de que no habrá problemas con ninguna de las chicas? ¿Qué tal si sucede algo y se nos arruina la fase uno? – preguntaba la chica que ideó el plan junto al Conocedor.
─ No te preocupes, Iris, no pasara nada. Además, todavía nos quedan las fases dos y tres, ¿o no?
─ Si tú lo dices.
Después de más risas y charlas, había llegado la hora de la comida, muy esperada por tres personas. Dawn se sentó al lado de Misty, y esta pretendía que Ash se sentara a su lado pero en un movimiento rápido, Gary tiró a Max de una manera para nada amable para que se sentara al lado de la chica de Ciudad Celeste. Brock se sentó solo en una punta, Gary se sentó en frente de Max y las chicas, Ash se sentó en la otra punta. Cilan se sentó al lado de Gary, Iris pudo observar que May se iba a sentar en el lugar que quedaba, al lado de unos de los cocineros.
"Pues claro somos nueve y la mesa es para ocho. Cilan tendría que haberse fijado, a menos que…" pensaba la chica morena para luego correr hacia donde estaba el peli verde.
─ Lo lamento, May, pero yo quisiera sentarme al lado de Cilan – comentó en una forma agitada la entrenadora de Axew.
─ ¿Y por qué?
─ Porque… porque… ─ la joven del extraño peinado estaba buscando una razón hasta que…
─ Porque Iris es mi novia – dijo el niño de ojos verdes. Todos, incluyendo a Iris, quedaron sorprendidos ante tal anuncio.
─ ¡Cilan! ─ Gritó la morena. Su supuesto 'novio' le dio señas con los ojos para que sigan la mentira y no se descubran sus verdaderas intenciones. ─ Digo… si, Cilan y yo somos novios desde hace un tiempo.
─ ¿En serio? ¿Y por qué no me contaron? – preguntó Ash Ketchum.
─ Porque eres un niño y no entenderías – le dijo Iris en un tono molesto.
─ Bueno, volviendo al tema… ¿Dónde me voy a sentar para comer? – dijo la chica Balance.
─ Bien, pues…allá hay una silla, puedes sentarte al lado de Ash. – decía la entrenadora dragón.
─ ¿Eh?... – la castaña podía observar la silla de la cual su nueva amiga hablaba, también pudo ver el lugar donde le dijo que se siente y al ver la cercanía que tendría con azabache, se sonrojó levemente pero esto nadie lo notó. ─ ¿Te molesta que me siente a tu lado, Ash?
─ E-eh, n-no, May, para nada. Siéntate y disfruta tu comida – ofreció el pelinegro con una sonrisa nerviosa.
Sin dudas el nerviosismo del entrenador se hizo más presente cuando la jovencita se sentó a su lado, estaban tan cerca que hasta sus cabezas se chocaban. El chico casi se muere de la vergüenza al sentir como las piernas de May se rozaban con las suyas a cada movimiento que ella hacía. ¡Diablos! Se ve que May mueve mucho las piernas cuando está sentada… y eso hacía que el rostro del chico de Paleta se vuelva rojizo con cada roce.
─ Ya entendí por qué elegiste una mesa para ocho personas. Era parte del plan, ¿cierto? – Preguntaba Iris a su cómplice peli verde mientras se acomodaba en su silla.
─ Elemental, mi querida Iris. Deduje que si May se sentaba muy cerca de Ash, no solo él se ofrecería a darle su comida por ser el que más cerca está de ella, sino que también él se pondría como está ahora.
─ ¿De qué hablas?
─ ¿Acaso no ves lo nervioso que esta Ash por tenerla así de cerca? Se está muriendo y trata de disimularlo – decía el conocedor en un tono sabiondo.
─ Mmm… ya veo. ¡Bien hecho, Cilan! – Dijo la morena para luego sonreírle al chico de una manera muy tierna. El Conocedor solo bajó la mirada para que su amiga no vea su leve sonrojo.
─ Oye, Ash, ¿luego de almorzar me muestras tus nuevos Pokémon? – preguntaba la castaña mientras terminaba de comer su último bocado.
─ Por supuesto y así pueden jugar con los tuyos – comentaba el entrenador con una gran pedazo de comida en la boca.
─ Ay, Ash, tú nunca cambiarás – dijo la Princesa de Hoenn con una cálida sonrisa que hizo que el azabache la mirara detenidamente y luego hiciera una media sonrisa.
La chica de Petalburgo había terminado su platillo pero todavía seguía hambrienta. No iba a decírselo a los chicos. "Tal vez no había comida suficiente para todos, lo mejor será quedarse con hambre", pensó la joven.
Sin dudas, May no contaba con que su estómago hiciera ruido y mucho menos que todos los presentes lo notaran.
─ ¿Todavía tienes hambre, May? – preguntó la Coordinadora de Sinnoh.
─ Bueno… si, pero no importa, lo soportaré.
─ Oye, May, yo te puedo dar de mi comida – comentó el chico de la gorra. Con este comentario, tanto Iris como Cilan festejaban en sus adentros, hasta que…
─ No te preocupes, allá en la olla ha quedado algo de guiso, yo te lo traeré.
─ Muchas gracias, Dawn – decía la chica de ojos zafiros con una sonrisa amistosa, pero, para el Doctor Corazón y sus secuaces, esto no era nada bueno. Esto sin dudas está arruinando el plan.
─ ¿Qué hacemos ahora, Cilan? Teníamos que haber previsto esto – susurraba la entrenadora de Axew.
─ Ya sé, ya se… pero no se me ocurre nada para detenerla. ¿Qué tal si vas tú?
─ ¿No tienes otra brillante idea? – susurró Gary que estaba atento a la conversación desde el comienzo.
─ Apúrense o sino… - decía en forma muy baja el más pequeño del grupo.
─ ¿Qué te sucede, Max? ¿Decías algo? – dijo la Líder de Gimnasio de Ciudad Celeste.
─ E-eh, no, no, para nada, solo le quería comentar a los chicos que debemos resolver el problema en el que nos metimos.
─ ¿Cuál es el problema, amigos? – Preguntó Ketchum con cara de no saber al igual que sus dos amigas.
─ ¡Nada, nada, es solo que el chaparrito se tomó muy en serio algo que estábamos jugando! ¡No le hagan caso! – Informó el Criador Pokémon mientras movía las manos en señal de negación. Los tres amigos se quedaron viéndolos y con unas grandes dudas de las cuales se olvidarían.
Entonces la chica de pelo azul apareció con un plato de guiso. Iris, al ver esto, se paró de su asiento y comenzó a pensar en voz alta mientras Dawn se acercaba de a poco hacia donde se encontraba la castaña.
─ Ay, ¿qué hago? ¿Qué hago? – decía la morena. – Pikachu, piensa en algo, rápido.
─ ¿Pika? – la joven, al ver a la criatura, se le ocurrió un plan algo duro para ese momento.
─ ¡Lo tengo! – grito la chica de peinado extravagante para luego agarrar al Pokémon eléctrico en sus manos y tirarlo para donde las piernas de Dawn se dirigían. Las piernas de esta golpearon a Pikachu e hizo que el plato se le fuera de las manos para quedar en nada más ni nada menos que la cabeza de Gary Oak haciendo que esta tuviera olor al famoso guiso de Brock. Dawn, Misty y nuestra pareja favorita rieron a carcajadas porque creyeron que fue un accidente pero los demás estaban con caras de terror porque sabían que no todo era tan asi y que Gary estaba más que furioso.
─ Oye, Gary, tu cabello huele muy bien – comentó la pelirroja mientras se tocaba la panza con las manos por el efecto de la risa. Luego de unos minutos más de risas y comentarios chistosos, el estómago de May volvió a rugir como un león.
─ Lo había olvidado, tú todavía tienes hambre. Toma esto – dijo el chico de Kanto para luego pasar la comida de su plato hacia el plato vacio de la que fue su segunda compañera de viaje.
─ Pero Ash, no necesitas dármelo todo. Con un poco basta – dijo la Princesa de Hoenn.
─ No importa, comételo todo. Yo ya estoy lleno, en serio – dijo el azabache.
─ Gracias, eres un chico muy tierno – decía la chica de la bandana con una sonrisa tan hermosa que hizo que su amigo sonriera por pura naturaleza.
Después de la comida, May conoció a Unfezant, Oshawott, Pignite Snivy, Scraggy, Leavanny, Palpitoad, Boldore y Krookodile y luego sus Pokémon jugaron con ellos, mientras que Dawn y Misty lavaban los platos y el 'Equipo del amor' comenzaba a planear la fase dos.
─ Bueno, la primera fase no estuvo como nosotros pensábamos… pero nuestro objetivo principal se cumplió – dijo la entrenadora de tipo Dragón para después poner una sonrisa inocente ya que Gary, todavía con olor a guiso, y Pikachu, que se sobaba su cabecita, la miraban con cara de querer asesinarla. – Oh, vamos, podría ser peor. No se pongan malos y comiencen a ayudar.
─ ¿Ayudar en qué? – preguntaron todos menos los chicos pertenecientes a la región Unova.
─ En la fase dos – dijeron ambos con poses de victoria y unas sonrisas ganadoras… los demás del grupo solo pudieron atinar a dar un largo suspiro. Esto será más complicado de lo que parecía.
Fin del capítulo.
