Como verán aquí les traje otra fic de Sonic XD! Llevó escribiéndola como un año, pero por tiempo nunca la pude subir. En fin esta fic es otro mundo alternativo, espero realmente que les guste, tanto como a mí escribirla XD!

Una cosa más, sé que muchos saben mi manera de escribir, pero igual, aquí se las traigo:

-Diálogos.

"Pensamientos"

Sueños

(N/A: Notas de Autora)

Creo que eso es todo. Ahora sí, a la fiction.


Capítulo 1: La Guerrera de la Noche

Se escuchaba como un estruendo se acercaba, un sonido familiar, una motocicleta que llegaba al lugar trayendo consigo una tormenta de arena creada por el mismo rodar de aquellos neumaticos. En la lejanía ya era esperado, él traía la comida de ese día. Una conejita se encontraba parada en aquel desierto en medio de la noche, esperando a que el erizo la viera. Cuando por fin se encontraba a tan sólo un par de metros tuvo que cubrir su rostro por la leve tormenta de arena que arremetió contra ella al frenar él de su marcha. Despejó parte del polvo con una mano intentando vislumbrar al erizo.

-¡Shadow!- gritó ella. -¿Dónde estás?

-Vamos- fue lo único que contestó, mientras su negra silueta empezaba a aclararse entre el polvo que él había ocasionado con su motocicleta –Sube rápido, no tardaran en encontrarnos si nos quedamos aquí.

-¿La conseguiste?- preguntó con cierta inocencia.

-Hmph, por supuesto- respondió con altanería –Ahora sube, no necesito escuchar un sermón por parte del erizo azul del por qué nos tardamos- dijo ya de mal humor.

Cream subió a aquella motocicleta para luego así ambos perderse en la oscuridad de aquel desierto.

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Miraba las estrellas en el firmamento. Se encontraba pensativo, como era su costumbre ahora. Desde el techo de su casa lograba ver las antorchas que iluminaba su pequeña villa de refugiados, haciendo que ésta resplandeciera como una vela que es dejada en la oscuridad más negra de todas. Todos se encontraban escondidos en el desierto, en lo más adentro de éste, era el único lugar donde él no los encontraría. Las casas estaban hechas de madera, laminas de aluminio, algunas de barro y otras con partes de tanques y diferentes vehículos que había usado el enemigo en la guerra de años atrás. Él era el líder de la resistencia, él que había peleado contra él y había perdido, la esperanza de su gente, él era, Sonic the hedgehog.

-¡Sonic!- escuchó que era llamado. – Sonic ¿Estás aquí?

Se levantó del techo y vio hacia el cielo una última vez, luego descendió por uno de los agujeros que tenía éste y en la planta de abajo logró ver a su gran amigo y mecánico del lugar. Llevaba sobre su cabeza unos goggles de color amarillo, sus ropas, como las del resto, estaban siempre sucias. Unos pantalones cafés, una playera blanca y unos guantes cafés era lo que su mejor amigo, Tails Prower, llevaba puesto.

-Hey Tails, ¿Qué pasa?

-Ya llegó Shadow, viene con Cream.

-Ya era hora, me estoy muriendo del hambre.

-No lo entiendo Sonic, ¿Por qué mandaste a Shadow a recolectar la comida?, ¿Por qué no fue uno de los recolectores como siempre?

-Bueno, creo a nuestro irritable amigo le hace falta hacer algo que no sea vencer a los cazadores de Eggman ¿No te parece?

-Supongo que sí... ¿Y por qué Cream fue con él?

-Bueno, necesitaba a alguien que lo ayudará en caso de que algo pasara y Cream se ofreció.

-Pero es sólo una niña...- dijo Tails con voz de consternación.

-... Lo sé... la única que quedó...- respondió con una mirada perdida, sumergiéndose de nuevo en sus recuerdos.

Tails notó de nuevo aquella expresión de culpabilidad, esa mirada de tristeza y seria, él ya no era la mitad del erizo que él alguna vez conoció, había cambiado tanto en los últimos años después de la guerra... del día negro. "Hey Sonic ¿No tenías hambre?" preguntó él para sacar al erizo azul de sus pensamientos. Sonic pareció regresar en sí mismo y luego le dio una leve sonrisa para asentir con la cabeza.

Bajaron las inestables escaleras de madera ya algo apolilladas y salieron a la calle principal. En medio de ésta vieron al erizo negro que se quitaba sus lentes azules y bajaba de aquella motocicleta de metal brillante. Sus pantalones grises holgados y aquella playera negra con aquel extraño símbolo rojo en forma de espiral manchados con aceite indicaban una cosa, había peleado con algún cazador o un guardia de protección.

-¿Qué hizo que te tardarás tanto?- preguntó el erizo azul con una expresión seria.

-¿Tú qué crees?

-Shadow... ¿Cuántas veces debo de decírtelo?- habló con un suspiro de cansancio -Si no es necesario, no pelees.

-Es necesario, siempre lo es- dijo cruzando los brazos y llevándoselos al pecho en señal de molestia –Cada robot creado por él es un enemigo potencial para...

-¡Las instrucciones fueron claras!- dijo muy molesto y elevando la voz. -¡Traer la comida y regresar aquí!

-¡Y eso fue lo que hice!- contestó de la misma forma el erizo negro.

-¡Peleando innecesariamente!

Shadow gruñó levemente enseñando sus colmillos, estaba cansado de que a él le reclamara todo lo que hacía. Sonic era demasiado cauto, siempre evadiendo las peleas, mientras que Shadow destruiría cualquier robot que se atravesara en su camino, por eso él era parte del grupo de ataque de aquella villa, no era un recolector ¡Y eso él lo sabía muy bien!

-Esa es mi manera de trabajar, y si no te gusta es mejor que te hagas a la idea... Faker- dijo en un tono amenazante haciendo énfasis en la última palabra, viendo al erizo azul con una mirada intensa.

-No permitiré que pongas en peligro a la villa... – contestó de la misma manera – Si quieres arriesgar tu vida provocando peleas estúpidas es tu problema, pero no arriesgas la vida de nadie más o de lo contrario yo mismo me encargaré de ti.

-Me gustaría ver eso- retó el erizo negro.

-No me provoques más peleas con los cazadores... – amenazó una última vez.

Ambos estaba parado enfrente uno del otro, con una postura intimidante, viéndose con gran detenimiento. Todos a su alrededor se encontraban en silencio total, ni siquiera los grillos de la noche cantaban su hermosa melodía al sentir la tensión en el ambiente. Sonic dio media vuelta y empezó a caminar nuevamente adentro de lo que era su vivienda hecha de partes metálicas.

-Hmph- dijo por último el erizo negro y caminó de regreso a donde estaba su motocicleta. Tomó aquella bolsa de víveres y se la dio a la coneja de manera brusca, provocando que casi cayera sentada al recibirla -Toma esto de una buena vez- dijo de mal humor para luego encender aquella motocicleta y salir a toda velocidad de ahí.

-Creo que Shadow no volverá a traer comida- dijo Cream mientras miraba el camino de polvo que dejaba el erizo a su paso.

-Pensé que habías ido para ayudarlo- habló Tails casi en tono de reclamo.

-Lo sé, pero me dejó afuera de Robotropolis, me dijo que regresaría por mí y se fue- explicó ella –No tuve opción más que esperarlo.

Tails llevó su mano a su cabeza y un suspiro de cansancio vino a él. –Bien, será mejor que le llevemos esto a tu mamá para que así lo reparta.

-Sí- dijo tomando la pesada bolsa y caminando hacia Tails.

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-¡Tenemos que irnos!, ¡Sonic!

-Corre, no hay tiempo que perder- dijo él tomando su mano.

-¡¿Estás seguro de esto?- preguntó mientras corría detrás de él.

-Ja, Estás hablando con la criatura más rápida del planeta ¿Qué podría pasar?

-Pero... ¡Sonic, cuidado!- gritó ella mientras sus pupilas se contraían al ver al peligro venidero.

-¡Sonic!- gritó a todo pulmón para ser escuchado.

Abrió sus ojos rápidamente y sintió como un sudor frío recorría sus sienes. Su respiración acelerada le dio a entender que había tenido una pesadilla, o mejor dicho, un recuerdo. "¡¿Sonic?" escuchó su nombre de nuevo y volteó a ver hacia los lados notando que aún seguía vigilando la entrada de la villa. Había cerrado los ojos por tan sólo unos instantes para descansar la mirada; seguramente se había quedado dormido. Dio un leve bostezo y notó que Knuckles se encontraba viéndolo fijamente.

-Knuckles, ¿Qué haces por aquí?- preguntó algo somnoliento.

-¿Es una broma o qué?- preguntó arqueando una ceja –Cambio de turno, ¿O acaso ya lo olvidaste?

Estaba amaneciendo. El sol aún no había salido por completo, pero los tonos violetas del cielo daban a entender que no tardaría mucho en posarse en lo más alto del firmamento.

-No, yo me quedaré- dijo como mandato.

-Sonic, debes de descansar- dijo Knuckles con un leve suspiro. –Yo me haré cargo de todo, después de todo estoy en el área de defensa ¿Recuerdas?

-Estoy bien- dijo con su seriedad acostumbrada.

-"No Sonic, no lo estás"... Puede ser, pero si te duermes en tu turno ...

-Dije que estoy bien- respondió molesto ya por la insistencia del equidna.

-¡Escúchame bien Sonic!- dijo ya molesto por la terquedad de su amigo -No me importa lo que creas tú, pero...

-Shhh...- lo calló rápidamente el erizo azul -¿Escuchaste?- dijo poniéndose de pie y colocando sus orejas en posición de alerta. Sonic empezó por agudizar su vista en un intento de ver más allá de las arenas que se movían como olas por la brisa de aquella mañana.

-Toma- habló Knuckles.

Knuckles tomó un par de binoculares que colgaban de su cuello y se los dio a el erizo azul, quien no tardó nada en ver a través de ellos para confirmar lo que sus instintos le gritaban que pasaba "... No puede ser" musitó, mientras que Knuckles intentaba agudizar su vista para ver qué era lo que él estaba viendo, pero su intento fue en vano.

- ¿Qué es lo que vez?- preguntó el equidna entrecerrando sus ojos para ver más allá.

-Llama a Shadow...- dijo con aquella expresión seria mientras seguía con su mirada en el horizonte.

- ¡¿Shadow?- dijo alarmado.

Shadow era considerado como una de los miembros más peligrosos y fuertes del lugar; si era necesario llamarlo, era porque lo que quiera que Sonic estuviese viendo necesitaba eliminarse definitiva y rápidamente.

-¡Ahora!- gritó al ver que Knuckles no reaccionaba.

-Sí- dijo asintiendo con la cabeza. Empezó a dar media vuelta cuando vio que el erizo azul empezó por ponerse en marcha también -¡Espera!, ¡¿Irás tú también?

-Estás a cargo hasta que regrese- dijo mientras bajaba por la duna de arena por la cual había estado haciendo guardia. -¡Localiza a Shadow y dile que me encuentre!

Lo vio empezar a correr hacia el horizonte, en donde algo malo y peligroso para la villa pasaba. No tardó nada y regresó a la villa en donde necesitaba encontrar al mejor de los luchadores del área de ataque, a Shadow the hedgehog.

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No quería saber nada de nadie, aún estaba molesto por el incidente de la noche anterior. Vio como el sol empezaba a pintar en el cielo tonos violetas y amarillentos, indicándole que su turno había terminado. Vigilaba la parte trasera de la villa. La villa se encontraba en una especie de hoyo, a sus lados habían paredes de roca dejando sólo dos entradas posibles, una que era la que ellos denominaban principal, ya que era por ahí que todos regresaban y salían al momento de ir en busca de provisiones o librar una batalla, que eran los casos más raros; la otra entrada, la trasera, era en cierto punto la más segura, pero aún así, Sonic nunca quiso correr riesgos, así que alguien debía de cuidarla, Shadow fue el elegido para esa tarea, su hogar se encontraba justamente en la entrada trasera, al final de la villa, de esa manera sería el primero en pelear si hubiera algún problema.

-¡Shadow!

Volteó a ver a diferentes lados y notó que uno de los guardianes corría hacia donde él estaba. Rodó sus ojos en forma de exasperación, no estaba de ánimo para hablar con nadie, en especial con uno de los amigos más cercanos de aquel erizo azul.

-¡Shadow, debes de ir a buscar a Sonic!

-¿Te parezco alguien que le interesa donde rayos está?- preguntó de manera sarcástica, sin verlo en ningún momento, siempre con su mirada en el horizonte.

-Hubo algún tipo de problema.

Eso hizo que su mirada se fijara en él - ¿Problema?

-Se fue al desierto hace poco y me pedió que te buscará.

Eso sólo significaba algo, había cazadores cerca de la villa, esa era una de las pocas razones por las cuales Sonic salía de la villa. Una media sonrisa con aires de maldad se posó sobre sus labios y vio al equidna directo a los ojos.

-¿Qué rumbo tomó?

-Dirección a Robotropolis.

Después de eso corrió a toda velocidad perdiéndose de la vista de aquel equidna.

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Justo como lo vio por aquellos binoculares, los cazadores enviados por Eggman se estaban acercando demasiado a la villa, eso debido al incidente de ayer; no le sorprendería que debido a Shadow los robots lo hubieran seguido tanto como les fue posible, ahora la villa estaba en problemas.

Los robots de caza eran aquellos que buscaban a alguien que perteneciera a la resistencia, es decir, a él y a toda la villa, para luego informar a Eggman y si eso pasaba morirían aún más, como aquellos que habían muerto el día negro. Aquellos aparatos mecánicos estaban divididos en dos tipos, los de tipo aéreo y los de tipo terrestre. Los aéreos se parecían a pequeños aviones no más largo de un metro medio, con un sistema de censores en el frente, siempre con mísiles a los lados como cualquier avión de combate; los terrestres eran un poco más peligrosos, pero no eran muy rápidos, poseían orugas mecánicas para poder moverse en la arena y encima de éstas un torso como el de un humano en donde su cabeza poseía censores por igual y lo que deberían ser sus brazos armas letales podían verse; su arsenal era de temerse y demasiados ataques de cualquiera de ellos darían la alarma a Eggman que la resistencia se encontraba cerca. Se encontraba viendo como aquellos robots empezaban a movilizarse a las cercanías de la aldea, eran bastantes, alrededor de unos diez o quince, eso significaba que sabían que estaban cerca.

-Por fin te encuentro- dijo el erizo negro llegando a la duna de arena en donde Sonic se encontraba observando a aquel pequeño ejercito.

-¿Por qué tardaste?- preguntó siempre con su mirada en aquella conglomeración de robots.

-"No de nuevo" – pensó cansado ya de discutir con él – Estoy aquí ¿No?

-Mira- dijo el erizo azul señalando a los cazadores.

-Con que por eso me llamaste, una buena decisión para variar.

Ese comentario hizo que sus ojos se posaran sobre él con una expresión molesta en su rostro, Shadow por otro lado tenía su mirada carmín en el objetivo.

-Habrá que atacar antes de que se acerquen más- dijo el erizo negro visualizando el plan a continuación.

-Eso ya lo sé- contestó molesto –Pero no podemos hacer que nos ataquen todos o llamaremos más...

-¡CUIDADO!

Un misil impactó justo en el lugar donde ambos erizos se encontraban viendo el plan de acción. Shadow se había abalanzado sobre el erizo azul provocando que ambos rodaran duna abajo. Para cuando por fin tocaron tierra firme los cazadores de tierra ya los tenían rodeados.

-Algo me dice que necesitaremos otro plan- habló el erizo azul.

-¿Tú crees?

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Caminaba por el pueblo en busca de cierto equidna, estaba molesta, muy irritada, y eso la hacía sumamente peligrosa. Todos a su alrededor se alejaban de ella, pero no por eso le quitaban los ojos de encima, y con toda la razón, sus ropas eran las más exhibicionistas de todo el lugar, sólo con un top negro, dos cinturones de cuero que creaban un cruz por encima de su abdomen y un pantalón de cintura baja era lo que Rouge the Bat llevaba puesto todo el tiempo.

-¿Uh?, Hola Rouge- dijo la pequeña coneja que se encontraba con una bolsa de repuestos mecánicos.

-¡¿Dónde está?- preguntó molesta.

-¿Knuckles? –Preguntó para cerciorarse.

-¡Sí!, ¡¿Dónde demonios se escondió ahora?

Era de saberse que si Rouge se encontraba de mal humor era únicamente porque el equidna le había hecho algo; ambos tenían una relación un tanto tormentosa, cuando había alguien alrededor se odiaban intensamente, pero en privado... bueno, nadie estaba realmente seguro, pero parecía que se llevaban mejor de lo que les hacían creer a los demás.

-Creo que se encuentra en la entrada de la villa. ¿Por qué?- preguntó con inocencia.

-¡Ese maldito me las pagará!- dijo elevando un puño muy molesta y alzando vuelo rápidamente.

-Pero...- sin embargo no pudo completar su frase ya que ella ya se había ido -¿Ahora que habrá hecho Knuckles?

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Voló a toda velocidad, ya era más de medio día para ese entonces y el sol tocaba todo con sus rayos de luz. Y tal como Cream se lo había dicho, ahí se encontraba, con la vista en el horizonte. "¡Hya!" gritó con toda fuerza mientras una patada iba dirigida para el equidna desprevenido.

Knuckles volteó a ver cuando escuchó aquel grito, pero no lo suficientemente rápido como para evadir el ataque provocando que cayera duna abajo rodando. Se sacudió un poco el polvo para luego reacomodarse su mandíbula.

-Pero qué rayos...

-¡Tú!- escuchó gritar en la cima de la duna.

Abrió sus ojos de golpe al ver a Rouge muy molesta en ésta –R-Rouge...- dijo con cierto miedo en su voz. –Espera, puedo explicar...

Alzó vuelo nuevamente y lo golpeó fuertemente con otra patada haciéndolo callar –¡Lo prometiste!- dijo molesta, mientras miraba como el equidna intentaba ponerse de pie nuevamente.

-¡Puedes dejar de golpearme de una vez por todas!- gritó él molesto.

-¡Eres un mentiroso, tú...

-¡Sonic me dejó a cargo!- interrumpió él.

-¿Uh?, ¿Qué?

-Se fue y me dejó aquí para cuidar de la entrada.

-¿Se fue?

Rouge vio hacia el horizonte; sabía que si Sonic se había ido era porque era posible que la ubicación del refugio estuviera en peligro. Respiró profundo y vio de nuevo al equidna que sacudía aquella chaqueta color caqui; siempre vestido con pantalones del mismo color y una playera blanca, ella ya le había dicho que cambiará al negro, pero él se había negado.

-Con que por eso no llegaste...- dijo con su vista en el horizonte, ya más calmada.

-Mjm... No puedo dejar mi puesto.

-Oh bien- dijo ya con su típica actitud desinteresada –Parece que Sonic lo ha hecho de nuevo- habló divertida.

-¿Hecho de nuevo?- cuestionó.

-Sí, salvarte de perder contra mí de nuevo- rió divertida.

-¡Si quieres podemos hacerlo aquí y ahora!- gruñó molesto.

-No, además no quiero lastimar al mejor guardián del área de protección, ¿Sabes en cuantos problemas me metería con el erizo azul?, No, será mejor que lo dejemos para otra ocasión. Nos vemos luego- dijo alzando el vuelo.

-¡Regresa acá!- gritó furioso -¡TE ENSEÑARE COMO SE PELEA!

-Muy tarde guardián- dijo en el aire – A la próxima vez que hagas una cita de pelea conmigo, no faltes- dijo regresando a la villa.

La palabra cita hizo que sus mejillas se sonrojaran intensamente -¡Yo jamás dije que era una cita!, ¡Hey, regresa acá!

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La noche empezó a caer y junto con ésta el cansancio se hizo cada vez más presente. Muy pronto quince se habían convertido en cincuenta, ese era el problema de los cazadores, una vez que uno de ellos activaba la alarma, más llegaban; se multiplicaban como cucarachas.

Sonic luchaba con todas sus fuerzas, las cuales ahora no eran muchas, pero no había tenido mayor problema hasta que en un leve descuido un cazador le había disparado, provocando que aquel impacto de bala atravesara su hombro y saliera de su cuerpo, un tiro limpio. La herida de bala hizo que cayera al suelo y dejara una mancha de sangre en la arena blanca. Sentía como su hombro ardía en llamas, a pesar de que no era así; Sonic sujetó su hombro con fuerza en un intento por detener la intensa hemorragia, no con muy buenos resultados. Ya no tenía energía para levantarse, no había dormido en toda la noche y llevaba todo el día peleando, sin contar que no había comido nada desde ayer en la tarde, estaba exhausto; por otro lado, Shadow, les daba batalla, sabía que los cazadores no podían acercarse más a la villa, ellos tenían que protegerla a toda costa.

-¡Maldita sea, levántate faker!- gritó Shadow, quien seguía destruyendo a los robots lo mejor que podía, ya que al igual que Sonic, también se encontraba exhausto.

-"Ya no tengo fuerzas... pero debo hacerlo" – Reunió toda su energía y como pudo se puso de pie.

Aún con una de sus manos sobre su herida y con una postura encorvada vio a los robots con una mirada desafiante, pero necesitaría más que eso para poder eliminarlos. Un cazador terrestre disparó uno de sus mísiles hacia la ubicación del erizo, quien al darse cuenta se hizo a un lado velozmente cayendo nuevamente al suelo y chocando contra él bruscamente debido a la onda de la explosión. Le dolía respirar, no estaba seguro porque, pero un sabor a sangre recorría su boca indicándole que una herida interna era la responsable de su fatiga actual; después de eso, le fue imposible moverse, ya no sentía su brazo y parecía que muchos de sus músculos ya no respondían al mandato de su mente.

Shadow corrió hacia él y con un Spin dash destruyó a los robots cerca del erizo herido. Paró delante de él y se puso en posición de defensa, ahora él tenía una carga sobre sus hombros, no sólo debía de cuidarse él, ahora debía de cuidarlo a él también. Miró el panorama en general, ya no había tantos cazadores, pero eran suficientes como para dejarlos gravemente heridos o muertos, si no se levanta el erizo azul sólo uno de ellos regresaría a la aldea.

-Maldición...- musitó por lo bajo el erizo negro -¡Demonios Sonic, levántate de una vez!- gritó molesto al notar que el erizo seguía en el suelo.

-"Lo siento... ya no puedo" –pensó mientras las diferentes heridas de la pelea empezaban a hacerse notar, doliendo cada vez más; pronto su visión empezó a ponerse borrosa y el frío en su cuerpo hacía que lo único que quisiera fuera dormir. Estaba entrando en estado Shock.

Sus ojos empezaron a cerrarse lentamente, mientras miraba como los cazadores se acercaban a ellos, pero una explosión hizo que el erizo azul regresará brevemente a la realidad. Empezó a ver como los cazadores empezaban a explotar, como si de repente alguien hubiera presionado el botón de autodestrucción de cada uno de ellos.

-¿Qué demonios?...- se preguntó el erizo negro sin moverse de su lugar.

Y de la oscuridad de la noche una figura atacó a todo robot que vio, volándolos en pedazos, su fuerza era increíble. En menos de lo que cualquiera de ellos hubiera podido imaginar, lo único que quedaba de aquellos cazadores eran tuercas y pedazos de metal consumidos por el fuego. Una silueta caminó en medio de aquellas llamaradas, una chica, una chica gato. Con una blusa sin mangas de color caqui, unos shorts del mismo color, dos cinturones sujetados uno a cada pierna en los cuales llevaba un arma a cada lado de su cuerpo y botas cafés apareció una felina de pelaje lila y ojos color miel.

-¿Quién eres tú?- preguntó erizo negro siempre en guardia.

-Soy Blaze, Blaze the Cat.


Ok, este es el primer capítulo. Como se podrán dar cuenta aquí tiene aparición Blaze, y sí, Silver saldrá por igual, pero aún no es su momento de brillar. Sé que hay muchas cosas que aún no deben de entender, como: ¿Qué fue el día negro?, ¿Cómo perdió Sonic contra Eggman?, ¿Qué es ahora de Eggman?, ¿Por qué viven en el desierto?, entre otras cosas, pues bien, no se preocupen, todo será respondido, o al menos casi todo, en el siguiente capítulo.

Espero realmente que les haya gustado y espero saber qué piensan, pues para uno de escritor siempre es difícil escribir en mundo alterno, pues a veces se deben de hacer grandes cambios a los personajes. Sobre la personalidad seria de Sonic se enteraran un poco en el siguiente capítulo, en fin, ¡Gracias por leer!