Introducción
Nueva York, la ciudad que nunca duerme, donde lo más insólito, todo aquello que podría considerarse fruto de la imaginación, puede llegar a ser realidad, una ciudad que algunos calificarían de mágica, el lugar en el que podrías hacer realidad aquello con lo que soñaras. Esta gran metrópolis de rascacielos tan altos que parecían acariciar el cielo, haciéndolos parecer grandes palacios de cuentos de hadas, pronto se convertiría en el escenario de los sucesos más insólitos después de la invasión de los Triceratons.
Era esta gran ciudad la que en estos momentos se presentaba a la vista de los viajeros de un avión procedente del continente europeo, del sur de este continente para ser exactos.
El transporte aéreo procedente de la ciudad de Madrid se acercaba cada vez más a esta gran ciudad. Sus grandes símbolos como la estatua de la libertad o el Epire State building ya eran visibles a los ojos de los ocupantes de este gran pájaro alado.
Eran más o menos las cinco de la tarde cuando el avión aterrizó en el aeropuerto principal de Nueva York. De ese avión bajaron una familia aparentemente normal pero particularmente interesante. Dicha familia era procedente de una urbanización cercana a la capital española llamada Valle-Perdido (N/A: Valle-Perdido en realidad no existe), y dicha familia se apellidaba Castillo Rey, esta familia estaba compuesta por: Mario, el padre, era un hombre de estatura normal, con gafas y barba, era un hombre algo miedoso pero que cuando tenía que defender a alguno de los suyos, lo hacía sin dudar, quería a cada uno de sus hijos más que a su propia vida, y no dudaría en hacer cualquier cosa para garantizar su seguridad.
Julia, era la madre, en realidad, era la segunda mujer de Mario, ya que la primera los había abandonado, por razones de fuerza mayor, pero a pesar de las razones que pudiera tener la primera mujer de Mario, para él, ese hecho fue un duro golpe, pero con el tiempo se recuperó gracias al apoyo de sus hijos y a la aparición de Julia, quien además de ayudar al hombre a superar la pérdida de su mujer, le hizo encontrar nuevamente el amor, y lo mismo le sucedió a ella, hecho que al final les llevó a unirse en matrimonio. Así pues, Julia se convirtió en madrastra de los hijos de Mario.
En realidad fue más que eso, Julia quería a los niños como si fueran sus propios hijos. Hablando de los chicos, estos niños se llamaban: Poli, aunque todos le llamaban Culebra, era el mayor de los hijos, un poco impulsivo y siempre solía llevar gafas de sol, un complemento que se había convertido en su firma personal. A Culebra no le gustaban las normas y a veces se metía en líos, pero Culebra también era valiente, y siempre defendía a los suyos, adoraba especialmente a su hermana pequeña Lucía, era como si tuvieran una conexión especial.
Sandra, la segunda, era una chica sensata e inteligente, era muy responsable y siempre intentaba que Culebra no se metiera en problemas que pudieran afectarles a todos ellos. la joven siempre estaba discutiendo con Culebra, ya que él la sacaba de quicio. Pero en el fondo Sandra sabía que su hermano mayor lo hacía en broma y que nada de lo que decía cuando discutían era verdad. A Sandra le encantaban los animales y la navidad, y su sueño era ser veterinaria cuando fuera mayor.
Carlos y Lucía, eran los pequeños y eran mellizos, aunque físicamente no se parecían mucho ellos dos. A Carlos, o Carlitos para todos, le encantaba leer, por eso siempre llevaba algún cuento con él y Lucía era una niña tierna y llena de amor, era algo más pequeña que Carlitos y su hermano preferido era Culebra, aunque también le encantaba jugar con Carlitos.
Por último estaba Lucas conocido como el primo Lucas. Su edad estaba entre la de Sandra y la de los mellizos, más cercana a la de Sandra. Lucas vivía con ellos desde hacía algo más de dos años. Era un chico tímido y algo reservado, le gustaba leer cómics de superhéroes, pero por encima de eso tenía un buen corazón y quería a su familia más que a nadie en el mundo, pues a pesar de que en alguna ocasión había metido la pata, pero siempre le habían perdonado.
El motivo por el cual esta familia en particular estaba en New York, era para celebrar el cumpleaños de Sandra, y como recompensa, por las buenas notas generales que habían sacado todos los niños, a excepción de Culebra que aprobaba a duras penas.
Esta familia podía parecer normal, pero la verdad que se escondía tras ellos era un secreto que les había acompañado durante años, un secreto casi imposibles de creer. Para ser sinceros, por este secreto, ninguno de los niños se sentía normal, a veces se sentían bichos raros, por eso nunca hablaban con nadie de ello ni de lo que ninguno de los niños era capaz de hacer. A decir verdad el único lugar en el que sentían que podían ser ellos mismos, era en su casa.
Lo que no sabía ninguno de ellos, era que ese viaje a la ciudad que nunca duerme les haría sentirse un poco más normales, sólo un poco, pero también les expondría a nuevos peligros, peligros mucho mayores a los que se habían enfrentado hasta ese momento.
Por otra parte en las alcantarillas de esa misma ciudad, una familia aún menos corriente formada por un padre-rata humanoide y cuatro quelonios también humanoides hijos de la vieja rata, vivía su día a día, ajenos a los nuevos visitantes y sin saber que en poco tiempo sus destinos quedarían unidos para siempre.
Maestro Splinter cómo se llamaba la rata, se encontraba en su habitación meditando, con el orbe que los Utrom le habían dado como regalo para poder mantener de este modo un recuerdo con su maestro Hamato Yoshi.
De repente, Splinter se tuvo una extraña sensación y abriendo los ojos, se vio envuelto en un mundo de niebla. Eso sorprendió al viejo maestro ninja, y levantándose anduvo largo rato por ese mundo hasta que frente a él vio a su querido maestro. La vieja rata se alegró de verle, pero Yoshi por su parte tenía un rostro severo mezclado con un toque de preocupación, miró a Splinter y después su mirada se desvió hasta un grupo de personas. Splinter no pudo verlas bien, eran sólo imágenes borrosas de lo que parecía ser una familia, pero sí que vio que un gran peligro les acechaba, como una sombra oscura que se cernía sobre ellos. Sus ojo se dirigieron otra vez hacia su querido maestro que le devolvió la mirada mucho más suavizada de lo que había sido antes. Entonces, Hamato Yoshi con voz profunda, pero suave, dijo:
"Ellos acaban de llegar aquí, tienes que protegerles"
Haciendo una reverencia a su maestro, Splinter respondió:
"Así lo haré maestro"
Entonces, maestro y discípulo se despidieron con otra reverencia. Splinter abrió los ojos y se encontró de nuevo en su habitación. Apresuradamente se levantó y salió de allí. Una vez fuera llamó a sus hijos para que dejaran sus actividades y se reunieran con él en el dojo. Una vez que los cuatro estuvieron allí arrodillados ante su maestro éste les dijo:
"Hijos míos es importante que estéis muy alerta ante lo que pueda suceder en la ciudad a partir de ahora, puede que las cosas se pongan un poco difíciles en poco tiempo Leonardo, el hermano mayor y líder del equipo fue el primero en hablar, preguntando:
"¿Por qué dices esto Maestro?"
"He… recibido un aviso de mi maestro Yoshi, lo único que puedo deciros es que unas personas que va a necesitar nuestra ayuda"
Esta vez fue Donatello el que habló, su corazón generoso enseguida instándole a ayudar a quién pudiera necesitarlo.
"¿Quién va a necesitar nuestra ayuda Sensei?"
Negando con aire de tristeza, la vieja rata respondió:
"Lo desconozco hijo mío"
Raphael fue el siguiente en hablar:
"Entonces ¿Cómo podemos ayudar a alguien si ni siquiera sabemos quién nos necesita?"
El maestro ninja miró a su hijo irascible antes de cerrar los ojos y negar nuevamente con la cabeza mientras respondía:
"Tampoco lo sé. Hijos míos, todo lo que sé en este momento, es que hay un grupo de personas que hoy mismo han llegado a la ciudad y que nos va a necesitar en un futuro no muy lejano y que deberemos protegerles del mal que les acecha, ¿entendido?"
"Hai Sensei" dijeron todos al unísono
Hola a todos, esta historia la publiqué hace un tiempo pero no me gustaba demasiado como estaba quedando, así que decidí eliminarla y reescribirla, dándole un mejor enfoque y algo más de cohesión entre las dos series que se entremezclan. Espero que os guste. Si es así, por favor, dadme vuestra opinión, deseo saber qué pensáis de esto.
