Era un oscura y fría noche de otoño, había pasado ya un mes desde el trágico asesinato de Albus Dumbledore. Y el clima de Hogwarts era muy nostálgico y depresivo.
El trio dorado, Harry, Ron y Hermione, estaban en la sala común de Gryffindor a un lado de la chimenea. Harry aun no podía quitar de su mente esa horrible imagen de Snape asesinando a Dumbledore, y la impotencia de que tanto Snape como Malfoy aun estén inmunes de Azkaban.
Snape decidió abandonar el colegio. A diferencia de Malfoy prefirió quedarse, ya que nadie creía la versión de Harry, a excepción de sus amigos, del hecho de que Malfoy estaba involucrado en el asesinato.
Harry, ¿ya tienes decidido donde pasaras tus vacaciones? –Pregunto Ron, mientras comía pollo frito.
Harry levanto la vista del diario "El Profeta" el cual estaba leyendo en ese momento. –Supongo que en la casa de los Black, aun no lo decido –Dijo algo distraído.
Sabes que si quieres podes venir a la madriguera con mi familia, ¡sos bienvenido! –Dijo detrás de tragar el pedacito de pollo frito que masticaba en su boca.
Hermione, ¿porque tanta concentración? ¿Qué estás haciendo? –Ron Pregunto con interés.
Leyendo, en tres semanas tenemos examen de Historia de la magia, será mejor ponernos al día con el estudio – Dijo Hermione mientras leía un enorme libro de tapa morada.
¡Faltan tres semanas Hermione! – Le contestó Ron rápidamente, como si su respuesta fuera obvia.
Además…. –Harry hizo una pausa para tomar aire –… bueno, supongo que por lo sucedido tendrán que suspender los exámenes finales.
Hermione cerró su libro con brutalidad, y los miro a ambos a los ojos, con una expresión casi ofendida – No pueden suspender los exámenes, estuve estudiando muy duro, eso… eso sería ilógico.
¿Ilógico? – Dijo Ron – Si no lo sabias hace unas semanas asesinaron al director de Hogwarts.
¿Sabes que Ronald? –Dijo Hermione mientras se levantaba del sillón con su libro y se dirigía hacia la puerta de la sala común – Yo iré a la biblioteca a estudiar, porque a mi si me importan mis notas. … Con permiso… – Salió por la puerta con destino a la biblioteca.
En la biblioteca, Hermione se quedó hasta tarde. Era la única alumna que estaba allí estudiando, al parecer un sábado a la noche todos los alumnos tenían otros planes.
Sobre su mesa había varios libros, de diferentes tamaños y colores, aparentaban tener mínimo 30 años de antigüedad, pero estaban muy bien cuidados.
Al terminar de escribir la introducción de su trabajo, que ocupaba cuatro pergaminos, guardo su pluma, y saco su varita.
Con un simple hechizo de levitación, Hermione, llevo todos sus libros hasta la salida de la biblioteca, con la intención de subirlos hasta la sala común de Gryffindor.
Hermione salió de la biblioteca con los libros levitando a su lado, pero al doblar en un pasillo los libros cayeron al suelo repentinamente.
No era una falla del hechizo, sino que los libros chocaron de frente al rostro de Malfoy, que justo pasaba por allí.
Tú y tus estúpidos libros tontos, deberías tener más cuidado cuando caminas asquerosa sangre sucia – Dijo el slytherin con un aire de egocentrismo.
Hermione no le contesto, pensaba que era un tonto y no merecía la pena. Simplemente se agacho a recoger los libros, uno por uno.
¿No me pedirás disculpas? – Dijo Malfoy arqueando una ceja ¬– Te creía más educada Granger.
Eres un imbécil… – Contesto la Gryffindor amargamente, terminando de acomodar sus grandes libros uno arriba del otro, para luego levantarlos y alejarse del Slytherin lo antes posible.
Me ofendes impura! – Con una mano en el pecho fingió con ironia que realmente le dolía el comentario.
¿Porque no vas a buscar a tus perros falderos y molestas a alguien más? – Dijo Hermione molesta, buscando su varita que también había caído al suelo junto a los libros.
Están ocupados en el gran comedor, llenando sus gordos estómagos… –Dijo el chico con desprecio – Yo estaba aburrido, vine a buscar alumnos de primero a quienes descontarles puntos… – y una irónica carcajada salió de su boca – Lamentablemente me encontré con algo peor, una impura maleducada. – Estas últimas palabras fueron tan agresivas que a Hermione casi se le escapa una pequeña lágrima de uno de sus ojos.
Cerro el puño con fuerza y respiró hondo, ella no quería bajarse a su nivel, mantuvo la calma y contestó – Entonces déjame de molestar y ve a buscar otra cosa con que entretenerte, yo no soy tu payaso de circo. – Se dio me vuelta observando con determinación el suelo…
¿Dónde estará mi varita? No pudo haber caído muy lejos.
¿Qué buscas Granger? ¿Tu dignidad? –Dijo de modo arrogante y vulgar.
Hermione se negó a contestarle, sentía mucha impotencia de haber perdido su amada varita, y por culpa del estúpido de Malfoy. Rendida en su búsqueda, decidió evitar contestarle, no era su intención continuar con esta absurda discusión.
Alguien la encontrara y podré recuperarla pronto… espero.
La joven Gryffindor acomodo mejor sus libros y se dio media vuelta. Avanzo con paso firme a la escalera que había en el fondo del pasillo para subir nuevamente a su sala común.
¡Sangre Sucia... Qué asco me das Granger! –Le grito antes de que la chica desaparezca en la oscuridad de la noche que cubría el castillo.
Nota de Autora
Bueno, Gracias por leerlo, es mi primer fanfiction así que estoy muy emocionada :) Y espero que les haya gustado mucho como a mi! :3
Este primer capitulo cuenta la ubicación de tiempo en que se sitúa la historia (poco despues de la muerte de Dumbledore). Hermione se molesta con sus amigos por su falta de interés por los estudios y se va a la biblioteca, donde tiene un encuentro inesperado con Draco y donde pierde su varita... Veremos como continua ;D
AgusBlack (M. Agustina Fernandez Del Regno) :3
