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Pasa todas las noches
Sus sentidos se alertaron en cuanto sintió una inusual actividad detrás de la puerta de su casa. Curioso se levantó de sus cómoda cama para inspeccionar el qué o el quién estuviera merodeando por su casa; y no le importaría nada, atacaría si era necesario.
Se abrió la puerta lentamente y un olor a menta se prolongó por toda la habitación, eso lo calmó repentinamente… aunque su calma no duró mucho al confirmar quién estaba entrando a la casa.
—Shh… no ladres Hayate, no querrás despertarla —advirtió el humano Roy Mustang mientras dejaba sus guantes blancos con signos extraños en la mesa.
¿Despertarla? ¿Él? A veces le sorprendía el autocontrol que tenía para no morderlo hasta sangrar por el simple hecho de ser tan estúpido.
Ya comenzaba a acostumbrarse a la rutina: muchas de las noches aquél sujeto llegaba a altas horas de la madrugada, le ordenaba cualquier ridiculez —como callarse para no despertarla—, le daba sobras de comida, como si fuera perro callejero y después se metía al cuarto de su ama. Y aunque él pensaba que podría dormir tranquilamente en cuanto Mustang cerrara la puerta, sus esperanzas se veían quebrajadas por los gritos, o algo parecido a eso, de su ama. Y claro, esa noche no era la excepción.
Indignado fue a su cama e intentó dormir. ¡En serio lo odiaba! Se comportaba bien con él por el simple hecho de tener cerca a su dueña y por miedo a una reprimenda de ella.
Un grito, o lo que fuera, lo sacó de sus cavilaciones. Se colocó las patas en las orejas y se prometió que para la próxima le mordería el trasero a Roy Mustang hasta arrancarle una nalga.
FIN
Primer Royai, oh sí. Y, bueno, es un Royai implícito pues son los pensamientos de Hayate. Iba a ponerle: Pasa todas las noches; lamentaciones de un perro, pero quería el factor sorpresa intacto, osea Hayate ;) Espero les haya gustado. Dejar reviews adelgaza, ¿sabían? (L)
Saludos y gracias por leer.
