Un Recuerdo Vaporoso

Me estas mirando, una y otra vez me demuestras tu amor. No paras de besarme, rozas con tus labios mi frente, mis parpados, mis labios...

Sonríes con los ojos llorosos, es una sonrisa tímida, y me acaricias el pelo.

Vuelves a apoyar tu cabeza en mi pecho y yo te devuelvo todo mi amor.

Ahora es cuando me doy cuenta de que siempre te quise pero que evité ese sentimiento contra mi voluntad y la tuya. Tú eres el que más me ha querido siempre, el que más me quiere ahora.

El sol de Karakura quema mis pestañas a esta hora. "Abrázame Renji" pero tu no me escuchas, vuelves a besar mis labios repitiendo una vez más mi nombre.

-Rukia...-un suspiro fruto del éxtasis de la sorpresa y el cariño- Rukia...

Ahora sé que te querré siempre, ahora sé que siempre serás mío, siempre seré tuya.

Disfruto del momento mientras la brisa de la tarde acaricia mis mejillas empapadas en lágrimas. Lo único que empaña mi felicidad son tus ojos brillantes, perlados y llorosos."No llores Renji, por que yo soy feliz" Nunca pensé que te vería llorar.

Sólo recuerdo algunos fragmentos: el momento en el que doblé la esquina siguiendo tu (fuerza espiritual que no me acuerdo como se llama), te vi con la katana desenvainada, luchando contra aquel poderoso arrancar. Fue entonces cuando me di cuenta, cuando aquel hollow no más poderoso que un 7º oficial apareció a tu espalda con intenciones de matarte. Sólo pude darme cuenta de que tú no habías notado al ser amenazante que estaba a punto de cumplir su objetivo.

Perdóname por que no tuve tiempo de desenvainar mi katana, perdóname por que no supe hacer otra cosa que cambiar mi vida por lo que más aprecio, tu mirada.

Me interpuse entre las zarpas afiladas del hollow y tu espalda, tres cuchillas traspasaron mi pecho mientras tú lograbas vencer al arrancar. Un simple movimiento de tu arma acabó con mi asesino, ¿es que soy tan débil?

"No llores, Renji, por que yo soy feliz", por que ahora se que te quiero, se que vivirás para hacer mucho más de lo que yo habría echo con mi vida sin ti.

Vuelves a besarme y siento el roce de tus labios en los míos, tus manos agarrando las mías, tus lágrimas mojando mi sonrisa.

Mientras mi alma se desvanece sigo sonriendo, por que el único recuerdo nítido que permanece ya en mi memoria es el sabor de tus besos. Y por mil veces que muera y me vuelva a reencarnar, tengo la certeza de que recordaré siempre, que morí pensando en ti.