Disclaimer: Ningún personaje me pertenece, todos son de Hoshino Katsura.

Pareja: Allena.

Hola. Bueno en primer lugar esta historia es por "Registro de Lavi" del foro "Resurgiendo entre las cenizas", una petición que hizo Marcia Andrea. Bueno, espero que les guste toda historia... ¡Oh!, mi primer Allena largo y también es mi historia número 70. Espero que les guste.

Prólogo

El sol brilló con una intensidad tan fuerte que bloqueó momentáneamente la vista del albino, por ello mismo no pudo fijarse de inmediato en ella, en la chica que pasaba cerca de él. Lo único que pudo ver —una vez recuperada la vista— fue un cabello violeta. En ese preciso momento, todo se quedó congelado, sintió flaquear sus piernas y dio la vuelta. La verdad es que Allen jamás conoció a otra persona con el pelo de un color así a no ser que mencionemos a la familia Lee.

Solo le vio la espalda, pero se sentía totalmente ido. Hubo un fugaz recuerdo donde la china le sonreía a pesar de que sus ojos estaban llorosos. Con eso su corazón se aceleró y recordó mucho el pasado. De sus labios no pudo evitar que saliera ese nombre casi olvidado.

—Lenalee.

Fue ahí cuando la chica se dio la vuelta y él la vio. Después de todo sí era ella, sí era la que aceleró su corazón con anterioridad. El único acto hecho por Lenalee fue sonreírle y Allen solo quedó paralizado. Era la misma sonrisa de antaño, aquella que le encantaba.

—¿Cuánto tiempo sin verte, Allen?

Lenalee, si bien, ya no tenía la misma cara que a los 16 años, aun parecía la misma, al menos en carácter parecía igual. Ella le abrazó como en antaño y le dijo cuánto lo había extrañado; él hizo lo mismo.

Con el abrazo efectuado, el de cabello níveo sintió la leve fragancia del perfume que llevaba Lee y se dejó llevar un breve momento por aquel aroma. Sí, la chica ya tenía los rasgos más marcados, ya se veían ciertas arrugas otorgados por el tiempo, pero seguía siendo bella. Al menos para sus ojos plateados, ella seguía siendo preciosa.

La verdad es que volver a hablar con ella así, era como hacer realidad un sueño. Nunca esperó volverse a encontrar con la china después de todo lo que pasó. Cuando él se fue de Inglaterra hace ya bastante tiempo, al despedirse de todos sus amigos, sabía que eso sería para siempre y que ya no los volvería a ver nunca más. Por eso al encontrarse con ella por la calle, era como cumplir un deseo que casi ya estaba perdido.

—¿Tienes que ir a algún lado?

Allen negó con la cabeza y Lenalee le preguntó si podía acompañarle a un sitio al que debía ir con urgencia. Pasar tiempo con ella era algo tan maravilloso que aceptó sin pensarlo, después de todo sí la había extrañado. Le extrañó demasiado.

Fueron 23 años, en los cuales él se había ido de ese país. Había dejado a todos sus amigos y había viajado con su tutor para intentar arreglar aquellos "asuntos" legales que tenía. Y ahora, al verla, no pudo evitar pensar: tal vez su vida no cambió mucho.

—¿Trabajas en una escuela? —Preguntó, al ver que ella se dirigía hacia ese edificio.

Lenalee solo rió por abajo, él no sabía por qué.

—No, Allen.

—¿Entonces por qué vinimos aquí?

La chica solo hizo una leve mueca con los labios. Ella no le contestó la pregunta y era por una razón simple, ya que alguien le había interrumpido las palabras. La verdad es que a Allen le parecía algo inquietante el hecho que una voz infantil gritara "¡Mamá!" y —sobre todo— esa misma personita fuera corriendo hacía las piernas de Lenalee.

El primer detalle que pudo notar Walker, de la niña era que ella tenía el cabello rojo, ojos verdes y… sí, la niña llamó a Lenalee "mamá". Él quiso preguntar "¿Quién es ella?", pero… no pudo, el nudo en la garganta no se lo permitió, solo hubo un hecho claro ese día; esa niña —de alguna forma rara— le recordaba a Lavi.

¿Qué tal?

Está historia va a ser muy complicada, –Quiero agradecer eso a Marcia– ya que en sí la historia no debe ser dulce, es más debe ser un amor amargo y tiene que haber varios aspectos psicológicos de Lenalee y Allen, también la niña (hija de Lenalee y Lavi) va a entrar mucho, es como la pieza importante en esta historia.

En fin, espero que les haya gustado este comienzo.

Nos leemos en otra.