Todos los personajes de Ranma 1/2 son propiedad de Rumiko Takahashi. El motivo de esta historia son sin fines de lucro y su finalidad es únicamente de entretenimiento

La lectura está recomendada para mayores de 18 años ya que puede contener material explícito, uso de lenguaje ofensivo y violencia.

Epílogo

Después de la fallida boda se esperaba que todo regresará a la normalidad, pero todo tiene consecuencias, no contaban con las secuelas del enfrentamiento entre Ranma y Saffron, y cómo podría haber afectado a Ranma y a Akane, ahora ambos deben decidir cómo será su futuro.

Capítulo 1 - La noche triste.

En una tarde de octubre en la casa de los Tendo empezaban a calmarse las aguas después de la batalla que desencadenó la fallida boda entre Ranma y Akane, el Dojo que poco antes estaba decorado con flores, regalos y mesas, ahora parecía más una escena donde se había llevado una feroz guerra.

Ranma ya sin fuerzas yacía sentado en el piso con el traje a medio destrozar, estaba rodeado por 2 mujeres que peleaban por su atención. Xi'an Pu que se encontraba a su izquierda empezó a exigir al joven - "Airen ya que tú no casarte con chica violenta poder aprovechar ocasión para casarte con Xi'an Pu". - Ranma no contestó ante el comentario ya que Ukyo se había precipitado a contestar - "¡De ninguna manera!, Ran-chan se casará conmigo, ¿no es así Ran-chan?" - se giró para regalar a Ranma una sonrisa, un suspiro de cansancio fue lo único que recibió de respuesta por parte de él, Ukyo lo jaló del brazo derecho del que lo tenía prisionero y gritó - "¡Anda y contesta ya!" - cansado de tanta faena, forcejeo una última vez para liberar sus brazos - "¡Deténganse, yo no me casaré con nadie!".

Ryoga que se encontraba recargado en la pared miraba divertido la escena, pensando que de haberlo planeado no podría haber salido mejor, se cercioro que Akane estuviera lo suficientemente alejada como para no poder escuchar y se acercó a Ranma, posó su mano en el hombro del novio y con un tono de malicia en su voz - "deberías de pensarlo Ranma, quiero decir, ahora que dejaste plantada a Akane en el altar dudo mucho que tengas una oportunidad con ella, me refiero a que... ¿Qué puede ser más humillante que eso?" - quito su mano y se alejó para poder ver la reacción en la cara de su rival, quien aparentemente no había tomado eso en cuenta ya que claramente tenía una cara de contrariedad.

Kuno que se encontraba cerca alcanzó a escuchar el filoso comentario de Ryoga y decide aprovecharlo, se acerca sigilosamente en dirección a Akane quien se encontraba pensativa en medio del Dojo, cuando los gritos de Kuno rompieron el hilo de sus pensamientos - "¡Ya no te agobies mi querida Akane, tu príncipe en armadura dorada está aquí para casarse contigo, no necesitas de ese ingrato que te ha dejado en el altar!" - con ese comentario Akane cerró sus ojos, frunció los labios y las cejas, y sintió cómo le hervía la sangre, parecía que el comentario había calado en su dignidad, Ranma y Ryoga lo notaron por lo que Ranma se deshizo del agarre de sus prometidas y junto con Ryoga corrieron a toda marcha a donde estaba Kuno para hacerlo callar, Kuno sin inmutarse que el aura de Akane crecía y que está hacia un gran esfuerzo por no soltar su cólera, ni las ganas de llorar continuó su discurso - "Yo estoy aquí para salvar tu honor" - pero antes de que pudiera acercarse más a Akane para terminar su discurso con un triunfante beso Akane ya había encajado el tacón de su zapatilla en la barbilla de Kuno y Ranma el talón de su zapato en la nuca de Kuno.

Akane al fin rompe el silencio y contesta a Kuno - "nadie tiene porque salvar mi honor, no pienso casarme..." - Ranma sintió las miradas de todos los invitados esperando a que contestara al comentario de su prometida, quien sintiéndose presionado y con el orgullo lastimado pasó por alto la mirada triste y el tono melancólico con el que Akane había hecho esa declaración, - "¡¿Quien en su sano juicio quisiera casarse con una mujer tan violenta?!" - al terminar la frase ya había dado un salto hacia atrás y se había puesto en modo de defensa para el golpe que su prometida le tendría preparado, pero el golpe nunca llego, Akane seguía parada en el mismo lugar, Ranma vio la cara de Akane quien parecía sorprendida con la mirada al suelo, a lo que Ranma en un intento para provocarla y romper el silencio rió nervioso y continuó - "Quiero decir, no es nada femenina, la comida que cocina solo podría ser digerida por un dragón" - Ryoga le dijo en voz baja a Ranma "no lo hiciste.. ¿puedes ser más estúpido?".

Para sorpresa de todos Akane permaneció en silencio y giró para darle la espalda a Ranma, paseaba su mirada y posaba sus ojos en los objetos rotos desperdigados en el Dojo, entonces pudo ver su ramo de boda a medio destrozar en el piso, en medio de los escombros de la mesa de recepción de los novios, esta se acercó pesadamente a él y se agacho para recogerlo, extrañamente no sentía nada, como si algo dentro de ella se hubiera apagado, Ranma confundido solo pudo llamarla - "¿'kane?" - levantó su ramo y le sacudió el polvo, sin darse cuenta que las palabras salían solas de su boca murmuró - "Será que yo me veo igual?" - Ranma escuchó el comentario y sintió una punzada en el corazón, estaba a punto de dar un paso hacia ella cuando alcanzo a ver una lágrima caminar por la mejilla del perfil de la chica. lo que hizo que este se detuviera en seco.

La reacción de Ranma no pasó desapercibida para Akane - "dime Ranma, ¿realmente piensas eso?" - todos dirigieron sus miradas hacia Ranma como si se tratara de un partido de tenis, sus otras prometidas miraban esperando a que este rematara con otro comentario y terminaran así con una de sus contrincantes y como siempre su salida fue todo menos sincerarse con Akane por lo que terminó contestando - "tu bien sabes que esto es un arreglo que pactaron nuestros padres, esto no tiene nada que ver con nosotros... tu misma.." - pero Akane no lo dejó terminar y con el mismo tono inexpresivo audible solo para Ranma que se encontraba cerca murmuró más para sí misma que como respuesta - "... tal vez lo mejor para ti era que yo hubiera muerto en Jusenkyo".

Ranma abrió los ojos desencajados, apretó los puños hasta que los nudillos se pusieron blancos y las uñas se clavaron en las palmas gritó a Akane con una voz gutural - "¡PERO QUE DEMONIOS ESTAS DICIENDO, NO SEAS ESTÚPIDA!" - entonces pasó Akane sintió todo correr por su cuerpo, como si de golpe todos los sentimientos que había reprimido se desbordaran y lucharan todos por salir al mismo tiempo, tristeza e ira se mezclaban en los ojos cafés que ahora miraba a Ranma como cuchillas y le interrumpió gritando - "¡ESTOY ARTA DE TODO ESTO, SIEMPRE PASA LO MISMO! Siempre que te muestras sincero a tus sentimientos te retractas por ese estúpido orgullo y siempre termino herida".

Ranma aún receloso miro al piso y con un tono calmado contesto - "Si me voy a casar no quiero hacerlo porque se me obligue a hacerlo..." - Akane se sorprendió y sintió un atisbo de culpa, ella había accedido a la boda por decisión propia, pero ignoraba que Ranma no estuviera al tanto de los planes de sus padres, admitió que había sido bastante ingenua al creer las palabras de ambos padres, sonrió y rió muy por debajo, esto hizo que Ranma alzara la vista a ella bastante confundido a lo que ella contestó - "Yo nunca te obligaría a hacer algo que tu no quieras, esto no se trata de la boda, se trata de ti, de mi, de nuestros sentimientos, de Jusenkyo... de lo que queremos" - Listo, pensó ella, lo había dicho no creía que hubiera salido tan fácil y fluido, en ese momento todos los demás desaparecieron para ella, solo ella y Ranma existían en ese momento.

Ranma la veía aun mas sorprendido, que se supone que debiera decirle pensaba este, todos están aquí, se empezaba a sentir mareado ya que sin darse cuenta estaba reteniendo la respiración, Akane vio el pánico en sus ojos, y pensó que no era el mejor lugar o la mejor forma de hacerlo pero si no lo hacía ahora, tal vez no podría volver a hacerlo, no podría volver a tener las fuerzas para hacerlo y dijo - "Yo también Ranma... a lo de Jusenkyo, yo también..." - Ranma parpadeo varias veces e hizo un intento enorme para procesar lo que Akane estaba diciendo se preguntó si ella se refería a lo que había gritado cuando la supo muerta, que pasaba si mal interpretaba esto y ella en realidad no le amaba como él a ella, tenía que decir algo, hacer algo, pero el chillido de Xi'an Pu rompió con sus pensamientos, y de reojo pudo ver la cara colérica de la amazona, la cara de dolor de Ryoga por lo que Akane acababa de declarar y la duda en las caras de los demás asistentes, todos murmuraban que de que se trataba eso de Jusenkyo, solo los que presenciaron la pelea con Saffron sabían a qué se referían, Ukyo rompió gritando - "¡¿A qué se refiere Ranma!?" - esta voltio a ver la cara de Xi'an Pu sorprendida de verla muda y furiosa, presintiendo de que se trabaja empezó a sentir miedo y enojo - ¡Merezco que me contestes, soy tan prometida tuya como ella!" - y recurrió a su ya tan jugada carta, dejó que los ojos se le llenaran de lágrimas, Ranma solo pudo articular - "Ukyo yo, no...".

Akane cansada suspiro casi como si fuera un sollozo y siguió - "Estoy harta... si esto es lo único que puedes darme... si esto es lo único a lo que puedo aspirar contigo, si eres tan cobarde, no vales la pena" - Ranma sintió como se le cortó el aire y todo empezaba a darle vueltas, se acercó para tomar la muñeca de Akane y girarla para verla a la cara. Cuando lo hizo estaba a punto de gritarle en su cara que cualquiera se sentiría afortunada de tenerlo como prometido, para defender su herido orgullo. pero las palabras se le atoraron en la garganta al ver las pesadas lágrimas que corrían por el rostro de su prometida. Akane lo miraba fijamente y en su mirada ya no había atisbo del enojo que presenció antes, Ranma soltó su muñeca de forma mecánica y observo su mirada. Una mirada que Akane nunca le había regalado antes. Una mirada que no supo interpretar, había dolor, tristeza, desesperación, decepción... y amor, Ranma sintió como sus propios ojos empezaban a llenarse de lágrimas, Akane dio atisbo de sorpresa ante la reacción de Ranma el cual trataba de articular palabra y solo pudo murmurar - "yo..." - sintiendo que si hablaba no lograría controlar las lágrimas que ya peleaban por salir, nada más pudo salir de su boca, así pasaron los segundos hasta sentirse eternos.

Akane se limpio los ojos con las manos y trato de sonreírle, aun con unas cuantas lágrimas que escapaban de entre sus dedos y corrían libremente por sus mejillas le murmuró - "me rindo" - se dio la media vuelta dejando a Ranma sin habla, este sentía que no podía moverse, como si sus piernas y brazos pesaran una tonelada, solo podía observar como esa figura blanca se movía pesadamente, un fantasma pensó Ranma, sabiendo que esa imagen se uniría a la colección de escenas que lo atormentaban, no se escuchaba nada más que el eco de sus tacones contra la dura madera del Dojo, hasta que se perdieron por el pasillo hacia la casa; Ranma bajó la vista y vio el ramo en el piso.

Solo la voz del patriarca de la casa saco a todos de sus pensamientos - "¡quiero a todos fuera de mi casa en este momento!" - todos los invitados se miraron atónitos y accedieron, unos con vergüenza de la escena que habían presenciado y otros arrastrando los pies de mala gana. Las chicas se retiraron no sin antes despedirse de Ranma dando paso a otra batalla entre ellas. Ranma no contesto solo se limitaba a asentir pesadamente. Soun al ver esto continuó, ya con un tono más calmado pero denotaba la tristeza en su voz - "Saotome quisiera hablar con usted y su familia" - lanzando una mirada airada al maestro Happosai y a Nabiki que no parecían querer abandonar el Dojo - "a solas" - Happosai y Nabiki se retiraron, está girando los ojos y sin decir ni una palabra, sabía que su padre pocas veces se enojaba y esta era una de ellas, lo mejor era retirarse sin hacer pelea.

Ranma se sentó en medio de sus padres y antes de que Soun empezara con su discurso Genma se adelantó agarrando la cabeza de su hijo agachándose hasta que la frente del muchacho tocaba el piso forzando una reverencia de perdón y hablo - "Tendo, disculpa a este malcriado hijo que tengo, obviamente le falta mucho por aprender y madurar, seguro que se disculpara con su prometida y arreglara todo, ¡¿no es así muchacho?!" - Ranma forcejeo y se liberó del agarre de su padre y contestó - "¿¡De que hablas viejo!?, esto no es solo mi culpa, nunca preguntaron mi opinión de la boda, ¿por qué habría de disculparme con esa marima..."- pero Ranma no pudo terminar Nodoka grito - "¡Silencio!" - agacho su cabeza en señal de disculpa y continuo - "Tendo, siento mucho todo lo ocurrido, no puedo ni imaginar el dolor de Akane, te doy mis más sinceras disculpas... entenderemos si tu familia quiere romper con el compromiso".

Ranma se quedó paralizado ante la reacción de su madre, justo cuando iba a contestar se adelantó Soun - "Comparto la responsabilidad señora Saotome" - haciendo ademán de que esta dejara de agacharse y continuó - "creo que nos equivocamos a forzar en casar a nuestros hijos" - Genma lo interrumpió - "¡Pero Tendo, su hija ya había dado su consentimiento tenemos que aprovechar esta oportunidad! - Ranma recordó la plática que tuvo con Akane antes de correr escaleras abajo hacia al Dojo para hacerse con el remedio a su maldición, Soun interrumpió a Genma - "ella erróneamente pensó que Ranma le amaba solo por eso dio su consentimiento a seguir con esta farsa, obviamente todos malinterpretamos las cosas" - Ranma al escuchar esto se mordió el labio y se preguntaba si realmente Akane deseaba casarse con él, ¿Realmente ella lo quería a él? recordó lo que le dijo Akane "Yo también Ranma... a lo de Jusenkyo, yo también..." pero ¿y si lo mal interpreto? y si lo que hizo fue un gran error. Si no fuera por su orgullo ahora estaría casado con Akane, si hubiera puesto un alto a todos los que se opusieron a la boda - "Dejemos que las cosas se calmen, si Akane decide que lo mejor para ella es romper con el compromiso respetare su decisión, no quiero ver a mi pequeña sufrir como hoy, ni que vuelva a pasar por una situación similar" - dijo Soun, el comentario dejó helado a Ranma pero solo pudo asentir, Soun posó su mirada en él - "ahora que hemos dejado todo claro sugiero que vayamos a descansar, mañana tendremos que arreglar todo este desastre" - mirando lo que quedaba del Dojo, había hoyos en las paredes, puertas y el piso, un gran hoyo se alzaba sobre sus cabezas y había pasta de okonomiyakis explosivos, pétalos de rosas negras, restos de sillas y mesas.

Todos se levantaron, Ranma se paró iba a decir algo pero su madre le cortó diciendo - "por ahora deja las cosas como están, dale espacio a Akane, por ahora déjala descansar, ve pensando que vas a decirle para disculparte" - Ranma asintió en silencio y siguió a sus padres hasta la habitación. aun cuando la familia Saotome ya no viva en la casa tenían a su disposición la habitación en la que por más de un año había sido de Ranma y su papá. Sacaron 3 futones, se cambiaron y se dispusieron a dormir pero por más que Ranma intentó conciliar el sueño le fue imposible, seguía viendo la mirada de Akane con aquella nueva mirada, con todo lo sucedido en ese día no podría pensar que de haberse llevado a cabo la boda Akane y él estarían ahora disfrutando de su noche de bodas en algún hotel, lejos de aquí, lejos de todos y no pudo evitar ruborizarse.

Habían pasado más de dos horas y Ranma seguía sin poder pegar ojo, entonces escucho algo pasar por el pasillo camino a las escaleras, algo que se arrastraba por el suelo y las paredes del pasillo, decidió esperar a que el ruido se perdiera en las escaleras para seguir su paso pasando desapercibido, bajo cuidadosamente las escaleras, todo se encontraba en penumbras, no había ninguna luz prendida pero aun así pudo visualizar que la puerta de la sala de estar estaba abierta, caminó sigilosamente hasta quedar detrás de la puerta y pudo percibir el olor del incienso, pudo ver esa figura que ahora le parecía en extremo pequeña y frágil, sosteniendo algo que para él era una materia pomposa y deforme de color blanco, cayó en cuenta que aquello era su vestido de novia, y ante Akane se encontraba abierto el altar familiar con la foto de su difunta madre, no era común abrir el altar, aun pasado los años el señor Tendo seguía sufriendo la muerte de su esposa y eran contadas las veces que se abría para rendirle luto.

Escuchó a su prometida, lloraba silenciosamente ante la foto de su madre, Ranma estaba por entrar en la sala y sentarse a su lado en silencio, pero se detuvo cuando Akane empezó a hablar con su mama, Ranma supo que era una confidencia entre ellas dos, por lo que pensaba retirarse del lugar para dejarla desahogarse, pero sus piernas no daban indicio de quererse mover, se quedó de pie viendo la espalda de Akane y curioso presto atención para poder entender lo que murmuraba entre sollozos - "Mamá, hoy se suponía que era el día de mi boda... hoy debería haber sido el día más feliz de mi vida" - Ranma tragó saliva sabiendo a donde iría todo esto mientras Akane continuó - "yo sé que no es del todo su culpa, el que tal vez me ame... no significa que él quiera casarse conmigo... pero porque tenía que negar lo que me confeso, eso me había hecho tan feliz, Jusenkyo... mama... ahora yo podría haber estado contigo, y no sola" - mientras rompía a llorar abrazándose de su vestido y callando sus sollozos para no despertar a nadie.

Ranma se quedó helado al escuchar a Akane, como podía decir que estaría mejor muerta, ella no sabía todo el martirio que pasó en esos momentos en que la vio yacer inmóvil, fría, sin vida. fueron los momentos más difíciles que él haya pasado, cerró los ojos y podía volver a ver a Akane entre sus brazos, inerte con los labios azules y tuvo que hacer un esfuerzo por no llorar, permaneció en silencio todo el tiempo esperando a que Akane terminara de llorar, quería aunque ella no lo supiera que no estaba sola, cuando acabo ya habían pasado dos horas, escuchó como su prometida acomodo el altar y o cerro, se levantó pegando su cuerpo a su vestido y pesadamente regreso escaleras arriba para ir a su habitación. Ranma se escondía en el pasillo, antes de seguir su camino vio la puerta aún abierta del salón de estar, vio el altar cerrado y murmuró - "lo siento..." - entró a su habitación donde una vez ya acostado en el futon logró conciliar el sueño y él se abrazó a este buscando consuelo para olvidar todo lo que había vivido ese día, lamentablemente sus sueños no fueron reconfortantes.

Fin del capítulo 1.

Espero que sea de su agrado, una disculpa si mi forma de escribir no es la mejor, pero es la primera vez que escribo algo, requirió que tiempo después hiciera una edición del texto original.