Descarga de Responsabilidad: My Hero Academia/Boku no Hero Academia no me pertenece, solamente estoy usando sus personajes y algo de la trama para esta historia.
Death From The Heights, A Hair Fallen To The Ground 1
Caminando a lado de una gran pared gris que todos conocemos, podemos ver como una línea con varios estudiantes con el mismo chaleco gris caminaban alto separados en sus propios grupos, charlaban, bromeaban y otras cosas de jóvenes adolescentes que volvían de la escuela a sus casas. Unos cuantos rayos naranjas del atardecer que había en ese momento dejaban ver como un grupo de tres chicos, uno de cabellos oscuros con gafas de ver, una cabellera castaña hasta los hombros y un pecoso con un desastre de pelos verde oscuro sobre su cabeza, no le prestaban atención a como alguien se adelantaba por un lado y ignoraba lo que estaban hablando, pero cierta chica con poderes de gravedad cero la noto, y agitando la mano bien alta le habló.
–Yui-chan, hasta mañana–se despidió la chica haciendo que la nombrada levantara la mano libre mientras la ocupada estaba colocándose con firmeza su mochila en la espalda, cuando vio que la que se iba ya no estaba a su vista siguió hablando con sus nuevos amigos.
–Nos vemos mañana, Ochako-chan–fue lo que le respondió la chica antes de seguir con su recorrido a paso rápido.
La chica conocida como Yui, o mejor dicho, Sentsuno Yui, tenía una estatura más alta que el promedio y unas buenas curvas pero no tanto, vistiendo el uniforme de una de las mejores academias de héroes de Japón, la Academia Yuuei, mostraba como llevaba unas medias largas negras hasta el muslo y unos zapatos bordos con toques claros, lo que más remarcaba de la chica sin contar aquellos orbes magenta que tenía como ojos, era su larga cabellera naranja que parecía salvaje hasta más allá de su cintura casi parecida al de un erizo o cuerpoespin.
Con tanto como parecia bien cuidada a pasear de se volumen y desastre que tenía sus cabellos, una cosa muy notable se balanceaba al ritmo de su caminata rápida, y era un largo mechas que llegaba hasta la nariz haciendo un gran arco y ella se lo sacó de la cara cuando un fuerte viento golpeó su rostro con un pequeño bufido, la chica de dieciséis años de edad solo pudo maldecir.
–Por dios, ahí algunas veces que desearía poder cortarte y evitar que crezcas más, ¿lo sabes, verdad?–muchos podrían asegurar que la pelinaranja podría estar loca al hablarle así a su mechón de cabello pero ya que no había nadie, no hay queja alguna, así dejando salir un pequeño gruñido cuando volvió a pegarse a la cara por otra corriente de viento y trató de elevarlo hacia arriba como una antena–Por ahora, será mejor volver a casa, Okaa-san dijo que iba hacer su especialidad por el primer día de clases–dejando salir una sonrisa, Yui, camino ahora a paso moderado a su dulce hogar tarareando una melodía que parecía ser una nana para dormir y no tardó mucho en llegar al barrio donde vivía.
Cuando por fin estaba a dos casas de donde vivía, la chica de ojos magentas detuvo un momento su paso al ver un vehículo que conocía demasiado bien, dejando salir un gruñido con frustración siguió caminando y se detuvo en frente de una casa de ladrillos grande de dos pisos, había tres vehículos en el lado derecho donde estaba el garaje y uno era un auto sport casi nuevo azul oscuro y mostraba unos cuantos raspones en los lados, otro una caminoneta moderna y todo terreno negro grisáceo y el último que sabía que no era de sus padres, parecía ser un deportivo cero kilómetros blanco con líneas negras y con los vidrios negros.
Colocó su mano derecha sobre el pomo de la puerta de madera de roble oscuro, sin mucho vacilación abrió y empujando hacia adentro dejó que con un empuje de su pie, se cerrara sola y sonara por todo el lugar mientras gritaba.
–Otou-san, Okaa-san, ya llegue–decía mientras se sacaba las zapatillas y se las cambiaba por unas pantuflas negras que estaban en la esquina del pequeño escalón que dejaba entrar al piso reluciente de madera de su hogar.
–Yui hija, estamos en la cocina–exclamó una voz claramente femenina a un lado de donde estaba, la pelinaranja solo terminó de cambiarse y camino hacia dicha zona de la casa.
Podía verse como enfrente d esa puerta de entrada, daba el acceso al segundo piso por unas escaleras también de maderas, aún lado de ella había un corto pasillo que daba a un armario con escobas y unos cuantos abrigos de invierno o para días cuando hacía mucho frío pero no tanto. A los lados había daban entradas a diferentes zonas, el de la derecha daba a un amplio living con sillones bordos y una chimenea encendida que calentaba un poco los alrededores, a la izquierda dejaba ver como también eran grande pero era ocupada por un amplía mesa retangular que permitía ver sus patas de hierro negro, sosteniendo la larga plancha de piedra tallada a mano con unos cuantos soportes y tenía unos cuantos toques plateados en los bordes.
–Hey Okaa-san, ¿ocurrió algo para que ni me avisaras de antemano que teníamos invitados?–pregunto Yui mientras iba por el lado izquierdo y pasaba de largo la gran mesa que tenían, pasó por una puerta de madera clara que había y dejó ver como tenían esas cocinas tradicionales pero con buenas maquinarias culinarias.
–Bienvenida de vuelta, querida–sin responder, la mujer que era su madre, rodeó a su hija en un abrazo y fue devuelto por parte de la adolescente, al separarse dejó ver como ella era casi idéntica a su primogénita pero podía verse unas cuantas canas y arrugas por la edad en su corto cabello castaño–Pues parece ser que hubo un pequeño problema en la escuela, tuvieron que ir a buscarlo temprano y ya que estábamos con eso, decidimos comer juntos esta noche como festejo de tu primer día de clases–terminó de explicar dejando mostrar una pequeña sonrisa antes de darse la vuelta hacia unas cosas que estaba haciendo, mostrando que llevaba un delantal rosa arriba de una blusa larga celeste y una falda larga oscura.
–Ya veo, así que él debería estar en el living, ¿verdad?–empezó a voltearse para irse pero escucho como su mamá le respondió.
–Si, déjalo descansar el pobre se desmayo en medio de un asunto importante y lo llevaron a la enfermería, tu padre y Sara, están en la oficina de tu padre hablando de negocios, así que déjalos seguir con lo suyo mientras termina de hacer la cocina–empezó a cortar unas cuantas verduras y escucho como la puerta se abría y cerraba con las siguientes palabras de su hija.
–Entendido, iré a ver cómo está el caído–eso sacó una corta risa baja de la mayor de las dos, sin embargo, no la llego a escuchar la menor por ya no estar en la habitación.
No tardó mucho en volver al lugar cerca de la puerta de entrada y la escalera a la,parte superior, ignoro unas voces que conocía bien que apenas podía escucharlo por la distancia y sabía que venían del piso de arriba, y sin más, fue hacia donde estaba el living buscando a la persona.
–¿Eres tu, Yui?–una voz sonó en el largo sofá y la pelinaranja se acercó, logrando ver como una pequeña cabeza negra con blanco se levantó por el oír de los pasos y dejó mostrar como era su hurón de mascota, se levantó de donde estaba acostado y dio un par de saltos antes de llegar a la chica.
–Hola a ti también, Leo–saludo la Sentsuno al animal y dándole unas cuantas caricias por su cuerpo, siguió cambiando hasta dar vuelta el sofá y ver quien había hablado–Si, soy yo, ¿que quieres?–
Ya sabía que su hurón, Leo, se hecho a dormir sobre el torso de la persona que vino a ver y dicho alguien también estaba acostado sobre gran parte del sillón y dejando solo un espacio para que pudiera sentarse.
–¿Pasó algo a tu clase o que? No te vi en la inauguración de la escuela–comentó y eso sacó un suspiro de cansancio de la ojimagenta, cuando volvió a hablar la voz dejó en claro un poco su confusión por esa acción–¿Y ese suspiro?–
–Fue culpa de nuestro maestro, Aizawa-sensei, sonó la campana y lo primero que hizo al entrar, luego de presentarse fue que nos visitieramos con nuestros uniforme de educación física y nos hizo hacer una supuesta "Prueba de Apreciación de Quirk"–miró entre sus brazos como el hurón se acomodaba y volvía a su siesta, se acomodó un poco mejor en su posición en el sofá y puso todo su peso en la almohada que tenía en sus espaldas.
–Pues parece que tuviste un día interesante, yo solo me desmayé mientras nos enseñaban las instalaciones… aunque pude hablar con una chica en mi clase, solo puedo decirte que tiene alma de vendedora–podía escucharse como dejo salir un bufido, hubo un ligero movimiento y Yui, pudo ver como el que tenía a lado suyo se acomodó un poco las piernas dejándole un poco de espacio que aprovechó.
–¿En serio?–levantó una ceja intrigada por lo dicho por el que estaba acostado, dejó de darle mimos a su mascota para verle mejor desde su posición.
Podía ver como aún llevaba el uniforme masculino de la academia, pero sin usar ninguna clase de pantuflas y zapatillas revelándole como en las piernas que cubría los pantalones oscuros, usaba unas medias grises algo gastadas, con la corbata roja puesta podía ver como dobladillo hasta después de los codos su camisa blanca manga larga y en apoyabrazos del sillón noto el chaleco gris que le faltaba en la parte superior.
Para rematar algo que no iba junto al uniforme obligatoria, eran un par de guantes de cuero negro que llevaba puestos en ese momento y contrastaban completamente contra su pálida piel casi enfermiza, apenas podía ver su rostro algo refinado por culpa de una pequeña toalla oscura algo mojada que cubría en su totalidad su frente y ojos, no dejando ver sus párpados por completa y solo mostraba como unas cuantas hebras de su cabello blanco largo desordenado pero hasta un poco más allá de al nuca.
–Si, parece que Hatsume-san es un poco energética con el tema de sus creaciones, aunque parece ser algo exagerada al llamarlas siempre "Mis Bebés" como ella dice–trató de levantar una de sus manos enguantadas haciendo las comillas con dos de sus dedos para enfatizar.
–Oh es verdad, me olvide que te habías ingresado en el curso de apoyo–comentó Yui mirando al chico de dieciséis años, escucho como la voz de su madre la llamaba para hacer la mesa–Bueno, iré a ayudar a Okaa-san, mantente descansando hasta que te avise o te venga a buscar, Takumi–
Levantándose entregó a Leo al chico, que ahora conocemos por su nombre Takumi, que aceptó gustosamente y lo colocó en su pecho, dando una corta despedida a los dos, los dejó completamente solos y el peliblanco solo dejó mostrar una pequeña sonrisa mientras le daba mimos en la cabeza al hurón.
–Espero que mañana como mínimo tratemos de almorzar juntos, Yui–
–Yui-chan, buenos días–exclamó Uraraka viendo entrar a la susodicha, dando un corto aviso al chico de anteojos y el pecoso, se acercó y vio como la de cabellos naranjas le respondía.
–Buenos días a ti también, Ochako-chan–dicho esto empezó a caminar hacia su escritorio entre los veintiuno asientos que había, si como acabaste de oír, parece ser que es de las pocas veces donde un curso en esta escuela es un número impar y viendo que ayer ninguno fue expulsado los estudiantes de la clase 1-A, estaban un poco alarmados por las palabras de su profesor, Eraserhead.
–Por cierto Yui-chan, ¿estas bien?–comentó la castaña viendo como su amiga a diferencia de ayer donde apesar un poco cortes era amigable entre las chicas del aula, algunas veces parecía tratar de empezar la conversación pero hoy aunque sea el segundo día de clase, parecía algo ida.
–Estoy bien, solo es que tengo un pequeño problema con algo–fue su respuesta algo vaga mientras se sentaba en el último asiento que daba a la pared contraria de la entrada a la habitación.
–Oh, parece que nuestra Yui-chan, tiene algo en mente–un brazo rosa rodeó el cuello de la ojimagenta, dejando ver como Ashido Mina aparecía de la nada y era acompañada por un uniforme femenino flotante, la cual era una chica llamada Hagakure Tooru–¿No será por culpa de un chico, o si?–parecía ser un poco más atrevida cuando hizo una pequeño movimiento con sus cejas pero no le sacó ningúna reacción de parte de Sentsuno.
–Espera Mina-chan, no creo que Yui-chan esté así por esa raz–la chica invisible intento detener la insinuación de parte de la chica rosa pero la voz de la persona de dicho tema, la interrumpió.
–Más o menos–terminó de colocar su mochila en su asiento, cuando volvió su mirada a sus amigas noto como parecían algo sorprendidas por solo esas tres palabras, antes de que pudieran hacer un escándalo volvió a hablar–No es lo que creen, solo es que un conocido mío tuvo un problema de salud el día de ayer y no puedo sacármelo de la cabeza–
–Así que era eso y yo que pensé que tenía que ver con un chico–decía Ashido desilusionada haciendo una pose dramática algo cómica, dejando estupefactas a Uraraka y a Hagakure, o eso es lo que podemos suponer.
–¿Y que te hace pensar eso, Mina-chan?–alzando una de sus cejas miró como la nombrada ni tardó un minuto en señalarla con su dedo, más bien, apuntar una parte de su cuerpo.
–Tienes un anillo de compromiso, y no trates de negarlo–cuando sentenció aquello con sus palabras, podemos ver bien en su mano izquierda como en su dedo del medio había justamente un anillo, era uno que parecía ser de plata puro y tenía una pequeña piedra amatista en el medio.
Ocultando dicho objeto con su otra mano, solo dejó salir una risa nerviosa al olvidarse de sacarse el anillo y solo pudo suspirar designada antes de volver su mano derecha al escritorio permitiendo apoyar su cabeza sobre ella–Miren chicas, esto solo es un regalo de un familiar, preferiría no hablar de eso… ¿ustedes me entienden, verdad?–miró con sus orbes magentas a las tres que solo dieron una pequeña disculpa en voz baja antes de volver a sus asientos respectivos y porque faltaba unos pocos minutos de que empezaran las clases.
Moviendo su vista al objeto con forma de aro en su dedo, lo movió con su pilar desde el lado de su palma para dar unas cuantos giros, teniendo solo unos pensamientos antes de volver a prestar atención adelante suya ya que parecía que acaba de llegar el profesor.
–Será mejor que la próxima vez, esconda el anillo, no creo ser capaz de explicarles eso a las chicas si insisten en que les diga la verdad–
–Hey Hatsume, ¿podrías pasarme el taladro, por favor?–hablo aquel chico de tono enfermizo en su piel y de cabellos blancos, su rostro estaba completamente oculto por culpa de una máscara que protegía su cara cuando usaba esas máquinas para fundir metales y solo dejaba mostrar unas cuantas hebras suyas.
–Espera un momento Totakai, ya casi terminó–fue la respuesta de una chica de gafas extrañas y cabellos rosas, hubo un ruido de perforación por unos momentos antes de que saliera del desastre que le rodeaba, levantó sus gafas y mostró como tenía en sus ojos una extraña forma de puntos de mira, mostrando como Hatsume Mei con una sonrisa en sus características se acercaba al chico.
Totakai Takumi, dio un gracias al momento en que sus manos enguantadas en cuero negro agarraban el taladro automático y sin quitarse la máscara empezó a usarla sobre loq je sea este haciendo en ese momento.
–Por cierto Totakai, ¿entregaste tu paquete a tu amiga?–le pregunto Mei al pálido y obtuvo solo un asentimiento antes de que se detuviera de hacer lo que hacía.
–Si, Powerload-sensei me ayudó con eso, por suerte lo logró antes de que Yui entrara en el vestuario femenino…–su voz baja por culpa del obstáculo en su cabeza bajo aún más el volumen al darse cuenta de algo o más bien alguien, se giró ligeramente para volver a hablar y a través del visor pudo notar el par de orbes de la pelirosa–Hatsume, sal de mi espacio personal, por favor–la susodicha mientras que Takumi le hablaba se había acercado con cierto sigilo y tenía su rostro sobre el hombro del chico y trataba de mirar el invento en el que estaba trabajando el de cabellos blancos.
–Hey Totakai, ¿me dejarías ver tu creación cuando termines?–acercó aún más su rostro al del peliblanco, casi chocando su frente contra el metal de la máscara.
Antes de que la chica pudiera resistir, una mano grande y metálica la sacó de estar casi encima del chico, dejando salir un suspiro el adolescente pálido miró a su rescatista y solo podía ver su casco parecido a una garra metálica de construcción.
–Gracias sensei, no creo que allá podido sacarme a Hatsume de encima–apesar de su voz aún sonaba algo tapada, se rasco con cierta vergüenza la nuca y eso casi saca un suspiro del adulto, Powerload, soltó a Mei y la dejó ir a su respectiva mesa de trabajo.
–Totakai-kun, deberías ser un poco más terco cuando Hatsume haga otra vez lo mismo y sino puedes, por lo menos trata de decir que no, tu amiga de la clase 1-A mencionó que si puedes esperarla al terminar las clases–hablando con claridad el héroe se acercó al primer nombrado y dio una rápida mirada a lo que estaba haciendo.
–Lo intentaré sensei, gracias por avisarme lo de Yui–dicho esto volvió su atención a su creación aún en construcción y siguió taladrando, siendo vigilado durante todo el proceso de perforación por el adulto responsable en el curso de apoyo.
Se detuvo en el momento que parecía ya estar listo con lo que tenía entre manos y dejando un lado la maquina eléctrica, se sacó la máscara de protección y pasó su dorso de su mano enguantadas derecha, todo eso sin mostrar en ningún momento su rostro desnudo a Powerload, volvió a colocarse su protección y levantándose con cierto esfuerzo al tener las piernas algo dormidas por estar sentado en la misma posición, tuvo su siguiente pensamiento teniendo cuidado de no dejar caer su creación.
–Espero que a Yui, le sirvan esa cosas, los prototipos fueron muy difícil de hacer y ella me pidió que las terminara antes de lo esperado… que suerte que me negué a esas recomendaciones para el curso de heroísmo, aún así, veremos esta noche como les fueron a mis inventos con esa chica radar–
…Continuará…
Y aquí tienen, mi nueva historia llamada "Death From The Heights, A Hair Fallen To The Ground" o como es traducido al español "Muerte desde Las Alturas, Un Pelo Caído al Suelo", espero que les haya gustado el primer capítulo y quisiera aclarar unas cosas sobre los nombre de mis dos principales OC.
La primera y no menos importante, Sentsuno Yui, su apellido viene con juntar dos palabras japonesas y son las siguientes.
"Sen", se traduce al español como "Alambre" y "Tsuno", es traducido como "Cuerno". Podría decirse que su apellido significa… ¿Alambre Cornudo?... soy yo, ¿o acaso eso sueño algo extraño?
Olvídenlo, sigamos con su nombre, y es "Yui", que significa en Japón como "Tejido Elegante", en su tanto su nombre como las dos palabras de su apellido, están estrechamente relacionados con cómo sería su quirk, algunos si quieren pueden intentar adivinarlo y sino quieren, esperen hasta el siguiente capítulo.
Ahora vayamos con mi OC masculino, su nombre completo es Totakai Takumi, su apellido es la combinación de la primera parte de "Tobu" (Volar) y de "Takai" (Alto), tienen que ver en su mayoría con el título de la historia pero de la misma manera, tiene un significado importante para el chico, su nombre "Takumi" en japonés es el nombre para un varón y significa "Artesano", y apesar de que me gusta el nombre tiene que ver mucho con lo que leyeron en este primer capítulo.
Bien, espero que les haya gustado esta historia y no se olviden de comentar sus pensamientos, nos leeremos después. Y me despido, Bye Bye.
