Disclaimer: Pues tal pascual, ale.
Advertencia: Es bastante tonto ponerlo AQUÍ, donde más bien hay que avisar en los fics dónde NO hay, pero sí, hay slash.
Nota: En fin, sé que Eso decían está por ahí, lo que pasa es que se me ocurrió un giro argumental bastante grande y estoy intentando acoplarlo y buscando fics de mi pareja prefe de Slam Dunk (seguidos MUY cerca por RuHana): MitKo. Bueno, pues casi siempre se enamoran y tal y Michie no tiene demasiados problemas con que Kimi sea chico, para decirlo fácilmente, y yo Kogure lo entiendo, porque es un chico bastante inteligente y que analiza mucho las cosas, y no tendría demasiado problema, pero Mitsui... Además, sé que en la sociedad japonesa no se ven del todo mal las relacones homosexuales SIEMPRE Y CUANDO no sean públicas, así que bien, bien tampoco se ven... Y con la sociedad cada vez más americanizada y tal... Pues nada, he pensado que esto no sería demasiada mala idea, ya me dirán. Por cierto, tengo entendido que Koshino es un año más pequeño que Kogure o algo así, no? Bueno, pues aquí no lo será, yo aviso...
Por cierto...: No sé si lo notaréis, pero necesito una beta (o como se diga) si, esta persona tan amable que te revisa los textos¿alguien interesado, sí, porfaaaaa?
IntroducciónKogure Kiminobu no había pretendido dar un portazo al cerrar la puerta, pero con las corrientes de aire que tenía la casa, con sólo el mínimo empujoncito ya se cerraba; y al volver de un largo día en la universidad no se había acordado y había cerrado cómo si aún estuviese en casa. Ex-casa, se recordó mentalmente, porque no pensaba volver jamás. Entre otras cosas porque no podía.
Aunque, mirándolo bien, ese era el primer día que pasaba algo bueno desde que se le ocurrió pedir a su novio que lo esperase a la salida de la universidad. A partir de ahí todo fue de mal en peor.
Sus padres ya hacía una semana que le habían echado de casa (cuándo les confesó que estaba saliendo con un chico), todos sus amigos menos Ayako lo habían dejado de lado, pero como ella todavía iba a la preparatoria, se había quedado sin nadie con quien ir a clase y lo habían echado del equipo de básquet universitario.
Se tumbó cara arriba en el sofá, dejando que los pies colgasen por encima del brazo izquierdo del mueble. No pensaba que le dolería tanto, pero cuándo el entrenador le tiró la camiseta y la prohibió volver por ahí, el mundo se le cayó a los pies.
Cerró los ojos recordando el día de las pruebas. Estaba lleno de buenos jugadores que recordaba del nacional del año anterior. Koshino del Ryonan, Jin y Maki del Kainan... y del Shohoku, junto a él, estaba Hisashi. Cuándo el moreno se enteró que le habían dado una beca deportiva para una de las mejores universidades del país, lo primero que hizo fue llevarse a Kiminobu de marcha. Al fin y al cabo, fue gracias a él que cumplió uno de los requisitos de la beca: aprobar en el examen de ingreso con un siete de media mínimo (cabe contar que sin becas deportivas de por medio, para entrar se necesitaba cómo mínimo un ocho y medio).
Fuese porque supiese todos los puntos fuertes y débiles de prácticamente todos los jugadores que se presentaban, fuese porque de primeras sabía que con esa competencia no iba a poder entrar, por lo que sólo pensó en disfrutar jugando y no en esforzarse, o por el verano pasado con Akagi, Mitsui, Miyagi y Ayako (que se descubrió era una jugadora fabulosa) jugando al básquet; la cuestión es que Kogure jugó cómo nunca y, todas las instrucciones que daba de vez en cuando a los de su equipo eran siempre acertadas. Así que, contra todo pronóstico, entró en el equipo de básquet. Y fue uno de los días más felices de su vida.
Pero ahora no servía para nada, porque la mayoría de jugadores lo miraban con asco por los pasillos, recordando todas las veces que, practicando, habían tenido algún contacto físico accidental con él, cuándo se habían duchado juntos...
Dio media vuelta hasta quedar recostado de lado y dibujó una sonrisa. Porque parecía que, después de una semana de puro infierno, todo estaba a punto de ir para mejor.
Después de tocar fondo con una gran discusión entre él y Yoshio dónde se habían dicho cosas que no les permitía ni siquiera quedar como amigos, parecía que ya sólo quedaba subir.
Esa mañana, cuándo tres del club de yudo habían empezado a meterse con él, apareció Takenori por detrás y entre lo dos los habían asustado de por vida. Kiminobu no dejó a su mejor amigo ni disculparse por lo idiota que había sido antes de abrazarlo y decirlo lo increíblemente feliz que estaba de volverlo a tener a su lado. Él simplemente sonrió y se apartó del abrazo diciéndole con una sonrisa que muy bien, pero que nada de mariconadas. Y Kogure rió por primera vez en siete días.
Pero ahora, en esos momentos, sólo tenía ganas de descansar... Se quitó las gafas y cerró los ojos, buscando la posición más cómoda para dormir en el sofá, pero no parecía encontrarla. Después de mucho girar, con el sueño ya atrapándolo, decidió dejar de moverse. Una voz muy débil le recordó que cuándo se levantara le iba a doler todo por la mala postura, pero le hablaba tan flojo y él tenía tanto, pero tanto sueño y se estaba tan pero tan cómodo en el blando sofá que al segundo se olvidó de ella y se durmió.
Un fuerte pitido le interrumpió el sueño. Desconcertado parpadeó unas dos veces¿qué hacía tumbado en el sofá? Se fijó en las luces encendidas y, entonces, se dio cuenta que no llevaba puestas las gafas. Vaya, parecía que se había quedado dormido... Sonó otro pitido y todo lo que había pasado durante el día le vino a la mente. Al tercer pitido, se levantó de golpe, cogió las gafas y sin tiempo para ponerse los zapatos dio un salto por encima del sofá y corrió hacia la puerta. Con la mano derecha se arregló un poco el pelo que se estaba dejando largo y con la izquierda abrió la puerta suavemente.
Al otro lado estaba Jin, su ex-compañero del equipo de básquet con aspecto de estar algo nervioso.
.-Eemmm... Hola Kogure.
El castaño se dio cuenta de que había estado todo ese rato mirado a Jin sin dejarle pasar ni nada y se retiró rápidamente de la puerta.
.-Hola Jin. Pasa y siéntate donde quieras- dijo Kogure mientras iba hacia la cocina.
.-¿Quieres algo¿Agua, Nestea...?
.-Nestea está bien.
Jin se sentó en una especie de butaca de mimbre con unos cojines de dibujos cosidos a mano.
Antes que su invitado preguntase contestó la pregunta que ya se adivinaba en sus ojos.
.-La silla la cogí de la basura. Es increíble lo que tira alguna gente a veces. Tenía un agujero donde sentarse, pero le hice un apaño y puse esos cojines que me regaló la madre de Ayako.
.-Tienes una casa genial.
.-Bueno, ya lo he dicho, pero no te puedes creer lo que alguna gente tira a la basura- contestó Kiminobu haciendo girar su bote de Nestea sin abrir entre las manos.- Pero no creo que hayas venido a hablar de eso- dijo abriéndolo por fin.
Jin se humedeció los labios, nervioso otra vez, intentando él también mirar hacia otro lado sin que se notara demasiado.
.-A mí nunca se me han dado bien estás cosas- empezó por fin el moreno.- Pero sé, o creo saber, que no soy el único que piensa lo que te voy a decir.
Kogure dejó por fin el bote encima de la mesa que estaba entre ellos y levantó la mirada hacia los ojos negros de su ex-compañero que lo estaban mirando fijamente con expresión seria, sin perder en ningún momento la dulzura que distinguía a sus rasgos. Por primera vez se fijó en lo profundos que podían llegar a ser esos ojos, en lo largo de sus pestañas y la pequeña cicatriz que hacía que su ojo derecho fuese ligeramente más pequeño que el izquierdo.
.-Kogure, estoy tremendamente honrado de conocer a alguien tan valiente cómo tú, y me sentiría completamente orgulloso si me consideraras tu amigo y quiero que sepas que no me parece nada bien lo que han hecho en el equipo, pero soy demasiado cobarde para protestar porque amo demasiado el básquet... y ni siquiera me he atrevido a decírtelo en la facultad por miedo a los otros y me he esperado a venir aquí a tu casa... Pero aunque sé que no me lo merezco demasiado, tienes todo mi apoyo en esto...- Jin hizo un gesto vago con la mano todavía con la misma expresión seria del principio pero otra vez con la mirada desviada. Cuándo volvió a dirigir los ojos a su interlocutor pudo ver cómo se le estaba dibujando una sonrisa que le llegaba de oreja a oreja.
.-No te puedes llegar a creer lo que significa para mí lo que acabas de decir. No... no creo que puedas llegar a imaginártelo. Gracias. Gracias de verdad.
Jin le contestó la sonrisa con una de su propia cosecha mientras un silencio incómodo empezaba a pesar entre los dos. Al final, cómo recordando algo, carraspeó y le dijo a Kogure que había quedado con Akira Sendoh y Hiro Koshino en una cancha de por ahí cerca para jugar y si no quería ir.
.-¡Claro¡Espera que me cambie los vaqueros y nos vamos!
Cuándo salieron del edificio las risas de Kiminobu invadieron todo el rellano.
Notas de la Autora: Sí, ya sé, ya sé, no pasa nada, no hay acción... Pero es que tenía que introducir el argumento, lo siento... En fin, espero que en el prox chap habrá más acción, pero tampoco os esperéis un Action/Adventure porque tratará más que nada de las relaciones entre los personajes y sobretodo de la amistad y la aceptación, así que tampoco habrán pentágonos amorosos y cosas de esas. Aunque más avanzado (si veo que esto avanza) SÍ que será bastante importante la acción :P.
Importante!¿Alguien tiene la lista de los nombres y apellidos de personajes secundarios tipo Tetsuo, Hotta o los de la banquilla del Shohoku? (Muy importantes esos!) Es que me harán bastante falta. Bueno, gracias por adelantado para quien sea tan amable de enviármelo.
Y creo que ya está!
En el proximo cap: Hanita, Rokie, Ryota y Ayako! Nuestro querido Kimi-chan va a Shohoku!... ujujuuuuuu!
En fin, ciao, cuidaos, sed felices, comed mucho helado y no os olvidéis de dejar un review!
