Konnichiwa!

He venido a compartir con ustedes un fic de la pareja de anime que más amo ¡Sesshoumaru x Kagome! Simplemente me encantan y no me canso de escribir sobre su amor.

Este fic en verdad ya lo había subido hace tiempo en otro sitio o mejor dicho la idea principal ya la he utilizado, porque el que ahora comparto con ustedes está podría decirse "remasterizado" :) así que aunque la idea es la misma hay muchas cosas que he cambiado (aunque dudo que alguien conozca mi fic de antes xD)

Es una idea loca que nació y se materializó en este que es el primer capitulo, veamos que opinan, espero sus comentarios, criticas, saludos, regaños y demás, como saben todo es bien venido! :D

Disclaimer: La serie no me pertenece, pero agradezco la oportunidad de usar a sus personajes para caprichos personales xD.

Que tengan buena lectura!

:::///*Cindy Elric*\\\:::


Hechizo de Luna Llena

...

Maldición

Era un día normal como cualquier otro, Sesshoumaru se encontraba viajando como es de costumbre con su grupo cuando en su camino aparece una hermosa mujer con traje tradicional.

-Por fin te encuentro Sesshoumaru…

El demonio frunció el ceño al reconocer a la mujer, pero no quiso darle importancia, sólo era una humana, pasó por su lado ignorándola por completo siendo seguido por sus acompañantes que aun la miraban confundidos.

-¿Acaso no me recuerdas? –se voltea observando como el youkay seguía su camino.

-Señor Jaken, ¿usted conoce a esta señorita?

-Claro que no, debe ser una vieja loca –se cruza de brazos.

-Sesshoumaru, te he buscado desde hace mucho tiempo –saca un rosario de su bolsillo- por fin hoy podré obtener mi venganza… -después de rezar unos segundos corre hasta el youkay, intentando tocar su espalda pero fallando ya que el demonio es más rápido y la detuvo atrapando su muñeca.

-¿Qué crees que haces? –la miró enfadado, no sabía lo que se proponía pero no dejaría que esa mujer lo tocara, aunque por alguna extraña razón ella sonrió satisfecha.

-Aunque no me dejaras tocar tu espalda nuestra piel está en contacto… Sesshoumaru, te maldigo… ¡Te maldigo y ofrezco mi alma para ello!

Una luz los envuelve a ambos, haciendo a la niña y al pequeño demonio retroceder, viendo después de unos segundos a Sesshoumaru en las mismas condiciones de siempre.

-¡Señor Sesshoumaru! ¿Se encuentra bien?

-Esa mujer… -mira su mano ya vacía, examinando si había algún daño pero nada había cambiado, de pronto escuchó una risa sobre él haciéndolo alzar la vista.

-Está hecho Sesshoumaru, te he maldecido y nunca podrás romper este hechizo… no mientras no conozcas el amor… -empieza a desaparecer pero antes de hacerlo derrama una débil lágrima- dime… ¿Por qué no me pudiste amar…?

Una sorpresiva brisa se llevó el rastro de luz e imagen de la mujer en el cielo, dejando al youkay con un mal presentimiento, no sentía nada extraño en él, pero algo le molestaba, esa mujer… esa mujer no tenía por qué hacerlo… sacrificar su vida de esa manera…

-¡Y esa mujer ¿Qué se proponía?! –exclamó Jaken enfadado.

-Pobre señorita… -mira al youkay- señor Sesshoumaru ¿se encuentra bien?

-Caminen –sin ponerle atención a la preocupación de sus acompañantes siguió su camino, en silencio, tratando de ver algo de lógica en lo que acababa de suceder.

Pasaron días sin que nada fuera de lo usual ocurriera, aquel incidente con la sacerdotisa quedó en el olvido, después de todo esa supuesta maldición nunca se hizo presente ya que el youkay seguía igual que siempre, aun en su viaje en busca de poder, tratando de acabar con Naraku y evitando todo lo posible el cruzarse con molestias (como su medio hermano por ejemplo), así siguieron, como siempre, hasta que un día habían quedado en especial exhaustos, deteniéndose antes de que anocheciera a descansar.

-Me duelen mis pies… -se quejaba la niña al sentarse en la hierba.

-¡Eres una niña inútil! –exclamó molesto por el quejido de Rin aunque él también sintiera sus piernas temblar por el cansancio.

-No sea así señor Jaken, hoy fue un día horrible… -se deja caer hacia atrás quedando acostada, viendo el hermoso cielo rojizo- por lo menos hoy hay luna llena.

-¿Y eso qué tiene de bueno?

-Pues la luna llena es preciosa, es lindo dormir con su luz alumbrándonos –le sonrió sin importarle el desprecio que sus palabras ocasionaron y de repente vio como Sesshoumaru empezó a caminar lejos de ellos- ¿a dónde va señor Sesshoumaru?

-Quédense aquí –les ordenó sin siquiera mirarlos, adentrándose en el bosque atraído por una presencia extraña.

El youkay caminó unos minutos, notando que esa presencia se había marchado, frunció el ceño al creer que se trataba de Inuyasha, agradeciendo en silencio el que fuera su imaginación, no tenía ni un poco de ganas de encontrárselo ni ese día ni nunca.

La oscuridad se hizo presente de un momento a otro, haciéndolo reaccionar y recordándole que debía regresar, se dio media vuelta y empezó a caminar, lentamente, más de lo común, se extrañó por lo lejano del campamento y tuvo que detenerse porque sintió que su armadura pesaba más de lo normal, se había cansado, en realidad estaba agotado, se sentó para recuperar las fuerzas sin entenderlo aun, pasó una de sus manos por su frente borrando pequeñas gotas de sudor y extrañó el sentir lo largo de sus uñas, miró sus manos y vio algo que nunca había visto, sus uñas eran cortas, apenas y si sobrepasaban sus dedos, las miró cientos de veces, giró su mano cientos mas pero aun así seguían igual de cortas, además la marca de color había desaparecido, su marca de nacimiento ya no estaba… tuvo un mal presentimiento, tocó sus orejas y entonces fue que palideció, ya no eran puntiagudas, no eran orejas de un demonio, parecían las de un… se levantó abruptamente buscando un poco de agua, algo en que reflejarse, pasos a su derecha encontró un charco, vio la luna reflejada en el y demoró unos segundos en reflejarse él mismo, pero finalmente lo hizo comprobando con horror lo que temía, su rostro era completamente pálido, ya no tenía las marcas en sus mejillas, la luna en su frente y… ¡y su cabello también cambió! Tomó un mechón de pelo examinándolo, viendo como el blanco se había transformado en negro…

No podía ser…

Eso no podía estar pasando…

Él se había convertido en…

¡En un maldito humano!

-¡MALDICIÓN! –golpeó el charco furioso, como si el agua tuviera la culpa de su ilusión, no entendía que había ocurrido, porque se había convertido en… en eso…

-Señor Jaken, le digo que fue por aquí…

Sintió las voces acercándose a él y sólo supo ocultarse tras un árbol, odiándose a si mismo por hacerlo pero consiente que odiaría aun más si la niña y su sirviente lo vieran en tales condiciones, no, nunca lo permitiría.

-Aquí no hay nada niña.

-Pero yo escuché ese grito venir desde aquí –respondió manteniéndose tras el youkay mirando en todas direcciones.

-Sea lo que sea ya se marchó, mejor volvamos antes de que mi amito regrese.

-De acuerdo… -tras darle una última mirada al lugar sigue al demonio hasta su campamento.

Sesshoumaru salió de su escondite decidiendo que no debía seguir en ese lugar, no si lo podrían descubrir en cualquier momento, además su capacidad de percibir las presencias y olores se había extinguido por completo… anduvo sin rumbo fijo simplemente buscando alejarse, dejando en el camino su armadura ya que era demasiada pesada como para cargarla… cuanto odió su cuerpo en ese momento, no podía haberse convertido en nada más inútil, un humano… ¿Qué castigo podría ser peor?

-¿Quién anda ahí?

Esa voz lo desconcentró, no había sentido la presencia de nadie cerca, creía que estaba solo en ese momento, trató de percibir en que dirección habían hablado pero no tuvo éxito, en verdad, la raza humana era la más incompetente del mundo… siguió caminando esperando alejarse de quien le habló, atravesando unos matorrales, haciendo sin darse cuenta lo contrario a lo que quería ya que tras ellos se encontró con alguien a quien no esperaba ver ni en mil años.

-¿Inuyasha?

-¿Qué?

Sesshoumaru se encontró con la mujer que viajaba junto al híbrido, estaba sentada contra un árbol, miró a su alrededor verificando que se encontraba sola algo que lo alivió.

-Disculpa, me confundí…

Kagome le sonrió al extraño, en realidad lo primero que pensó al escuchar el ruido fue que un monstruo la había seguido, pero después al ver la silueta del hombre pensó inmediatamente en el hanyou, equivocándose una vez más, encontrándose con un simple joven.

-Creí que eras otra persona…

-¿Qué haces aquí? –frunció el ceño ante esa aparición, no podía ser que tuviera tanta mala suerte, primero convertirse en eso y ahora toparse con el grupo que más quería evitar… el maldito destino estaba en su contra ese día.

-Sólo estoy descansando –sintió algo extraño al ver esos ojos, eran de un dorado hermoso pero parecían fríos y sin alma, eso la obligó a estar alerta- ¿Quién eres?

-Un simple viajero –agradeció el no ser descubierto, después de todo el no tener su armadura y su actual aspecto lo hacían alguien completamente diferente.

-Pero, ¿tienes nombre?

-Si.

-¿Podría saber cuál es?

-¿Cuál es el tuyo? –respondió evitando la pregunta, no quería decirle su nombre pero tampoco tenía intención de ponerse a inventar.

-Mi nombre es Kagome, mucho gusto –respondió tratando de obtener lo que quería, alzó una mano tratando de saludarlo pero entonces fue que recordó porque seguía en ese sitio, su pierna estaba herida y no podía moverse de su lugar.

-¿Qué te ocurrió? –una nueva forma de escapar fue el cuestionar el estado de esa pierna, no lo había notado pero la mujer estaba perdiendo mucha sangre.

-Mis amigos y yo tuvimos una pelea con unos demonios, a causa de eso quedé herida y me alejé de ellos… -mira a su alrededor, en realidad ya habían pasado minutos y aun no la encontraban.

-Ya veo –sonrió de lado al imaginar que el hanyou también sería herido, pero algo llamó su atención, la mujer parecía mirarlo enfadada y no entendía porque- ¿Qué?

-¿Acaso te divierte el que este herida? –frunce el ceño, después de contarle las razones había sonreído y no tenía por qué hacerlo.

-No, no me interesa –respondió sincero, había otra cosa que agradecer, el estar en ese estado no había afectado su personalidad, eso era algo bueno dentro de todo lo demás.

-Eres alguien desagradable.

-No me conoces –le hace un desprecio volteándose, no tenía intención de seguir en ese lugar.

-Espera… -se apresuró a decir al verlo marcharse, en verdad no le había caído bien pero le daba demasiado miedo estar sola en ese lugar, además en esas condiciones… no, aunque el mismo diablo se le hubiera aparecido le pediría su compañía- no me dejes sola…

-¿Quieres la compañía de alguien desagradable? –cuestionó deteniéndose pero sin voltear.

-Si.

-¿Por qué?

-No quiero estar sola.

-¿Miedo? –sonrió mirándola sobre su hombro, en su estado normal la hubiera abandonado en el instante que la encontró, pero ahora… algo de esa situación le parecía interesante.

-Si.

-¿En qué me beneficiaria el quedarme?

-Por favor, no quiero estar sola, no en estas condiciones…

Sesshoumaru reflexionó esas palabras, poniendo atención en la sangre que seguía fluyendo, sintiendo algo que nunca había sentido, ¿Cómo lo llamaban? ¿Culpa? ¿Remordimiento? No estaba seguro, lo único que sabía era que se trataba de un molesto sentimiento humano, algo que lo obligó a quedarse, a sentarse a metros de la mujer, frente a ella, alternando su mirada en los marrones ojos y en la pierna herida.

-Gracias –le sonrió, no había sido fácil de convencer pero finalmente se había quedado con ella, eso merecía su agradecimiento.

-Sólo unos minutos –le hizo un desprecio, notando otra cosa extraña, esa sonrisa, nunca la había encontrado tan… encantadora… en realidad nunca había pensado siquiera en esa palabra.

-Es todo lo que pido… ah, también me gustaría saber tu nombre.

-¿Por qué?

-¿Cómo que por qué? Porque yo te dije el mío, además al no saber tu nombre me siento como si estuviera con un extraño.

-Soy un extraño.

-Si accediste a ayudarme ya no lo eres… dime, ¿Cómo te llamas?

Sesshoumaru la miró fijamente, reflexionando si debía responder y si lo hacía si debía ser sincero o mentir, ¿Cuál opción era la mejor? ¿Qué debía hacer? ¡¿Por qué demonios tenía que estar en esa situación?!

Continuará…


¿Y? ¿Qué opinan?

No me odien por convertir a Sessho en humano, en verdad es algo que se me ocurrió y sólo quise probar xD

Ahora sólo queda saber, que ocurrirá… aunque como siempre trataré de respetar la personalidad de nuestro querido youkay, no se preocupen, él mientras sea demonio seguirá siendo igual de "agradable" que siempre xD

:::///*Cindy Elric*\\\:::