. Cuando las cosas no salen coherentes… sólo salen por inercia. .

James Potter es un capitán algo tirano. Siempre entrena al amanecer y cuando el sol está a punto de ponerse. Es la mejor hora, dice él. Justo cuando la energía del cuerpo está en su máximo esplendor. Sus jugadores no comparten la misma teoría. Creen que está a punto de enloquecer y de paso a ellos también. Suponen que vive para el quidditch. Él está seguro que así es. Aunque hay algo que lo desquicia de igual manera y es cierta pelirroja de ojos verdes. Ella es infinitamente mejor cuando ya está pasada la mañana y justo antes y después del atardecer. La quiere en secreto y ante el mundo entero. Es idónea y gruñona. Se le marca el ceño después de transformaciones y cuando los reprende por la última travesura. Siempre ha pensado que es un tanto blanda cuando se trata de Remus, pero su amigo le ha repetido hasta la saciedad que es sólo porque conoce su secreto. Ella lo sabe y nunca ha mencionado algo al respecto. Es como si en realidad no supiera nada. No rechista cuando olvidan los deberes, no hay tiempo para ellos en noches de luna llena, y hacen que la copa de las casas se vea más lejana. No sucumbe en reclamos porque su equipo haya sido derrotado ya que el capitán no está dando el cien por ciento. Ella sólo calla y eso a él le gusta y mucho. Le gusta que sea comprensiva, pero le gusta aun más que le deje darse cuenta de lo cariñosa que puede llegar a ser, cuando se ofrece para preparar una poción contra el dolor. Por eso espera con ansias esas mañanas de cada mes, por eso la licantropía de Remus es una bendición para él. Porque Lily se muestra como nunca y como siempre. Porque los reprende con la mirada por ser tan temerarios y les agradece con un beso en la mejilla por llevar el valor de la amistad a un plano mucho más alto. Le gusta cierta pelirroja de ojos verdes a todas horas, pero más en el horario de entrenamientos porque la extraña y al verla la añora más. Por eso el doble horario, por eso el esfuerzo, por eso el cansancio, por eso la tiranía, porque sabe que después de esas horas de martirio llega ella con su mejor sonrisa y bajo la mirada de cualquier espectador le da un beso… repleto de ella y sólo disponible para él. Y eso, señores, es más que una simple obsesión.