Días de vacaciones.
Capítulo 1.
Notas del autor (DB Sommer):
Este es un fanfic de Tenchi Muyo! Que continua la historia de los O.V.As. Es mi primer escrito sobre algo que no esté relacionado con Ranma.
Para cualquier comentario escribidme un e-mail a:
sommer@3rdm.net
No poseo derechos sobre ningún material de Tenchi Muyo!
Notas del traductor (yo mismo):
Hola, yo soy el responsable de traducir esta pequeña maravilla del inglés al castellano.
Si queréis hacer llegar vuestros comentarios al autor, pero no domináis la lengua natal de Shakespeare podéis enviar vuestros comentarios a:
masaki@3xl.net
Y con gran placer los traduciré. También podéis enviar e-mails para agradecerme el echo de traducir este relato, tened en cuenta que una frase amable eleva el espíritu humano y que escribir fortalece los músculos de los dedos. Si por el contrario, queréis expresar vuestras quejas o criticar mi forma de traducir, bueno, será mejor que recordéis que la mala baba produce úlcera y que a menos que me enviéis anónimos yo tendré vuestras direcciones electrónicas. "JAJAJAJAJAJAJAjajajaja". Eso último era broma, cualquier comentario será bienvenido.
Por cierto, yo tampoco tengo ningún derecho sobre Tenchi Muyo!. Pero tengo el consentimiento del autor de este fanfic para traducirlo. "Algo es algo". Ahora disfrutad que comienza la diversión.
"Mihoshi, tengo buenas noticias para usted." La enorme sonrisa proveniente del teniente Shingo, supervisor directo de Mihoshi iluminaba la pantalla principal de la nave.
"Detective Mihoshi, a partir de este mismo instante tiene permiso para tomarse cierto tiempo de vacaciones. De hecho, usted va a tener muuucho tiempo para disfrutarlas. Seis meses. ¿No es eso maravilloso?"
Mihoshi, que se encontraba sentada con las piernas cruzadas en su asiento, únicamente vestida con unos pantalones cortos de color blanco y de una camiseta azul, sin mangas y que le quedaba bastante holgada, miró a la pantalla con muestras de confusión.
"¿De verdad?"
"Por supuesto," las muestras de alegría que irradiaban de aquel hombre habrían alertado a cualquier persona de que algo no iba del todo bien en aquel momento. Los supervisores nunca eran felices al dar a sus subordinados tiempo libre para las vacaciones.
"Usted ha estado con la policía galáctica durante cuatro años seguidos y nunca ha tomado un solo día libre, ni siquiera por baja médica.
"Eso es porque hay un montón de criminales allí fuera a los que debo detener. No me parecería justo tomarme unas vacaciones si mi trabajo no se ha acabado, "Dijo Mihoshi.
Shingo estaba a punto de preguntar lo que ella pretendía decirle con eso, después lo penso mejor, y considero que la explicación le confundiría aún más:
"Bien, sus días de las vacaciones exceden el cupo máximo, y algunos de los oficiales al cargo de las estadísticas quisieran que los utilizara para que el plan de pago no se desquadre."
Mihoshi consideró eso:
"¿Quiere decir con eso que mientras esté fuera de servicio me relevarán de patrullar el Sistema Solar?"
Durante un instante la mirada en blanco de Shingo se perdió en el infinito. Con una voz muy suave dijo:
"Por supuesto. Estarás de vacaciones. Eso significa que no estarás en el trabajo. Asignaremos a algún otro agente para que vigile tu sector mientras que te relajas y te pierdes en alguna parte en el universo lejos, muy lejos de nosotros."
"No quiero ir."
La cara de Shingo comenzó a crisparse levemente:
¿"Qué significa ' no quiero ir '? Estamos hablando de seis meses de vacaciones pagadas. La mayoría de los agentes no conseguirían semejante trato ni siquiera trabajando durante una década."
"¿Entonces cómo lo conseguí yo?"
Incluso a través de la pantalla, un leve brillo de sudor se hizo visible en la frente del teniente:
"Aaahh, es por el trabajo ejemplar que has hecho en el tiempo has estado en el departamento. Mira cuántos casos has solucionado y todas las organizaciones criminales que gracias a tu esfuerzo personal se han venido abajo."
Mihoshi se iluminó por la alabanza:
"¿He estado bastante ocupada, no es verdad?"
"Sí, sí," Shingo afirmó. "Es usted la más infame… quiero decir famosa, detective de la policía galáctica en toda nuestra oficina. Y como todos los ..., ah, los héroes, te has ganado un descanso de tus obligaciones. No querrás estresarte más de lo que ya es… quiero decir, ¿no querrás llegar a estresarte, verdad?"
"No," dijo Mihoshi lentamente, preguntándose por lo que el teniente había querido decir cuando en principio había dicho que estaba estresada. La verdad era que, su rendimiento había bajado durante el año pasado, incluso Kagato había oído hablar eso, pero ella no estaba estresada, probablemente era sólo un error por parte del teniente.
"Solamente no deseo ir, todavía " insistió Mihoshi.
"En nombre de todas las ramas de Tsunami, ¿porqué no?"
Mihoshi comenzó a ruborizarse levemente. ¿Cómo podría decirle al teniente que si ella tenia que tomar unas vacaciones, entonces no podría estar con Tenchi? No podía decirlo directamente; la gente hablaría:
"Umm, no puedo debido a razones personales. Y no tiene nada que ver con que no quiera estar lejos de Tenchi." Mihoshi suspiró mientras pensaba. "Ahora el teniente no sospechará nada".
Shingo inspiró profundamente, intentando esconder su cara de crispación:
"Mire, esto es una orden directa. Usted tiene que irse de vacaciones."
"Pero -"
"¡Guárdese sus peros!" La imagen de la cara del teniente aumentó cinco veces respecto a su tamaño original mientras que se acercó lo máximo que pudo a Mihoshi y gritó:
¡"Vete! ¡Sal de aquí! ¡No deseo ver tu cara en los siguientes seis meses! ¡¿Me entiendes?! ¡No deseo oír el nombre de' Mihoshi Kuramitsu ' pronunciado, leído, traducido, gritado, susurrado, o mencionado de ninguna manera!
¿ME ENTIENDES?!!!"
"Señor, sí, señor," dijo Mihoshi, debajo de la consola, donde se había refugiado al poco de que el teniente comenzase a gritar.
La cara del teniente volvió de nuevo a su tamaño original.
"Bueno. Ahora estas de permiso." La pantalla se apagó subidamente.
Y media galaxia lejos de allí, Shingo exclamó:
"Está echo"
Y en la jefatura del policía de la galaxia, una aclamación de triunfo procedente de mil voces se elevó en todo el complejo.
Cualquiera que hubiese pasado por las afueras de la residencia Masaki, habría visto a una Mihoshi deprimida paseando sin rumbo fijo. Esa era no su depresión habitual por la cantidad de papeleo que tenia que hacer, sino una tristeza nada característica en ella que habría hecho que incluso Washu se hubiera acercado a ella para decirle:
"Hey, cabeza de chorlito, ¿cuál es problema?"
A lo qué Mihoshi habría contestado, "no quiero ir de vacaciones porque añoraré a Tenchi." En ese instante, Washu le habría dicho con voz dulce, casi maternal como la que utilizó con Ryoko. Una frase como, "Supéralo," o algo similar.
Sin embargo, nadie estaba a su alrededor, así que Mihoshi estaba sola con sus pensamientos, que ella tenía, sin importar lo que alguna gente creyese. No había estado de vacaciones por años, no desde que vivía con sus padres, antes de entrar en la policía galáctica y entrenarse en la academia hace cinco años. ¿Dónde debía ir? ¿Qué debía hacer?
"No es justo," Mihoshi se secó las lagrimas que comenzaban a salir de sus ojos. No había forma de ignorar una orden directa de su supervisor. Estaba forzada a tomar esas vacaciones. Necesitaba ayuda. Pero pedir el consejo de Aeka o de Ryoko sobre este asunto no sería probablemente una buena idea; parecían pensar que cuanto menos tiempo pasase con Tenchi, mejor. Acababan de decirle que se fuese al borde del universo. Y no se sentía cómoda pidiendo consejo a Yosho. Incluso Washu no parecía la mejor opción. Pero había una persona con la que Mihoshi siempre podía contar.
Era hora de llamar a su madre.
Su madre siempre le dio buenos consejos, y habían pasado meses desde que Mihoshi había hablado con ella. También, era una experta en vacaciones, ordenando y preparando todos los viajes de su familia. Ella sabría qué hacer.
Mihoshi entró en la casa y fue directa al reconstruido teléfono intergaláctico que Washu nuevamente había reparado. Este modelo no disponía de un botón de autodestrucción, condición que Tenchi había impuesto, muy a pesar del disgusto de Washu.
Alzando el receptor, Mihoshi marcó el número de quince dígitos, necesario para acoplarse al servicio del repetidor intergaláctico de modo que la llamada pudiera alcanzar al sistema estelar donde vivían sus padres. El teléfono sonó solamente una vez antes de que fuera contestado por un profundo y fornido:
"Hola."
Las cejas de Mihoshi se juntaron levemente. La voz de su madre era generalmente aguda. "¿Mamá?"
Después de un momento, la voz en el otro extremo dijo:
"Seguro, puedo ser tu mamá. Sólo necesito un número de tarjeta que debes darme primero. Universal Visa, Galactic Card, o cualquier tarjeta oro servirán."
Mihoshi miró el teléfono muy confundida. Eso era una demanda muy extraña por parte de su madre:
"¿Valdrá la Juranian Imperial Card?"
"Por supuesto."
Mihoshi repitió el número que había memorizado aquella vez que vio la tarjeta de débito de Aeka.
"Entonces, ¿qué es lo que quieres de tu mamá?" Preguntó aquella voz.
Otra vez la voz de su madre y la forma con la que llevaba el discurso, diferían mucho de la memoria de Mihoshi, incluso si había pasado tanto tiempo des de que hablaron por última vez:
"Necesito consejo."
¿"Oh? ¿Has sido una chica traviesa?"
"Pues claro que no." Mihoshi sintió que sus mejillas se ruborizaban. Su madre tenía cierta tendencia a pedirle detalles íntimos acerca de su vida social y sobretodo si tenía cualquier interés romántico, puesto que ya tenía veintitrés años y no había encontrado todavía a un novio decente. Era un poco embarazoso para la oficial de la policía de galáctica. Su madre tendía a ser agresiva, en las cuestiones que tenían que ver con el sexo y pensada su hija debía actuar de la misma forma. Realmente, la actitud de su madre hacia esos asuntos le recordaba mucho a Ryoko. Por esa razón Mihoshi se había sentido reticente a hablar de ella a Tenchi. No podía imaginar qué ideas se le podían haber ocurrido a su madre si hubiese descubierto que estaba interesada por alguien.
"¿Estas segura que no necesitas un azote?" ¿Preguntó la voz en el otro extremo de la línea?
¿"¿Qué?!"
"Pienso que me estas llamando porque has sido una muchacha traviesa," la voz continuó en su tono fornido. "Y pienso que lo que necesitas es un buen azote. Y entonces yo... "
Mihoshi sólo pudo escuchar dos de las "sugerencias" antes de apartar el auricular de su oído.
Aeka entro en la habitación, y se detuvo para observar la escena inusual que ocurría delante de ella: ¿"Qué está pasando?"
Es para ti. "Mihoshi le pasó el auricular a Aeka y se fue. No había la menor posibilidad de que la persona en el otro extremo fuese su madre.
¡Mihoshi llegó hasta la puerta al laboratorio de Washu antes de oír un grito ensordecedor:
"NO! NO QUISIERA LO MÁS MÍNIMO SER AZOTADA COMO LA PERRA QUE SOY!!!"
Después el grito fue substituido por el sonido de alguien destruyendo el teléfono de Washu en doscientos mil pedazos minúsculos.
Por un momento, Mihoshi consideró el dejarse caer por el laboratorio de Washu, pero después lo pensó mejor y llegó a la conclusión de que no era tan buena idea. Demasiado a menudo los experimentos de Washuu explotaban, y entonces ella estaba de un humor de mil demonios durante todo el día y lo peor era que siempre la culpaba a ella, aunque lo ocurrido fuese un lamentable accidente. Se le iba a tener que ocurrir otra idea.
Perdida en sus preocupaciones, Mihoshi se dirigió a fuera de la casa. El día todavía estaba claro, así que decidió recorrer los alrededores, esperando que el aire fresco pudiese darle alguna idea de cómo resolver su dilema.
Los campos de zanahoria cuidadosamente cultivados se extendían por la zona cercana al templo. Fue allí donde Mihoshi se encontró a Tenchi. Él llevaba un par de desgastados vaqueros, bastante descoloridos y una camisa gris, sin mangas. En ese preciso instante estaba abriendo una zanja con una azada para cultivar las siguientes zanahorias. Mihoshi podía ver el brillo del sudor en su frente, la venda azul que él llevaba no podía absorber más humedad. Ryo-Ohki estaba parada varios pies detrás de Tenchi, esperando ansiosamente cualquier zanahoria que pudiese atrapar.
Tenchi dejo de trabajar para ver a la recién llegada acercarse:
"Hola, Mihoshi."
"Hola, Tenchi."
Tenchi volvió de nuevo a coger su azada, sin apenas escuchar el tono apagado en la voz de Mihoshi:
"¿Cómo te va el día, Mihoshi?"
"Tengo que irme de vacaciones," Mihoshi dijo, casi en un murmullo.
Tenchi paró un momento de trabajar y dijo:
¿"Vacaciones, huh? No importaría tomarme unas ahora mismo."
La mente de Mihoshi tiró de ella levemente. ¿Qué es lo que Tenchi había dicho?.
"¿Querrías ir de vacaciones?"
"Sí, no me he tomado unas vacaciones des de hace tiempo." Reclinándose sobre la azada miró fijamente el horizonte, mientras sus pupilas comenzaron a dilatarse. "Siempre venía aquí por mis vacaciones de verano y entrenaba con el abuelo, y des de que la casa fue transportada aquí, hace más o menos un año. No pienso que podamos llamarlo vacaciones nunca más."
"Creo que tienes razón," Dijo Mihoshi. Había una idea que se estaba formando en la periferia de su mente, pero seguía siendo demasiado lejana para manifestarse.
La mirada de Tenchi se perdió en sus recuerdos:
"Puedo acordarme que hace unos cuatro años o así, mi padre y yo nos fuimos de vacaciones a la playa. Estuvimos allí solamente un par de días, pero fue tan agradable. Bien, a excepción de cuando papá comenzó a silbar y a hacer comentarios sobre los bañadores que llevaban las chicas y también sobre las chicas que los llevaban. Esa clase de comportamiento me avergonzó profundamente."
"¿Así que te gusta la playa?" La idea continuaba acercándose más y más. Estaba casi allí.
"Claro".
"Las playas de Aqua Regia son las mejores del universo!" Exclamó Mihoshi, mientras una agradable sensación recorría su cuerpo. Sus ojos adquirieron una mirada, similar a la de Tenchi:
"Cerca del noventa cinco por ciento de la superficie del planeta está cubierta por el agua, y la mayoría de las zonas de tierra son solamente islas pequeñas. La arena de las cuales es suave y lisa, como el polvo de talco para bebes, y cuando pasa a través de tus pies, hace que desees reír y jugar durante todo el día. Mis padres me llevaron allí cuando era pequeña, así que sé de lo que digo."
"Suena a algo maravilloso," Tenchi dijo, intentando imaginarse que la escena Mihoshi describía. Asombrosamente, encontró muy fácil representar en su mente aquel paisaje, aunque la descripción de Mihoshi era algo simple.
"Lo es," le aseguró Mihoshi. "El agua allí es tan cristalina que siempre puedes ver el fondo. El planeta está lleno de billones de hermosos peces. Se supone que allí hay más especies que en cualquier otro lugar del universo. Y también tienen el mejor marisco de toda la galaxia."
Tenchi se secó el sudor de su frente. "Parece realmente el paraíso. No me importaría en absoluto verlo alguna vez."
En ese instante la idea afloró en la conciencia de Mihoshi. "¿Tenchi?"
"¿Sí?"
"¿Quieres venir conmigo a Aqua Regia?"
La oferta cogió Tenchi de improvisto. "¿Me pides que vaya de vacaciones contigo?"
Mihoshi bajó su vista hasta el suelo y golpeó con el pie unas piedrecitas:
"Bien, como no ibas a ir a ningún sitio durante tus vacaciones de verano y como has dicho que te gusta la playa y como que a mí me gustaría ir a la playa ya que también me gusta la playa..."
"Seguro."
"...Yo pienso que sería una idea muy buena que ambos fuésemos juntos a la playa...
"De acuerdo."
"... Y no es porque si fuese sola a la playa me sentiría triste es po...
"Mihoshi, te he dicho que de acuerdo!"
En ese momento, Mihoshi se giró hacia Tenchi y dijo. "¿Realmente quieres ir?"
"Seguro," dijo Tenchi, aliviado de poder entrar en la conversación"
"Tendré que pedir permiso a mi padre y a mi abuelo primero, pero si ellos aceptan no habrá ningún problema para ir. Parece que será muy divertido."
"De acuerdo. Vayamos a preguntárselo." Mihoshi cogió el brazo de Tenchi y, a pesar de sus protestas, comenzó a tirar de él hasta llegar al templo.
Un par de palillos se rompieron. Yosho examinó en su mano los pedazos quebrados de madera, después memorizó cada detalle de sus escasas pertenencias del templo en el que vivía. Uno nunca sabía cuánto durarían sus cosas, especialmente con el tipo de compañía que generalmente le visitaba. Así que comenzó a concentrarse, hasta que llegó a una conclusión.
Con un tono elevado de voz, dijo:
"Ryoko".
Exactamente tres segundos después, Mihoshi abrió la puerta del templo y entro con Tenchi aún cogido por el brazo. Con gran naturalidad, Mihoshi dio un pequeño salto y se colocó en posición de piernas cruzadas delante de la mesa que ocupaba el sacerdote. Tenchi cayó al suelo, justo a su lado.
Yosho dio un suspiro:
"Y yo que estaba seguro que era Ryoko."
"¿Qué pasa?" Tenchi y Mihoshi preguntaron al mismo tiempo.
"Nada." Yosho hizo un gesto con su mano, pidiéndoles que se olvidasen de la frase anterior:
¿"Qué trae a los dos por aquí? Ambos parecen querer preguntarme algo."
Mihoshi comenzó a afirmar con la cabeza, mientras que se mantenía sentada en su posición, con muestras de gran emoción. Tenchi estaba firme, pero parecía un poco ansioso.
La mano de Tenchi se apoyó en la parte posterior de su cabeza:
"Veras, a Mihoshi le gustaría saber si yo puedo acompañarla en un viaje a la playa. Yo creo que sería muy divertido, pero antes debía consultarlo contigo y con papá."
"Demuestras gran responsabilidad, Tenchi," comentó Yosho, con un tono muy serio
"La mayoría de los jóvenes de tu edad hubiesen aprovechado la oportunidad de ir a solas a una playa con una jovencita como Mihoshi, sin pedir el consentimiento de sus mayores."
¡"Abuelo! ¡No es lo que estas sugiriendo!" Tenchi protestó, al mismo tiempo que Mihoshi reía nerviosamente mientras todo su cuerpo se tornaba de color rojo brillante.
"De verdad, sólo vamos de vacaciones," insistió Mihoshi, aun sin dejar de reír.
"Bien, Mihoshi mientras prometas que no te aprovecharás de Tenchi, no veo ningún problema."
"Yo nunca haría eso," dijo Mihoshi, mientras que Tenchi comenzó a ruborizarse debido a la situación. Mientras comenzó a tener un mal presentimiento sobre lo que iba a ocurrir... Quizá ir de vacaciones con Mihoshi no era tan buena idea. Sin embargo, no podía retirar su palabra; Mihoshi se sentiría muy mal. Llenándose de valor, arrojó todas las dudas de su mente.
Un poco más tarde llegaron a la casa sin que nada ni nadie les molestase:
"Espero que las cosa vayan mejor con papá," murmuró Tenchi, preguntándose él porque de la extraña necesidad del abuelo de ponerle en evidencia. Si hubiese sido Ryoko, quien pidiese su autorización entonces semejante promesa tendría sentido. ¿Pero decirle eso a Mihoshi? Las posibilidades de que ella intentara hacerle algo eran las mismas de que Ryo-Ohki se volviese rabiosa.
Apenas un momento despues de que Tenchi abriese la puerta de la entrada, un pequeño cabbit gris pasó entre sus piernas y se dirigió al bosque. Tenchi pudo ver la espuma blanca que salía de su boca, su mente abandonó la posibilidad de que fuese obra de su imaginación al notar los restos que había dejado en su recorrido.
"¿Tenchi, porqué que te cubres tus ojos y repites, ' no he visto eso, ' una y otra vez?" Preguntó Mihoshi.
No había conseguido ninguna respuesta cuando Ryoko entró a través de la pared de la casa y apareció en el pórtico. Flotó en el aire y miró muy atentamente a los alrededores:
"¿Tenchi, Mihoshi, habéis visto a Ryo-Ohki saliendo por aquí, con una expresión furiosa en su rostro?"
Tenchi murmuró, "No," mientras se tapaba la cabeza con las manos. "Claro dijo Mihoshi," y señaló en la dirección que Ryo-Ohki había tomado.
"Gracias," dijo Ryoko, después voló a máxima velocidad en la dirección que Mihoshi le había indicado ¡"Vuelve aquí, pequeña ingrata! ¡Con esta pasta especial que Washu ha fabricado, sólo tenemos que cepillarte los dientes una vez al año! ¡Ni que fuese para tanto! ¿Quieres que se te caiga la dentadura y no puedas comer una sola zanahoria!" Ryoko manejó el cepillo de dientes como una espada mientras que su voz se perdía en la distancia.
"Je, je,je. A mí tampoco me gustaba cepillarme los dientes. Vamos, Tenchi." Mihoshi cogió a Tenchi por el brazo y lo condujo dentro de casa.
Debían ser cerca de las once de la noche cuando Tenchi se estiró en su cama, mirando fijamente el techo y preguntándose a sí mismo como había llegado a esa situación. Pedir permiso a su padre había sido incluso peor que con su abuelo. No sólo le dio una palmada en la espalda, encima le felicitó por convertirse en un ' hombre de verdad '. Y cuando Mihoshi se fue de la habitación puso la guinda en el pastel con aquel regalo, que según sus propias palabras evitaría cualquier imprevisto en el viaje.
Tenchi sostuvo el regalo sobre su cabeza. Sacó de uno de los objetos envueltos de la caja y pensó:
"¿Y para que cree que voy a necesitar una caja de preservativos?
"
Fue en ese momento cuando el rostro de Ryoko apareció del cabezal de la cama de Tenchi. "Hola Tenchi," le saludó, mientras que el resto de su cuerpo surgía lentamente.
"Estaba a punto de irme a dormir cuando me di cuenta de que no habíamos tenido una ocasión de vernos a solas en todo el día. ¡Y… SIIII! ¡Oh, por fin has aclarado tus sentimientos y te has dado cuenta de que yo soy la única que te puede hacer plenamente feliz! Incluso has traído protección. Eso demuestra cuan atento y dulce que eres Tenchi." En un solo instante se lo quitó de las manos de Tenchi y acabó en las suyas.
"¡No!" Gritó Tenchi. "No es lo que tu te crees."
"Ohh, pero si son de los extra grandes. Parece que esta noche nos lo vamos a pasar muuuy bien."
"Que no son míos," insistió Tenchi, incluso aunque eso era técnicamente una mentira
.
Vamos, vamos" el felino ronroneo de Ryoko hizo que todo el cuerpo de Tenchi se estremeciese sobre su cama, mientras volvía a tener que lidiar con el papel demasiado familiar de ser la presa de Ryoko. Ella continuó encima de él, susurrándole:
"No hay necesidad de ser tan tímido. Yo misma te lo pondré. En ese instante le rasgó el vestido, y habiendo superado la primera barrera se permitió un descanso para contemplar su próximo objetivo:
Los pantalones negros de Tenchi, con los que esa noche creía que iba a dormir. Mientras, se lamió los labios en anticipación de lo que vendría después.
Tenchi saltó de la cama y se dirigió hacia la puerta. Esperando que al evitar el contacto visual con Ryoko, ella cejaría en su empeño. "Ryoko... "
"Dame los pantalones, muchachote."
Tenchi encontró que sus esperanzas eran en vano cuando Ryoko le volvió a sujetar. Mientras intentaba desesperadamente abrir la puerta acabó en el suelo, pero no llegó a golpearse ya que Ryoko detuvo la caída, evitando el choque contra las tablas de madera. Lo depositó con el estómago en el suelo, entonces sintió el peso de Ryoko sobre sus piernas. Su fuerza superior hacía que todos los intentos por liberarse fuesen inútiles, entonces Tenchi oyó el sonido de la tela rasgándose.
"Es hora de que el "Sr. Feliz" se ponga su chubasquero, porque dentro de poco todo va estar muy mojado.
Tenchi podía sentir la sonrisa en la cara de Ryoko. Entonces cejó de su empeño y giró su cuello todo lo que pudo hasta que fue capaz de ver a Ryoko:
"¡Ryoko, para ya!."
"Pero Tenchi," gimoteó mientras que se acercó hasta su oreja. "Ahora no puedes cambiar de idea"
"Sí, que puedo," Tenchi aliviado al ver que finalmente podía negociar con la pirata espacial.
"De acuerdo," dijo ella con un tono de resignación en su voz. "Lo haremos sin condón."
"ESO NO ES LO QUE YO QUERI..."
Entonces la puerta se abrió, revelando un pasadizo al más profundo y oscuro pozo de perdición que ninguna mente humana debía conocer por temor a volverse loca cuando su alma fuese absorbida lentamente, muy lentamente.
Por lo menos ésa fue la impresión que Tenchi tubo al ver la mirada en la cara de Aeka.
Aeka esperó 0,4 segundos antes de elevar un dedo y señalar acusatoriamente a Ryoko:
"Cómo te atreves a forzar a mi pobre señor Tenchi y intentar ugg, no puedo imaginar que maldades habrás planeado hacerle!"
¡"Hey, vamos! No te pongas celosa sólo porque Tenchi se preocupa de conseguir la clase de protección que una muchacha como yo necesita. Está incluso lubricado."
"¿Protección?" La cólera de Aeka se sofocó durante un instante mientras que ella miró el objeto en la mano de Ryoko. Una vez identificado con éxito, la cólera volvió, por triplicado:
"¡Entonces yo tenía razón! ¡Estas intentando violarlo! Prohibo a un demonio como tu que fornique con mi señor Tenchi!" Una miríada de pequeños troncos apareció alrededor de Aeka.
Ryoko se levantó y asió Tenchi por la parte posterior de sus pantalones. Igual que si fuese una pluma, Ryoko lo levantó y lo tiró sobre su cama:
"Mejor que te quedes fuera de esto, Tenchi. Algunas chicas no pueden soportar el echo de perder delante de alguien mejor que ellas." La joya en la muñeca de Ryoko comenzó a brillar intensamente en respuesta al aumento de poder de Aeka.
"¡No aquí dentro!" Fue lo único que se le ocurrió a Tenchi al ver las miradas de cólera que cada una de ellas dirigía a la otra. Algunos explosivos nucleares no podían ser desactivados; él ya se había resignado a esa situación desde hace mucho tiempo.
Casi consiguió su deseo, pues la primera ráfaga de Aeka golpeó a Ryoko en el pecho y la lanzó al exterior. Aeka la siguió, gritando "elegantes" obscenidades a su ponente. Examinando el daño, Tenchi se sintió afortunado de sólo acabar con un agujero de doce pies de diámetro en su pared.
Sasami y Mihoshi aparecieron por el umbral de la puerta. Sasami llevaba un camisón de cotón que era suficientemente largo como para tocar el suelo. Por su parte Mihoshi lucía una camisa de hombre parcialmente abotonada y unos pantalones cortos que apenas disimulaban el contorno de sus muslos.
Por lo menos Ryoko y Aeka no estaban presentes para malinterpretar su presencia y su vestuario.
"¿Así que dan una fiesta de despedida esta noche?" preguntó Mihoshi.
"Mas o menos," replicó Tenchi. En ese instante deseó estar lejos de todo aquello. Y pensó que era mejor que Ryoko y Aeka descubriesen el pequeño asunto de sus vacaciones con Mihoshi después de que se hubiesen ido, considerando el efecto que podría tener en ellas.
