Canción de Hielo y Fuego le pertenece a George R. R. Martín.
- TÚ, DE TODAS LAS PERSONAS -
Prólogo
«— ¿Cuántos años tienes?
— Siete»
Siete años. Un insignificante quinto hijo de siete años los había pillado infragantis. ¿Cuánto llevaba esa rata trepadora cerca de la ventana? Era posible que escuchara sus planes en contra del rey Baratheon, y eso sería malo, muy malo.
No tenía más de siete años, y era un quinto hijo... nadie echa de menos a un quinto hijo.
Jamie compartió miradas con su melliza y supo que ella estaba pensando lo mismo que él. Muy bien. Hágase la voluntad de la Reina.
Ni tan siquiera tuvo la decencia de mirar a su pequeña e indefensa víctima cuando la tiró por el ventanuco del Torreón.
Un grito desgarrador que apenas duró un segundo y medio se escuchó en todo el lugar antes del golpe sordo de un pequeño cuerpo chocando contra el suelo. Los gritos de los norteños que se encontraban vagabundeando por la calle y habían visto al niño Stark caer desde lo alto no se hicieron esperar.
"Imposible que haya sobrevivido" —le había asegurado a Cersei muy seguro de si mismo.
Un caballero no se dedica a tirar niños inocentes por la ventana, un caballero no conspira contra su cuñado.
Pero Jamie Lannister no es un caballero.
Es escoria a la que, en el momento de la verdad, nadie echaría de menos.
Y aunque en ese momento no creía haber hecho nada malo por librar al mundo de un horrendo Stark, iba a lamentarlo.
Se arrepentiria totalmente del día en que decidió que Bran Stark era un mal menor y lo arrojó por la ventana.
Porque si algo tienen los Stark es la nobleza de corazón que a los Lannister les falta, y sangre fria.
Mucha sangre fria.
