hola! bueno, me presento de nuevo... soy Gissy, e publicado algunos fiks en fanfiction pero de momento no an tenido muxo exito, aun asi, no me rindo...
weno, este es un one-shot k me vino a la mente un dia k miraba la lluvia... es muy especial, y, por favor.. dejarme reviews! ke mis animos ya estan por decaer... (
bezitoz! Gissy
26 de Octubre
Querido Ron,
Hoy llueve, y no puedo evitar sentarme frente a la ventana y contemplar cómo las gotas golpean furiosamente el suelo. La lluvia me recuerda a ti. A mí. Me recuerda a los dos.
Hay veces, como hoy, que, cuando la miro, deseo estar ahí tumbada, desnuda, simplemente sintiendo… Y… (¿por qué no?) junto a ti.
No sé por que escribo esta carta, que debería entregarte pero sé que no lo haré; no sé por que me quedo pasmada mirando un horizonte que jamás alcanzaré; no sé por que pretendo negar lo evidente; no sé por que me he negado que te amo; no se por qué temo tanto a vivir el amor… ¡Hay tantas cosas que no sé!
Para sentirme bien conmigo misma debería prometerte que he intentado verte sólo como un amigo. Lo intenté cuando me di cuenta de que dependo de ti más de lo que seria conveniente. Pero… ¡rebelde corazón¿Por qué no escuchas a mi mente, más sabia y más sensata que tú?
Para sentirme bien contigo, debería prometérmelo a mí misma.
¡Hay tantas cosas que quiero decirte! Y no sé por dónde empezar… Sigo mirando la lluvia, intento alejar mis ojos y mis pensamientos de ella pero no puedo. Es una atracción tan… tan pura, limpia… ¡Tan inocente!
Las gotas, la luz de la cabaña de Hagrid en la lejanía, la montaña escondida por la noche… ¿Cuántas veces, contemplando este paisaje o cualquier otro habré deseado que llegaras y me cogieras la mano?
Quisiera ser la muñeca de tus sueños, ese ser tan perfecto e irreal… Quisiera decirte que quiero ser esa muñeca de porcelana… Pero cuando estoy a tu lado, el resto desaparece… Siento a veces ganas de abrazarte, tenerte junto a mí, de hablarte, de besarte… Otras veces me olvido de todo, sólo estáis tú y tu mirada profunda, tus ojos, tú, tú, tú…
No puedo decirte que eres el primer amor, pero sí quiero que sepas que eres el más perfecto hasta el momento.
Constantemente me siento una traidora por enamorarme de ti, y quiero gritar para sentirme descargada de las miles y miles de cosas que siento cuando recuerdo esa sonrisa tuya tan esperanzadora…
¡Sí, esperanza¿Por qué existe? Sé que no me ves como nada más que una amiga, pero esa duda, esa TORTURA se encarga de ponerme entre la espada y la pared, de hacerme continuamente la pregunta que debería tener la valentía de contestar con un no¿y si tú también me quieres del mismo modo que yo?
A veces la agonía es tan grande que lloro… Pero hoy las únicas lágrimas son las de los ángeles…
Y termino esta carta (que nunca entregaré aunque moriría por hacerlo), viendo llover, deseando escurrirme como hace el agua de este sufrimiento al que mi corazón y mi juventud me han condenado.
Siempre tuya,
Hermione Granger.
Hedwig cogió la carta de la mano de Hermione. Ella trató de atársela a la pata, pero la blanca lechuza de Harry salió volando por la ventana, temiendo que, una vez más, la castaña le quitara el pergamino y saliera corriendo escaleras abajo con lágrimas en los ojos.
El mes de abril estaba terminando, y debería notarse en el clima. Si Hedwig fuera humana, se hubiera dado cuenta de que el frío que hacía era bastante peculiar y extraño…
Tampoco entendió la Marca negra y verde de una calavera con una serpiente saliéndole de entre las dos mandíbulas que estaba posada encima del dormitorio de chicos de Gryffindor.
Hedwig simplemente entró por la ventara, y, sin mirar los ojos abiertos e inexpresivos del pelirrojo que había tendido en el suelo, le dejó la carta encima del pecho.
La lechuza tampoco se dio cuenta de que el pecho no se movía al ritmo acompasado de su respiración, si no que estaba quieto. Salió por la ventana, sin saber que los mortífagos habían asesinado a Ronald Weasley.
