"DEVUÉLMEVE A MI CHICO"

CAPÍTULO 1 "HERMANOS"

Disclaimer: Los personajes de Big Hero 6 y Coco no me pertenecen; pertenecen a Disney y a sus respectivos creadores, (Kyle es propiedad de Meba). Sólo los uso por afición y nada más.

NOTA: En este fic, los personajes principales son mayores de 18 años. Contenido +13, palabras vulgares/altisonantes, situaciones graciosas. Parejas principales: Higuel, Marckyle, y leve insinuación de Kyguel y Marchiro. Nada más.

Nota 2 Y DEDICATORIA:

¡BIENVENIDOS A UN NUEVO FIC!

Ay güero, XD

Se supone que esto sólo sería un two-shot, pero saque tanto material como para hacer un fic más o menos corto, de máximo tres o cuatro capítulos.

Pues no sé por qué se me ocurrió esta loca idea, pero no la podía sacar de mi cabeza. Escribía algo de "Tan sólo un instante" y mi cabeza volvía y volvía a pensar en esto. Neta, me estaba volviendo loca. O sea, "Sufre mamón, devuélveme a mi chica"… Es el spoiler más grande que les puedo dar.

Y no se me espanten, que sólo será una leve insinuación de Kyguel [Kyle x Miguel] (ESTA SHIP ES MÁS CRACK QUE MI ALMA), y una leve insinuación de Marhiro [Marco x Hiro] (¿Así se escriben? Si no, corríjanme por favor. Ya estoy inventando ship cracks X'D) Me gustó la idea de que Kyle le empezara a coquetear a Miguelito y que Hiro empezara a sacar sus garritas de felino, sumado a algo medio clásico, que es Marco coqueteando con Hiro, pero obviamente este fic será HIGUEL 3 y MARCKYLE 3

Así que este fic se lo dedicaré a algunas personitas a quienes apreció muchísimo.

AGRADECIMIENTOS ESPECIALES A:

Nana Galán: Culpo solemnemente a Nana Galán por envolverme en la ship Marckyle con su hermoso dibujo. Fue una de mis grandísimas fuentes de inspiración para que esta loca idea se me metiera a la cabeza :D la ship me encantó desde que los ví en su dibujo y asdfghjkl. ¡Gracias por dejarme usar uno de tus headcannons para esto! 3 *Kisses*

¡HERMOSA! ¡Mi crush! Nana, te dedico este fic por el motivo anterior y porque eres una increíble persona que me ha apoyado en esto, te conté de la idea y aaaayyyyy, no dejaste que me desanimara con esto. Eres increíble y asdfghjkl te amo 3 love you so much. Además, nos mama que Miguel toque la guitarra eléctrica y ¡PUM! No pudimos salir de esa. Además, nos volvemos locas con la canción de Hombres G 7u7r.

¡Además, tu arte me da mil años de vida! Weeeee, siempre estás presente en mi mente al crear un fic. 3 te doy mi amor, toma (UuU)/

Kellen S. Hakuen: Kellen, weeeee, Eres mi crush, te puse tu altarcito 3, compartimos los mismos headcanons y me tienes de llavero. Entonces, quiero dedicarte este fic porque weeeeey es un regalo experimental pero con mucho amor dedicado pa' ti. Tus fics y drabbles también tienen que ver en este fic y mucho. Ahora siento que sin tus locuras, memes y parodias la vida no sabe igual… love you. Además, dije que te lo iba a dedicar y exijo los créditos para Kellen (sí, te dije que los iba a reclamar xD jajaja le entré al mame).

Siempre te llevó en mi mente y corazón (que cursi XD) porque weeee, me encantan tus fangirleos 3 pero tú más 7u7r. Con un chingo de amor, de tu jota (UuU)/

Ureshi-san: Porque ví un dibujo donde están Hiro y Kyle con sus mascotas y me llamó la atención que Kyle también tenía una guitarra. Tu arte tuvo mucho que ver en esto :D me agrada muchísimo y me da mil años de vida, que ya casi no tengo forma de expresar cuando me gusta tu arte. Además, el Higuel que nos brindas siempre es increíble. Me mantiene inspirada por mucho, MUCHO tiempo. Y me mete ideas bien locas XD. Con amor para ti. (UuU)/

Sarita Nerm: También te culpo muchísimo por incrementar mi amor por la ship Markyle. Cuando vi tu dibujo de "Cempasúchitl rojo" donde Kyle y Marco se agarran de la solapa de la camisa, dije "Demonios… se ven muy lindos juntos". Has sido mi inspiración con tus dibujos tan bellos, pero no me atrevía a decírtelo abiertamente por la PENA QUE ME INVADE. Así que… bueno, esto es lo que puedo ofrecerte como regalo por tan bonitos y hermosos dibujos. Te doy mi amor (UuU)/

Axuree Rheeid e Infinite Silence: Por su bello fanfic "Cempasúchitl rojo". Es una colaboración increíble y que me impactó bastante. Entonces, pues esto va para ustedes. Tienen todo mi cariño :D (*u*)/

Sin más por el momento. ¡A LEER!

CAPÍTULO 1: "HERMANOS"

Se supone que ser el hermano mayor es una responsabilidad. Se supone que siendo el hermano mayor, debes ser ejemplo para tus hermanos menores... Se supone que los hermanos se apoyaban, se querían y se respetaban. Se supone que te ayudarían en tus problemas y en todo lo que necesitarás. Se supone que los hermanos no se traicionaban...

Se supone...

Eso pensaba Hiro Hamada, quien se encontraba tirado boca arriba en su cama, mirando el techo de su habitación, hundiéndose en la peor de las sensaciones que puedes experimentar con tu familia.

La traición, la decepción, hermano.

Pero no era un meme, ni mucho menos una frase graciosa... Era su realidad. Una cruel, triste y errada realidad.

Hiro se acurrucó con su almohada, pensando en miles de cosas... Pensando en su reciente sufrimiento... Pensando en un chico de piel morena, grandes ojos de color café, una bonita sonrisa y un hoyuelo en su mejilla izquierda.

Todavía no concebía que su hermano, su querido hermano, le haya arrebatado lo que más quería...

¿Por qué? ¿Por qué las cosas debían ser así? ¿Por qué Miguel eligió a su hermano?

Rememorándolo un poco... Quizá Kyle quería tener lo que él jamás tuvo, quería arrebatarle lo único por lo que había luchado por casi dos años... Y lo peor, es que lo había conseguido.

Hiro se acomodó, mientras escuchaba el radio, cosa inusual en él. Recordó el comienzo de su desventura y amor…

Todo comenzó en el Lucky Cat Coffee.

Hiro tenía en ese entonces 17 años, se encontraba atendiendo el local a regañadientes, pues él, un chico de ciencia y el prodigio de San Fransokyo, no debía estar tomando la orden de un señor indeciso, en el negocio familiar. Se suponía que él era todo: héroe, genio, científico renombrado, próximo en ser el más joven graduado de la universidad a los 18…

Y mesero en el café de su tía.

Sus aspiraciones llegaban más lejos que eso, el chico era ambicioso. No pretendía desprestigiar el trabajo de los meseros. Al contrario, los alababa porque no comprendía cómo era posible que de 20 platillos de excelente calidad, el comensal que se encontraba mirando la carta no se decidiera por ninguno EN CASI MEDIA HORA.

Era la tercera vez que lo dejaba parado, esperando, con los clientes llamándolo para tomar su orden, y el señor seguía ahí… tranquilamente, viendo su carta. Comenzaba a estresarse.

—Señor, ¿Ya va a ordenar? Es la quinta vez que le pregunto…

—No me presione, joven.

Hiro Hamada no era conocido por ser paciente. Era nervioso, explosivo (no hablemos de sus inventos), divertido y alegre… pero ese señor, lo empezaba a impacientar.

—De acuerdo… volveré en 10 minutos—respondió. Se apresuró a tomar la orden de otros cinco clientes, de limpiar las mesas del café, de recoger los trastos vacíos, de cobrar las cuentas y de pasarle las nuevas órdenes a Tadashi.

—¿Necesitas ayuda?

—No estaría mal, pero apresúrate con esos cafés. La señora Thompson los está esperando desde hace 20 minutos…

—Salen dos cafés americanos y un cappuccino.

Tadashi era el encargado de las bebidas, y ahora que su tía había salido de viaje, él había quedado a cargo del local temporalmente…

—¡Kyle! Necesitan dos hamburguesas, tres órdenes de hot dogs y una ensalada caribeña—le informó el mayor de los Hamada a su hermano, quien estaba en la parrilla.

—Lo tengo…

Kyle, el gemelo de Tadashi, era el cocinero. Se apresuró a colocar los platillos en las charolas, a poner a fuego bajo el salmón, a marinar los trozos de pollo y a abrir las nuevas bolsas de pan para las órdenes recientes.

Así es, los tres hermanos: Tadashi, Kyle y Hiro eran un gran equipo.

Kyle salió de la cocina, llevando las charolas con ambas manos. Se las entregó a Hiro y regresó a la cocina.

—Kyle, le falta la cátsup a ésta orden—Hiro corrió dentro de la cocina para regresar la orden antes de entregarla.

—Pónsela tú, estoy ocupado—respondió el mayor, con una mano moviendo el sartén del salmón y con la otra echándole aceite a una olla para preparar un poco de arroz.

Hiro bufó y fue por la cátsup, maldiciendo a su hermano por ser tan descuidado. Fue rápidamente a la mesa más cercana y abrió el botecito rojo con prisa. Sin embago, ninguna gota de la emulsión rojiza descendió. Apretó con más fuerza, pero no.

Agitó el bote de cátsup… pero nada salió. Se había terminado.

Hiro cerró el botecito y fue por otro, disculpándose con los comensales por molestarlos en plena comida. Intentó de nuevo… nada.

Fue por otra botella, y otra y otra, pero todas estaban vacías.

Salió disparado a la cocina, abriendo las alacenas y revolviendo todo para encontrar el bote de cátsup de reserva, aquel que contenía 10 litros.

—¡DEJA TODO COMO ESTABA, ENANO!—Su hermano le recriminó el desorden que estaba dejando.

—Claro… lo haré… luego—respondió el más horror incrementó cuando encontró el bote sin su contenido.

Se preocupó mucho… era una tragedia. ¡SE HABÍA TERMINADO LA CATSUP!

—¡TADASHIIIII!—Fue corriendo con al menos 10 botecitos rojos en las manos—Se terminó. Dame dinero, debo ir por más.

Tadashi agitó el primer botecito que tomó y comprobó que su hermano decía la verdad. No tardó en extenderle un billete de 100 dólares destinado para el nuevo bote de cátsup.

—No tardo, pero por favor, llama a Honey… necesitamos ayuda—le dijo Hiro, antes de salir corriendo, quitándose su delantal.

Hiro Hamada salió corriendo de ahí, directo al Oxxo más cercano. Pensó que ahí podría encontrar la marca de siempre. Fue buscando en los estantes, uno a uno, hasta que la encontró.

—¡AJÁ!—Tomó el bote con ambas manos y lo sacó de su lugar. Se dirigió al cajero y colocó el gran bote sobre el mostrador—Eso es todo.

El chico que atendía la caja miró a Hiro, quien estaba buscando el billete que le había dado Tadashi.

—¿Eso es todo lo que va a comprar?—preguntó el cajero.

Hiro alzó la mirada, a punto de decirle que sí… pero nada salió de su garganta. Absolutamente nada.

El cajero era un chico de piel morena, un poco más alto que él, con cabello castaño, ojos grandes y brillantes, muy expresivos, un lunar en su mejilla izquierda, sonrisa bonita y ¿Ese era un hoyuelo?... Oh dios. Que adorable.

Hiro le regresó la mirada, algo tembloroso por el impacto que el moreno le había causado, extendiéndole un papel que no era precisamente dinero, sino un recibo anterior por una compra de gomitas en esa misma tienda, la semana pasada. Pero Hamada no se dio cuenta de eso.

El chico moreno lo miró extrañado.

—¿Señor…?

—Ah...

Miguel Rivera, el chico que atendía la caja del Oxxo, contuvo una pequeña risa. El chico del otro lado del mostrador parecía un idiota. Pero debía ser educado si planeaba seguir trabajando en ese lugar.

—Le agradezco su preocupación por el planeta y que quiera regresar el recibo anterior para reciclarlo… pero así no funcionan las cosas en este local, ni en ningún Oxxo—Miguel tomó el papel, lo arrugó y lo tiró al bote más cercano.

Hiro reaccionó, sintiéndose un tonto por lo que acababa de hacer.

—¡AH! ¡SÍ!, Es… es todo… ammm… Creo—Hiro empezó a buscar el billete de nuevo, dando con él.

—¿Gustas de hacer bromas muy seguido?—preguntó el moreno, pasando el gran bote de cátsup por el escáner—No resultó. Deberías practicar más.

Hiro lo miró atontado. No sabía que decir ni que aportar a la plática.

—Jejeje, sí… este… ¡NO!, lo siento, yo no quise, no pretendía… Ah… Ehhh, ¿puedes darme tu hora?—¿Qué carajos? ¿No se le había ocurrido otra cosa?

—Son las 14:56—respondió el cajero—Y son 10 dólares por el bote de cátsup.

Hiro le extendió el verdadero billete, mientras Miguel tecleaba algo en la caja registradora.

—¿En bolsa?

—Sí.

—Olvida lo que dije, no eres ecologista—Miguel volvió a bromear. Eso empezó a calmar a Hiro.

—No creo que sea ecologista ofrecer una bolsa…

—Es mi trabajo, atender al cliente y ofrecer bolsas, ¿plástico o papel?

—Papel—Hiro contuvo la risa, ese chico le agradaba. Y le agradaba mucho. No podía dejar de mirar su lindo rostro. Era raro, jamás se había fijado en el rostro de un hombre, pero el cajero era otro asunto… Y comenzaba a preocuparle no saber cómo se llamaba. Una imperiosa necesidad de averiguarlo recorrió su mente, y la pregunta salió de sus labios, sin razonar demasiado—Disculpa que te pregunte… pero ¿Cómo te llamas?

Miguel lo miró dubitativo, en un país extranjero, en una ciudad futurista y llena de personas aceleradas, no era usual que te preguntaran tu nombre, menos si eres un cajero del oxxo. Pero era Miguel, el chico más simpático y alegre de su pueblo Santa Cecilia, músico por excelencia y además, un aventurero de primera. No dudo en responderle de buena manera a su cliente, aunque éste no notara que en su gafete estaba escrito su nombre.

—Me llamo Miguel, un gusto, señor…

—No me digas señor, no soy tan grande. Tengo la misma edad que tú.

—¿Diecisiete años?—pregunto asombrado el chico—Pareces de quince.

—¿Entonces si tienes diecisiete? Wow… te ves un poco más grande… ¡OYE! ¿Cómo que quince?—empezó a reclamarle.

—En serio, luces como si tuvieras quince años, además, estás un poco más bajito que yo.

Hiro sintió un golpe directo a su orgullo. Miguel era menor y medía más que él… Maldita hormona del crecimiento.

—¿Y tú?

—¿Yo qué?

—¿Cuál es tu nombre?—Miguel necesitaba saberlo. Ya hablaba con el extraño nipón como si fuera su amigo de toda la vida… Pero primero, debía saber cómo se llamaba para considerarlo como tal.

—Mi nombre es Hiro…

Y así, empezaron una pequeña charla que se extendió por una hora, y que a veces era interrumpida por los clientes que llegaban, compraban y se iban.

Hiro no se dio cuenta, se olvidó por completo de la cátsup y de su trabajo. Se olvidó del estrés que le causaba ser mesero y atender al señor indeciso. Se olvidó de todo…

Hasta que sonó su celular. Era Tadashi.

—Hiro… ¿Dónde estás? ¿No crees que tardaste mucho en ir por un bote de cátsup? Honey Lemon vino, pero también necesitamos ayuda.

Hiro reaccionó, a punto de contestarle a Tadashi, pero a su hermano mayor le arrebataron el celular.

—¡ENANO! ¿DÓNDE CARAJOS ESTÁS? HONEY Y TADASHI NO PUEDEN SÓLOS CON TODA LA GENTE ¡MUEVE EL TRASERO Y VEN!—Kyle lo llamó, gritándole tanto que lo dejó con el tímpano zumbando. No le dio tiempo de contestar, pues Kyle cortó la llamada.

—¡RAYOS! ¡OH NO!

—¿Pasa algo?—preguntó el moreno.

—Sí, se supone que sólo venía por esto—señaló la cátsup—Luego vuelvo, ¡un gusto… Miguel!

Hiro tomó el bote cubierto por la bolsa con ambas manos y salió corriendo. Miguel lo miro divertido, casi gritándole

—¡NOS VEMOS LUEGO, HIRO!

Y así, Hiro y Miguel se conocieron.

Después de ese pequeño incidente, del regaño de Tadashi y Kyle, del castigo que le pusieron ambos, Hiro estaba feliz.

Siempre que podía, iba a la tienda con cualquier pretexto para ver a Miguel. Se quedaban hablando horas y horas, inmunes a lo que sucedía a su alrededor, porque nada ni nadie era más interesante que el otro.

Pero eso no les bastaba. Intercambiaron números para hablarse por mensaje y whatsapp, así mismo, sus perfiles de Facebook, de Instagram, de twitter y de cualquier red social que tuvieran.

Prácticamente, estaban hablando todo el día. Hiro estaba feliz, por fin tenía un amigo de su edad con quien podía pelear, hablar, reir, congeniar bien… un amigo que no lo buscaba por conveniencia, o que no era mayor que él. Un amigo hecho por sus propios medios por Tadashi…

Y Miguel, estaba feliz con Hiro. Era su primer y único amigo en esa ciudad. Se había mudado en contra de su voluntad, por culpa de su hermano mayor, Marco, y su beca de intercambio estudiantil. Su vida estaba en Santa Cecilia, a punto de terminar el bachillerato y su propedéutico, con amigos y familia… Pero Marco la cagó, cuando le dijo "NOS VAMOS A SAN FRANSOKYO"

Ambos hermanos tenían un gran talento para la música, ambos podían dar más, su potencial era espléndido… pero Miguel no quería irse de su pueblo y dejar a su familia. Aún así, Marco lo convenció, al decirle que en San Fransokyo se encontraba la mejor academia de Artes de todo el mundo. ¿No era más fácil quedarse en la ciudad de México, en el INBA o en la FaM?

No, su hermano era DEMASIADO AMBICIOSO, como para restringirse. Él quería a su hermano, y quería lo mejor para él. Y se lo llevó consigo, una vez terminando su preparatoria. ¿CÓMO CONSIGUIÓ DOS BECAS, UNA PARA ÉL Y OTRA PARA MIGUEL? No se sabe…

Miguel estaba fascinado con el asiático. Era como su compadre, su mano derecha, su mejor amigo. Lo era todo en uno.

Ambos chicos descubrieron que iban en institutos cercanos, y se prometieron mutuamente regresar a sus respectivas casas juntos y a no dejar de verse.

Al terminar las vacaciones de verano, Miguel renunció a su trabajo, y Hiro y sus hermanos regresaron a su vida estudiantil.

Tasahi y Hiro, al Instituto de Tecnología de San Fransokyo; Kyle, a la Escuela Nacional de Gastronomía y Marco y Miguel, al Conservatorio Nacional de Música de SF.

Y tal y como lo prometieron, ambos chicos jóvenes, al terminar las clases, se separaban de sus hermanos con la excusa de siempre.

—Marco, me voy con Hiro, luego te veo

—Tadashi, iré a casa de Miguel, no me esperes. Puedes irte con Honey Lemon. Adiós.

Y así estuvieron por dos años. Salían, paseaban, platicaban, peleaban. Buenos amigos. Excelentes amigos.

Pero vamos… Que Hiro fue quien se enamoró primero.

Desde que vio a Miguel, notó que el chico era increíblemente apuesto y con el paso del tiempo, se fue enamorando poco a poco de su personalidad, de su pasión por la música, de esa bella sonrisa y hasta de su forma de hablar, con todo y groserías. Hiro Hamada, quien jamás se había fijado en un hombre, que las novias que tuvo lo terminaron por ser "poco romántico" y "muy escueto", quien no tuvo tiempo para reconciliaciones y mucho menos para una relación formal… se había enamorado.

Por fin, se había enamorado. El primero en notarlo, fue Tadashi, como siempre.

—Alto ahí, Hiro—le dijo, una vez que el nipón regresaba muy contento con una nueva bolsa de "panditas" que Miguel le había regalado—Ven acá

—¿Qué sucede?—preguntó el chico—Debo cambiarme rápido, iré con Miguel a jugar futbol.

—Ouch, nosotros antes te acompañábamos al campo para jugar…

—He crecido, hermano. Tú y Kyle ya no son tan jóvenes como antes.

—Ese no es el punto. Lo que quería saber es—y aquí va lo difícil—¿Estás enamorado?

Tadashi era más delicado al preguntar esa clase de cosas, pero esta vez no se contuvo. Le ganó la curiosidad.

—N-No… ¿Por qué crees eso?—preguntó el chico, sonriéndole nerviosamente.

—No me puedes engañar, si descubrí tus peleas robóticas, también puedo descubrir esto. Mírame a los ojos y dime que no estás enamorado.

Hiro empezó a transpirar. Trataba de controlarse… De veras lo intentó.

—Yo… no estoy… enamorado—Lo había dicho, pero no pudo sostener la mirada de su hermano sin que sus mejillas se colorearan

—¡LO SABÍA!¡Estás enamorado!

—¡TADASHI! ¡YO NO ME BURLÉ DE TI CUANDO ME CONTASTE ACERCA DE HONEY LEMON!

En eso, Hiro tenía razón. Así mismo, cuando Tadashi tenía 19 años, la rubia le robó el corazón. Era una situación muy similar… y el mayor de los Hamada confió en su hermanito para contárselo. Hiro estaba muy contento, y le dio su apoyo incondicional.

Incluso él le ayudó a construir la pequeña pirotecnia-inteligente que escribía mensajes en el cielo nocturno, misma que usó el día de su declaración. No hace falta explicar que la rubia le dio un rotundo "SÍ"

—Okey, no me burlaré… pero ¿Quién es?—preguntó Tadashi.

—No te diré—Hiro entró a su cuarto y cerró la puerta con llave—Y jamás lo sabrás.

Como hermano mayor, Tadashi siempre se preocupaba por los dos menores, a pesar de haber nacido 10 minutos antes que Kyle, el chef también le preocupaba, pero ahora, su hermanito más pequeño era lo que de verdad le intrigaba.

Por primera vez lo había visto completamente enamorado. Y estaba perdido…

Todos los signos del enamoramiento se le notaban a leguas: Ojos brillantes, entusiasta, menos gruñón, más distraído (las cosas explotaban con más frecuencia), muy animado cuando decía "iré a ver a Miguel", y gracias a Baymax, sabía que su hermanito padecía de insomnio, aumento de la frecuencia cardiaca y segregación anormal de serotonina y oxitocina.

Y el principal sospechoso de ser el causante de todo el alboroto hormonal en su hermano, era su amigo Miguel. Digamos que sus sospechas quedaron confirmadas cuando entró a la habitación del menor sin hacer ruido porque lo creyó dormido y lo encontró besando su almohada, diciendo:

—"Qué labios tan suaves tienes, Miguel…Bésame un poco más"

Tadashi cerró la puerta conteniendo la risa, yendo rápidamente con Kyle para burlarse de su hermano a escondidas.

—Jajajajaja, enano estúpido, ¿En serio? ¿Una almohada?—Kyle estaba riéndose a carcajadas.

—Cállate, que nos puede oír—lo regañó Tadashi.

—Deja que me divierta, es un pecado ser el hermano mayor y no burlarse a gusto. Además, tú fuiste quien vino a contarme.

—Sí, y SINCERAMENTE creo que fue un error… Lo molestarás con eso todo el año

—¿Cómo adivinaste?—Kyle se sentó en su cama para tocar su guitarra eléctrica a gusto—No me importa del todo guardar silencio. Me encanta molestarlo.

—Kyle, hablando en serio ¿No te preocupa Hiro? ¿No quieres saber quién lo enamoró?

—Debe ser un dios o un ser de otro mundo si logró domar a Hiro "El diablo" Hamada—Kyle empezó a rasguear la guitarra—Me interesa saber quién es él o ella…

—Es Miguel—respondió Tadashi muy seguro.

—¿Y quién es Miguel?

Tadashi estaba fuera de sí. Hiro les había mencionado ese nombre por los últimos dos años y Kyle no lo recordaba… ¿Qué tipo de hermano era él?

—El chico del que siempre habla…

—Ah… no. Jamás escuché ese nombre.

Tadashi empezó a desesperarse, controlándose a sí mismo para no hacer sentir a Kyle como un mal hermano. Hiro NUNCA se callaba si se trataba del moreno. "Miguel toca la guitarra como un dios del guitar hero, ¡NO! Creo que mejor", "Miguel también prepara comida, pero mexicana", "Miguel me contó…" "Miguel"…

Tantas veces lo había mencionado, tantas veces había hablado de él, que era imposible no sabes en casa de los Hamada quién era Miguel.

—Como sea, creo que está enamorado de él… Pero no tengo idea de cómo sea ese chico físicamente. Sé que estudia algo de música, es mariachi, es el mejor amigo de Hiro, es mexicano… por las cosas que nos ha contado.

—Yo no tengo problemas con conocerlo. Lo que me llama la atención es que nuestro hermano al parecer es bisexual…

Tadashi lo miró con duda, no esperaba tener que lidiar con eso otra vez. Desde que Kyle le confesó que a él le gustaban los hombres y mujeres por igual, no había tenido tantas dudas. Y Kyle debía apoyar a su hermano menor.

—Sí. Y creo que es tu turno para hablar con él.

—Hiro jamás me permite acercarme, ¿crees que me tendrá confianza? A ti te adora, pero yo y él nos peleamos hasta por una cuchara…

—Vamos Kyle, apóyame en esto. Sólo cuento contigo… tú sabes más del tema.

Kyle lo miró mal. No por ser bisexual era un experto en sexualidad.

—Claro, el chico bi tratando de solucionar los problemas amorosos de su hermano menor… ¿Qué dirá la Tía Cass? Además, no es mi obligación hablar con él.

—Kyle, vamos, hermano…

—No…

Su gemelo puso su cara de súplica, esa a la que nadie podía resistirse, ni siquiera el más serio de la familia.

—¡AGH! ¡NO HAGAS ESO!—Kyle se cubrió los ojos con su guitarra, evitando mirar a su hermano.

—Por favor…

—NI LO PIENSES

—Anda…—Usó la carita de cachorro. A pesar de ser el mayor, Tadashi también podía chantajear a sus hermanos.

—¡FUCK! ¡ESTÁ BIEN! Hablaré con el enano y su gusto por ambos géneros… pero a cambio, quiero que me des libre el sábado por la noche. Te tocará cocinar.

Tadashi suspiró, ya sabía a dónde se dirigía eso.

—¿Contra quién es esta vez? ¿Frederick o John?

—Ya te dije, no tengo por qué darte cuentas, hermano.

Kyle tenía un serio problema… Y no piensen mal, ellos eran sus amigos de carreras en motocicleta. Adoraba su moto, una Harley Davidson XG750R, y su problema principal era su adicción a las carreras. Y las apuestas.

¿De dónde cree que Hiro se interesó por las peleas de robots con apuestas ilegales?

—Kyle...

—Vamos, que a Hiro pudiste convencerlo para que dejara sus apuestas, pero yo no soy como él—Kyle lo miró resentido—En fin, ¿es un trato?

Tadashi desistió. Negó y fue a buscar su teléfono, debía informarse de nuevo para hablar con Hiro acerca de la bisexualidad, y para llamar a Honey, su apoyo incondicional.

—Olvídalo…

—Me escaparé de todos modos.

Tadashi salió del cuarto, era imposible dialogar con su gemelo de un asunto tan importante como su hermano menor.

Kyle se encogió de hombros, no le importaba tanto la sexualidad de Hiro, lo que de verdad lo intrigaba era el tipo de persona que había logrado enamorar a su hermano. ¿Quién sería Miguel?

Después de una larga charla, donde Hiro le confesó a Tadashi que efectivamente, estaba enamorado de un hombre, Tadashi se quedó satisfecho con la explicación de su hermanito.

Tanto así que Hiro llevó a Miguel a conocer a su familia. Y no porque ya fueran novios… eso no había ocurrido aún.

Era un plan de ambos hermanos para sembrar algo de confianza en el chico y que éste se animara a pasar más tiempo con Hiro. Y si las cosas se daban bien, en menos de dos meses, estaría completamente enamorado del nipón.

Entre Miguel y Hiro, jamás habían mencionado el posible hecho de asistir a la casa del otro. ¿Por qué?

Razón número 1: HERMANOS.

Ambos sabían que tener hermanos mayores era un dolor de cabeza. Más para Hiro, no lo decía exactamente por Tadashi, sino por Kyle.

Y Miguel, quien estaba más que consciente de que Marco lo iba a molestar cuando se enterara del hecho de que Hiro iba a ir a su casa, quería evitar a toda costa las burlas de su hermano.

Miguel hablaba y hablaba de Hiro, como si se tratara de la persona más brillante de San Fransokyo (que efectivamente, lo era, pero eso no le interesaba al mayor de los Rivera).

Razón número 2: TIEMPO

Ambos tenían sus trabajos de medio tiempo, sus proyectos, sus propias vidas… y cuando coincidían, descansaban de todo lo que les agobiaba. Era un milagro que se reunieran todos los sábados para jugar futbol, o que se reunieran en el kiosco más cercano para hablar de su día, a las 7:00 pm en punto.

Sumando a eso, el héroe de San Fransokyo se tomó un tiempo libre, dejando el patrullaje a sus amigos. ¿Dejar la ciudad indefensa para dedicarle tiempo a una persona? Solo se le ocurría a Hiro Hamada.

Razón número 3: NINGUNO DE LOS DOS PENSÓ EN ESA POSIBILIDAD.

Hasta que Tadashi le propuso a Hiro llevar Miguel a la casa, fue que se le iluminó el cerebro al menor de los Hamada.

El día en que Miguel cruzó la puerta del Lucky Cat, ya era un joven de 19 años, llevaba algunas cosas para compartir: galletas y gomitas de dulce, unas flores para Tía Cass y para Tadashi un gran tazón de paletas tutsi-pop

Trató de causar una buena impresión. Y vaya que lo logró.

—Hola, Miguel. Mi nombre es Tadashi, soy el hermano mayor de Hiro—saludó con cortesía.

—Mucho gusto, Tadashi—Miguel le tomó la mano y la apretó amistosamente.

Y desde ahí, los jóvenes se llevaron muy bien. Empezaron a platicar acerca de su hermano, de su vida en San Fransokyo, de la novia de Tadashi, de la vida en San Fransokyo, de las tradiciones mexicanas y japonesas, entre otras cosas.

El mayor de los Hamada se quedó impresionado por el joven. Era brillante a su manera, aunque algo brusco en su habla, tenía un alma bondadosa y estaba lleno de energía, siempre soñando y luchando por conseguir lo que quería.

Tadashi siempre valoraba el esfuerzo, y Miguel era de esos chicos que siempre se estaban esforzando por ser mejor cada día. Su carrera así se lo exigía y su personalidad contrastaba bastante bien.

—…Y tuve que ensayar seis horas diarias para lograrlo.

—Impresionante—respondió Tadashi—¿Y pudiste tocar Asturias? ¿Sin ningún compañero?

—Si, así es. Hiro estuvo ahí cuando la interpreté.

—Miguel tiene mucho talento, pero su esfuerzo acredita que es un gran artista—completo Hiro, casi suspirando por el bello recuerdo.

—Me parece que jamás me contaste de eso—Tadashi miró con severidad a Hiro, pero luego se repuso y le comentó a Miguel—Bueno Miguel, pues me alegra mucho que Hiro y tú se lleven tan bien… Tía Cass no está ahora mismo, pero yo me encargaré de las flores. Pueden ir al campo de Futbol si gustan. Hiro, te doy la tarde libre.

Ambos jóvenes estaban muy emocionados. ¡MIGUEL SE HABÍA GANADO A SU HERMANO!

—¡Perfecto! Voy por el balón. ¡Vamos Miguel, acompáñame!

Los chicos subieron las escaleras rápidamente. Tadashi los miró alejarse y empezó a reir, moviendo la cabeza.

No lo podía evitar, un joven como Miguel era una buena influencia para su hermano. Y pensar que próximamente sería su cuñado, lo animó.

Mientras subían las escaleras, ocurrió el "terrible desastre" que desencadenó toda la "tragicomedia" de nuestros queridos protagonistas.

Miguel se atrasó un poco, tratando de dar con Hiro. Pero la casa era más grande de lo que parecía. Al ser un extraño en casa ajena, se desorientó y perdió a Hiro de vista. Estuvo buscándolo, pero algo desvió su atención.

Un sonido muy peculiar. Un sonido épico, lleno de poder y de entusiasmo. Un sonido que iba de una escala a otra… era una guitarra eléctrica.

Miguel, como buen músico versátil, fue hasta la habitación donde salía ese sonido.

Y ahí estaba Kyle… ensimismado, ignorando a su pequeño público.

Miguel carraspeó para llamar su atención, pero no funcionaba. Kyle estaba utilizando unos audífonos.

Miguel decidió esperar a que terminara su solo. Y cuando éste finalizó, le dijo:

—Oye, que bien tocas.

El mayor casi se muere de un infarto al percatarse del extraño. Dejo caer la guitarra y apagó el sonido con su grito.

—¡¿QUÉ MIERDA…!?

—¡CUIDADO! ¡QUE ESTÁN MUY CARAS!— Miguel la levantó, buscando algún defecto; la examinó y se la devolvió—Ese era el solo de Afterlife de Avenged… ¿Verdad?

Kyle se quitó los audífonos y asintió.

—Mi hermano también adora Avenged Sevenfold. Toca de nuevo—Miguel se quedó parado en el marco de la puerta.

—No tocaré para un extraño. ¿Quién eres y quién te dejó entrar?—preguntó con desconfianza.

—¡Miguel! Ya encontré el balón—Dijo Hiro, quién se acercó a buscar a su crush— ¿Miguel? ¿Dónde estás?

Miguel salió del cuarto y saludo a su amigo con la mano. Hiro se detuvo, ¿Qué hacía Miguel en el cuarto de Kyle?

—Aquí Hiro, con… ahhh…

—Kyle… Me llamó Kyle—respondió fastidiado.

—¡Con Kyle!—completó Miguel.

Hiro le dio alcance de inmediato.

—Oh, no los presenté. Él también es mi hermano, es gemelo de Tadashi.

—Mucho gusto —Miguel estaba confundido—Hiro, no me habías dicho que Tadashi tenía un hermano gemelo…

Kyle miró a su hermano con furia. ¿Tan insignificante era para él que no lo presentaba con sus amigos?

—Lo olvidé—se excusó el genio—Pero vamos, que se nos hace tarde.

Hiro bajó las escaleras con prisa, buscando su sudadera favorita.

Kyle estaba dolido. Y quería desquitarse con alguien.

—Hey, chico, tú eres Miguel, ¿verdad?

—Si, para servirte—Miguel pensó que sería divertido ganarse el favor de ese hermano también. Lástima que no había averiguado nada de él para impresionarlo.

—Hiro me dijo que eres guitarrista, ¿Quieres tocar un poco?—preguntó, extendiéndole la guitarra.

Esa sería la pequeña venganza de Kyle hacia su hermanito. Echarle a perder su tan ansiado partido de futbol con el moreno.

Miguel se quedó mirando la guitarra. Era una Gibson… y hace tiempo que no tocaba una.

—Pero debo ir con Hiro

—Sólo será una y ya—le soltó Kyle. Miguel lo miró con desconfianza, el tipo sonaba igual que Marco cuando le ofreció una cerveza (Ese día no terminó nada bien)

—De acuerdo, sólo una canción—Miguel tomó la guitarra, cediendo a la tentación; se pasó el talí por la espalda y empezó a tocar ese solo que tanto había practicado años antes.

Kyle se impresionó bastante. ¿Cómo era posible? se suponía que Miguel que era mariachi y que estaba acostumbrado al 100% a la guitarra acústica, según le había contado Tadashi. Pero el Miguel que estaba parado ahí, tocando salvajemente "Hail To The King" no parecía nada a lo que se hubiera imaginado antes.

Hiro volvió a subir las escaleras, pues el mexicano no bajaba.

—Miguel, vam…

Encontró a Miguel tocando la guitarra. Dios, su visión comenzó a pasearse por la silueta de su amigo, recordando cada movimiento y rasgueo que hacía. La pasión con la que tocaba, los movimientos, la concentración… Se estaba emocionando de más.

Con cuidado, y sin que nadie lo viera, sacó su celular y empezó a grabar. Quería atesorar ese recuerdo por el resto de sus días.

Cuando Miguel terminó, Hiro empezó a aplaudir.

—Demonios, sí que eres bueno—interrumpió Kyle—¿No quieres tocar otra?

Miguel hizo un gesto con la cabeza y le dijo:

—No Kyle, muchas gracias. Iré con Hiro—le devolvió la guitarra—¡Pero fue un gusto conocerte!

—Igual el mío—Kyle sonrió de lado, dejando ver un poco de esa dentadura blanca.

Hiro comenzó a preocuparse. Conocía lo bastante bien a su hermano como para identificar cuando estaba interesado en una persona. Pero ese pensamiento se desvaneció.

—Hiro, no pongas esa cara, ¡Vamos!—Miguel le pellizco la mejilla y salió corriendo

—¡HEY! ¡NO HAGAS ESO!

Miguel y Hiro fueron corriendo al campus más cercano, entre chistes y bromas.

Unas horas más tarde

Estuvieron jugando un buen rato, Miguel haciendo buenas jugadas y una que otra finta para desestabilizar a Hiro, pero el nipón no era nada malo jugando. Al contrario, supo leer los movimientos de Miguel y empezó a burlar sus jugadas, quitándole el balón y anotando numerosos goles.

Finalmente, el marcador quedo 14-6 favor Hiro.

Se sentaron en el césped, sudando y jadeando, para recuperar la respiración.

Miguel había llevado un botellón de agua, del que bebió él y luego Hiro.

—Uffff, eso estuvo muy intenso—dijo Hiro mientras intentaba quitarse el sudor de la frente.

Miguel asintió, mientras se quitaba la playera y la utilizaba para secarse el sudor de todo su cuerpo.

El nipón casi escupe el agua que estaba bebiendo. No era la primera vez que lo veía quitándose la camisa, pues Miguel acostumbraba a hacerlo. La diferencia es que el moreno siempre llevaba ropa debajo, una musculosa blanca o una playera de cuello redondo. Pero esta vez no…

En sus sueños únicamente, Hiro había visto el pecho y espalda de Miguel a viva piel. Mirando con atención, descubrió que tenía muy buen porte y por supuesto, tenía abdominales marcadas.

Hiro desvió la mirada, de lo contrario, un accidente iba a ocurrir.

—Fue un buen juego, chinito—Miguel se sentó al lado de él—Debes enseñarme a jugar así.

Hiro asintió, tratando de cubrir su mirada con el flequillo. Estaba avergonzado.

Miguel lo notó de inmediato, pero no dijo nada. Decidió ponerse la playera otra vez.

—Vamos, Hiro. ¿Quieres ir a comer algo?—preguntó Miguel.

—Ah si, ¿qué quieres ir a comer?

—Conozco un pequeño local cerca de aquí. Venden cosas muy ricas.

Ambos muchachos caminaron tranquilamente hasta un pequeño local de tortas. Miguel conocía al dueño, pues también era mexicano.

—¡Señor Vicente! ¿cómo está?

—¡Miguelito! Qué pasó muchacho—El señor lo saludó mientras preparaba una orden—Pos aquí nomás, atendiendo a la clientela y echando a andar el negocio. ¿Qué vas a pedir?

—Dos tortas de milanesa, pero una sin picante, por favor.

—Ya mero salen. Toma asiento con tu amigo.

Miguel llevó a Hiro a la mesa más cercana.

—Estas son las mejores tortas del lugar. El señor Vicente es mexicano y lo conozco prácticamente desde que llegué aquí. Su hijo estudia en la misma Universidad que tú, y me volví amigo de su padre.

Un mesero les llevó las dos tortas y dos refrescos de lata.

—Provecho

Hiro se emocionó al probar las tortas. Eran como una caricia a su paladar después del hambre voraz que empezaba a sentir.

—¿Crees que le caí bien a tu familia?—preguntó Miguel, antes de dar la primera mordida.

—Supongo que sí. Tadashi estaba feliz, sólo falta que conozcas a Tía Cass y a Honey Lemon.

—Eso espero. Me moriría si no le cayera bien a tu familia…

—¿Por qué?—preguntó curioso el joven científico.

—Porque… ahhh… Pues, porque eres el único amigo que tengo y no soportaría… que te alejaran de mí.

PUM PUM… El corazón de Hiro empezó a latir con fuerza. Eso era lo más bonito que Miguel le había dicho en todo el tiempo que llevaba conociéndolo.

—Yo… bueno, tampoco lo soportaría.

Miguel sonrió con dulzura. Definitivamente ese chinito lo tenía completamente en la palma de su mano. Lo quería muchísimo, lo volvía loco. El amor que Hiro sentía era completa y totalmente correspondido. ¿por qué no lo confesaban?

Por idiotas…

—Entonces… ¿Qué piensas de mis hermanos?—preguntó Hiro de prisa.

—Son buenas personas—una duda asaltó la mente del moreno—Oye ¿Por qué no me dijiste que tenías otro hermano?—preguntó Miguel. Hiro se incomodó un poco, pero decidió responder su pregunta.

—Lo olvidé. Lo siento. Casi siempre estoy con Tadashi y sus amigos en la Universidad. No vemos mucho a Kyle en casa en periodos escolares, así que… bueno, olvide mencionarlo muchas veces… ¡ADEMÁS, SIEMPRE ESTÁ MOLESTANDOME!

—Uh, creo que te entiendo. Mi hermano también es así… pero yo no olvidaría a mi hermano, por más molesto que fuera.

Hiro frunció el ceño. Miguel tenía razón.

—Me disculparé con él luego.

—Mh, sí. Eso deberías hacer—Miguel le dio otra mordida a su torta—Y ahora te toca ir a mi casa, bueno, al departamento.

Hiro casi se atraganta, ¿había escuchado bien? ¿Ir a casa de Miguel?

—Podemos jugar videojuegos, o te puedo mostrar una nueva canción que estoy componiendo ¿Qué dices? Además, conocerás a Marco…

Su amigo comenzó a divagar un poco. Miguel se quedó callado. Quizá esa no era una buena idea… Ya lo había invitado, ni modo de retractarse y decirle "¿Sabes qué? Mejor no… Marco me va a molestar porque sabe que me gustas"

Hiro creyó que le iba a cancelar, entonces actuó rápido.

—Vale, ¿cuándo?

—¿Mañana puedes?—ya no tenía forma de "echarse para atrás"

—Supongo que sí.

—Esta bien. Entonces mañana te llevaré a mi departamento. Tengo muchas cosas que mostrarte.

—De acuerdo—Hiro sonrió con ganas. Eso era más que perfecto.

Cuando Hiro regresó a casa, Kyle lo estaba esperando.

—Ni creas que te voy a perdonar por olvidar que soy tu hermano—Cerró la nevera y se fue con un gran tazón de helado de chocolate.

—¡Oye! Ese era mi helado

—Ahora es mío. El que lo toma primero, gana.

—Idiota—masculló Hiro.

—Así que… ese chico es Miguel ¿Juh?

—Sí.

—Nada mal… ¿Cuándo pensabas contarme acerca de él?

—Cuando fuera el 31 de Febrero

—No te hagas el gracioso

Kyle suspiró, resignado a que su hermano no le tenía la suficiente confianza. ¿Se querían? Claro que sí, se querían fraternalmente. Se cuidaban y se protegían… pero la confianza de Hiro se veía inclinada hacia Tadashi. Y eso, Kyle lo sabía.

—Como sea, el chico es bastante lindo.

Hiro lo miró, analizando los movimientos de su hermano.

—¿Y qué piensas de él?

Kyle lamió la cuchara, ensuciándose los labios de chocolate

—Es… muy guapo—Kyle se relamió los labios—Pero no es mi tipo.

Hiro respiró por fin. Su alma descanso. Por un momento, creyó que su hermano gustaba de su amigo.

—Genial…

Tadashi entró en la sala, anunciando su llegada.

—Hiro, ¿cómo te fue?

—¡ABRAZÁME HERMANO!—Hiro fue corriendo hacia él—¡Me invitó a su casa!

—¡GENIAL!—Ambos chicos chocaron el puño

—POW… BALALALA

—¡Debo de ir a escoger los videojuegos que jugaremos mañana!—Hiro subió a su habitación, dejando a los gemelos solos. Tadashi se empezó a reir muy contento por la ilusión de su hermanito.

Sin embargo, notó algo extraño en Kyle.

—¿Y a ti que te pasa?

—Que el enano se olvidó de mi—dejó su trasto sucio en el fregadero—Siempre habla de ti, pero nunca de mí. No le dijo a Miguel que tú tenias un gemelo.

—Kyle—Tadashi tomó asiento y le dio una palmada en la espalda—SIEMPRE lo estás molestando, todo el tiempo te la pasas encerrado en tu cuarto y no hablas mucho con Hiro de las cosas que le gustan… ¿No crees que deberías convivir más con él?

Su gemelo lo miró con duda y el ceño fruncido. Él su hermano eran muy diferentes… y el carácter lo hacía bastante notorio.

—Quizá… ¿Y cómo lo hago?

—Pues… No sabemos dónde vive Miguel, y no podré llevar a Hiro… ¿Qué tal si tú lo llevas mañana en tu motocicleta?

—¿Por qué no lo puedes llevar?

—Porque Honey Lemon y yo queremos ir al cine.

—Sí, claro… al cine—Kyle hizo una mueca traviesa y codeó a su hermano.

—Kyle, basta—Tadashi se sonrojó hasta las orejas.

—Tranquilo, hermano. Yo llevaré a Hiro con su amigo mañana.

—De acuerdo. Todo sea por convivir... ¡PUM!—Ambos hermanos chocaron el puño.

AL DÍA SIGUIENTE

Hiro no entendía que Kyle estuviera tan interesado en ir con él a casa de Miguel. ¿Qué pretendía ahora?

—Es raro que me quieras llevar a casa de un amigo.

—Es raro que tengas amigos.

—Estúpido—Ese fue un golpe bajo.

—Calla, sube a la motocicleta.

Hiro se subió a la amada Harley Davidson de Kyle, colocándose el casco con pequeños estoperoles que su hermano le proporcionó.

Fueron hasta la dirección que Miguel le envió a Hiro. Quedaba un poco retirado, exactamente a media hora de la casa de los Hamada.

Los hermanos Rivera vivían en una especie de departamentos, sencillos pero de excelentes condiciones; era más una especie de vecindad espaciosa.

Hiro tocó el timbre dos veces, y espero con paciencia. Kyle sacó una pequeña cajetilla de cigarrillos, necesitaba uno con urgencia. La abstinencia lo estaba volviendo loco.

—¿Quién es?—Una voz varoníl y un poco más grave que la de Miguel se escuchó al otro lado de la puerta.

—Ah, Hola… ehh.. Busco a Miguel…

Un chico moreno, alto, con algo de músculo y bastante parecido al Rivera menor, abrió la puerta.

—Aquí no vive. Por favor, no moleste y nunca vuelva—Le cerró la puerta a Hiro en la cara.

Ambos hermanos Hamada se miraron muy confundidos.

—Quizá me equivoqué de dirección…

Después de eso, la puerta se volvió a abrir, y el chico que les cerró la puerta comenzó a reírse.

—Tranquilo, es una broma, jajajajaja. ¡MIGUEL! ¡TE BUSCAN!—Gritó dentro del departamento.

Cuando Marco volteó, se dio cuenta de inmediato de quién era el chico que estaba frente a él. Era el chino del que Miguel siempre le hablaba. Sinceramente, lo imagino más nerd. Pero parecía buena persona.

—Ah… ¿Hola?—preguntó Hiro, nervioso.

—Hola, preciosura—Marco lo tomó de la barbilla, mirando a Hiro de cerca—No eres nada feo, estás carita.

Hiro se extrañó mucho, ¿qué significaba eso?

—¡MARCO, NO MAMES! ¡DÉJALO EN PAZ!—Miguel abrió la puerta y alejó a su hermano mayor de su posible novio—Lo siento Hiro… Disculpa al monigote este.

—Te estoy escuchando—Marco se cruzó de brazos, molesto—Mucho gusto, Hiro. Soy Marco, el hermano mayor de Miguel.

—Hola… Soy, H-Hi-ro Hamada… Mucho gusto.

—Eres demasiado tímido. Relájate—Marco pasó una manó por el hombro de Hiro. Miguel se enojó de inmediato.

—Ash, ya Marco. Ven Hiro, pasa… Ah, ¡Hola Kyle!—Miguel apenas se dio cuenta de su presencia y lo saludó con la mano.

Marco volteó a ver al ignorado… Y su corazón latió con fuerza.

Un adonis japonés con cara de matón sexy estaba recargado en una motocicleta Harley Davidson, vestido con botas militares, pantalones de mezclilla, polera blanca y chamarra de cuero. ¿Ese era un percing en la oreja izquierda? Por dios…

Era un hombre apetecible. Mucho mejor que el pequeño y escuálido hermano que tenía.

—¿Y tú?—pregunto Marco, acercándose hacia donde Kyle—¿Quién eres?

Kyle le dio una calada a su cigarro y sacó el humo para responderle.

—Kyle. Soy hermano de Hiro

—Me llamo Marco… Marco Rivera

Le lanzó una sonrisa coqueta, levantando la ceja en el acto. A veces, Marco solía ser todo un rompecorazones. Sus padres le habían dotado de un buen físico y él sabía aprovecharlo al máximo, pero sólo si se trataba de hombres…

Kyle lo percibió al instante. No era por desprestigiar a Miguel, pero su hermano era incríblemente atractivo. Se atrevería a decir que era mucho mejor, más marcado, un poco más grande y con brazos bastante fuertes.

—No te habia visto por aquí, y eso que tengo una excelente visión para identificar a alguien tan… ardiente en los alrededores.

Kyle no se sonrojaba. Sabía como jugar sus cartas en el juego de la seducción.

—Gracias, guapo. Es una… delicia conocerte.

—Y… ¿Qué haces por aquí?—Marco se recargó con una mano en la motocicleta de Kyle. Sin embargo, ejerció demasiada fuerza al momento de recargarse y desestabilizó el peso, provocando que la motocicleta se cayera de lado.

—"Valió madres"—Pensó el mexicano cuando se cayó con todo y Harley Davidson.

Kyle dejó caer su cigarrillo ante el horror de ver a su preciosa motocicleta derrumbada en el suelo.

—¡ERES UN IDIOTA!—Rápidamente levantó la moto.

—Ouch, eso dolió—Marco se levantó como pudo. Intentó disculparse con el nipón—Lo siento..,

Kyle lo miró furioso. Olvidó por completo su primera impresión. Ahora lo consideraba un peligro para todas las motocicletas del mundo.

—No te vuelvas a acercar a mi motocicleta, imbécil. Vendré por Hiro después—Kyle se montó en su moto y la encendió, dio media vuelta con ella, casi atropellando a Marco en el acto, y salió de prisa por la calle empinada.

Marco lo vio desaparecer.

Se sintió como un idiota. Había arruinado su oportunidad de ligue en tiempo record.

—¡OYE! ¡DEJASTE TUS BOXERS EN TU CAMA, PUERCO!—Miguel salió y le aventó los calzoncillos en la cara—¡Ten tantita consideración por las visitas, cabrón!

Pero Marco seguía mirando la calle por la que Kyle desapareció.

En menos de cinco minutos, se había enamorado ¿ESO ERA POSIBLE?

FIN DEL CAPÍTULO 1

Nota de la autora Y AGRADECIMIENTOS ESPECIALES:

En realidad, sólo imaginé una parte de este fic y lo demás lo tuve que ir acomodando para que todo cuadrara. Pero ¡WEEEEEEY! Me gustó mucho. Me está gustando mucho :D

Pronto subiré el otro capítulo, si me da tiempo XD y si me apuro con lo demás. Jejejeje…

Quiero agradecerles mucho a algunas personas que han comentado y me han levantado el ánimo con sus bonitos comentarios.

Daddy_Hiro: Sé que eres Eikositokokolover (No se me olvidará ese nombre jamás xD) porque los comentarios que me dejas son siempre hermosos y bonitos. ¡MUCHAS GRACIAS POR LEER LAS HISTORIAS! Me encanta saber que te gustan y que las disfrutas tanto como yo al escribirlas. (UuU)/

AbouthMarth: Me encantan tus comentarios, me haces súper feliz. Asfghjklñ Me alegra que te gusten mis historias y me consideres de tus escritoras favoritas. Tus comentarios siempre son bellísimos y de verdad me alegran el día. (UuU)/

Chrys_San: Me agradas y te quiero, siempre me sacas una carcajada con lo que comentas. Y porque neta, me encantan tus comentarios. No me desanimó por pequeñas personitas como tú Toma (*u*)/

Gluppy: Porque me dejaste sin palabras con el comentario de la escuela… Sentí bien bonito aquí en el pecho. Si mis historias te sirven de esa forma, estoy muy feliz. Ven pa' ca |(*u*)/

Y a todos los lectores, a todas las personas que han comentado y votado. ¡GRACIAS! 3 Los quiero de aquí a la luna…

¡Los quiero mucho! Atte.:Only Darkness y su locura.