My last Serenade

Primer fic de Fullmetal Alchemist que hago... segundo fic yaoi que escribo... primer fic en el cual reflejo lo que estoy sintiendo... lo que me carcome... sé que no esta genial... pero si analizan entre líneas... ¿podrían ver, sentir lo que veo y siento yo?

Emina... gracias por todo... cada vez que veo aquel llavero, recuerdo que no todo está tan mal... Ede, gracias por hablar conmigo... sin duda hay cosas que ambas conocemos bien... recuerda "resetear las memorias tristes" yo estoy en eso, créeme... aunque cada día se me hace un poco más difícil... Gaby, gracias por la página que me pasaste... me distrajo bastante... Carla... no sé que pasa... pero animo, cuídate...

Mi familia cibernética me acompaña... aun cuando la gente de carne y hueso me deja atrás... aquel cuero celeste yace olvidado en una gaveta...

"todo hasta el fin de la angustia"

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My last Serenade

By Maki

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Capitulo uno: Love is my labor.

-¡ah! ¡Qué sueño tengo!- bostezando.

- nii-san deberías dormir un poco...

Alphonse se encontraba a su lado leyendo. La tenue luz de una vela inundaba la pequeña habitación. A un costado olvidado e una cama se encontraba un sobretodo rojo... el rubio se encontraba sentado en el escritorio continuo a la cama escribiendo con monotonía.

- no puedo, no aun Al, tengo que terminar el estúpido reporte para ir a dejárselo al Coronel mañana antes de partir- sobándose un hombro-.

- pero ¿y si lo terminas mañana temprano, estás agotado nii-san – era cierto, en la mañana estuvo muy ajetreado revisando el lugar de su misión-.

- me falta poco, no te preocupes Al- sonriéndole a la vez que retomaba su labor-.

El sonido del lápiz y el crepitar de la vela rompía a ratos el silencio que se había formado. La armadura que contenía a Al a ratos se tornada dorada gracias al vaivén de la lama de la vela. Un suave sonido indico que Al había cambiado de pagina, la novela era de aventuras por lo que se encontraba muy concentrado en ella al punto que no se dio cuenta cuando su hermano acabó su informe.

-¿Al?

- ¿eh? ¿Si nii-san?

-me voy a dormir

- buenas noches

- no te desveles mucho con esa novela, ¿de acuerdo?

-uhm... –fue todo lo que broto de los metálicos labios de Alphonse. Edward por su parte ya se había soltado el cabello y se metía en la cama lentamente, apenas su cabeza toco la almohada se entrego a Morfeo.

- ya me voy

- nii-san, ¿no quieres que te acompañe?

- no es necesario, sólo dejaré el reporte, espérame aquí

- esta bien

La puerta se cerro, dejando a Alphonse solo...

"quizás deba ordenar un poco..."

Edward se encaminó a los cuarteles a paso agigantado, lo que menos le gustaba era verle la cara a Roy Mustang, en especial cuando empezaba con sus sarcasmos y a molestarlo con su estatura. "¡Condenado Coronel!"

Al adentrarse en los cuarteles se encontró con Hawkeye a quien saludo con una reverencia y pregunto por el coronel, la rubia solo atino a responder con un "esta en la oficina, le avisaré que estas aquí" a lo que Ed balbuceo un "gracias"

" lo que hay que hacer por ser perro de otro... en todo caso perro de Mustang no soy... sino del ejercito... pero esto es por Al, vale la pena"

- el coronel te espera- Hawkeye se acerco sin ser notada a Edward por lo que este ultimo no pudo estremecerse un poco, la rubia no hizo mas que reír-.

-¿eh?... si... –fue todo lo que Ed pudo decir-.

Al entrar a la oficina del coronel pudo apreciar la típica escena, Roy Mustang camuflado entre columnas exuberantes de papeles por firmar y él haciendo nada...

- Hagane... ¿eres tú? Te ves más pequeño

- ¬¬ Taisa, ¿esta diciendo que soy tan pequeño que no me puede ver?-visiblemente molesto-.

- yo no dije eso... lo dijiste tú, pero no te lo niego-sonriendo con sarcasmo- a todo esto... ¿a qué has venido?

- "como si viniera porque quiero..." –calmándose un poco- he venido a entregarle mi reporte.

- ¡ah! Ya veo... buen chico, deja verlo –haciéndole señas para que acerque-.

- ¬¬ "¿Quién se cree que es? "- tragándose el enojo- aquí tiene- entregándoselo.

- al parecer no hay nada de la piedra, ¿no? – revisando el contenido del reporte-.

- no, solo rumores falsos, ni siquiera hay indicios –mirándolo algo mosqueado- no entiendo para qué me envió a ese lugar...

- tenemos que verificar la información que recibimos con nuestros hombres, tú eres parte del ejercito por tanto tienes misiones que asumir...

- "como si no lo supiera..." lo sé... -refunfuñando un poco- ¿hay alguna nueva misión para mí?

- sí, pero no puedo darte los detalles aquí, te espero en mi casa a las 8.00pm... -leyendo aun el reporte-.

- ¿por qué?- " ¿ir a su casa? ¿A la casa de Roy Mustang? ¡Noooooo!"- ¿Por qué no puede darme los detalles aquí?- exclamó algo confundido.

- Hagane... -levantando la vista- ¿en verdad quieres encontrar la piedra?-alzando una ceja-.

- sí..pero...

- entonces haz lo que te digo- ignorándolo-.

- sí... - "maldito Mustang"-.

- ya llegué. -dijo algo cansado-.

- bienvenido nii-san, ¿cómo te fue?- analizándolo con la mirada- ¿pasó algo?

- nah, el maldito me citó en su casa a las 8.00pm... -mirando irónicamente a Alphonse-.

- ¿por qué? – dijo algo sorprendido y confundido-.

- según él para darle los detalles sobre mi nueva misión... no entiendo, ¿por qué no me los dio ahí? Solo le gusta mosquearme... -rascándose la cabeza-.

- a lo mejor es algo importante... ¿irás?-dijo algo dudativo-.

- sí... algo me dice que puede tratarse de la piedra... podría sernos muy útil si resulta ser eso... -dijo algo esperanzado-.

- ya veo... ¿tienes hambre?

- ¡Sí! – sonriendo con picardía-.

- ya me voy, si se hace tarde descansa – en el umbral de la puerta-.

- nii-san... sabes que no duermo... – dijo algo mosqueado

-gomen –dijo con una sonrisa nerviosa-ya me voy –saliendo de la habitación-.

- ve con cuidado-mirando como la puerta se cerraba – y ahora.. ¿ Qué puedo hacer?...- mirando el escritorio – leeré un libro de alquimia que tiene nii-san- sentándose en la pequeña silla que tenia el escritorio-.

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- ¿por qué este imbecil tiene que vivir tan lejos?-rascándose frenéticamente la cabeza- a ver... ahora tendría que ir por la izquierda-mirando un pequeño mapa que le había dado el coronel "para que no te pierdas Hagane, ya que la gente pequeña siempre se pierde" –haciendo una mueca –"idiota... el que sea bajo no significa que sea estúpido"-acelerando el paso llego a un callejón sin salida que en el fondo tenia una vivienda-allí debe... ser... pero ¿qué mierda?- visiblemente anonadado-.

El coronel había mencionado una "humilde morada"... pero aquel lugar no era para nada humilde, bien podría pasar por mansión.

- "este estúpido del coronel... se ha hecho el engreído conmigo otra vez- tocando la puerta-.

La puerta se abrió en seguida revelando a un coronel vestido con ropa casual, una camisa blanca y unos pantalones negros. Al ver a Edward comenzó con los sarcasmos y es que disfrutando tanto molestándolo, su cara era toda una atracción de circo.

-¡ah! Llegas puntal Hagane- arqueando una ceja-.

- ¿qué esperaba coronel? ¿Qué llegara media hora después? – mirando hacia un costado visiblemente molesto- "¿por qué no puede dejar de molestarme aunque sea un día?"-.

- ya esta bien-riendo- ¿te vas a quedar ahí parado toda la noche o vas a entrar?

-¿eh? Ah, sí –mientras Roy se abría paso dejándole entrar-.

Una vez adentro Edward devoro con su mirada cada uno de los rincones de la "humilde morada" de Roy, era un lugar muy acogedor sin duda. Los sillones eran color crema acolchados en cuerina con pequeños cojines a los lados, en el centro de la hilera de sillones había una mesita en la cual había una maceta de un cactus, más al fondo estaba el comedor color roble tapizado también color crema con cuatro sillas, al costado izquierdo un televisor acomodado en una mesa con compartimientos laterales, al lado una radio. Las paredes eran color blanco invierno y tenia colgados de forma equidistante cuadros de paisajes y una que otra foto de él con sus subordinados, en especial con su amigo Maes Hughes.

- siéntate- dijo Roy indicándole un sillón-.

- de acuerdo – contestó apresuradamente al ser sacado de sus cavilaciones-.

- bien... –comenzó Roy- he encontrado información muy útil de la piedra, no tendría problema en dártela toda, pero... - mirándolo fijamente-.

-pero... - dijo Ed expectante-.

- quiero algo a cambio... – con una sonrisa algo juguetona-.

- hmp –bufo- debí imaginarlo... estados equivalentes, ¿no? –haciendo una mueca-

- ¿para que te lo voy a negar?-sonriendo victorioso-.

-¿qué quiere? –pregunto de mala gana-.

- quiero saber... - levantándose de su lugar a la vez que se acercaba a Ed- ¿quien... - acercando su rostro al fullmetal- es la persona más importante para ti?-mirando fijamente a Ed-.

- ¿a qué viene esa pregunta- haciendo una mueca nerviosa- ¿es necesario que se acerque tanto?- sonrojándose un poco por la cercanía-.

-¿quieres la información o no?- ¬¬ - y sí... es necesario...

- claro que la quiero- alzando la voz- pero.. No entiendo porqué es necesario esto... -bajando la voz llegando a un casi inaudible susurro-.

- porque así sabré que no me mientes... - mirándolo con una sutil sonrisa-.

- pero coronel, ¿por qué es tan importante que sepa eso? – confundido-.

- porque tú... - acercándose a sus labios- Edward Elric... –susurrando sobre ellos- debes ser mío- enfatizando la ultima palabra a la vez que capturaba los labios de un sorprendido confundido fullmetal-.

Ed no supo qué hacer. Quería apartarlo mas su cuerpo no le respondía; Rpy por su parte lo besaba cada vez con más pasión, ansiosamente, sus brazos rodearonlapequeña espalda de Ed. No, el fullmetal alchemist no podía hacer nada, algo se lo impedia, algo en su interior quemaba alsentir la lengua de Roy invadir su boca, al sentir sus manos recorriendo su cuerpo.

"Me siento ebrio. ¿Ser tuyo?... acaso tú... ¿cómo es posible? No, no esta bien... aunque me haga sentir bien, no esta bien..."

Nada es duradero, por lo que Roy al sentir la falta de oxigeno se separo lentamente de Ed...

" ¿Será posible que tú... tú también me quieras?"

- No... vuelvas a hacer esto... –Ed mantenía la cabeza gacha.

-¿porqué?- pregunto Roy muy cerca de su oído, casi en un susurro.

CONTINUARÁ...