LOS PERSONAJES DE NARUTO NO ME PERTENECEN SON PROPIEDAD DE MASASHI KISHIMOTO.

ESTE ES UN FIC ESPECIAL, EN CONMEMORACIÓN AL CUMPLEAÑOS DE ITACHI UCHIHA, QUIÉN CUMPLE EL DÍA DE HOY 09 DE JUNIO.

¡FELICIDADES A NUESTRO UCHIHA FAVORITO!

¡FELICIDADES ITACHI SAN!

Una fiesta de cumpleaños que se salió de control, una ofrenda a Jashin sama y muchas cartas.

Una situación que cambió drásticamente la vida de todos… ¡ah, y de pasó arruinó su boda!. Ahora deberán aprender a vivir con "TODO" lo que ese cambio implica; sus cuerpos y sus mentes no concuerdan, ¿Qué harán para solucionar el problema?

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H

CAPÍTULO 1:EVENTOS DESAFORTUNADOS.

La conoció en los exámenes chunnin, cuando su hermano Sasuke aplicaba a los mismos. Él era un shinobi que permanecía escondido la mayoría del tiempo entre las sombras; un anbu de élite al cual le habían permitido tomar el día libre para ir a apoyar a su hermano menor. Se sentó en las gradas junto a sus padres en la espera del combate de su hermano, estaba seguro que lograría avanzar a la tercera ronda, pues para ello se habían preparado las últimas dos semanas día tras día, noche tras noche sin falta le había ayudado a entrenar. Con su nivel de taijutsu, ninjutsu y genjutsu no existía rival para él.

El evento dio comienzo y los aspirantes que buscaban convertirse en chunnin comenzaron a salir en una sola fila ordenadamente a la arena de combate, la multitud se encendió y animados gritaron por el nombre de la persona a la que apoyaban. Se distrajo por un momento para poner atención a lo que sucedía al lado suyo; un club de fans quedándose prácticamente sin garganta mientras ávidamente gritaban ¡Sasuke kun, Sasuke kun, eres el mejor tú puedes!. Algo que era bastante familiar para él, en su pasado también existió un club de fans dedicado a él. Sonrió al verlas tan entusiasmadas, le agradaban los gestos que las niñas tenían hacia su hermano aunque a él le molestaran, era tierno y bonito que tuviesen una ilusión, un amor infantil.

Sus ojos volvieron a la arena de combate donde los participantes se presentaban y quedó deslumbrado por la belleza de aquella niña: cabello corto azul-marino; casi añil, nariz pequeña y respingada, unos ojos preciosos tan grandes y luminosos como la misma luna, piel blanca y notoriamente tersa—Mi nombre es Hinata Hyuga — anunció llevando ambas manos empuñadas hacia su pecho, mientras un leve sonrojo adornada sus mejillas. Él quedó hipnotizado por la dulzura y delicadeza de su voz pero sobre todo por su inocente y encantadora actitud; para su mala suerte ella era cinco años menor que él.

"Ella tenía 12 y él 17"

Su ajetreada vida le impidió verla de nuevo, sin embargo los cinco minutos que duró su enfrentamiento habían sido suficientes para que él jamás olvidase aquel hermoso y angelical rostro.

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A

Tres largos años transcurrieron desde aquel día, en los cuales por cuestiones que estaban fuera de sus manos habían sido enviado como uno de los guardaespaldas del señor feudal. Durante ese tiempo nunca dejó de pensar en aquella niña, contaba los días que le faltaban para terminar con su gestión y regresar con su familia. En las noches cuando no tenía nada que hacer, cuando las creaturas noctámbulas eran dueñas del mundo y su mente por fin podía permanecer en blanco, pensaba en ella, seguramente había crecido para convertirse en una adolescente muy hermosa y una talentosa ninja que, aunque el día del examen misteriosamente cayera ante su hermano, había demostrado poseer la capacidad y determinación para superarse a sí misma.

¿Hinata Hyuga tendrá novio?, era la pregunta más frecuente que al mismo tiempo que revoloteaba y se apoderaba de su mente, también le causaba escalofríos.

El tan esperado día llegó y con él su completa libertad, su ciclo con el feudal culminaba, regresaba a la raíz anbu y a su hogar. Caminó por toda la aldea espirando su olor, aire puro y limpio, era tal cual lo recordaba, dobló la esquina para llegar al puesto de ramen en donde su hermano y Shisui aguardaban su regresó y la volvió a ver; había cambiado muchísimo, su azulado cabello era muchísimo más largo, pasaba poco más allá de la espalda media, unos cuantos centímetros se habían agregado a su altura y de su infantil cuerpo no quedaba absolutamente nada; muslos firmes y fuertes, caderas anchas y perfectas para dar a luz, una cintura bien formada, abdomen plano, hombros estilizados que eran perfectamente proporcionales al ancho de sus caderas, unos senos increíbles, ideales para alimentar a sus hijos y ¿por qué no?, también para su disfrute.. Sin duda alguna la edad le sentaba muy bien, después de tres años era toda una mujer que le levantaba algo más que él ánimo, lo único que no había cambiado en ella era su rostro, estaba intacto, igual de hermoso que antes, era un ángel.

Ese día ella estaba cumpliendo años, lo cual significaba que la edad entre ellos se disminuía aunque sea por algunos meses; ella 16 y él 20.

Era joven y bella, seguramente tenía pretendientes, novio o incluso esposo, una preciosidad como ella no podía estar sola, era imposible. Sus esperanzas disminuían pero se negaba a claudicar a su amor sin antes intentarlo; si su corazón estaba ocupado entonces se haría a un lado y la dejaría ser feliz con el amor de su vida, pero… si no, se encargaría de ser ese hombre que la hiciera feliz para siempre. Por ello se tomó unos días de vacaciones para preguntar por ella; Shisui, Sasuke, sus amigas Ino, Sakura, Ten ten y hasta el mismo Neji, todos ellos le confirmaron que era una chica libre. Sus pupilas se dilataron, lamio sus labios y su corazón se contrajo repetidas veces con violencia; estuvo a punto de salirse de su pecho, a punto de una arritmia cardiaca a punto de una angina de pecho cuando se enteró y sin pensarlo dos veces comenzó a cortejarla.

En un principio fueron encuentros "casuales", obviamente habían sido provocados por él para hacerse notar frente a ella, después cuando ella comenzó a recordar su nombre sus saludos fueron más cordiales, los cuales pronto se convertirían en amistosos, posteriormente invitaciones a comer, paseos, abrazos amistosos correspondidos, risitas, caricias sutiles no interpretadas por ella que ocultaban los verdaderos deseos de él. La repentina aparición de un admirador secreto: flores, chocolates y cartas de amor, la revelación de su identidad, un beso robado en los labios, la confusión de ella, la insistencia de él; el primer distanciamiento de ella. Una sincera disculpa por parte de él junto con otra desesperada declaración abierta de amor, el miedo de ella y la petición de tiempo con el propósito de ordenar sus sentimientos y aclarar dudas; el segundo distanciamiento. No obstante, el tiempo, las largas y la desidia de ella, la desesperanza declinando al amor, el amargo sabor del rechazo y su derrota, su último encuentro y un "que seas muy feliz" incomprensible para ella. Se habían acabado las persecuciones, y se prometió a sí mismo no molestarla más; el tercer distanciamiento, el más largo y el primero de él. Una insoportable opresión en contra de su pecho, sinceras lágrimas derramadas llenas de dolor, un corazón roto y la primera muerte en vida

Un día, dos días, una semana, dos semanas, un mes, ninguna noticia sobre él, ningún encuentro "casual", ningún chocolate, ninguna dulce carta de amor, ningún avistamiento o pista. La sensación creciente de vació que provocada su ausencia y la pérdida de su afecto. Su conmoción ante el abandono, dolor y los sentimientos que por primera vez se generaron en ella.

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P

La misión de él y otro mes transcurrido.

Unas ganas inexplicables por verlo, preguntas sutiles hacia su hermano y su primo. El día de su llegada y un reencuentro propiciado ahora por ella con el arribo de ocho hombres vestidos con lo que parecía una "sabana" de nubes rojas, una "tal Konan" al lado de él, quien convenientemente tomaba su mano y volteaba a verlo frente a ella. La felicidad y las sonrisas de todos los presentes era contundente. Por fin entendía, la comprensión de sus últimas palabras le llevó a una conclusión que dejaba a su vez una herida abierta; "en carne viva". Otra mujer en su corazón y su sonrisa falsa que ocultaba la agonía de su alma. Por otro lado el dolor al verla de nuevo, su actitud tan extraña tan fúnebre y sus inmensas ganas de abrazarla impedidas por su reciente promesa y su palabra como hombre. Nunca se permitiría el abandonar sus principios.

Noches de insomnio sobre su cama repasando melancólicas y tortuosas lecturas; cartas de amor de un hombre que la amaba sinceramente y que aparentemente ya la había olvidado, una solitaria y dolorosa lagrima cayendo sobre el papel con la primera declaración de amor, el último chocolate que le quedaba, el último pétalo cayendo del último ramo de lilas que le había regalado y un corazón seco, igual de marchito que ellas. La tal Konan la había dejado noqueada. Pero a pesar de eso, no la culpaba a ella, se culpaba a si misma por la indecisión producto de su extraordinaria estupidez.

Otro mes amándolo, en el cual pensó que podría olvidarlo, pero contrariamente no fue así. Ya no habían regalos, ni chocolates, solo quedaban las cartas de lo que fue un amor y las envolturas que sacó de su basura para recordarse cuan dulce había sido todo. Evitaba salir al exterior para verle con la mujer, pero extrañamente nadie tocaba el tema. Cansada de lo miserable que era su existencia, y aun con el miedo que él mismo le confesase su nuevo amor se armó de valor y se animó a escribirle una nota:

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P

07 Junio.

Itachi san.

Disculpe mi atrevimiento pero… ¿podríamos hablar un momento?.

Estaré esperándolo hoy en el árbol de la academia a las 6:00 de la tarde

Solo si lo desea, claro está. Si no, yo entenderé.

Atentamente

Hinata Hyuga.

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Y

Algo bastante sencillo, porque no quería entrar en complejidades, ni mucho menos revelar algo, simplemente quería verlo. No esperaba una respuesta de su parte, sólo que asistiera a su cita.

Sin embargo esa carta no le llegaría a tiempo.

Él fuera de la aldea en una misión y ella llorando acerbamente sentada sobre el columpio de aquel árbol.

Eran las 8:00 de la noche, él no apareció y ni aparecería.

Regreso a su casa hecha pedazos, una bala perdida de nombre Konan había perforado el corazón de Itachi y de paso la había sacado de él. Hinata Hyuga estaba muerta en vida por primera vez.

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B

08 Junio.

12:00 de la tarde del día siguiente y el Uchiha retornaba de sus labores, dio su informe al Hokage y se retiró al clan. Cuando llegó un gesto de extrañez se dibujó en su rostro; sus amigos Konan y Pain estaban esperándolo. Mañana sería un gran día para él. Hablaban sobre una fiesta de cumpleaños con sus amigos más cercanos. Itachi sonrió y aceptó su propuesta; necesitaba despejar su mente, olvidar todo y comenzar a ser feliz.

—Entonces, vayamos a comprar las cosas para la fiesta de mañana — propuso Konan, haciendo que la madre de Itachi sonriera aun más.

—Yo haré un delicioso pastel — mencionó entregándoles una lista de materiales — ¿podrían? —preguntó y ambos asintieron. Itachi volvió a sonreír, estaba cansado, pero era mejor salir que quedarse encerrado.

—Voy a tomar un baño y vuelvo — dijo el Uchiha.

—Por cierto Itachi — lo detuvo Mikoto antes de que subiera las escaleras — te llegó una carta ayer, la puse sobre tu escritorio — Ladeó la boca y levantó una ceja con extrañez, era poco común que le llegasen ese tipo de cosas —Gracias — expresó y continuó su paso. En cuanto entró se fue sobre el pequeño sobre que reposaba en su escritorio y se sentó en la cama a leer su contenido. Sus cejas se volvieron a elevar, pero ahora con sorpresa.

Bajo de nuevo sin ningún cambio todavía —Vayan adelantándose, necesito hacer unas cosas primero — Konan y Pain asintieron y vieron como les extendía la mano, entregándoles algo — Si van a pasar cerca, ¿podrían llevar esto? — se vieron entre sí, volvieron a asentir y se marcharon.

¡TOC-TOC-TOC!.

— ¡Oni chan, te buscan en la puerta! —la voz de su hermana, la había estado llamando durante más de cinco minutos —¿Hinata? — cuestionó detrás de la madera, cuando no obtuvo respuesta y es que Hinata Hyuga estaba en las peores condiciones en las que se podía encontrar una mujer: en pijama, con el cabello desordenado, ojos hinchados y rojos, además de unas enormes ojeras que le quitaban casi todo su atractivo. Como pudo se las había arreglado para cambiarse y arreglarse lo más decentemente posible, no era buena idea que los demás le viesen en ese estado físico tan deplorable, ya que al menos el anímico no podía disimilarlo siquiera un poco. Hinata abrió la puerta y bajó hasta la entrada principal. Se detuvo de golpe al ver la figura que estaba frente a ella…

"La tal Konan", su enemiga number one, su rival de amor, la perforadora, la profanadora, la cuzca, la buscona la-la- la " des-hi-na-ti-za-do- ra", estaba en su puerta, ¿a qué iba? Hinata se acercó un poco más sin dejar de mirarla y se dio cuenta que era muy bonita, cabello azul un poco más claro que el de ella, mirada seductora y una sutil pero encantadora sonrisa, delicada figura un cuerpo bien formado y una seguridad en sí misma apabullante. Si, era una enemiga acérrima, difícil de combatir, quizá por eso había perdido ante ella, quizá por ello Itachi la había cambiado y esas eran razones más que suficientes para verla con desprecio.

Hinata estaba a punto de arrugar la nariz y dedicarle una mirada asesina a la "señorita", cuando de pronto vio como le extendía un papel. Con desconfianza comenzó a extender la mano para tomar el papel y cuando lo hizo, inmediatamente lo abrió, ¿qué quería esa mujer con ella?.

Cuando terminó de leerla, sus ojos estaban vidriosos, bajó el papel para ver a la mujer frente a ella, quien simplemente le sonreía amablemente. Konan sabía lo que ella sentía por Itachi y viceversa, esa había sido su primera impresión sobre ellos. La desilusión y la tristeza que vio en los ojos de Hinata el día en que se vieron por primera vez, la tensión que sintió emanar de él, se lo habían confirmado, por eso había volteado a verlo y por eso había tomado su mano; quería tranquilizarlo.

—Que pase buenas tardes — le dijo Konan, tomando la mano de Pain. Hinata entendió su gesto. La misma mujer que le había hecho tocar el infierno, le daba la pauta y el pase para regresar al cielo.

—Gracias — murmuró dejando por fin que sus lágrimas cayesen, sin embargo esta vez lloraba de felicidad, de dicha. Konan volteó a verla y le guiñó un ojo.

Hinata cerró la puerta y subió rápidamente a su habitación, esta vez no dejaría cabida a las dudas, ni mucho menos a su estupidez. Se abría una nueva oportunidad…

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I

08 Junio

Querida Hinata.

Lamento mucho no haber podido asistir a la cita de ayer. De verdad me siento muy apenado por haberla hecho esperarme inútilmente. Pero hoy a medio dia, recién he llegado de una misión y hace escasos minutos que leo su nota.

Si todavía quiere hablar conmigo, la esperaré en el mismo lugar que me citó ayer a las 2:00 de la tarde.

Sinceramente

Itachi Uchiha.

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R

La hora pactada llegó y ambos se cruzaron durante el camino. Hinata se acercó más a él dejándose caer en sus brazos. Dudo un poco pero terminó por abrazarla. Sus corazones bombeaban más de lo normal y la sangre de ambos estaba en ebullición. Itachi no entendía la situación, simplemente se limitada a gozar del momento.

— ¿De qué quería hablar conmigo? —preguntó él y fue así como empezó todo.

Un beso robado ahora por parte de ella, el nacimiento de una nueva ilusión y la resurrección de ambos, un te amo y un te quiero, un beso necesitado y apasionado, la celebración juntos de su cumpleaños, citas amorosas, una relación más cercana, dicha y felicidad, amor mutuo, noviazgo, una relación más sólida y madura, confianza, la declaración oficial de su noviazgo frente a sus padres, besos con lengua, caricias atrevidas y agarrones descarados clandestinos, otro te amo y un yo más, una promesa de amor, la pedida de mano frente a sus padres, la entrega del anillo, lágrimas de felicidad, el establecimiento oficial del día de la boda y sus preparativos, la entrega de invitaciones y la consumación de su amor.

Esa noche ninguno de los dos pudo soportarlo más, se entregaron el uno al otro sin medidas ni reservas entre besos tiernos, suaves caricias y placer absoluto. Sin importar nada, ni el qué dirán, todo desapareció y solo existían dos cuerpos, dos almas que se habían fundido en una sola con la luna de testigo y la oscuridad de la noche como cómplice—Te amo Itachi, feliz cumpleaños mi vida, felicidades mi amor—dijo cuando vio el reloj marcar las 00:00 horas del día 09 de Junio, pero tres años después. La abrazó con más fuerza, le dio un último beso, él más largo de toda la noche y se quedaron dormidos, abrazados sobre la cama, dentro del lugar, dentro de la casa que él había comprado para ellos y sus futuros hijos.

Seis años le había tomado lograr todo aquello; 3 años renunciando a ella, esperando a que creciera para no sentirse todo un pederasta con el riesgo de perderla. Otros dos que había luchado para lograr por fin ser correspondido a sus sentimientos y solo uno de noviazgo que había sido suficiente para darse cuenta que era la mujer que necesitaba su vida, la mujer en quien plantaría sus semillas y lo convertiría en padre.

Sin embargo las cosas estaban a punto de cambiar drásticamente

Su cumpleaños el día 09 de Junio.

La tragedia esa misma noche

Su boda al día siguiente.

Ella 18 y él 23.

Esa mañana despertaron con una enorme sonrisa en su rostro, ella acariciaba su pecho y el besaba su cabeza, la amaba desde hace mucho tiempo y que ella se hubiera entregado a él como regalo de cumpleaños significaba mucho, aunque su urgencia por poseerla era demasiada y más que notoria, hubiera preferido esperarse otro día más y llevarla virgen al altar, pero aquello no importaba si a ella no le preocupaba. La propuesta había salido de ella y aun recordaba la manera.

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T

FLASH BACK.

Hinata lo había llevado a la futura casa de ambos con la idea de que le ayudase a terminar de acomodar unas cosas antes de su boda, pero lo que en realidad quería era que él le desacomodara otras cuantas. —Necesito ir al baño— había dicho, dejando a su futuro esposo en la cocina. El tiempo pasó sin que él se diera cuenta, escuchó una puerta abrirse pero lo le dio importancia y continuó con su encargó.

—I-taaaaa- chiiiii— una voz muy, pero muy seductora lo distrajo, dejó lo que estaba haciendo para voltearse al lugar de donde provenía tan sugerente voz; ¡mejor no lo hubiera hecho!.

Frente a él, su novia, su futura esposa tenía puesta su capa de nubes rojas, aquella que un principio había confundido con una sábana, pero eso no era lo más importante; ella estaba mordiendo con provocación su labio inferior, en sus ojos juró que pudo leer la palabra lujuria y esbozaba una sonrisa traviesa. Itachi abrió los ojos completamente sorprendido y trago saliva al sentir como su cuerpo comenzaba a calentarse. Hinata comenzó a desabrochar la capa, mientras se acercaba peligrosamente a él, meneando de manera excitante sus caderas, él abrió la boca y comenzó a babear, Hinata rió. Luego cuando estuvo lo suficientemente cerca retiró por completo la capa. Su cuerpo se estremeció completamente, su miembro ya de por si listo para la acción le comenzó a doler al estar completamente erecto dentro de un espacio tan reducido; el ver al amor de su vida completamente desnuda dispuesta a entregarse a él antes de tiempo lo dejaba ardiendo, estaba mucho más caliente que el sol, tanto que con el calor de su cuerpo podía fácilmente cocinar un huevo. La inspeccionó completamente de abajo para arriba, era la primera vez que veía su cuerpo sin nada de ropa; piernas de ensueño, curvas excesivamente peligrosas, senos naturalmente voluminosos, firmes y pezones rosados que en un movimiento brusco por parte de ella se apachurraban contra su pecho. Itachi estiró el cuello de su camiseta y comenzó a echarse aire con sus manos, tenía demasiado calor. Ella estaba abrazándolo con las palmas de sus manos en su espalda y el miembro de él estaba rosando en su vientre casi casi en el monte de venus, su excitación aumento mucho más, pues estaba a escasos centímetros de su intimidad, la idea tomarla ahí mismo se hacía cada vez más fuerte.

—Hinata— pronunció tratando de agarrar aire— es que…si no te vistes ahora, no me voy a poder contener después— estaba nervioso, no quería tocarla, no al menos hasta que estuvieran casados, quería hacerlo de la manera correcta.

— Itachi, ¿y quién dijo que quería que te contuvieras? — respondió. Definitivamente ella no lo estaba ayudando. Comenzó a besarlo de una manera en la que jamás lo había hecho; amor, pasión, deseo, todo incluido dentro de una misma acción, Hinata se paró de puntitas y bajó más sus manos, posicionándolas en las nalgas de él, lo jaló hacia ella apretándolo mucho más hacia su cuerpo e Itachi sintió como su hombría se hundía entre las piernas de ella. Claramente su propósito era dejarlo sin opciones, que la sintiera y que después no la pudiese dejar ir.

Bien jugado, Hinata Hyuga, lo había logrado.

El Uchiha no resistió más, la abrazó y besó llevándola desde la cocina hasta la habitación sin despegarse uno del otro, la aventó sobre la cama viendo como sus pechos brincaron y observó con detenimiento como la mujer se movía sensualmente, apretaba sus muslos y acariciaba sus pechos sin apartarle la vista. Itachi se relamió los labios y notó como poco a poco ella comenzaba a abrir las piernas. Se asustó y cerró los ojos de verdad quería llevarla virgen al matrimonio.

—Itachi— llamó ahora con voz dulce, esa voz angelical que a él tanto le gustaba— aquí tengo tú regalo de cumpleaños— terminó. Itachi con nerviosismo y cierto miedo, no de ella, sino de él abrió los ojos y la vio completamente a su merced; con los ojos completamente en blanco (sin pupilas), mejillas tenidas de un rojo intenso, un hilo de sangre saliendo de su nariz y con la boca completamente abierta, fue que Uchiha Itachi perdió toda cordura.

En menos de un minuto ya estaba completamente desnudo. Mando al demonio los juegos sexuales previos al acto, se necesitaban desde hace mucho, pero él era un caballero y ella una dama, entonces se había negado a deshonrarla de esa manera, al menos hasta ahora y ya que ella misma le había dado su consentimiento, simplemente se limitaría a darle lo que sea que ella quisiese; en este caso darle gusto al cuerpo y darle rienda suelta a su amor.

¡Que buen regalo de cumpleaños!

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H

FIN FLASH BACK.

— ¿Qué vas a hacer hoy? — le preguntó ella abrazándolo mucho más fuerte.

—Los Akatsuki me organizaron una fiesta de cumpleaños— respondió tomando su mano para después besarla— por supuesto que no necesitas invitación, eres VIP—

—Me gustaría, pero tengo que arreglar algunas cosas de mi vestido, ya mañana estaremos casados y pensándolo bien, será mejor que disfrutes tu última noche de soltería— rió levantándose para poder besarlo en los labios.

Itachi le correspondió y después sonrió— No me molesta en absoluto perderla, voy a ganar una esposa— volvió a besar sus labios— amiga—besó su mejilla— y compañera para toda la vida— beso su frente— ¿Qué más puedo pedir? —Hinata sonrió de oreja a oreja, volvió a besarlo, se posicionó sobre Itachi, llevó las manos de él una en cada lado de su oreja, entrelazó sus manos con las suyas y moviendo sus caderas en un suave pero placentero vaivén, volvieron a hacerlo, cobijados únicamente con la piel del otro y una sábana como complemento.

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D

Globos, bebidas, botanas, música, mesas, sillas, ya estaba todo listo. La noche llegó y con ella los invitados.

— ¡Felicidades Itachi!— gritaron los Akatsuki, Sasuke, Shisui, y media Konoha. Siempre que hablaban de amigos cercanos acababan invitando hasta al primo de un amigo, pero para Itachi aquello no importaba, quería que todos la pasaran bien, que disfrutaran del momento, de la comida de la bebida, absolutamente todo. La fiesta era de lo más sana, salvó de unos cuantos borrachos, que podían fácilmente controlar.

Rápidamente entre el baile y la buena vibra dieron las 11 de la noche. Un toc-toc en la puerta de la casa de los Akatsuki, la tal Konan abrió la puerta y felizmente la abrazó — ¡Qué bueno que pudiste venir, pasa, pasa le alegrara mucho verte! — comentó cerrando la puerta detrás suyo. Vio el ambiente y sonriente caminó por todo el lugar en su búsqueda. Mientras caminaba, no faltaban las felicitaciones y los buenos deseos hacia ellos. "Itachi san es increíble, son una pareja hermosa, van a ser muy felices" entre muchos otros cumplidos. Saludó con cortesía a todos los amigos de él, eran sumamente agradables—Buenas noches Kisame sama, Sasori sama, Deidara san, Hidan San, Kazuzu sama —pausó para tomar un poco de aire— Shisui san,Sasuke kun, Pain sama, Tobi san, Zetsu emmm…—su cabeza lo meditó por momento, ¿Qué era realmente Zetsu?, a ratos parecía una persona normal y coherente y en otros un niño gracioso pero inmaduro, un delicado roce sobre sus dedos, que posteriormente fueron tomados la distrajo, volteó y en cuanto lo hizo los suaves labios de él se posesionaron de los suyos. Sus mejillas se tornaron rubicundas, le daba un poco de vergüenza que los vieran besarse, prefería hacerlo en la privacidad.

—Mañana a esta hora estaremos casados y nos besaremos enfrente de más personas, este es un buen ensayo, ¿no? — ella asintió, entendió y agradeció el gesto de su futuro esposo. Lo abrazó felizmente — tu timidez es curiosa, anoche no parecías la misma—susurro en su oído, la cara de Hinata enrojeció completamente. " No Itachi, no frente a los demás", pensó — descuida— le dijo y ella respiró aliviada, amaba ese tipo de conexión que se había creado entre ellos; era como si sus mentes hicieran sinapsis —Me alegra mucho que vinieras— terminó besando su mano.

Dieron las 12 de la madrugada, Hinata debía regresar a su casa, Itachi se ofreció a llevarla, la dejo en la puerta de su casa y justo antes de que ella entrara, inconscientemente la jaló del brazo y para abrazarla fuertemente y besarla. Hinata sintió aquellas acciones bastante extrañas —Ita-Itachi, este abrazo es muy fuerte, parece como si fuera una de-despedida— dijo con miedo, en parte era normal sentir nervios a vísperas de una boda.

—No pasa nada— respondió— es solo que, simplemente me dieron ganas de hacerlo, eso es todo, nunca dudes de mi amor — ella sonrió, aunque su actitud le pareció bastante extraña. Ignoró el hecho, acarició su rostro y lo besó de vuelta— nos vemos mañana.

—Hasta mañana — respondió viendo como poco a poco se alejaba. Itachi también se había sentido un poco raro, no supo porque lo había dicho y hecho, simplemente una sensación de algo, lo había obligado a actuar así, simplemente sintió la necesidad de abrazarla como si uno hubiera un mañana.

Para su desgracia ninguno de los dos sabía que sería quizá su; ultimo abrazo, su último beso y la última vez que se volverían a ver al menos en esa forma.

Entonces pues, la fiesta continuó hasta que el último invitado se retiró; eran las 3:30 de la mañana y solo quedaban los Akatsukis, Sasuke y Shisui para fines prácticos Itachi se había quedado con ellos a dormir, sin embargo dudaba que alguno de ellos pudiese hacerlo, todos estaban tan bebidos y aunque no recordaban ni sus nombres aceptaron el reto.

Fue así como la tragedia de todos ellos estaba a punto de comenzar.

Solo bastó un juego de verdad o reto, para acabar de dilapidar la dignidad de todos ellos. Una confesión, múltiples burlas y la subestimación de una religión.

—Haré que Jashiin saaamaaaa, hip…los haga pagar por estow hip…—pronunció enojado el chico de cabellos plateados.

—Tus….rituales son una mierdaww—respondió Kakuzu, cayendo al suelo, ya no podía más, estaba K.O.

—Ya, ca-iien-seee— pronunció Deidara, quien también estaba tan mal que discutía con la pared.

—Juguemos pokaaar— propuso Kisame.

—Yo tambienww jueewgow— alegó Kakuzu, tratando de levantarse, mientras limpiaba su boca.

—Hip…empezemossss— expresó Shisui entrecerrando los ojos, observando como el loco de Hidan, hacía una más de sus ridiculeces… ¡grave error!, no hacerle caso a un loco y más cuando estaba bebido.

Después de eso comenzaron a repartir las cartas, una sola ronda y todo se había ido a la mierda

Cuando despertaron, el piso y la casa estaban hechas mierda, el olor era más que desagradable y había botellas de vidrio regadas por todas partes, faltaban paredes, los muebles estaban mojados, papeles y marionetas regadas por todos lados, kunais clavados ¿y qué demonios hacia Sasuke dormido sobre la estufa? , ¿Por qué Zetsu estaba… mordiendo a Deidara? y lo más importante… ¿Qué diantres había sucedido?

Sin embargo a pesar de las circunstancias en las que se encontraba todo, lo peor estaba a punto de ocurrir

Los hombres se levantaron con una resaca increíble, el sol matutino era suficiente como para empezar a darles jaqueca, se taparon los ojos para evitar la luz y fueron todos a sus cuartos tiempo sin siquiera verse antes cerrando las puertas al mismo, se fueron al baño, lavaron sus caras y se vieron al espejo.

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A

En la casa Hyuga, Hinata se preparaba para su gran día, se había bañado y veía con ilusión su vestido de novia; era precioso, su suegra se había esmerado mucho en él, tenía un gusto increíble. Escuchó el llamado de su puerta antes de que se abriera—Onii chan, ya es hora, tenemos que ir al salón a que te arreglen— Hinata volteo a ver el reloj, diez en punto de la mañana, era verdad, ya era hora— ¡Vámonos!— exclamó emocionada, faltaban cinco horas para la ceremonia.

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Y

— ¡AAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH! — gritaron nueves hombres y una mujer "aparentemente". Aquel grito había sido lo suficientemente escansaloso para despertar a los tres Uchihas que dormían en la sala.

—¿Qué ocurre? — preguntó Sasuke tallándose los ojos, mientras veía con rareza el lugar donde estaba dormido.

—No lo sé— respondió Shisui, bostezando.

—Ya es tarde, debo irme— habló Itachi, quitándose un trapo de la cara (que en realidad era un calzoncillo)

Sasuke volteo a donde estaba su hermano, y se quedó boquiabierto— ¡¿Quién eres tú?! —cuestionó exaltado señalándolo con el dedo, su brazo temblaba y su cara mostraba terror.

Itachi frunció el ceño, no era momento de bromear — ¿De qué hablas Sas…— paró en seco al ver la apariencia de su hermano menor.

— ¿Ita-Ita-Itachi, Sa-sa-Sasuke? — preguntó Shisui temblando, sudando en frio y aterrorizado, sin poder entender lo que estaba ocurriendo. Los hermanos Uchihas voltearon hacia él y los tres palidecieron, en eso oyeron una multitud de pasos acercándose acompañados de gritos angustiosos desesperados. Llegaron hacia donde estaban ellos, se vieron entre todos y en coro todos gritaron.

— ¡¿QUÉ MIERDA HA PASADO AQUÍ?! — preguntaron casi todos sintiendo el verdadero terror. Sin poder creer lo que sus ojos estaban viendo.

Deidara, Pain y Kisame enloquecieron y comenzaron a golpearse la cabeza contra la pared — ¡Despierta, despierta, maldita sea despierta!

Sasori y Kazuke por otro lado, no dejaban de admirar su belleza, uno por primera vez era agradable a la vista y el otro era perfecta de cualquier forma, toda una obra de arte.

Konan parecía aun no salir del shock.

Zetsu se preguntaba, ¿por qué su parte blanca era rosa?

Y Hidan parecía haberlo aceptado de buen modo, únicamente estaba parado observando como todos se volvían locos. Estaba convencido que todo era un sueño; pobre tipo.

Itachi comenzó a hiperventilarse haciendo que sus pechos brincaran debido a la alteración, todos notaron la acción y no pudieron dejar de verlos—No-no-no-no-no-no-no-no— mientras negaba su voz se hacía cada vez más aguda.

—No entiendo… ¿de qué se preocupan? — espetó Hidan con molestia, seguía convencido de que todo era un mal sueño.

Todos los presentes abandonaron los pechos de Itachi y voltearon a verlo con desdén, las cosas eran obvias — ¡¿ERES IDIOTA O QUÉ?! — gritaron todos al mismo tiempo. Cuando lo hicieron todos a excepción de Konan se quedaron boquiabiertos.

De todos los Akatsuki, Hidan era él único que siempre mostraba su pecho y en ese momento sus voluptuosos pechos y el rosado de sus pezones estaban expuestos, no dejaba mucho a la imaginación — ¿Qué? — les preguntó arqueando una ceja mientras observaba como les escurría sangre de sus fosas nasales.

Konan inmediatamente se fue hacia Hidan y lo golpeo en la cabeza— ¡eres una zorra! — le gritó enojada abrochándole la capa. El chip de todos se activó y revisaron bajo sus ropas; ¡estaban ahí, pechos redondos y suaves. Llevaron ambas manos a ellos, sin que Konan se diera cuenta y los apretaron;"hace mucho que no sentía unos" pensaron todos.

— ¡AUCH! — gritó, los golpes de Konan eran notablemente más doloro… esperen un segundo… Konan era más fuerte y más alto que todos ellos; la tal Konan era todo un macho alfa, pelo en pecho.

El caos volvió a desatarse y todos comenzaron a golpearse entre sí, tratando de hacer que despertasen, pero todo seguía igual, era inútil.

—Esto es malo— pronunció Itachi, dejándose caer — mi boda es en cuatro horas… ¿Qué voy a hacer? — estaba ido, desesperanzado y no podía dejar de pensar en ella — No me puedo presentar así frente a ella— todos los Akatsuki dejaron de pelear y voltearon a verlo, era cierto, ese día iba a casarse. Itachi se levantó y se fue hacia la cocina, abrió un cajón, saco un cuchillo y volteo a verlos con la mirada totalmente perdida—díganle a Hinata que la amé mucho— pronunció a punto de apuñalarse.

Shisui rodó los ojos, le quitó el cuchillo y le metió una cachetada— ¡Basta Itachi!— regaño, llevando ambas manos a su cintura, aquel acto era tan propio de las féminas que los demás se le quedaron viendo raro—perdón— pronunció avergonzado.

—Esto es horrible, ¿Cómo pudo suceder? — preguntó Sasuke, sosteniendo junto a Shisui a su hermano.

—No lo sé, pero una cosa es segura— dijo llamando la atención de todos—No podemos llamarnos por nuestros nombres, ni seguir utilizando la misma ropa.

— ¿Qué quieres decir"? —cuestionó la pequeña Pain refugiándose en los brazos de su amado Konan.

—Entiendo— dijo Sasori— No podemos tener nombres de hombre, siendo mujeres.

—Exacto— aplaudió el Uchiha— además, no podemos permitir que se enteren lo que nos ha pasado, eso sería muy vergonzoso.

—Para su suerte— interrumpió— a ustedes no tienen familia, pero nosotros…

—Es mejor que no se enteren Sasuke— habló Itachi cuando salió de su trance— se les podría escapar algo.

—Entonces… ¿Qué vamos a hacer? —dijo Sasuke.

—Ya pensaremos en algo— pronunció Shisui— por ahora debemos de aprendernos nuestros nuevos nombres. Todos los demás tragaron pesado, nunca en su vida imaginaron encontrarse en aquella situación.

La selección de nombres fue difícil, ninguno quería renunciar a su antiguo nombre, por lo que para su facilidad y comodidad aceptaron colocarse un homófono.

—Repacemos entonces— indicó Shisui.

—Yo soy…Kanon — dijo el hombre pelo en pecho, pero medio afeminado, que antes era Konan

—Yo soy… Pina— indicó la más pequeña de todas de cabello bermellón.

—Yo soy…Sahori— indicó la pelirroja de fuego que antes era Sasori.

—Yo soy…Sakesu— indicó la indomable Uchiha que antes era Sasuke.

—Yo soy…Kazuko— indicó la zombirela que antes era Kakuzu

—Yo soy…Sameki—indicó la chica zora que antes era Kisame

—Yo soy…Daidare— indicó la despampanante Ino Yamanaka de Akatsuki que antes era Deidara.

—Yo soy Suishi— indicó la entusiasta Uchiha que antes era Shisui.

—Yo soy…un pobre diablo que está a punto de entrar en depresión — ¡Oh vamos Itachi Itachi!— expresaron todos y el suspiró— yo soy… Sintama, digo Itama—dijo la ojerosa y depresiva ente Uchiha.

Aja sí, yo soy… Hilda— dijo la peliblanca exhibicionista, cruzada de brazos, todavía creyendo que se trataba de un sueño.

—Yo soy… Tobina— expresó la chica de la máscara rosa. Todos se miraron entre sí entrecerrando los ojos, el nombre no podía ser más ridículo.

— Y yo soy…Zetsy, zetsy, zetsy— indicó la planta medio rosa con un moño en sus hojas. Los demás Akatsuki volvieron a verse entre sí.

—Emmm… creo que será mejor que no salgas a la calle Zetsu— le dijeron los demás, no era muy común ver a especímenes como él y si a su parte idiota se le escapaba algo, los metería en problemas.

—De acuerdo— pronunció con tristeza, encerrándose en sí misma. Los demás suspiraron.

—Itachi— habló Shisui o Suishi— Necesitamos que salgas del trance, tenemos tres horas para resolver este problema, nuestra misión es…—pausó subiéndose a la mesa, cerrando el puño con fervor — conseguir ropa de mujer y buscar la manera de salir de esta situación— los Akatsukis comenzaron a aplaudirle.

Estaban ante la prueba más difícil de su vida, no tenían la menor idea de lo que había sucedido, nadie recordaba nada de lo ocurrido en la madrugada, pero si de algo estaban completamente seguros era que no tenían tiempo que perder.

"Itachi Uchiha se casaba porque se casaba…hoy"

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ITACHI

CONTINUARÁ…

Déjenme saber si les gustó con un review, es una idea que tomé de la saga Gender bender de Gintama, saludos.

P.D 1: Zora son hombres peces de la saga de The legend of zelda.

P.D 2: Zombirella es una muñeca que tiene más o menos las características de Kakuzu.

P.D 3: Sintama es un juego de palabras hispano-japonés. Sin = que no tiene algo, Tama= se traduce del japonés al español como alma, entonces se lee como Sin alma. Por ello se menciona lo del ente.