Disclaimer: Esta historia es un original basado en la Historia de Hana Yori Dango, escrita por Yoko Kamio. Los personajes le pertenecen, excepto algunos que son mío como el sr. Tanaka.

Este es una fanfiction basado en la historia de Hana Yori Dango, pero con algunos cambios, así que atención. En esta historia Makino Tsukushi nunca fue a Eitoku Gakuen y por lo tanto nunca conoció a Domyouji Tsukasa, hasta ahora. Domyouji se fue a Estados Unidos tras su graduación del colegio a Estudiar Economía en Harvard, y este mismo año, en cuatro meses más se casará con su prometida desde la secundaria Shigeru Ookawahara. Ambos quieren casarse y llevan haciendo los preparativos desde hace meses, aunque no puede decirse que su relación es de amor. Por otro lado, el resto de Los F4 se quedó en Japón, Nishikado Soujiro se fue a Osaka a estudiar historia y literatura clásica del Japón, Mimasaka Akira se dedicó al establecimiento de una cadena de Boutiques exclusivas que importaban las mejores marcas mundiales de moda, por lo que pasó la mayor parte del tiempo viajando entre Europa y Japón. Hanazawa Rui también estudia Economía en la Universidad de Tokio pero no se graduará este año, porque decidió darse sabático el primer año después de graduarse para recorrer el mundo. Los cuatro están en permanente contacto, aunque no se ven muy a menudo debido a lo ocupados que están cada uno con su vida. Shigeru estudia decoración de interiores en una universidad privada de Tokio y su mejor amiga es Sanjo Sakurako, a quien conoció gracias a Domyouji después de protagonizar unos confusos incidentes con él, quien se dedica a trabajar esporádicamente como modelo y a tenido algunos programas en televisión.

Por otro lado, Makino Tsukushi se graduó de una de las mejores secundarias de Tokio, a la que pudo entrar por sus buenas calificaciones y una vez que consiguió el financiamiento para la Universidad de Tokio, se fue a vivir sola y mantiene muy poco contacto con su familia. Entró a estudiar Psicología y en el segundo año ganó una beca para estudiar en Boston. Ahora está en el tercer año, preparando su tesina. A Makino le interesa profundamente la conducta humana y su tesis trata sobre un tema que la marcó profundamente: ¿de qué se enamora la gente?. Tuvo un novio en la secundaria y otros cuantos al ingresar a la universidad. También tuvo un par de novios en su estadía en América. Sin embargo todos terminaron rompiéndole el corazón. Por eso se decidió a estudiar el fenómeno del enamoramiento, como forma de buscar una respuesta al porqué siempre los hombres terminaban abandonándola. Su mejor amiga Yuuki, con quién estudió en la primaria y con la que compartió su trabajo part-time en la secundaria, no había conseguido encontrar un rumbo en su vida. No había querido seguir estudiando después de la secundaria, no por falta de inteligencia, si no porque estaba más preocupada de un novio que tenía en ese entonces. Luego empezó a cambiar de trabajo hasta que terminó en un Hostess Bar, en el cual ganaba lo suficiente para vivir. Fueron las vivencias de Yuuki las que inspiraron la investigación de Makino. Makino quería descubrir qué era lo que los hombres necesitaban para enamorarse, que detalles en una mujer las vuelven irresistibles y para eso se puso a trabajar después de la Universidad en uno de esos bares.

Un hostess Bar es un centro nocturno en el que se atiende a hombres ofreciéndoles una compañía femenina agradable. Son mujeres hermosas y agradables que sonríen y escuchan al cliente, sin que eso signifique un intercambio sexual ni mucho menos. Las Hostess no son prostitutas sino más bien una especie de equivalente moderno de las geishas, aunque por supuesto ninguna de ellas es artista o algo así, son mujeres a las que se les paga por acompañar a un hombre durante un par de horas, haciéndole olvidar las preocupaciones de la vida cotidiana. Así que Makino se sumergió en ese mundo aprendiendo de sus compañeras que debía hacer para agradar a un hombre. Al ser poseedora de herramientas que su profesión le brindaba, pudo leer las estructuras profundas de las conductas de las Hostess. La base estaba en no fingir ante el cliente, sino más bien adaptar los intereses propios a los del cliente. Las Hostess más exitosas tenían clientes que llevaban meses yendo al Bar y llegan a conocerlos mejor que sus propias esposas.

Makino aprendió poco a poco a utilizar sus habilidades de seducción hasta volverse una completa experta. Tras seis meses de trabajo diario llegó el punto en que era capaz de fascinar a cualquier hombre que entrara por la puerta del bar. Cualquiera. Joven, viejo, guapo, feo, todos podían caer bajo el hechizo de su sonrisa. Aprendió un lenguaje corporal que hacía que los hombres la pidieran exclusivamente a ella y por eso empezó a tener problemas con sus compañeras. Pero con todo el material que tenía, que fue registrando en unos diarios, podía empezar a escribir su tesina y estaba segura que el tema sería debatido y quizás hasta podría conseguir que se la publicaran como libro.

Sin embargo una noche apareció en el bar un extraño personaje. Era un hombre de edad madura, de aspecto cuidado lo que indicaba que a pesar de no ostentar lujos debía ser rico. Se acercó directamente a Makino y le pidió que lo acompañara por un rato. Empezaron a conversar y ella se dio cuenta de que él no era un hombre común ni mucho menos del tipo de los que solían frecuentar esos bares. Parecía ser un hombre de mundo, por la forma de hablar, y sus delicados movimientos, la forma en que encendía el cigarrillo, en que se llevaba el vaso a la boca la sorprendieron. No era un hombre apuesto, pero de alguna forma transmitía un aura de magnetismo que la fascinó. Intentó averiguar más sobre él, pero él se resistía a hablar sobre temas personales. Lo único que pudo arrancarle fue el nombre: Tanaka Jun´ichirou. Hablaron por cerca de tres horas y aunque él era muy reservado y serio, ella logró ablandarlo y hacerlo sonreír. Se mostró encantadora y seductora y le hizo prometer que volvería a verla. De echo, el apareció al día siguiente pero cerca de la hora del cierre, como a las 2 de la mañana. A pesar de que es fuera de las reglas permitir que alguien te acompañe después del trabajo, ella estaba contenta de verlo nuevamente y aceptó. Él la invitó a cenar y llegaron a un exclusivo restaurant de un lujoso hotel. A pesar de que era muy tarde todo el personal estaba despierto, como si hubiesen sido especialmente alertados para recibirlos. El Sr. Tanaka pidió unos platos finísimos que Makino no había comido nunca. Tras unas cuantas copas del mejor vino francés Late Harvest de 8 años, empezó a hablar demás. Terminó contándole todo al Sr. Tanaka, de cómo estaba escribiendo su tesina y que su trabajo como Hostess no era más que una investigación, de cómo eran fáciles de complacer los hombres y que a ella no existía hombre que se le resistiera.

El Sr. Tanaka sonrió misteriosamente ante la confesión y le dijo un poco apenado que al descubrir que no era una auténtica Hostess, las cosas se les complicarían un poco. A esas alturas Makino se estaba quedando dormida en la mesa, por lo que el Sr. Tanaka le consiguió una habitación en ese mismo hotel.

A la mañana siguiente Makino despertó con un recuerdo borroso de la noche anterior. Recordaba haber hablado más de lo que debía y recordaba unos brazos fuertes que la dejaban en una suave cama. No recordaba nada más y no le extrañaría descubrir que durmió abrazada del Sr. Tanaka que parecía estar ausente de la habitación. Cuando estuvo en América se despertó en más de una ocasión en la cama de un desconocido, por lo que se recordó que no debía volver a tomar tanto. Siempre le ocurría lo mismo. Sin embargo, parecía estar todo en orden. Se levantó con un ligero dolor de cabeza y se metió a la ducha. Cuando salió del baño, la mucama ya había ordenado la habitación y encima de esta había un vestido nuevo. Era un vestido de seda beige entallado, que le llegaba hasta las rodillas, con un escote en "V" y que le dejaba la espalda al descubierto. Cuando se lo estaba poniendo descubrió que era de Dolce & Gabana. Casi pegó un salto al ver la etiqueta. Debía costar cientos de dólares. Los Zapatos eran de Gucci. Y todo le calzaba a la perfección. La mucama le había dicho que el Sr. Tanaka le había enviado un presente, que dejó encima de la mesa de entrada y que la esperaría a las 11: 30 en la recepción del hotel. Ella abrió el regalo, que era un par de aros y un brazalete. Ambos de oro blanco. Ella se los puso sin titubear, sin pensar en qué podrían cobrarle a cambio. Miró el reloj de su móvil y vio que faltaban solo 5 minutos para la hora acordada, por lo que se decidió a bajar a la recepción.

-Sr. Tanaka, lamento mucho haber terminado de manera tan abrupta la velada de la noche anterior. Pero la verdad es que tengo muy mala resistencia al alcohol. Si me comporté de manera inapropiada, le ruego que me disculpe.

-Srta. Makino, no tiene porqué preocuparse, anoche tuvimos una velada encantadora. Me agrada ver que la ropa que le envié le queda bien. Todo le sienta estupendamente.

-Oh, sí, muchísimas gracias por el gesto. En cuanto me vaya a casa, se las devolveré. Le pedí a la mucama que me enviara a lavandería la ropa que traía anoche, así que supongo que por la tarde estará lista.

-Eso no es necesario. Es un regalo de mi parte, al igual que las joyas.

-No puedo aceptarlo de ninguna forma. Acepté ponérmelas para complacerlo pero no puedo quedármelas. De ninguna forma-dijo Makino frunciendo el ceño.

-No discutamos sobre eso. Tenemos muchas cosas de que hablar. Supongo que tiene hambre ya que aún no ha desayunado.

- En realidad no. Anoche cené muy tarde por lo que no me siento especialmente hambrienta, si gusta podríamos esperar hasta la hora de almuerzo.

Me parece buena idea. ¿Le gustaría pasear por el hotel, tiene un parque encantador.

Por supuesto, usted indíqueme por donde y yo lo seguiré-dijo Makino dispuesta a continuar con su papel de mujer encantadora, intrigada por la conducta del Sr. Tanaka.

El Sr. Tanaka salió por una puerta lateral hacia el jardín y se encaminó por un camino de piedras hacia un pequeño bosque. Siguiendo el camino y admirando los árboles, las flores, los riachuelos que cruzaban por unos delicados puentes, charlando de lo agradable de la naturaleza y el clima, llegaron a una pequeña casa de té.

Pero Sr. Tanaka, no traigo puesto kimono para una ceremonia del té.

No es necesario un kimono, ya que no tendremos una ceremonia del té. Hablaremos de negocios, Srta. Makino.

Entraron por la pequeña puerta y se sentaron uno frente al otro. El Sr. Tanaka se levantó y fue a buscar unos cojines en una alacena que había detrás de una pared. Se lo acomodó a Makino y luego volvió a sentarse.

Ahora podemos conversar tranquilamente sin que nadie nos moleste. Anoche tuve el agrado de escuchar su historia y le ruego que ahora escuche mi historia porque al final necesito pedirle su cooperación.

Mi nombre es Tanaka Jun´ichiro y soy dueño de esta cadena hotelera, además de otras empresas en diversos rubros. Soy un empresario en constante expansión y he logrado enriquecerme gracias a la pequeña fortuna que me dejó mi padre el que falleció cuando yo aún era un adolescente. Mi principal competencia es el Grupo Domyouji con el que he tenido más de algún desacuerdo en el pasado. Sin embargo y luego de un largo estudio de mercado he llegado a la conclusión de que si continúo luchando contra el Grupo Domyouji estoy destinado a la bancarrota. El Grupo es mucho más peligroso y ya no me conviene ser su competencia. Coincidimos en casi todos los rubros y mis compañías poco a poco han comenzado a fracasar. Por lo que he decidido aliarme a ellos. Poseo acciones en un rubro en el que ellos aún no han entrado y esa es mi carta de valor. Si les ofrezco mis acciones, podremos aliarnos y así yo no caeré en la quiebra. Sin embargo existe un obstáculo. El heredero de la familia está comprometido con la hija mayor de la familia Ookawahara quienes sí tienen acciones en ese rubro y una vez que ambos se casen, yo no podré jugar mi carta. El compromiso fue fijado hace años y la fecha del matrimonio está fijada para principios del año entrante es decir en poco más de 4 meses.

Ahora como puede ver, Srta. Makino, tengo poderosas razones para querer impedir el matrimonio entre ellos. Pero un compromiso de ese tipo no va a romperse por una simple infidelidad o con algún montaje barato. Por eso, tengo un plan que si resulta exitosamente, saldría beneficiado tanto yo como usted.

A esas alturas Makino no entendía mucho. Había escuchado hablar del grupo Domyouji en las noticias (de hecho eran dueños de la mitad de Japón), pero eso de las alianzas por matrimonio no lo entendía muy bien. ¿Y cómo se suponía que el Sr. Tanaka impediría el matrimonio? Y lo más importante ¿qué papel jugaba ella en todo esto?

-Srta. Makino, me está mirando hace bastante rato con cara de confusión, pero si es paciente en un momento entenderá todo.

No pretendo contratar a una mujer para que seduzca al muchacho. Eso sería muy simple e ineficaz, la chica no cancelaría el compromiso por un simple desliz. Lo que quiero es alguien que sea capaz de enamorarlo. De volverlo loco hasta el punto en que decida tirarlo todo por la borda. Y es ahí dónde entra usted, Srta. Makino. Una verdadera experta en seducción que sabe como complacer a un hombre y a la que nadie puede resistírsele. – Makino hizo una mueca que quiso ser una sonrisa, al escuchar las palabras que había dicho la noche anterior entre copa y copa.

-Debo confesarle- continuó el Sr. Tanaka- que ya había oído hablar de usted. Un subordinado me contó de una mujercita que era capaz de conquistar a cualquier hombre, que trabajaba en un bar. Y me decidí a ir a verla. Si tenía suerte suficiente podría ayudarme en mi plan. Cuando anoche me dijo que en realidad no era una hostess me sorprendí y me di cuenta de que por eso usted no sería manipulable. Pero sí convencible. Es usted una mujer encantadora y muy inteligente, lo que la hace idónea para el trabajo que le ofrezco. Le daré lo que usted necesite para lograr su objetivo. Y además le pagaré un millón de dólares si logra que el matrimonio sea cancelado. Un millón de dólares, más un departamento, un auto y lo que a usted se le ocurra para que enamore a Domyouji Tsukasa, heredero del Grupo Domyouji.

Fin Primer Capítulo.

Nota de la Autora: Espero que les haya gustado la historia. Estoy súper inspirada así que publicaré pronto el resto de los capítulos que tengo escritos. Acepto sugerencias de todo tipo así que no teman enviarme reviews. Gracias y por favor continúen leyéndome.