Hola pelusitas, hoy traigo a ustedes un fic re100 salido de mi cabeza. O más bien un drabble. Me base en la saga de la despedida al shinsengumi justo cuando Hijikata está indeciso sobre qué hacer y va al antiguo cuartel. La verdad no se qué capitulo es XD.

Esto no es con enfoque yaoi.

Los personajes no me pertenecen si no a nuestro gorila favorito, Sorachi sensei.

Sin más disfrútenlo.

PALABRAS DE ALIENTO Y UN PASO HACIA DELANTE

Yo no sabía nada sobre ti.

Escuche tus palabras cargadas de pesar mientras mirabas el cielo nublado.

La verdad nunca me importó conocerte, para mí siempre fuiste un vago sin remedio, pero en el que se podía confiar en el momento preciso.

Nos ayudaste bastante y hasta te tomaste molestias que no te correspondían. Aun así nunca me intereso saber de tus pesares aunque a leguas se notara que sabías de los míos.

Irónicamente me conocías mejor de lo que me gustaría admitir, también me apoyabas a tu estúpida manera.

Yo jamás di las gracias, tu tampoco lo harías.

Pero ahora te miro y no puedo ocultar mi cara llena de sorpresa, tu espalda se ve doblada por tanto peso que decidiste cargar, tus ojos reflejan dolor y arrepentimiento, tus manos pareciera que se cierran sobre lo que intentas proteger, a pesar de que muchas veces se te escapan como agua entre los dedos siempre alcanzas a aferrarlos en el último segundo…o eso creí hasta ahora.

Que estúpido e ingenuo fui.

Tus palabras queman no solo en mis oídos sino también en mi alma. ¿Habías fallado y aún así seguías de pie? ¿Habías fallado y aún así apoyabas a un imbécil como yo que está a punto de rendirse? Eso no tiene sentido.

O tal vez si para ti, ¿A quién le fallaste? ¿A quién intentabas proteger? ¿Cómo vives ahora? ¿Cuáles son tus pesares? Las miles de preguntas que inundaban en ese momento mi mente no me las podías responder.

Y aún a pesar de todo tus palabras de aliento evitaron que me hundiera; me ayudas a empujar la puerta guiándome a mi destino sin dudar.

Dentro todos esperan por mi y tomo mi camino no sin antes voltear a ver tras de mi aquel rostro bañado en lluvia, te mantienes impasible y parece que tu alma llora y sonríe al mismo tiempo.

Llora porque tú no pudiste proteger ambas cosas.

Sonríe porque yo aun tengo esperanza.

Vuelves a sonreír, ¿Por qué? Nos das la espalda y sigues caminando por la senda que has elegido para ti.

Te agradezco y me disculpo.

Yo...al final...no sabía nada sobre ti.

Espero que les haya agradado, sin más me despido.