Mi nombre es Alicia, ah si… actualmente trabajo en un Herbario, cuidando las plantas más peligrosas para venderlas al mejor precio. Un puesto adorable en el Callejón Diagon, me pagan muy poco, pero estoy haciendo planes de entrar a trabajar en el ministerio.
Nadie se da cuenta de mi presencia. El mayor golpe de suerte que he tenido, es haber entrado al equipo de Quidditch en Gryffindor cuando estudiaba en Hogwarts, y eso no hubiera podido ser si Oliver Word no me hubiera descubierto. El creía en mí, fue el primero en hacerlo y es bastante gracioso ahora ya que no logré entrar a ningún equipo de Quidditch como quería, más nadie volvió a creer en mí y estoy trabajando en algo que detesto, a decir verdad no me gustan las plantas, son aburridas, verdes y pasivas.
La gente no hace más que comentarme día a día sobre ese fabuloso chico llamado Harry Potter, si, lo conocí y eso me ha hecho ser el centro de las conversaciones a veces, pero nunca tendré la fama que ese chico tenía. Recuerdo los días colegiales, me uní al ejercito de Dumbledore, para luchar contra las fuerzas oscuras de Dolores Umbridge y poder defendernos del temible lado oscuro. Yo recuerdo con claridad cada uno de los sucesos que transcurrieron, pero nadie parece acordarse de mí. Pregúntale a cualquiera que haya estudiado en Hogwarts en mis años: ¿Sabes quién es Alicia Spinnet?
- Alicia Spinnet, no la recuerdo… - Dijo un chico llamado Ernie Macmillan mientras compraba algunos libros de lectura ligera. – Creo que me suena, estuvo con nosotros en el Ejercito de Dumbledore. Era una chica de Ravenclaw, ¿no?
- Alicia, claro que la recuerdo. Era la cazadora estrella de Gryffindor, salió con Fred Weasley en el baile de Navidad durante el Torneo de los Tres magos. – Dijo Cho Chang mientras comía un helado en Flourish & Blotts. – Ah… no, esa era Angelina Johnson. No recuerdo a Alicia.
- Ella estuvo en el equipo de Quidditch como cazadora y… - Hermione Granger respondía tratando de recordar. - … perteneció al Ejercito de Dumbledore. Si, eso es…
- No se, seguro es sangre sucia. – Dijo Draco Malfoy sin ni siquiera voltear a terminar de responder. – No me importa quién es ella.
- ¡Spinnet! Otra Gryffindor de poca monta. – Dijo Severus Snape algo pensativo. – Nunca fue buena en pociones, estoy seguro.
¿Ven a lo que me refiero? Nadie me recuerda, a pesar de haber estado en la casa de los valientes leones, a pesar de pertenecer al Equipo de Quidditch y haber colaborado con su triunfo muchas veces, a pesar de haber conocido a Harry Potter, y estar en el ejercito de Dumbledore. ¡Nada! Nadie sabe quién soy. La amiga más cercana que tuve fue Angelina Johnson, pero ella siempre estaba ocupada con otros asuntos junto a su amiguita Katie Bell. Yo fui olvidada, sin suerte en el amor y por lo que veo sin suerte en la vida, heme aquí podando una planta peligrosa que podría asesinarme en cualquier momento.
Eso me hace recordar mi primer amor platónico, era varios años mayor que yo y estudiaba en Gryffindor, su nombre Oliver Wood, el único que creyó en mi, el único en descubrir mi talento como jugadora de Quidditch. El nunca estuvo al tanto de las chicas que tenía tras él, para el lo más importante era el Quidditch, era un buen atleta y siempre me saludaba con su voz gruesa: "¿Todo bien Spinnet?", moría por él y su sonrisa.
Pero el se graduó antes de que yo pudiese decirle mis sentimientos, y mi segundo amor apareció. Su cabello es rojo, sus ojos cafés y bastante pecoso. Así es, me gustaba un Weasley y su nombre era Fred. Tiene un gemelo llamado Geroge y a ambos los conocí en el equipo de Quidditch, iban un año más arriba que yo, siempre les gustaba bromear de cualquier cosa. Pude disimular mi enamoramiento, fue algo breve, ese año era el Torneo de los Tres magos y yo quería ir con Fred, no me conformaría con menos y le confesé mi plan a Angelina, la iba a pedir que fuera conmigo. Pero el destino me traicionó, Fred le pidió primero a Angelina y ella aceptó sin recordar que yo hubiese muerto por ir con él, de hecho nunca volvimos a hablarnos como antes. Ella me traicionó y una vez más, la pobre Alicia tenía que estar sola.
Pero es posible que hoy cambie mi destino, mi vida y sea feliz. Luego de terminar mi jornada laboral, saldré en busca de mi libertad. Están invitados a seguirme, a conocerme y a saber que no voy a pasar al olvido como Emily Grahm, no saben quien es ella precisamente por eso, ella pasó al olvido. Pero yo no seré como Emily.
Este es el relato de mi absurda vida y solo busco alguien que me escuche y no le importe que no sea atractiva, que tenga algunos kilos de más desde mi graduación en Hogwarts o que mi placer secreto sea meter mis manos en la tierra húmeda luego de la lluvia. Mi vida va a cambiar, no lo duden.
Alicia Spinnet
